El disfrute del circo moderno : Cirque du Soleil

Desde hace unos años, tras la muerte de mi padre, aprovecho cualquier ocasión en que venga por Santiasco un buen espectáculo de circo para llevar a mi madre. La primera vez que vino Cirque du Soleil a Chile descubrí que le fascinaba y lo convertí en un rito familiar.

El primer espectáculo al cual asistimos fue Cirkopolis en el Teatro Municipal Las Condes, visita que ya tuve oportunidad de comentar. Pero solo unos pocos días después fuimos a ver Corteo del Cirque du Soleil, para el mayor disfrute de mi madre.

Debíamos estar una hora antes para aprovechar el Tapis Rouge, un regaloneo en carpa separada en donde fuimos recibidos con jugos naturales y refrescos además de una interminable seguidilla de appetizers deliciosos y que mi madre disfruta como niña. Me da tanto gusto verla maravillarse con las máscaras, trajes y todo el merchandising de esta internacional del circo que nos visita cada año.

Quince minutos antes del inicio del espectáculo, fuimos por ruta interna hasta la carpa principal y a nuestros puestos en segunda fila para que la vista fuera perfecta. En esos minutos previos, diversos personajes miembros del elenco, hacían pasadas entre el público para deleite de todo el impresionante público.

Corteo es el proceso imaginario del payaso Mauro que en algún punto de su vida piensa en su muerte, cada recuerdo es una escena de arte circense con ese elenco increíble de atletas, muchos ángeles y metáforas acerca del tiempo y la ilusión, de paso por la infancia y directo hacia  la inevitable adultez, la seducción, la ternura, el valor y sobretodo la alegría de vivir, que termina con el adiós magnífico al payaso Mauro que deja el territorio.

Una música preciosa y los efectos luminosos sorprendentes que este gran circo sabe claramente producir. Entremedio hubo un quiebre para que fuéramos con mi madre a la carpa del tapis rouge a comer deliciosos pastelillos y refrescos, ocasión que me permitió comprobar lo disfrutable que nos parecía todo esto.

En la salida, recibimos unos regalos que vinieron a coronar la exquisita experiencia que Cirque du Soleil se afana en producir en sus espectadores.

Aunque en lo personal este espectáculo es más débil que otros que hemos disfrutado, no se puede dejar de agradecer la oportunidad de haber estado aquí. Estoy seguro que mi madre hablará de esta experiencia por mucho tiempo y eso reconforta mi corazón.

 

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