Dos viajes con disfrutes impensados

En realidad han pasado más de dos meses desde que escribí el relato anterior adoleciendo de paciente flojera, pero me iluminé cuando ví que podía hacer un continuo con lo mejor de este periodo silencioso.

Fue necesario acabar con una de mis creencias, mas bien una cierta convicción rebelde, acerca de no visitar Europa hasta haber conocido por completo Latinoamérica. Pues bien, a inicios de mayo nos largamos a visitar España y Portugal. España porque era lo que más quería mi compañera y Portugal impulsado por las descripciones que me imaginaba de Lisboa en los libros de Pessoa.

Viajamos a Madrid para tomar un avión hacia Barcelona en donde nos esperaba un lindo hotel boutique, nuestro primer refugio en esta hermosa ciudad. Ya instalados salimos a pasear y hacer un reconocimiento de orientación.
Por la noche nos fuimos a disfrutar el barrio gótico, un laberinto errático lleno de construcciones antiguas y de gente variopinta. Durante el regreso, ya muy tarde, vivimos con mucha adrenalina, un intento de asalto que azarosamente fue bloqueado por la aparición de una patrulla policial que persiguió a los 3 desafortunados asaltante por las angostas calles del barrio.

Al otro día comenzamos el descubrimiento de Gaudí, partiendo por la Pedrera mejor conocida como Casa Milá. Una belleza arquitectónica sorprendente, la que a pesar de los años, se puede poner en la vanguardia de la modernidad. También visitamos durante la estadía en Barcelona, el Park Güell y evidentemente la imperdible Sagrada Familia.
Desayunos, almuerzos y cenas nos permitieron disfrutar la buena gastronomía y degustar unos cuantos vinos formidables.

Uno de los sitios sorprendentes que pudimos visitar fue Tarragona, sede de lo que fue una ciudad romana y que se conserva buena parte de manera espectacular (reconstrucción mediante). Increíble fue caminar por el acceso de las cuadrigas, carros tirados por caballos que fueron la delicia de los romanos del siglo I DC. En uno de los cuartos de piedra fue posible observar un vídeo que muestra como fue la ciudad original, con su anfiteatro, las instalaciones de la nobleza y el circo en toda su magnificencia.

Otro lugar digno de visitar fue el Acuario, en donde pudimos caminar bajo el agua mientras tiburones desfilaban lujuriosos por sobre nuestras cabezas. Toda una experiencia!!.

Viajamos hacia Madrid para pasar algunos días y aprovechar la ventaja de haber comprado, por internet por supuesto, las entradas a los extraordinarios museos Del Prado y Reina Sofía. Verdaderamente impresionante ver piezas originales de centenas de años, como el tríptico El Jardín de las Delicias de El Bosco, todas en perfecta conservación. También rescato el original de Guernica y la historia de dicha obra que llena una de las salas del Reina Sofía. La verdad que se requieren varias horas para admirar tantas obras artísticas que solo conocía en fotografías. De hecho, siempre pensé que ambas obras eran de pequeño formato (una idea infundada) y me dejó boquiabierto verlas en su real tamaño.

El museo que nos asombró y que no teníamos considerado fue el Arqueológico. De un nivel técnico y de producción superior a todo lo que habíamos visto antes. Cada vitrina contaba con un pequeño vídeo documental que daba contexto y explicaba en diversas lenguas lo que se exhibía. De otro nivel!!

Días después partimos hacia Lisboa, cuna de Pessoa y mi deseo cumplido. Lisboa es una ciudad antigua, noble y hermosa. Las calles pavimentadas con trozos de rocas negras y blancas que forman diseños que imagino crearon manos obreras hace muchos años. Edificios con azulejos llenos de historia, muchos construidos después del único terremoto de esa zona de Europa hacia 1755 y que obligó a renacer a esta ciudad a orillas del río Tajo.

Una ciudad tranquila y que además pasa un buen momento económico, lo cual se refleja en la intensa actividad de la construcción. Zonas antiguas dan paso a hermosos barrios modernos con edificios sofisticados pero con gran armonía. Lisboa debe ser la ciudad que más caminamos, a la cual añadimos Sintra, Porto y el barrio de Belem. En Sintra visitamos el castillo del rey, en estricto rigor la casa de veraneo, además del punto más occidental de Europa de cara al Atlántico. Porto no cabe duda que es conocido por ser la fuente de la producción del licor Oporto y por la gran cantidad de puentes sobre el río Duero. En Belém la maravilla del Monasterio de los Jerónimos, patrimonio de la humanidad construido a partir del 1500.

Un imperdible de Lisboa es el Oceanario, la colección viva de flora y fauna marina de cada uno de los principales océanos del mundo. De hecho viven más 15 mil especies y es el segundo acuario más grande de Europa.

Un largo viaje de regreso nos dejó nuevamente en Chile con muchas historias y disfrutes impregnados en el cuerpo. Que rico es viajar!!

Unos días después de mi regreso,  tuve la oportunidad de viajar a ciudad de México (DF) para atender un seminario de transformación digital. Me recibió esa gigante ciudad con días de gran congestión vehicular y noches de tempestad, pero con el agrado de compartir con profesionales de América Latina empeñados en los cambios que deben realizar los bancos para ponerse a la altura de la digitalización que vive la humanidad. La actividad profesional no fue excusa ni estorbo para poder visitar algunos buenos restaurantes (Malasartes, Sonora Grill y Anatole), comprar libros (El Sótano) y reconocer varios lugares que visité años atrás. En Malasartes probé unos chiles en nogada magníficos bien acompañado con una botella de curioso nombre Yo Soy y también un helado mamey. En cambio en Sonora Grill me fui por una gigante milanesa de Arrachera con un tremendo vino como su nombre Gran Ricardo y al postre un budín de higo excelente. En la salida con otros asistentes al seminario, probamos el Anatole en donde compartimos un desfile de tacos Filete Tuétano, Cochinillo, Atún Pastor y Villamelón, además de varias cervezas Bohemia.

Un lugar que destaco en la ciudad y que merece ser visitado es el Museo de la Memoria y la Tolerancia, un recorrido tremendamente emotivo por la crueldad del ser humano y la necesidad de reflexionar sobre nuestra capacidad de ser tolerantes.

Hasta la próxima!

La Diana : notable lugar

Este último tiempo en mi trabajo se ha visto aumentar la frecuencia de las despedidas. No solo los que dejan la empresa por diversas razones sino los que son reubicados por distintas o parecidas justificaciones. Así llegué al lo que era un antiguo convento en la plaza Los Sacramentinos, para encontrar una versión re-editada del restaurante nómade La Jardin, un sitio memorable en mis experiencias anteriores.

Como el formato del evento era más parecido a un happy hour, fuimos pidiendo distintos appetizers mientras consumiamos las graciosas y afortunadas combinaciones de tragos de la casa.

Entre otros, pedimos un rico ceviche de reineta y mariscos con leche de tigre para ponernos en onda, un increíble pan de campo, un amasado gigante relleno de queso derretido, una pizza de carne mechada, palta y queso azul llamada Caupolicán, una entrada de pulpo grillado (con papas confitadas, dulce de membrillo y vinagreta de pimentón) y otras pizzas Minotauro, Normandie y Diana. Todo delicioso y de lo cual no quedó vestigio en esas horas de disfrutes. Especial mención tragos de la casa con nombres especiales como elevator, mortal kombat y otros que ya olvidé.

Delicioso lugar que espero visitar nuevamente, en forma ideal entrando por los Juegos Diana para llegar a comer y descansar en La Diana.

Cabildo : cocina criolla con estilo

Ubicado detrás del hotel boutique Castillo Rojo, otrora la icónica Casa Roja de la plaza Camilo Mori en barrio Bellavista, existe un pequeño pero sorprendente restaurante, el cual visitamos una primaveral noche.

Se trata de Cabildo, el cual está pulcramente diseñado para hacernos creer que estamos en la casa de algún antepasado. Cada detalle cuenta, pues las mesas están preparadas con esos juegos de loza que ya son objetos de colección, copas esmeriladas, posa cubiertos, servilletas estampadas y bordadas incluidos los preciosos individuales.

Un servicio atento, con una carta que incluye denominaciones ya desacostumbradas pero muy chilenas de la vieja guardia. Entremeses, Hervidos, Platos de Resistencia, Ensaladas, Compañía, Encurtidos, Salsas, Postres, con variedades de platos criollos que ya había olvidado su existencia.

Una vez que ordenamos los aperitivos, pisco sour y Pichuncho, el mozo trajo a cada uno una vianda, la inolvidable Choca obrera, conteniendo una empanadita de pino, queso cabeza, una papa rellena y pebre de invierno. Maravilloso comienzo.

Decidimos como entremeses, palta reina y palta cardenal que nos servirían de suculenta entrada. Para los fondos, un caldillo de congrio y una plateada con puré picante, ambos definitivamente exquisitos y acompañados de una botella de Malbec reserva Koyle Royale delicioso.

Para los postres no pudimos evitar la tentación de un turrón de vino y de la torta colegial con manjar, un viaje dulce a la niñez. Al cierre, agua de hierbas y café negro.

Maravilloso lugar, una visita obligada a la casa de la tatarabuela.

Tour de museos : un recorrido fantástico

Impedido de ir a la montaña por una prolongada convalescencia de una gripe que se ensañó conmigo, tuve que recurrir en compensación, a uno de mis placeres citadinos preferidos.

Partí viajando en metro hacia la Corporación Cultural de Las Condes en donde tenía previsto visitar una exposición muy especial del recientemente fallecido Claudio Bravo. Una exposición que si bien se había presentado antes, esta vez venía con bonus track con una cantidad de obras que no se habían mostrado antes. Es la etapa (década del 50)  en que el pintor se dedicaba principalmente al retrato y era el artista preferido de las familias ricas de este país, especialmente de sus mentores de Concepción en donde se refugió antes de irse del país hacia Europa.

Magníficos retratos, una delicia de trazos notables para dar con la caracterización experta de cada modelo, niños y mujeres preferentemente. Siempre me ha gustado el dibujo con grafito, pero el arte de Claudio Bravo supera todo límite, es demasiado perfecto. No solo con lápiz sino con óleo, los retratos de Bravo  son extraordinarios

En la misma Corporación es posible visitar la potente muestra de artistas chilenos de la colección de Mac Kellar, la fotografía de Ralph Bennett o las extrañas pinturas de Matías Acuña.

Nuevamente a bordo del metro, me fuí al Museo de Bellas Artes (MNBA), en donde encontré una retrospectiva compleja del belga Roger Raveel que no estoy seguro de haber entendido bien, pero me encantó la exposición de esculturas de David Cofré, así como la instalación del segundo piso Atlas in Fine de Emma Malig. En la sala Matta, subterráneo del Museo, estaba la enorme muestra de Patricio Court, Hecho en Chile. Impresionantes estructuras con tejidos, pinturas y formas geométricas. Muy interesante hasta aquí el recorrido.

Entusiasmado, enfilé mis pasos hacia el MAVI en el Barrio Lastarria, para encontrar otra muestra de trabajos del maestro Claudio Bravo. Me sentí afortunado por encontrar en un mismo día material artístico tan notable. En este mismo lugar, se presenta una impresionante muestra de Ruth Krauskopf, con sus variadísimas esculturas de arcilla nacidas en su taller Huara Huara y que la ha hecho famosa en todo el mundo.

No contento con el avance de mi krrtrekking, me fui al GAM, el imponente Centro Cultural, ex Diego Portales, ex Unctad III. En la sala de exposiciones asistí a una maravilla en fotografías históricas, de la famosísima Sara Facio. Allí encontré hermosas fotografías de tantos personajes históricos y especiales, desde un Carpentier, pasando por Borges, Allende, Cortázar y tantos más. Todos importantes protagonistas de la historia latinoamericana de los últimos 50 años. Imperdible!!

En otra ala del subterráneo, visité el museo de arte popular americano Tomás Lago, un sitio que no había conocido antes. Artesanías preciosas de diversos países de nuestra América, verdaderos tesoros de la estética artesanal latinoamericana. Quedé fascinado con un retablo peruano de autor desconocido que es un desafío a la habilidad, al conocimiento y sobretodo a nuestra capacidad de admiración.

Ya avanzada la hora, marqué el paso para visitar la sala de arte de Telefonica (hoy womistar) porque no podía permitirme perder una nueva versión del World Press Photo 2011. Fotografías del mundo, imágenes tremendas del horror y la realidad de muchos lugares, donde la violencia, el racismo, el machismo extremo y la guerra nos muestran que la barbarie aún existe y que si no fuera por la capacidad de denuncia que tienen estas fuertes imagenes, desconoceríamos que el ser humano, capaz de maravillas también puede ser un monstruo. Sobrecogedor espectáculo y especialmente concurrido, espero que no sea solo el morbo el aliciente para tal multitud.

Finaliza mi krrtrekking, cansado y al mismo tiempo fascinado por la diversidad de estímulos visuales en un recorrido virtuoso por las salas de Santiasco.

Oro y Plata : gran exposición bicentenaria

Entre las actividades de celebración del bicentenario chileno, esta exposición en el Centro Cultural Palacio La Moneda (CCPLM) es muy peculiar. Es la mayor muestra de objetos de oro y plata que se ha hecho en nuestro país y con un recorrido histórico desde los pueblos precolombinos hasta nuestra época republicana.

En donde el ser humano aprendió a simbolizar lo divino o fantástico por medio de estos metales?. Es curioso porque el uso no solo es ornamental, sino aparece en todo tipo de ritos funerarios o religiosos. El oro se asimila al sol, la plata a la luna y ambas están presentes en objetos de todo tipo. Desde máscaras, pasando hasta pendientes, desde armas hasta bastones de mando, con mayor o menor elaboración de los artesanos. Una muestra sorprendente!!!

Me trastornó la idea que la obsesión por el oro y la plata de la iglesia católica fuera simplemente una consecuencia de estas prácticas religiosas antiguas de los pueblos precolombinos que fueron «catolizados» en la conquista. Asimismo, me pareció sorprendente como el pueblo mapuche usó las monedas de plata que ganaban de los «chilenos» de la época para armar sus sorprendentes atuendos. Muy interesante!!

En otro nivel del CCPLM visité  la galería del diseño que siempre me asombra. En esta ocasión con una muestra de reciclaje, llamada REhecho en Chile, sugestivo no?. Hay una gran cantidad de emprendimientos que usando materiales de desecho son capaces de crear nuevos elementos. Restos textiles, bolsas plásticas, tapas de botellas, radiografías, en fin, una variopinta muestra de posibilidades y con resultados hermosos. Me gusta esto!!

En la cineteca del CCPLM se exhibe hasta el 25 de octubre una sorprendente muestra de cortometrajes internacionales. Con duraciones mínimas recrean historias de ficción, animación documentales y experimentales. Entre 1:10 minutos y casi 30 minutos, es un recorrido por muchas historias dignas de contarse. FeSanCor es el 18° festival chileno internacional del cortometraje. Véanlo sin miedo!!!

Bajo Llave : placeres bajo tierra

Un lugar escondido del barrio Lastarria que no quería visitar, pero que me atraía lo suficiente como para invitar un after office a una pareja de amigos.

Ambientado como si fuera una cava, con muy buena música de transgeneracional factura y un look de pub bien diseñado y con muebles antiguos de materiales nobles, nos recibió pasadas las 20 horas. Una atención muy informal, pero amable en extremo, nos permitió gozar una velada soberbia, llena de conversaciones y anécdotas deliciosas.

En la carta predominan las tablas, las pizzas a la piedra y algunos platos. Nos decidimos para iniciar por una tabla suprema, una deliciosa combinación de carne de res, pollo, champiñones, camarones y aderezos acompañados de una buena botella de vino. La carta de vinos luce esmirriada, ya que está en proceso de cambio, pero igual sobresalió un rico cabernet franc que hizo las delicias en la combinación.

Avanzada la conversación, una pizza romana, esa mezcla increíble de queso azul, cebolla morada y rúcula que me recuerda mis viajes a Buenos Aires y que acompañamos con buen ron dominicano Matusalem.

En resumen, un lugar genialmente disfrutable y bien atendido, una delicia subterránea del lindo barrio Lastarria.

Santa Bohemia : delicioso lugar

En avenida Italia hay ricos restoranes y hay un núcleo incipiente asociado a muebles y diseño que cada vez me gusta más. Entre anticuarios y restauradores de muebles, se encuentra este sencillo, pequeño, pero exquisito lugar.

La carta, breve, incluye ceviches y ensaladas entre las entradas; tapas, pichangas y quesadillas para compartir y los fondos van desde un llamativo cancato de salmón o reineta, pasando por pescado a la plancha, lomos, pollo y fettuccinis con diversas salsas. También hay sandwiches, postres y una modesta aunque interesante lista de vinos.

La música fantástica, un chillout muy bien seleccionado y dos amables, aunque inexpertas chicas atendiendo. Partí por pedir un ceviche con su pareja ideal, un pisco sour de la casa. Me sorprendieron con un pote de greda enorme lleno de ceviche delicioso. Un acierto!!.

Al terminar mi ceviche casi me traen la cuenta (pensaron que era suficiente), pero mi hambre estaba en su máxima expresión y decidí comerme unos fettuccinis con salsa carbonara (crema y tocino) y pedir de paso una botella de merlot reserva Torreón de Paredes 2007 que estaba bastante buena. Tras el banquete, un buen café negro.

Aunque hoy era un día bastante gris y de lluvias, no hay excusa para pasarlo mal ya que siempre hay algún buen disfrute en Santiasco, bueno, si se sabe buscar. Gran almuerzo!!!