Amaranto : un almuerzo que no falla

En mi tradicional y frecuente dilema acerca de como combinar una sesión de trabajo con un buen disfrute, invité a un amigo a almorzar mientras poníamos en orden una gran cantidad de temas que requerían análisis y priorización.

Para ir a la segura, decidí el rico restoran Amaranto en el centro de Santiasco, que hasta la fecha siempre ha sido una selección afortunada y sobretodo exquisita.

Recién instalados en el lugar, me sorprendí al saber que ya no tenían el tradicional buffet, aparentemente no estaba resultando rentable.  No obstante ello, igual ofrecen un menú de calidad y a un precio muy razonable.

Partimos con una crema de lentejas maravillosa, debe ser una de las mejores que he probado en hartos años y de verdad me habría repetido el plato. Para el fondo la selección fue evidente, una tilapia con crema de acelgas mientras mi partner la acompañaba con unas papas cocidas, tratando de darle un toque light.

Como el tiempo pasa implacable, pasamos al postre y café y luego con paso forzado de regreso al trabajo. Amaranto claramente marca la nota deliciosa en los restoranes de hoteles del centro.

Amaranto : almuerzo gourmet que no falla

Esta es una opción imperdible del centro de Santiasco, no solo por la calidad de sus platos sino porque hay cierto arte para hacer que la experiencia del cliente sea agradable. Lo he visitado en muchas oportunidades y la nota siempre ha sido alta.

En esta ocasión acompañado de una buena amiga, llegamos a disfrutar el lugar para un almuerzo de media semana. Como siempre, existe la posibilidad de un rico menú con al menos dos opciones para cada plato, sin embargo, preferimos revisar la carta.

Mi amiga prefirió algo bastante estándar, un bife de chorizo y ensalada, pero yo necesitaba algo bastante más apetitoso y provocador. Me incliné rapidamente por un tapenade de salmón, (tapenade típicamente es  una pasta de aceitunas, alcaparras y anchoas) un filete de salmón cubierto con puré de aceitunas, ajo y perejil acompañado de unas papas con semillas salteadas. Un plato fantástico!!!.

Como beber vino era solo mi opción, decidí pedir una copa de pinot noir. El problema es que no era parte de la oferta en copas. En ese momento vino la magia, el mozo diligentemente me indica que no me preocupe, que él lo soluciona. Y así fue, llegó con mi copa de un buen pinot noir a la temperatura correcta. Eso es servicio!!!

En fin, un almuerzo rico, un lugar plenamente disfrutable.

After Office : el bello Cerro Santa Lucía

Hace casi un año que cada miércoles santiasqueño, algunos privilegiados tienen la oportunidad de ser invitados a un evento en pleno centro y que parece sacado de una glamorosa revista de gente linda.

Cuantas veces pasamos por la Alameda y vemos ese verde Cerro Santa Lucía como una presencia cotidiana, un elemento del paisaje sin reparar que a escasos metros de altura existe un bellísimo lugar. Me refiero al Castillo Hidalgo, una construcción de inicios del siglo XIX y que muchos años después, hacia 1997, unos inversionistas lo transforman en un centro de eventos. Un verdadero palacio inmerso en la generosa vegetación del cerro. Verdaderamente hermoso.

El evento en si junta a bastante gente que en su mayoría son grupos de amigos de trabajo y los infaltables pintamonos que imagino van a conocer gente. Mayoritariamente son invitados, algunos cancelan entradas, casi todos suben gratuitamente en un servicio de Van disponible durante todo el evento. Bien organizado, todo opera bien y el servicio es oportuno y de buen nivel.

Aunque marcadamente elitista, el after office es una buena opción de relajo a mitad de semana y una oportunidad para compartir con quienes laboras a diario o con tu grupo de amigos favoritos. Harto espacio, la bella naturaleza y la frescura deliciosa del atardecer y sin el ruido horroroso de la ciudad. Excelente!!