krrtrekking sabatino : aprovechando el día

Desperté con muchas ganas de pasear en cleta, a pesar de lo nublado y algo frío. Entonces,  preparé una mochila con todo lo que podría necesitar para enfrentar un krrtrekking.

La primera opción fue subir el cerro San Cristóbal por el acceso Pedro de Valdivia Norte, una solitaria subida pues parecía que mucha gente había preferido permanecer en casa, seguramente siguiendo los lamentables acontecimientos del accidente aéreo que cegó 21 vidas.

La cumbre, tras los habituales 20 minutos o más que me toma llegar (según el día), se premiaron con el deseado jugo de mote con huesillos (sin mote y sin huesillos como lo pido desde hace un tiempo) y me apropié de una silla para descansar y hacer algo de people watching. Me sorprendieron un grupo delicioso de chicas brasileñas con gran algarabía hicieron sesión de fotos, para disfrute de todos quienes estábamos en el lugar.

Una vez repuestas las energías, me puse cortavientos para no enfriarme demasiado y comencé el vertiginoso descenso, una maravilla sensual que me lleva en pocos minutos al punto de partida y desde ahí me fui hacia el barrio Lastarria.

Llegué por el Parque Forestal hacia la calle Lastarria y choqué con una multitud asombrosa de turistas que vivenciaban un espectáculo de cuecas, ahí constaté que estábamos en septiembre, el único mes en que se recuerda la cueca en Chile. Ante ello, decidí dar una vuelta más larga para evitar la aglomeración hasta que llegué al centro cultural GAM, en su primer aniversario por estos días.

Después de estacionar mi cleta, recogí un programa del aniversario con las actividades del mes y descendí hasta el subterráneo para visitar la galería de exposiciones. En esta ocasión, Circo, 15 años de Nuevo Circo en 200 años de historia, una exquisita exposición fotográfica acerca del nuevo circo, nacido con la colaboración del Cirque du Soleil desde 1995 y que enaltece esta actividad artística de raigambre tan popular en Chile. Las fotografías  de 4 extraordinarios profesionales del rubro son fantásticas y transmiten con emoción esa magia indescifrable que representa el circo. Aprovechando la oferta cultural del mes aniversario, compré entradas para un especial ballet moderno que espero disfrutar en los próximos días.

Cuando recuperé mi cleta, comenzaba una llovizna en Santiasco, así que me dispuse a disfrutarla encaminando mi cleta hacia el Parque Bustamante. Tras un rato, llegué al café literario que hay en el parque y me detuve a observar un juego de ajedrez con unas piezas gigantes, acto que congregaba una docena de personas en animada discusión. Que agradable sensación de esparcimiento!!

Tras unas cuantas vueltas por el barrio Santa Isabel, Italia y Condell, me bajó el hambre y decidí que cocinaría algo rico apenas llegara a mi departamento. Pues bien, tras una ducha caliente deliciosa, me refugié en la cocina para preparar un almuerzo de miedo.

Partí por preparar unos locos con mayonesa al oliva y algo de ciboulette como entrada, mientras preparaba un arroz con camarones, trozos de lomo salteado, mariscos, arvejas y cuanto encontré en mi cocina y un puré de porotos negros refritos, una inyección de proteínas y carbohidratos que mi cuerpo clamaba. Abrí una botella de Encierra, un ensamblaje 2007 de cabernet sauvignon, syrah, merlot, carmenere y petit verdot, una compañía deliciosa para mi abundante almuerzo.

Un día exquisito, destinado de punta a cabo, al placer del cuerpo.

Tambo : el peruano de Lastarria

Ensimismado en necesarios trámites y la urgencia de concretar algunas metas, me dejó cerca del barrio Lastarria con algo de tiempo y un hambre exacerbada por la adrenalina que recorría mi cuerpo.

Tras un recorrido de reconocimiento en las breves cuadras del sector, decidí que mi mejor opción era volver a probar un rico sitio peruano del cual he comentado antes. Me refiero al estiloso Tambo, un pequeño pero rico lugar en una esquina privilegiada del barrio.

Me resulta muy atractivo el ingenio que se requiere para sacar provecho de cada centímetro cuadrado disponible, aunque eso incluya mesas en la angosta calzada de peatones. Elegí una mesa al interior para sentirme más cómodo y en privado y pedí una variante exquisita de pisco sour, uno con jengibre. Esa sabor levemente picante es un toque de placer delicioso en este aperitivo de raíz peruana.

La carta es breve pero atractiva y tras su lectura, me decidí por un tambo de camarones, un plato de camarones salteados con cebolla morada, tomate, pimiento rojo, champignones, aji amarillo y cebollín y gratamente acompañado con arroz blanco mezclado con granos de choclo y una porción de doradas papas fritas. Exquisito!!!!!

Aunque ofrecían botellas de algunas cepas de vinos, me incliné en esta ocasión solo por una copa de un rico cabernet sauvignon, la mejor opción en ese formato. Para el postre, me sedujo un suspiro limeño de chirimoya, exquisito sin objeciones.

Me gusta el Tambo, es tan eficiente!!

Almorzando en Santiasco : De los Reyes sigue mejorando

Tenía una reunión pendiente con un colega y gran amigo, para lo cual lo desafié a que fueramos a un sitio distinto a los habituales que acostumbramos disfrutar. Durante  la conversación telefónica, recordé un viejo lugar que conocimos juntos hace tiempo atrás y fue unánime la decisión, almorzaríamos en el restoran peruano De los Reyes.

Son dos locales separadpos unos cuantos metros y la sorpresa hoy fue la existencia de un lindo y remodelado segundo nivel. Con sencillez y buen gusto, habilitaron un lugar agradable para poder almorzar y que además, en horarios de atardecer parece tener un esquema tipo sushibar (variante nikkei?)

La carta, ahora bastante más abundante que en mis recuerdos, nos tentó rapidamente con un lomo salteado. Un plato de cortes de lomo salteado y flambeado con vinagre de vino, cebollas y tomates sobre unas rústicas papas fritas y arroz blanco. Muy prometedor.

Mucho oficinistas de los alrededores, al parecer habituales del local, animaban alegremente su almuerzo mientras nosotros esperábamos los platos y aprovechábamos de ponernos al día en los temas en los que participamos. la conversación se alargó tanto como la espera por nuestro almuerzo, muy lentos o bien con  poco personal de servicio.

El plato resultó fantástico, nada que decir, la comida peruana la lleva y salvo por los problemas de calidad de servicio (amables en todo caso y fácil de corregir), al restoran le va bien y siguen creciendo.

Pisco Sour : nuevo sitio de delicias peruanas

Puede ser un problema ya de caracter siquiátrico, pero no me cansa probar y disfrutar sitios de comida peruana. Hace menos de un mes, pasé con mi fiel cleta por avenida Bilbao y encontré un nuevo sitio. Hoy era el mejor día para probarlo.

Un sitio muy sencillo y cercano al barrio Italia, sin grandes pretensiones pero con un nombre que obviamente obliga a verificar si saben de pisco sour. El lugar vacío cuando ingresé, claramente están en marcha blanca y se notan detalles, por suerte, solucionables cuando tengan más experiencia. El mozo peruano extremadamente amable, lo que siempre agradezco, aunque no maneja aún los ritmos del negocio.

Una carta amplia y sabrosa, de donde elegí para iniciar mi incursión un pisco sour y una selección de empanaditas de ceviche mixto y ají de gallina. Cuando trajo el pisco sour me pidió validar si era de mi agrado ya que me ofrece acomodarlo como sea mi parecer, sin embargo, estaba bien para mi gusto sin ser extraordinario. Pero la sorpresa fueron esas magníficas empanadas, especialmente la de ají de gallina y una variante cargadita al pulpo. Maravillosas y tuve que dejar parte de ellas (eran seis) por el riesgo de no poder seguir con mi plato de fondo.

Pedí que el chef me recomendará su plato más sabroso y la elección fue un arroz chaufa de tres sabores. Acepté el desafío y llegó con cierta tardanza un enorme plato de arroz con trozos de carne de res, pollo y camarones salteados con pimiento rojo, cebollín y salsa de soya, demasiado rico!!. Encantador detalle fueron los adornos hechos con verduras, una preciosa rosa de zanahoria  y un conjunto de hojas esculpidas en pepino. Hermoso!!

Para digerir esta delicia, pedí una botella de Castillo de Molina carmenere del 2009, mientras se escuchaba en forma contínua una selección de baladas peruanas. Me llamó mucho la atención un par de canciones criollas y tristes de Carmencita Lara, la entonación y voz era igual a canciones típicas de China. Nunca olvido que en Perú hay una gran población china y quizás eso explique la similitud. De cualquier forma, sonaba fantástico.

Un nuevo sitio que aporta sabores a las opciones peruanas en Santiasco. Bienvenido!!

Jewel of India : una prueba a fondo

Mi primer encuentro con este lugar fue especial y debo confesar que necesitaba volver para disfrutarlo a tope. Hoy fue el día adecuado, tenía las ganas de disfrutes indios, tenía el tiempo y el clima solo era disfrutable en una buena terraza.

Instalado en la hermosa terraza del local, partí con una fresca copa de espumante, algo especialmente neutro y gratificante para no opacar ningún sabor posterior. De la extensa carta elegí un surtido de empanaditas, delicias indias insuperables, llamado Veg platter. Sabores especiados y diversos que auguraban la potencia de la cena que iniciaba.

Es digno de ternura el cariño y acogimiento de Rakesh Arora, dueño y anfitrión inigualable del restoran. Se acuerda de cada detalle en común, cuando en diciembre 2010 descubrí el lugar, cuando celebré el aniversario de matrimonio de mi hermano o la primera crónica que escribí. Es increíble su dedicación y simpatía, al punto que cuando le comento mi elección de platos, me contradice y va a buscar una hoja que no está en el menú y que contiene un plato especial que me recomienda con su alma. No pude negarme, solo leer su composición me fascinó.

Mi plato de fondo fue entonces el Boti Kebab, un cordero asado al ron con las hierbas y aderezos maravillosos de la cocina india, a lo que añadí un Jingha Biryani, ese arroz con camarones y especias y de puro goloso que soy, un pan indio al ajo, Garlic Naan. No habría sido perfecto si no agrego de la rica oferta de la carta de vinos, una botella de Corralillo Reserva Syrah 2009 del valle de San Antonio, una maravilla de combinación.

Extasiado de placeres, cuando pensé en el postre, no pude evitar seleccionar uno que me enloquece y me transporta indefectiblemente a recordar a mi gran maldito amor, un Kulfi de pistachos, que exquisitez!!!!

Una cena fantástica, 1.000% repetible.

Disfrutando cena en Pad Thai : gran terraza

Un periodo de noches extremadamente calurosas en Santiasco no permiten estar en casa (a menos que poseas aire acondicionado, que no es mi caso). Nos concertamos con una amiga para comer algo rico y un lugar con una  terraza ideal es, a no dudar, Pad Thai.

Esta magnífica terraza es fresca, con una piscina lista para ser usada, buen espacio entre mesas y sobretodo un ambiente rico y bien atendido. Quizás el único defecto del lugar sea que solo funciona con efectivo, pues me jode andar con él, siempre prefiero mis tarjetas para mantener mi orden.

Partimos con una gaseosa para ella y para mí un rico sour thai, una mezcla deliciosa de pisco sour con leche de coco y albahaca, una delicia!!. Acompañamos este inicio con un satay de camarones, unos ricos camarones de buen tamaño ensartados en unos pinchos, ricamente  salteados en una salsa muy thai y con un pote de una salsa verde para untar. Buena combinación.

Para los fondos, un Kang Dang y un Pad Grapraw, pollo y res respectivamente, con verduras salteadas, curry picante (solo nivel 1) y agridulce el otro, ambos platos fragantes y bien acompañados con arroz blanco. Un infaltable, la botella de vino, un ensamblaje de cabernet sauvignon y syrah, William Cole Alto Vuelo, que estuvo fantástico. Todavía recuerdo que hace dos años ni siquiera tenían patente de alcoholes, de verdad que se han superado y mantienen la gran calidad de su cocina.

Buena conversación y gran disfrute de la noche.

Naturista : almorzando sanito

Hay ocasiones que mi habitual predilección por sabores potentes y hasta cierto punto desafiantes, me pasan la cuenta en mi sistema digestivo. En fin, para esas ocasiones, suelo ir por comida sana y el lugar sanito por antonomasia en el centro de Santiasco es El Naturista.

Entre el mediodía y las 16 horas, es un bullir de gente repletando mesas y mesones, además de un contingente en paciente espera por conseguir una mesa. Ha sido así por décadas y la verdad que tiene bien ganado su prestigio.

La carta ha permanecido casi intacta  por mucho tiempo y no me costó encontrar un plato sabroso y muy conocido. Se trata del arroz hortelana. Saludablemente rico y contundente, que acompañé con esa vitamina de naranja y zanahoria que me gusta tanto.

Una cocina muy rápida y una gran cantidad de mozos, hace que finalmente sea un servicio bastante rápido y eficiente.

Naturista, rica comida para esos días como hoy.

Salaam Bombay : sencillo y delicioso lugar

A pesar que le conozco muchos años, fue relativamente reciente que decidí probarlo y fue una gran sorpresa. detrás de su apariencia poco atractiva se oculta una cocina india de gran nivel y he vuelto muchas veces a disfrutar los ricos sabores de la comida india.

Este sitio posee una sencillez que contrasta terriblemente con la magnificiencia de mi querido Majestic, quizás el mejor lugar de comida india que he disfrutado en Chile, pero me gusta. Me gusta la cálida atención y la rapidez sorprendente de la cocina. Una vez elegidos los platos, es muy breve el tiempo de espera y eso se agradece.

Estuve paseando en cleta por el cerro San Cristóbal a partir del mediodía, por lo que acumulé mucho hambre en esas horas de meditación en movimiento. Había regresado muy avanzada la madrugada del concierto de despedida de Sebastián Jordán Quinteto en Thelonious por lo que dormí hasta tarde. Necesitaba un almuerzo potente y lleno de sabores, lo cual solo se consigue en lugares como Salaam Bombay.

Partí con mi habitual botella de agua sin gas y pedí un Garlik Nan (pan con incrustaciones de ajo), una masa exquisita que sirve para acompañar cualquier plato. Un plato de arroz con camarones y finas hierbas llamado Ginga Briani y un plato de carne molida de cordero al tandor, Sheck kabab, maravilloso. Para acompañar esta maravilla de sabores, bien viene un Syrah y en la pequeña carta de vinos encontré uno de Santa Digna, todo un acierto.

Me gusta este lugar, tiene lindos recuerdos en mi mente.

Disfrutando Iquique : exquisitas micro-vacaciones

Hace ya muchos años que no salgo en verano de vacaciones y he ido practicando una fórmula de pequeñas dosis de vacaciones durante todo el año. Este formato me permite viajar y disfrutar muchos lugares en pequeñas porciones, pero no menos deliciosas.

Para el mes de mayo, mi opción planificada meses atrás fue Iquique, ciudad que no visitaba hace más de 10 años y que bien merecía ser revisitada.

Tras un atrasado vuelo de LAN, un transfer oportuno, me encontré con mi reserva de hotel enfrente de la playa Brava, la cual hace mucho mérito para llamarse así (vaya olas!!). Un bonito cuarto en el Holiday Inn Express, guardar mi mochila y salir a caminar!!!.

Por el horario, mi estómago comenzó a reclamar un buen comienzo de vacaciones, así que mis pasos me llevaron hacia un restoran en la Península de Cavancha llamado Cantaba la Rana. Lindo lugar y rápido servicio. A mi habitual botella de agua, añadí pronto un delicioso congrio Neruda, un plato enorme con unos filetes de congrio frito acompañados de  papas a la huancaína y ensalada chilena. Una mezcla de Chile con Perú, por cierto virtuosa. Mi exquisito almuerzo se completó con una botella de buen vino y la rica música chillout, las que fueron mi mejor compañía en la soledad del salón.

Ya en marcha nuevamente, enfrenté un recorrido por toda la costa de playa Cavancha para llegar al casco histórico de Iquique. La calle principal llena de preciosas casas de roble y pino oregón muy coloreadas, se recorren caminando sobre una plataforma de madera al igual que la existente en la playa. Es muy especial la sensación de ciudad antigua y lo pintoresco de las bellas construcciones.

Por la hora, quedaban pocas opciones de museos abiertas así es que raudo ingresé al  museo de modelismo naval, un aporte cultural de una minera. Interesante, aunque no me trastorna el tema.

Ya iniciado el atardecer ingresé a un restopub llamado Ronny Tequila, animado sitio en el cual practiqué «people watching» mientras bebía un trago. Ya de noche, inicié el retorno al hotel caminando nuevamente por la playa, sientiendo la brisa y ese sonido tremendo de las gigantescas olas besando con furia la arena.

De regreso en el hotel, decidí descansar un rato viendo una película y luego, a conocer Iquique de noche. Llegué por instinto al Runas Pub, un lugar que al cabo de una hora descubrí que era muy taquillero, pues se llenó. Pedí un mojito y un sandwich  Olaf, un tremendo sandwich con palta, filete, queso y una montaña de papas fritas, que me dió exquisita guerra, pues estaba delicioso. La música excelente, pues además de un largo compilado de Coldplay tocaron mucho brit pop.

Al día siguiente, una fugaz visita a la Zofri para ver la actividad febril del lugar antes de la apertura del mall que ocurre pasadas las 11 horas. Me interesaba más la perspectiva antropológica y de hecho, me di cuenta que hay más peruanos, bolivianos y chinos que chilenos en el barrio. Muy interesante experiencia!!

Caminando de regreso aproveché de visitar el hermosísimo Teatro Municipal de la ciudad, una reliquia hecha completamente de madera hace 120 años, una verdadera belleza. A la salida, busqué el museo regional, ya que sabía que allí encontraría las momias más antiguas del mundo, momias de la cultura chinchorro que son increíbles después de más de 6.000 años.

Con tanto ajetreo cultural, el hambre me hizo sucumbir y me fui directo a un almuerzo en el excepcional restoran Neptuno, una picada imperdible. Partí con un pisco sour de pica para acompañar un ceviche de Pintacha (una especie endémica que vive en la arena y que sabe a almejas y caracoles). El ceviche llevaba además papas, mayo, aceitunas y choclo). Exquisito!!!.

Para los fondos, elegí otra especie endémica, un fantástico Papanigua o Apañado a la plancha con ensalada chilena, que acompañé con un Santa Emiliana Sauvignon Blanc. Para el postre un placer sin culpa, una porción gigante de  torta de mango manjar. Una maravilla!!!.

Sintiendo tanto placer, nada mejor que amplificarlo y arrendé una cleta para pasear por la playa. Recorrí en toda su extensión la increíble ciclovía que recorre varias playas de Iquique y que es un ejemplo de lo que debe ser una ciclovía en nuestro país. Felicitaciones a Iquique.

Una vez que devolví la cleta, regresé caminando al hotel a descansar un rato, tiempo que aproveché para leer un libro que me tiene cautivado, El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas del ingenioso Haruki Murakami. Totalmente recomendable.

Por la noche, me fui a cenar al Wagon en la linda Península de Cavancha. Partí con un  kir royal, uno de los mejores aperitivos que me aficionan, mientras revisaba la interesante carta del lugar. Entre los platos había uno que me llamó la atención y que con arreglo a la complicidad del mozo, logré que lo modificaran un poco para darme un buen gusto. Resultó el singular Chipanita, una gigantesca reineta frita rellena de camarones, pulpo y queso acompañada de un imperdible, papas a la huancaina, todo al ritmo de las copas de un Misiones de Rengo Carmenere Cuve. Me acompañó en mi éxtasis, una deliciosa selección de Sabina e Ismael Serrano hecha por el propio dueño del local. Qué acierto!!!

Con tanto placer acumulado, aún me quedaban ganas y pedí una espumita de mango para el postre. Riquísima!!.

Ya bastante tarde, me pareció buena idea practicar un after y me fui a un sitio llamado Dluxtouch, un pub ondero con mucho blanco, ingeniosos juegos de luces que cambiaban el color de las paredes, con harto remix noventero y muy visual, pantallas por todas partes. Disfruté un Passion Draile, un vodka con maracuya y menta, notable!!.

Para mi penúltimo día en Iquique, nada mejor que iniciar temprano un paseo en busca de grafittis, un krrtrekking que adoro. Ya al mediodía, contraté un viaje a Humberstone y Santa Laura, las salitreras que constituyen patrimonio de la humanidad desde el 2005. Un paseo fascinante de varias horas y agotador encanto. El sol dejó algunas rojizas huellas en mi piel, pero regresé contento con mis fotos.

Hambriento al límite, invité a un tardío almuerzo en el exquisito restoran Neptuno a Erwin, mi chofer y paciente guía en las salitreras. Casi sin capacidad de razonar por el hambre  que tenía, pedí un plato inesperado. Llegaron seis locos grandes sobre una de base lechuga con una porción de  arroz graneado (que lo contaminé delicadamente con pimienta fresca), una porción de papas mayo, aceitunas y unos potes con mayo y otro con salsa verde, todo en el mismo plato. Increíble!!!

Francamente arrebatado de experiencias, llegué a mi cuarto a dormir una siesta, algo que rara vez hago. En fin, era necesario pues ya entrada la noche me fui al pub Locomotora del 1800, a disfrutar un buen trago. No contento con ello, ya de madrugada realicé mi última caminata por la playa, una delicia insuperable que rematé en el Bar Grill Cavancha, un tranquilo y escondido lugar que encontré en mi caminata.

Bueno, como todo tiene final, la mañana siguiente fue un recorrido al aeropuerto y un curioso retorno con lluvia en Santiasco, pero con lindos recuerdos que registré en algunas tomas.

Vivan las vacaciones!!!

Almuerzo familar : non stop

Nunca he hecho manifiesto filetero de mis visitas a los viejos, pero se merecen una crónica por la delicia que me brindan en los almuerzos. Mis viejos son también los viejos de seis hermanos y son increiblemente disfrutadores y eso los coloca al comienzo de mi lista de influencias.

Un día gris de nubes amenazadoras, de lluvia intermitente y a veces muy potente, pero eso no amilana la capacidad de gozar la vida y mucho menos de desperdiciar un domingo.

Tras una mañana llena de trámites inconclusos, decidí que lo mejor era ir a ver mis viejitos. Nada mejor, preparamos un almuerzo increible. Partimos con un aperitivo con vaina (gran trago) y empanaditas de cóctel (pino o queso). Gran disfrute, a lo que siguió una bacanal de locos de Puerto Montt en un nido de lechugas, delicioso!!!. Terminado el éxtasis de la entrada, siguió un plato descomunal de arroz (el maravilloso arroz que hace mi vieja y con opción de fettuccinis) con una carne a la cacerola fantástica. Una ensalada deliciosa de apio y palta y mayonesa con ajo.

Me encanta almorzar con mis viejos, es rico y una aventura de sabores que me cuesta compilar.

Gran domingo, satisfecho al máximo!!!