Amledi el tonto : Raúl Ruiz teje historias

Confieso que asistí a esta obra en el Teatro Municipal de Las Condes más tentado por la curiosidad que por otra cosa. Que se espera de una adaptación de la tragedia de Hamlet o de un cineasta que se atreve una vez más a incursionar en teatro?. El resultado, me encantó.

Es una obra hilarante, pocas veces me he reído tanto con algo tan serio como la tragedia clásica además mezclada con mitos populares chilotes que Raúl Ruiz mezcla con inteligencia para producir un efecto extraordinario, dan ganas de no pestañear siquiera para no perder los detalles deliciosos del guión y del talento de una tremenda cantidad de actores descomunales.

Entre los grandes actores que participan (son muchos) puedo destacar a Claudia Di Girólamo (contundente como siempre), Tamara Acosta (extraordinaria), Francisco Reyes (me hizo reir tanto), Rodrigo Soto, Daniel Alcaíno y Pedro Villagra. Mucho talento puesto en las manos del director para obtener una obra genial, defintivamente imperdible!!!.

Cada acto de la obra va precedida por la intervención musical en vivo de músicos de bronces y una caja de percusión, lo que produce una cierta solemnidad, ficticia por cierto, ya que rápidamente la acción pasa a ser iconoclasta y tragicómica.

Tras este filete y con mis manos adoloridas de tanto aplaudir (como todos en la sala, especialmente cuando un tímido Raúl Ruiz se asoma por un costado), me fui rapidamente a atender un compromiso especial. El aniversario de matrimonio de mi amado hermano menor. Me esperaban en un restoran que descubrí hace poco y que ellos eligieron para la ocasión. Se trataba del Jewel of India en el barrio Manuel Montt, que tal como yo sospechaba se está transformando en una gran opción.

Instalados en la terraza del lindo patio interior, nos dedicamos a pedir platos diversos para hacer una buena degustación mientras bebíamos unos tragos y un par de botellas de buenos vinos. Excelente!!!

El dueño, Rakesh Arora, no solo me recibió con cariñosos abrazos sino que nos agazajó con algunos appetizers y unos postres de regalo. Que rica celebración!!

Gran noche, dan ganas de repetirla.

Barandarian : un encuentro con la historia

Una antigua compañera, su madre, un amigo entrañable y las ganas de conversar, se unieron este día para decidir almorzar juntos. Mi misión fue elegir un buen lugar y no tuve dudas en seleccionar la terraza interior del Barandarian, un patio exquisito que permite disfrutar buena comida peruana en un día caluroso de verano.

A la hora señalada, solo yo estaba en el lugar. Minutos después llega mi amigo Hernán y junto a él decidí hacer patria en el patio interior del barandarian, antes que se ocupara por completo.

Reímos juntos recordando tantas aventuras juntos en casi 20 años de interacciones y que este almuerzo nos trae a la vista. Tras casi 40 minutos de atraso aparecen Elinett y su madre, en fin es un día feriado. Sin embargo, nada hacía sospechar lo que seguiría.

Ofrecí un ceviche Barandarian para compartir, lo que vino muy bien acompañado de los pisco sour peruanos de rigor. La conversación fluyó instantánea y divertida, recorriendo pasajes de la vida familiar y política de Eli. Muchos recuerdos entrelazados y de sonados personajes de la vida pública que aparecían de tanto en tanto en los deliciosos recuerdos, de os cuales fui un atento espectador.

Para los fondos comida chifa para la madre y para el resto ricos pescados en exquisitas combinaciones propias del universo gastronómico peruano. Sumé una buena y fresca botella de pinot noir, que nos acompañó en la deliciosa digestión.

Sospecho que de tanta conversación terminó por saciarnos, ya que ninguno quizo seguir con los postres. Confieso que hace más de un año que no tenía este tipo de conversaciones y me he entretenido enormemente.

Gran despedida de Eli, le deseamos mucho éxito en Lota.

The Clinic : un divertido almuerzo laboral

Suelo incentivar el lado B de mi equipo y a veces creo que ya no necesitan estímulo alguno. Me sorprendieron con la organización de un almuerzo para todos los que quisieran asistir y a un lugar bastante taquillero y con una muy adecuada relación de precio – beneficio. Una gran forma de concluir el año, un año lleno de eventos desacostumbrados, con muchísimas y fuertes emociones y también con enormes desafíos que supimos atender.

Alrededor de las 14:30 horas un buen lote de compañeros laborales nos dimos cita en el divertido local de The Clinic, un sitio que ya habíamos probado y que era ideal para un encuentro de todos los miembros de la gerencia con ganas de pasarlo bien. La reserva nos aseguró un rincón muy apropiado para alojar a los prendidos de siempre y a los que se animaron en esta ocasión.

Ubicado en una casona maravillosa que alguna vez alojó un teatro, la sede de un partido político, la rica Casa Abarzúa, es ahora el territorio irreverente y especialmente simpático de The Clinic, hijo putativo del pasquín que nos hace reir periodicamente en los kioscos.

Partimos deleitándonos con unos frescos borgoñas, pan y mantequilla, unos ricos ceviches para compartir, mientras se las arreglaban para traer más de 20 platos a la vez. Como había mucha buena onda, no importó demasiado el tiempo de espera, ya que hay material más que suficiente para entretenerse, desde la carta (una pequeña y diverttida revista), los textos en las paredes (demasiado divertidos, desde discursos políticos de los 70’s pasando por imbecilidades propias de la dictadura, hasta fantásticas frases de los «inteligentes» políticos chilenos), también un monitor de TV en donde se puede disfrutar de divertidos cortos.

Yo estaba con los minutos contados así es que aproveche los pitutos para acelerar la llegada de mi plato y pude almorzar a tiempo (una corteira, fiel contrapunto para la longueira que otros pidieron) para poder volver a mi pega a atender una importante reunión que cerraba mi año laboral.

The Clinic, divertido restobar en Santiasco!!!

Le Bistrot : cumpleaños con mucho estilo

Debe ser una práctica universal y multiespecie el disfrutar una y otra vez algo que nos es delicioso. En este caso, comer comida exquisita, en una rica terraza, muy bien atendida y resguardada del molesto ruido ambiente de Santiasco.

Le Bistrot nació hace muy poco tiempo (ver) con un local pequeñito y ahora ya tiene interesantes proporciones ya que se ha ampliado casi al doble. Mejor aún, el lugar se repleta y si no hubiese reservado (por suerte tengo ese buen hábito), habría que haber esperado por una mesa.

La carta con una diversidad de platos franceses (no todos), demasiado apetitosa. Bueno para partir,una deliciosa Terrine de foie gras maison, compotée d’oignons au vin rouge et toasts (que lindo suena). Nada más rico que untar una tostada con esa paté y poner unos hilillos de cebolla al vino tinto encima, un verdadero manjar que compartimos con gran placer, mientras bebía un suave kir royale.

Para los fondos, claramente la opción iba por las carnes. Para la cumpleañera, un enorme Entrecôte poivre noir, es decir, un rico trozo de lomo vetado con salsa de pimienta. Para mí, un Filet de boeuf sauce roquefort, o sea, un rico filete de vacuno con salsa roquefort. Ambos acompañamos con Pommes de terres confites et champignons (de verdad que me gusta como suena el francés). Esas papas confitadas mezcladas con champiñones estaban divinas. El vino, toda una sorpresa, pues aunque la carta era abundante en ricos exponentes del buen vino chileno, había la opción de un vino especial, algo que me interesó de inmediato. Se trataba de un reserva de carignan (una cepa que cada vez me gusta más) de una desconocida viña en la zona de Lolol y que había sacado una pequeña partida de este vino, con el nombre Villalobos. Fantástico, llegó bastante frío como claramente habría que tomarlo, pues este delgado vino de origen artesanal trajo a mi mente un increíble pinot noir, con un aroma endemoniadamente rico. Gran acierto, el vino era perfecto para nuestros platos.

No hubo tiempo para postres así que decidimos beber un buen café negro y concluir el festejo, retornando a la realidad.

Le Bistrot, una maravilla de lugar!!!

Dominó : la solución a las contingencias gastronómicas

Hace ya varios meses que inventamos el concepto, cada vez que alguno de nosotros siente ese hambre brutal que no resiste demoras, anunciamos al resto que estamos en contingencia.

Aunque sea extraño, este episodio de contingencia se repite varias veces a la semana y nos obliga a salir en patota a comer algo rico en el local más cercano del Dominó. Tenemos la suerte que tenemos 2 locales en las inmediaciones, por lo que satisfacer las exigencias gastronómicas se convierte en un rápido y delicioso trance.

Definido como un local de sandwiches rápidos y deliciosos, el Dominó es probablemente el lugar al que más hemos visitado en los últimos años y cada vez ha sido ocasión feliz para la satisfacción placentera del impulso digestivo. ya he comentado antes este sitio y sigo reconfortado con su servicio.

Hoy, ya pasadas las 18 horas, se desató la contingencia y fue inevitable saborear un buen Italia y otra Dinámica Tomate abajo, maravillosa adicción. Debo destacar que ya ayer habíamos improvisado un desayuno cumpleañero delicioso!!!

Calidad, sabor y rapidez se potencian en este lugar.

DIM : 12 años celebrando la montaña

Pensar que un disfrute de fin de semana que hace 12 años iniciaron unos pocos, hoy sea motivo de celebración para alrededor de 80 amantes de la montaña y que la base de datos de nuestro club ya anote más de 400 integrantes, la verdad es que resulta insólito y al mismo tiempo un gran movilizador del entusiasmo y la buena onda que tienen este fantástico Club Malayo. El DIM, Día Internacional Malayo, es una gran fiesta!!.

La diversidad, la tolerancia, la solidaridad y sobretodo las ganas de disfrutar sanamente en nuestra hermosa cordillera, nos reúnen todos los fines de semana. Aunque no siempre suben los mismos, se repiten los valores que nos unen y que permiten que tantas personas distintas podamos disfrutar juntos no solo un buen ascenso a un lindo cerro sino que además ser capaces de compartir con alegría un menú malayo, esa excusa que inventamos para hacer más disfrutable aún cada paseo. Son muchos quienes nos esmeramos en llevar algo rico o distinto en nuestras mochilas para deleite de todos en ese instante maravilloso en que celebramos estar juntos en la montaña.

Me siento orgulloso de ser un malayo y compartir con gente maravillosa cada semana. Al fin y al cabo, no celebramos tanto el llegar a la cumbre sino que mucho más, el estar juntos disfrutando la belleza de la  naturaleza y la humanidad.

Felíz cumpleaños malayos!!!!

Django : celebrando una vuelta más alrededor del sol

Una gran idea de los creativos de mi gran equipo laboral nos llevó a esta picada céntrica a celebrar en conjunto que nuevamente se cumplió un ciclo y que bien vale la pena disfrutarlo.

Este restorán ya se ha merecido una nota anteriormente y no es precisamente por su gran diseño o la cuidada atención, sino por el ambiente, una especie de fonda permanente con clásicos de la comida chilena, perniles, chuletas, pichangas y otras delicias que requieren un sistema digestivo en buenas condiciones.

Con unas jarras del famoso terremoto y un par de pichangas grandes comenzó el viaje por los sabores pop, mientras reíamos y contábamos anécdotas de este último periodo. Posteriormente llegaron los platos de fondo, enormes y sabrosos. Varios de nosotros elegimos una suerte de plato del día, un Django, pernil y dos chuletas acompañadas con papas cocidas y ensalada chilena. Una delicia que involuntariamente recordaría el resto del día.

Es rico celebrar y mucho mejor cuando lo hace un gran equipo!!!.

Biketrekking al cementerio : un día especial

Se aproximaba el día en que se cumplían seis meses desde la muerte de mi padre (uno de mis dos duelos más grandes) y era menester una jornada de aniversario pero en la forma adecuada a mi estilo. Así es que inventé un biketrekking preparatorio en el cual involucrar a mi hermanito, el único que sigue mis locuras fileteras.

No soporto una vida insufrible, que a muchos gusta, pero que a mi me provoca la necesidad de hacer otras cosas. Así es que invité a mi hermano a un día de disfrutes que incluía visitar a nuestro padre y preparar de la mejor forma posible la visita oficial de nuestra madre al parque El Prado, el día del aniversario.

Lo que para muchos puede ser un tema escabroso, para mi es solo un evento que debe ser disfrutado, pues la vida está para eso. Así que nos juntamos en Plaza Ñuñoa y mientras esperaba la llegada de mi partner, fui a la heladería Filippo a buscar un rico helado, una mezcla de arándanos y mango extasiante. Mi partner que llegó un poco después eligió otra combinación deliciosa. Gran heladería.

Con nuestras cletas, nos dirigimos zigzagueantes por las calles de Ñuñoa. luego Macul y finalmente en La Florida para llegar a elegir flores, hermosas flores para adornar el lugar que nuestro viejo tiene para reposar eternamente. El lugar merecía una buena limpieza, así que afanosamente lo transformamos en un lujo, para  luego incluir algunas piezas bien pensadas que permitirían agregar en lo sucesivo bonitas flores.

Pienso que hicimos un buen trabajo, ya que quedó hermoso y el sol comenzó a declinar. Tomamos nuestras cletas e iniciamos el regreso, haciendo cabriolas entre las calles y los obstáculos naturales. Sufrí una caída espectacular aunque sin consecuencias graves, mientras corríamos de regreso, pero me hizo sentir tan vivo que fue necesaria, fue un refresco en la rutina!!.

Nuestro destino, un almuerzo pantagruelico en casa de nuestra viejita (nunca tanto), quien nos regalo lo mejor de su producción gastronómica.

Gran paseo, la vida continúa!!

Celebración del Día de la Tierra en Caruso ¿porqué no?

Cada 22 de abril se celebra lo menos cuidado por el ser humano, nuestro planeta. Realmente, ¿cómo se puede celebrar sin darnos cuenta de la sistemática destrucción que hacemos de todo?. Eso incluye nuestras propias vidas, agotadas en el ejercicio del ego desatado en la creencia de la superioridad del más débil de los seres vivos que existe en el planeta: nosotros, los seres humanos.

En fin, a mi me gusta disfrutar cada día que vivo en este lugar y hoy decidí hacer una celebración privada por todos, los conscientes y los que no. Que importa.

Tras una jornada laboral intensa, mis pasos tenía destino, el restorán Caruso del Hotel Crowne Plaza. Un inmenso hotel, elegante y ubicado en ese curioso límite de Santiasco, llamado Plaza Italia, en donde se celebran los mayores éxitos que identifica el pueblo chileno (confluyen allí masas desde todas partes cada vez que hay que celebrar) también es ese lugar que una parte de los habitantes de Santiasco considera el umbral o pórtico de la pobreza (jamás bajan de ahí, salvo como anécdota). La frontera entre lo lindo y lo que no, entre lo pobre y lo otro. La muralla china del asqueroso credo clasista chileno.

Me instalé en este bonito lugar para pedir, antes que todo, una botella de agua mineral sin gas, indispensable a la hora de preparar la degustación de una buena cena. Mientras revisaba la carta, me traen una fina canasta de panes y un recipiente con mantequilla y aceite de olivas. Gran detalle!. Pan especiado, otra variedad que en textura y color parece un queque, una delicada sopaipilla, en fin una muestra variopinta de bocados de masas para entretener el paladar.

La carta contiene una variedad austera pero sabrosa de platos que incluye entradas frías y ensaladas calientes y sopas, carnes (res, cordero y ciervo), frutos del mar (atún, lenguado y mariscos) y los términos de postres (nacional, internacional y lo que queda). Una carta pequeña pero claramente contundente.

Elijo un plato prometedor, un civet de ciervo marinado al cabernet sauvignon, chucrut morado y una porción de enebrina y vegetales con spatzle. Traducido en términos prácticos, se trata de un vistoso plato con cortes finos de carne de ciervo delicadamente marinado en un buen cabernet sauvignon, acompañado de una porción deliciosa de chucrut de repollo morado y un pote con unas masitas pequeñas mezcladas de verduras salteadas en olivas, que arman un plato formidable!!. Sin considerar el efecto estético de unas hojas de lechuga costeña, la verdad es que el plato se veía magnífico, olía de lo mejor y en la boca fue un placer de dioses. Extraordinario!!.

Acompañe con algo maravilloso, una botella del Syrah Reserva Corralillo de Matetic año 2007 (Valle de San Antonio), definitivamente imperdible. Una armonía total y un placer que todavía resuena en mi paladar. Lo mejor de todo, es que como la carta de vinos del Caruso está en extinción (la cambian en estos días, según me informan), tuve que elegir de la oferta del Festival de Vinos Reserva 2009 (por favor aprovechenla), un ofertón que implica que tengo ante mí una segunda botella gratis de ese manjar de vino, que espero disfrutar cuando cocine algo apropiado.

Tras el placer de mi celebración, me sentí forzado a disfrutar un filete de postre y no tuve que pensar mucho, me sedujo inevitablemente el llamado Delicias de Chile, un muestrario de maravillas que incluía Tres Leches de Lúcuma, un Mousse de papaya con crocante confitado, un delicado Parfait de Murtilla y Quinoa tostada y un Sorbete de Mango Sour. No pregunten nada, definitivamente exquisito!!!

Un ambiente elegante, tranquilo y sobrio, con un servicio de primera (da gusto conversar con mozos entrenados en tantos detalles) y especialmente amistoso. En definitiva, una experiencia inolvidable.