Squadritto : cenando rico

Un sitio probado, que no admite complicaciones y que afortunadamente siempre me tiene un lugar disponible para disfrutar. Partimos con la combinación de pisco sour y kir royale como aperitivos además de las aguas minerales de rigor. Luego revisamos la carta para elegir para compartir un squadritto alla parmigiana, seguido denlos platos de fondo  Pettuccine dil sud y un plato de pennini putanesca. Maravillas que combinamos con un Tres Palacios carmenere exquisito.

Squadritto es un sitio imperdible, un nivel gastronómico estable, un espectacular servicio y sobretodo una cocina de primera, es un lugar en que se apuesta a ganador si se trata de invitar a alguien que quieres complacer.

Para los postres un buen tiramisu y un mousse de chocolate vinieron de maravillas, acompañados  de un reconfortante e intenso café negro. Squadritto es un gran placer!!

 

AsiaLima : un rico retorno a los sabores

Después de disfrutar un espectáculo en vivo, necesitábamos un sitio en donde comer algo rico y conversar. El azar que nos guía por la vida nos puso al alcance un lugar del cual tengo buenos recuerdos, el AsiaLima.

Partimos con unos tragos interesantes, un Maracuyá sour para mi partner y una sorprendente Algarrobina  sour, que me fascinó. Estos aperitivos los combinamos con un ceviche pituco, con locos y camarones, corvina todo marinado con crema de ají amarillo y limón de pica, una verdadera delicia.

Para los fondos, elegí unos tallarines verdes y corvina apanada y mi partner prefirió unos ravioles a la huancaína, ambos platos desbordantes de sabor. En justicia, se merecían un gran vino y elegimos un ensamblaje Carabantes de Von Siebenthal magnífico.

Por una confusión del mozo con el postre que pedimos, terminamos con un suspiro limeño de regalo además del panqueque de maracuyá que queríamos compartir.

Solo quedaba saborear el café, antes de retirarnos de tan rica cena. AsiaLima realmente está buenísimo.

Tambo : una cena para recordar

Saliendo de una obra de teatro, las ganas de conversar y de comer algo rico nos invitó a incursionar por el barrio Lastarria y habiendo ánimo de comida peruana, nada mejor que volver al Tambo.

Partimos con sour tambo, pisco sour macerado de jenjibre, zumo de limón, frambuesas y clara de huevo y un Maricucha, pisco, extracto de maracuya, jarabe de goma, zumo de limón y clara de huevo. Deliciosos!!

Para acompañar los aperitivos un imperdible un ceviche mixto al rocoto, sorprendentemente  picante, algo que no esperaba, pero indudablemente sabroso.

Para los fondos, el instinto de placer nos condujo a elegir un Tambo saltado, lomo salteado con cebolla morada, tomate, tocino, ají amarillo, cebollín arroz blanco y papas fritas para mi disfrute y un imperdible filete mar y tierra, filete en salsa cabernet sauvignon con pepian de trigo y camarones al aji amarillo

Platos magníficos que merecían un vino notable como es este Bodega Volcanes Parinacota, un  ensamblaje increíble de syrah y carignan del valle del Maule, una maravilla!!.

Para los postres, solo fuimos capaces de compartir un 4 leches y mango que junto a un rico café negro, cerro una cena inolvidable.

 

Geométrico : comiendo al paso

No venía al Geométrico desde inicios del 2010, pero esta noche casi no había sitios atendiendo. Por lo que al verlo abierto, me instalé raudo en la pequeña terraza de la calle e hice mi pedido. Seleccioné un Ron para beber y me tenté con unas empanaditas de queso de cabra, tomate y albahaca con merken, deliciosas!!.

Solo tenía unos minutos disponibles, por lo que fue extraordinaria la sintonía, yo quería comer rápido y ellos querían cerrar pronto. La magia de la noche en acción.

Un lugar preciso como la geometría!!

 

 

Ambrosía : deliciosa terraza

Uno de esos días calurosos y con una eterna mañana de compromisos laborales, solo incrementó mi deseo de poder ir a alguna buena terraza a disfrutar un almuerzo de primera.

No fue necesario pensar mucho dada la pobre oferta en el centro de Santiasco, así que caminando rapidamente ya estaba instalado en esa exquisita terraza escondida tras la el museo Casa Colorada en donde precisos ventiladores mantienen una atmósfera fresca y disfrutable.

Me atiende un mozo nuevo, pero pude notar como poco a poco otro mozo bastante habitual en anteriores visitas le aconsejaba sobre la atención. Buen detalle, ya que todo fluyó de manera fantástica y que es lo que me hace volver a este lugar.

Consultada la carta, pedí un Filete Croque Madame, trozo filete sobre una delgada masa con salsa bechamel incluido el jamón crudo, queso roquefort y algún fruto seco molido, coronado con un par de huevos de codorniz fritos y acompañado de papas hilo y una buena dotación de hojas verdes y pequeños crutones. también solicité una botella de un Malbec 2010 de Casillero del Diablo con abundante acidez para acompañar muy bien este plato

Mientras llegaba mi plato, se acercó el mozo más antiguo y charlamos un rato acerca de lugares de jazz, pues me comentó que me había visto en un sitio de jazz en Patio Bellavista en donde trabajaba algunas horas. Grata sorpresa y buena conversación.

Para los postres, la tentación de un Marquise de Chocolate y salsa de frambuesa fue preciso para luego  cerrar con mi rico café negro.

Definitivamente, Ambrosía tiene la mejor terraza del centro.

Ladrón de Bicicletas : un sitio muy cool

Hace tiempo que no regresaba a este sitio que conocí a fines del 2010 y que tan buena impresión me causara. En esta ocasión, ya pasada la medianoche, con hambre y ganas de disfrutar algo especial, nos instalamos en el sector de restoran. Este multiespacio, no solo tiene un café, sino que un buen sector de lounge y en donde nos instalamos, unas cuantas mesas para poder servirse algo un poco más contundente. Exquisita música acompañaba el momento mientras de una breve carta seleccionábamos algo disfrutable.

Una tabla llamada Gatopardo, con unos lomitos de res al pilpil, variedad de quesos, frutos secos,  un extraordinario pote con ceviche, tostadas y galletitas. Una combinación muy sabrosa que acompañamos con pisco sour y para mí un vodka sour muy bien hecho.

Me sorprendió constatar que bien podríamos haber cenado, ya que la oferta es bastante completa a pesar de la brevísima carta de opciones. Bien atendido y deliciosamente adornado por una nueva exposición de cuadros que viste las paredes, el lugar está muy cool.

Ladrón de Bicicletas es una buena opción para pasar un buen rato en Bellavista.

Una cena que no falla, Machu Pichu otra vez

Una noche tranquila a pesar de la afiebrada actividad laboral en que estoy inmerso. Nada mejor para este momento que buena comida peruana y en un lugar que poco a poco se ha ganado un prestigio notable, que hace hasta dificil encontrar una mesa sin previa reserva.

Llegamos a buena hora y por los preparativos, claramente había una celebración multitudinaria que ocupaba casi todo el local, aunque no había llegado casi nadie. Tras un divertido diálogo con un mozo, nos conseguimos una mesa en el salón principal y lanzamos el primer pedido, dos ricos pisco sours y unas causas de camarones y de atún como parte de la abundante entrada de una buena cena. Como claramente la selección de la cena iba por los pescados, corvina al cilantro y una corvina menier y arroz, el vino era bastante obvio y de la carta salió un pinot noir Terrarum de Morandé 2009, una combinación probadamente exquisita.

No quedó espacio para probar postres pero un buen café negro, un cierre adecuado para tan rica cena.

Mesié Quiltro : un rico desayuno

En fines de semana y antes de iniciar un ascenso en cleta al cerro San Cristóbal, me resulta especialmente disfrutable ir a servirme un desayuno especial. Se me había convertido en un rito ir al Café Ona, sin embargo desde que la sastrería decidió ampliarse, el Ona desapareció. Lo afortunado es que inmediatamente al lado, nació Mesié Quiltro.

Los clientes habituales del Ona transitaron sin problemas a este nuevo sitio según me comenta el dueño y era mi ocasión de probar.

De la pequeña carta elegí un pantumaca con jamón serrano (literalmente es pan frotado con tomate y el nombre deriva de una castellanización de la palabra catalana, pa amb tomaca). En simple son trozos de pan tostado untado en tomate molido y cubierto con jamón serrano y toques de aceite de olivas. Exquisitos!!!

Acompañé con un rico café colombiano con leche mientras disfrutaba la tranquilidad de una mañana dominguera. El experimento, claramente exitoso. Volveré!!

Disfrutando una cena en RAI: merecida celebración

Este sitio me acompaña hace varios años en mi lista de filetes de Santiasco. Disfruto con ganas el atrevimiento que supone crear nuevos sabores y combinaciones, lo que suele etiquetarse como cocina de autor.

Necesitaba cenar algo rico y me bajé antes de mi estación de metro habitual para caminar en dirección al RAI, echaba de menos un placer gastronómico y especialmente una experiencia deliciosa. Una noche especial,  ya que celebraba conmigo un importante logro personal que me mantuvo por seis meses en ascuas.

A mi llegada, bastantes mesas ocupadas lo que no es tan habitual como podría pensarse, pues a pesar de lo rico del lugar, muchos deben pensar que los precios son prohibitivos, pero eso no es cierto, la relación precio calidad es extraordinaria.

Un panecillo caliente, mantequilla y una rica salsa llegaron junto a mi botella de agua, mi preámbulo ritual antes de comer algo rico. Recorrí lentamente la carta buscando alguna delicia nueva y encontré un increíble fettuccini de palta, fettuccini blanco con mariscos, machas, ostiones y camarones con una salsa de palta y queso parmesano, que me dieron pausado placer por un gran rato. Acompañé con una botella de merlot reserva Tres Palacios 2009, magnífico!!

Creme Brulée de chocolate y naranja confitada, una deconstrucción exquisita del creme brulée tradicional que fue, junto a mi café negro, un cierre delicioso de mi pequeña celebración.

Puerto Pizarro : exquisiteces peruanas

Anoto un nuevo sitio a mi lista de restoranes peruanos en Santiasco. La verdad es que son muchos y salvo alguna extraña excepción, honran con categoría la maravilla culinaria peruana. Contrario a lo que pueda pensarse, no satura tener tantas opciones de cocina peruana, es una cocina demasiado sabrosa y celebro la abundancia.

Calculo que deben tener unos diez meses desde que noté su presencia en mis paseos en cleta por Manuel Montt cerca de Irarrázaval. Hoy tras una travesía deliciosa en cleta por el Parque Metropolitano incluida la cumbre del cerro San Cristóbal, volví a pasar por este lugar y no resistí la tentación. No se había dado la oportunidad de asistir  este encuentro, en que necesitaba sabores y un nuevo lugar para disfrutar.

Una hermosa casona de riguroso color blanco y dos pisos, con un gran estacionamiento para quienes aún usan auto. Me instalé en uno de los salones del segundo piso y rapidamente fui atendido por un joven mozo de origen peruano. Con esa amabilidad extrema y extraordinario vocabulario que poseen los peruanos (nada comparable al chileno medio), habilitó mi mesa con rapidez. Un pisco sour peruano mientras leía la carta y llegaban unos panecillos calientes y dos salsas de untar, una basada en ají amarillo y una vinagreta de oégano y ajos tostados, deliciosas.

Para la entrada, nada mejor que una causa limeña de centolla y camarones. Ese rico puré de papas con aji amarillo adornadas con palta y corte de aceituna, cebolla morada, carne de centollas y camarones con mayonesa, huevo de codorniz, salsa criolla y toques de limón. Deliciosa!!!

La carta, abundante y tentadora, incluye hasta menú para niños y como atiende domingos hasta las 16 horas, se anota como gran opción dominguera. Por los parlantes, música criolla peruana, fantástica!

Para los fondos, me dejé tentar con un filete de atún sellado a la plancha con pimienta, cubierto con una salsa de miel y maracuyá y adornado con unos hilos de puerros crocantes. Bien acompañado con unas variaciones de papas duquesa rústicas, con tocino y cortes de pimiento, extraordinarias. Para este exquisito plato, pedí una botella de syrah Santa Digna de Miguel Torres (hay pocas opciones de vinos, quizás el único defecto que pude anotar).

El atún sellado, es decir casi crudo, me encanta, pero debo reconocer que me genera un gran gasto digestivo. No obstante, sigue siendo  la mejor forma de comer un buen atún.

Para los postres, vaya desafío dada la cantidad de comida que ya había consumido, pero no me amilané y pedí una trilogía de creme brulée, vainilla, mango y maracuyá. Una verdadera maravilla que se dejó disfrutar junto a un buen café negro.

Puerto Pizarro, excelente opción!!