Valparaíso, mi amor

He visitado esta ciudad muchas y demasiadas veces y siempre quiero más. No solo tiene la belleza propia de una ciudad puerto pobre, sino de la inclusión de muchas, muchas actividades que le dan sentido y sobretodo explican porqué tantos de nosotros amamos este lugar.

Cada cierto tiempo, un formato de disfrutes que llamo krrtreking V&V me lleva  a visitar mi lindo puerto y a disfrutar sus innumerables opciones. Escribo lamentablemente después de un gran incendio que llenó de lágrimas mi alma, pues tanta gente, la más pobre como suele ser, perdió todo. Confío en que todo volverá a ser normal y una vez más este pueblo sabrá salir adelante.

Viajamos como siempre en bus desde Santiasco, para luego de un par de horas de estar caminando entre los cerros deliciosos de Valpo., juntaríamos suficiente hambre para disfrutar su generosa y deliciosa oferta gastronómica.

Nuestro primer destino era llegar al hotel Gervasoni, una casa maravillosa que alguna vez perteneció a la familia de un viejo amigo de apellido Ibañez y que siempre la recuerda en nuestras conversaciones de práctica de inglés. Instalados en el devenido y  delicioso hotel boutique, salimos en la búsqueda de sabores y disfrutes.

Conseguimos telefónicamente reserva en el restaurante La Concepción y caminamos a nuestro primer encuentro gastronómico. La maravilla que me provoca estar en esa terraza enfrente de la bahía, atendido exquisitamente como suele ser en este restaurante. Un rico kir royale y pisco sour rústico, fueron preámbulo de una merluza austral  y un lomo de cordero  acompañados de un ensamblaje de Botaculra El Delirio. Para los postres un creme brulee y unos fruit chrisps además de los cafés negros de rigor. Un almuerzo maravilloso que después nos llevaría estimulantemente a caminar por otros cerros a disfrutar sus opciones.

La cena ideal debía ser en un viejo local que siempre me ha gustado, aunque antes había que probar algo más. Fuimos al Cocina Puerto, allí probamos sus conceptos originales de aperitivos gastronómicos, como sus sopaipillas del sur, sus ceviches y especialmente sus sours.

Después de una cena deliciosa en el Samsara, comida Thai, más una completa incursión nocturna en los cerros para cazar graffitis nos fuimos a dormir.

Cafés en esos pequeños sitios que hay entre talleres de artistas gráficos, conversaciones generosas y muchos  graffitis que añado a la colección de krrtrekking

Valparaíso, siempre disfrutable!!

 

Nam Thai cuisine & bar : buen descubrimiento

Recorriendo el barrio Manuel Montt por la zona norte, me encontré con un sitio que calculo no debe llevar más de un año presente y que me resultó atractivo experimentar. Pasé dos veces por su entrada antes de decidir ingresar, pero claramente era la mejor opción esta noche.

Un sitio bien ambientado, con una deliciosa música electrónica y muchos clichés de bar buena onda a pesar de ser un restaurante. Ya instalado, me dejé entusiasmar con la carta, partiendo con los aperitivos que me evocaron sabores deliciosos. Me incliné por un cóctel de manzana y apio picante, que era finalmente pisco macerado en ají, manzana verde y apio. Una delicia repetible muchas veces!!

Divagué por la carta de platos que a pesar de no ser muy extensa me obligaba a pensar en cada sabor para asegurar una buena elección. Finalmente me decidí por un curry del mar, un plato de camarones,  ostiones y cortes de locos en curry amarillo con vegetales y leche de coco acompañados de una porción de arroz jazmín.

Para acompañar mi plato, me quedó muy bien la oferta de vinos por copas, ya que curiosamente ofrecían copas de  pinot noir, algo absolutamente inusual en la mayoría de los restaurantes de Santiasco. Una buena copa que combinó a la perfección con el plato.

Para los postres me dejé tentar con uno que no estaba en carta pero que era un invento del chef y que parecía interesante. Se trató del huevo de nieve, un merengue relleno de helado de guayaba, gratinado con lemon grass, jenjibre y un fondo de chirimoya alegre. Divino!!!!!!!

Para cerrar esta deliciosa incursión, nada mejor que un café negro y muchas ganas de volver.

Disfrutando cena en Pad Thai : gran terraza

Un periodo de noches extremadamente calurosas en Santiasco no permiten estar en casa (a menos que poseas aire acondicionado, que no es mi caso). Nos concertamos con una amiga para comer algo rico y un lugar con una  terraza ideal es, a no dudar, Pad Thai.

Esta magnífica terraza es fresca, con una piscina lista para ser usada, buen espacio entre mesas y sobretodo un ambiente rico y bien atendido. Quizás el único defecto del lugar sea que solo funciona con efectivo, pues me jode andar con él, siempre prefiero mis tarjetas para mantener mi orden.

Partimos con una gaseosa para ella y para mí un rico sour thai, una mezcla deliciosa de pisco sour con leche de coco y albahaca, una delicia!!. Acompañamos este inicio con un satay de camarones, unos ricos camarones de buen tamaño ensartados en unos pinchos, ricamente  salteados en una salsa muy thai y con un pote de una salsa verde para untar. Buena combinación.

Para los fondos, un Kang Dang y un Pad Grapraw, pollo y res respectivamente, con verduras salteadas, curry picante (solo nivel 1) y agridulce el otro, ambos platos fragantes y bien acompañados con arroz blanco. Un infaltable, la botella de vino, un ensamblaje de cabernet sauvignon y syrah, William Cole Alto Vuelo, que estuvo fantástico. Todavía recuerdo que hace dos años ni siquiera tenían patente de alcoholes, de verdad que se han superado y mantienen la gran calidad de su cocina.

Buena conversación y gran disfrute de la noche.

Thai House : terraza nocturna

Cenar rico en una solitaria y fresca  terraza  en una noche de media luna y algo más, es un placer que me gusta disfrutar tan a menudo como es posible. Hoy fue el turno de un sitio que he visitado en diversas ocasiones y que además está muy cerca de mi hogar.

Había un número reducido de clientes pero todos habían elegido los salones bajo techo. En mi caso, desaprovechar la disponibilidad de una terraza en esta época es un sacrilegio, por lo tanto, quedé solo en dicho sector lo cual me viene muy bien.

Partí por pedir un Pho Pia Gag (que suena raro!!) que es simplemente un arrollado primavera tailandés relleno con pasta de pollo, fideos de porotos, champiñones negros y vegetales, presentados de manera similar a los típicos arrollados primavera de la comida china. Muy sabroso y abundante!!

Para los fondos, me pareció que sería más que suficiente probar un Pla Tord Luy Suan (jeje, igual suena raro) o sea un pescado delicadamente  frito con bastante lemongrass, unos cortes de ajíes terribles y de  ajos frescos, mucho jugo de  limón, cebolla morada y maní. Un plato tremendo, que debo confesar no fui capaz de comerlo completo. La agresividad de sus sabores y la abundancia terminaron por saturarme. No obstante ello, un plato exquisito y que se combinó fantásticamente con mi Syrah Gran Reserva de Casa Silva 2007 (del rico terroir del Syrah en Lolol).

De puro tentado que soy, me entusiasmé con un postre, resultó una delicia. Fue una torta de té verde con salsa de chocolate blanco, maravillosa!!. La devoré junto con un café negro.

Rica comida Thai!!

Cumpleaños al estilo filetario : gran disfrute

Una gran amiga se encuentra de cumpleaños  y coincide que hay un viernes y un sábado disponibles y me encanta disfrutrarlos.

Partimos el día viernes, lo que se debe llamar una previa. Siendo un día de exquisita lluvia, me pareció interesante aprovecharla y salir caminando hacia el primer lugar de disfrutes, el exquisito sitio llamado «La mitad del mundo», un lugar esplendoroso, con una oferta de camarones más allá de toda intención.

Partimos con unos tragos exquisitos, mientrass gozábamos una entrada basada en los benditos camarones ecuatorianos. Una vez festinados con agrado, pedimos nuestros platos de fondo, basados en pescados y camarones, como corresponde a este lugar y acompañados de un rico ensamblaje tinto para asegurar el placer gastronómico.

Este cumpleaños c0ntinuaría un día después, cuando iríamos a cenar al riquísimo Pad Thai, para disfrutar unos jugos exóticos y unos platos increíbles, arroz frito con camarones, fideos de arroz y muchos, pero muchos camarones y picante, Una cena deliciosa, llena de sabores aunque la atención haya sido deficiente.

Como no podía terminar así, nos fuimos a gozar el after a Blu3, un sitio que sabe dar el toque final adecuado a cualquier carrete, buena música y tragos deliciosos.

Buen cumpleaños, disfrutes en cascada!!!

Pad Thai : maravillosa terraza

En esta época estival, lo que más adoro en un buen restorán es que posea una terraza e idealmente alejada del mundanal ruido. Pues bien, PadThai debe tener una de las mejores terrazas de Providencia.

Agobiado por el calor y siendo ya bastante tarde para almorzar, me metí en este discreto lugar del barrio Manuel Montt y me dirigí directo a la terraza. Que maravilla, se apagó el ruido de la calle y solo se escuchaba una ric música tailandesa de fondo mientras los pajaritos trinaban entre los árboles de ese hermoso patio interior. La piscina con agua y una delicada brisa completaban el placer que iba a disfrutar al almuerzo.

Partí con un pisco sour Thai, un delicioso sour con albahaca y leche de coco, una mezcla extasiante. Para acompañar mi aperitivo, solicité unas gyosas de cerdo con salsa Ponzu, fantásticas!!.

Como he ido varias veces a este rico sitio, la carta de platos la he probado casi completa, asi es que acudí a mi memoria de sabores y seleccioné el Kaow Pad, arroz frito con vegetales y camarones con picante grado 2 (puede ser hasta cinco, pero mi estómago me pidió prudencia)

Ahora que el local vende vinos (antes yo llevaba mi propio vino y ellos ponían las copas), elegí un rico Syrah de viña Chocalán que sentó de maravillas con mi rico plato.

Tras esta exquisita experiencia, pude regresar dichoso al frenesí de Santiasco.