Le Bistrot : un acierto gastronómico

Esta noche iba a celebrar el cumpleaños de un buen amigo y al mismo tiempo quería probar un nuevo restoran. Nada mejor para mi gusto, por lo que considerando tiempo disponible, ubicación y delicias por probar, decidí invitarlo a un pequeño pero delicioso lugar en Providencia. Se trata de un formato boutique, pero con pretenciones bien ganadas de restoran francés de alto vuelo. Le Bistrot.

Como ya era un poco tarde, me adelanté en llegar y tomar posición en una buena mesa. Pedí una copa de espumante para preparar el paladar para el festín posterior, mientras degustaba ese rico pate foie que siempre viene bien.

Una vez que llegó mi amigo, ordenamos la cena. Un pato a la naranja (canard a l’orange) con un acompañamiento de zanahorias, un fettuccini de dos salmones (fresco y ahumado), acompañados de una botella de un delicioso merlot Terranoble 2007 gran reserva. Deliciosa cena!!

Para los postres, la clásica Creme Brulée y un Tarte Tartin con helado de vainilla. El café aromático fue el cierre perfecto para una noche fría pero muy placentera.

Le Bistrot, gran opción en Providencia!!

Baraka : una obra de teatro exquisita

Baraka en realidad no significa nada, pero esta obra de teatro significa mucho. Es una sorprendente mirada del universo masculino en los ojos de una guionista mujer. Freak!!! (es la primera impresión)

Me sorprendió la maravillosa habilidad de los actores para definirse en sus roles, no cabía duda alguna de cuales eran sus valores, cuales sus principios y sus aspiraciones. Una escultura prodigiosa de las formas, cada personaje representó con fuerza ( uno con demasiada) lo que era su naturaleza.

Baraka, me hizo pensar en la solidaridad de los amigos y al mismo tiempo en la estupidez humana, esa increíble y espesa intermediancia entre lo que te dicen y lo que estás dispuesto a escuchar. Hay personajes que odio hasta el hartazgo y otros que me llaman a la ternura, Donde está el límite?!!!

Como sea, Baraka, fue una una obra deliciosa, llena de claves y lugares comunes, aunque después de todo, solo trata de la vida misma y por eso, cuando terminó, solo tenía hambre.

Junto a mi partner, nos fuimos al Dalou, un lugar de comida francesa, en donde pude pedir unos  ravioles de jaiba mientras mi partner acudía a un congrio menier. Acompañamos con un delicioso pinot noir que era la mejor elección.

Gran obra, gran cena!!!

Dalou : deseado retorno

Cuando comienzan las noches cálidas del verano, comienzo a repasar los buenos lugares para cenar bajo las estrellas y con buena vista.

Escondido en el segundo piso de la preciosa casona que aloja al Dalou, hay una pequeña terraza con vista al cerro San Cristóbal. Solo hay cuatro mesas y con buen espacio, decoración minimalista y de muy buen gusto, ideal para pasar un buen rato.

Comencé revisando las opciones de pisco sour con sabores (cada vez hay más lugares con esta oferta) y me decidí por un pisco sour a la menta. En el intertanto, llega a mi mesa una botella con agua, tostadas y porciones de mantequilla y paté de foie. Todas, atenciones de la casa.

La música chillout en un volumen exquisito para no perturbar a nadie, mientras paseaba mis ojos por el cielo estrellado. Linda noche!!

La carta contiene desde tablas hasta carnes, pescados y pastas. Las combinaciones me hacen notar que hay una fusión muy interesante de comida étnica local y francesa, una gratísima sorpresa. Por ejemplo, una costilla de cordero al chocolate acompañado con charquicán o un grato solomillo de cerdo con salsa de ciruelas y papas campesinas o quizás unos ravioles de jaiba. Mmmmmhh!!

Mi instinto me hizo elegir un filete marinado al merkén acompañado de un exquisito rissoto de mote. De la nutrida carta de vinos seleccioné un petit verdot Santa Carolina Barrica Selección del 2007 y obtuve una cena de miedo, maravillosa!!!

Da gusto un buen servicio, un mozo que sepa de vinos y que te hace sentir como en casa.

Para el cierre un fantástico mousse de chocolate, que rica cena!!!

Le Fournil Bistró y jazz : rico pero,…

Celebrar con una buena cena el cumpleaños de mi querido viejo fue el desafío que nos llevó a este restorán del Patio Bellavista. La idea, cenar rico y seguir luego con un buen espectáculo de jazz en los bajos del local.

Bastante puntuales, partimos con unos aperitivos, pisco sour, bellini en espumante, Kir Royale y un cóctel llamado Bellavista Jazz Club, muy agradable. Todos muy bien hechos y que nos dieron compañía para disfrutar una exquisita terrina de Morcilla y un Vol au vant de camarones y ostiones.

Mienras disfrutábamos estos comienzos, no pude dejar de notar lo hacinado de la ubicación de las mesas. Un detalle a veces imperdonable ya que nada es más desagradable que cada persona que pase tras tuyo te roce la espalda. Mal por eso!!!

Los platos de fondo, abundantes y ricos, incluyendo Entrecot corte francés con gratín de papas, Atún y Lasaña de berenjenas, todo acompañado con un Cabernet Franc reserva de Chocalan, fantástico. Debo destacar que digerir el atún solo sellado a veces puede tomar muchas horas, pero es tan rico que se puede soportar.

Tras los postres, bajamos al club de jazz en donde nos esperaba nuestra reserva para escuchar a Paz Court, una chica de linda voz aunque algo exagerado su afán de mostrarla incluso haciendo bases de su propia voz. Acompañada de Nicolás Vera en guitarra, realizó unos lindos arreglos de temas de Radiohead. El punto culmine fue el acompañamiento en piano que Felipe Riveros realizó con lo cual cerró el show de manera brillante.

Un buen lugar, buena comida pero deberán mejorar la distribución de las mesas. Los clientes merecemos más espacio.

Dalou Bistro : delicias francesas

En el corazón de Providencia, en esas callecitas con casas de arquitectura fantástica cerca de Manuel Montt, se encuentra este precioso y exquisito lugar.

La casona de tres pisos que ocupa es definitivamente un tesoro del diseño, con maderas nobles, espacios encantadores y un notorio esfuerzo de ambientación, con muebles antiguos y de diseño en los costados, lindas pinturas en las blancas paredes, un piso de madera impecable, música francesa deliciosa y un servicio de primera.

Por la hora de la visita y el tiempo disponible, solo accedimos a consumos compartibles, aunque la carta daba cuenta de una variedad interesante de opciones para una cena de mantel largo. Claramente eso será en otra ocasión.

El pisco sour con albahaca un poco excedido en acidez y el con almendras bastante bueno, casi un amaretto sour. El quiche lorraine maravilloso y la tabla Dalou un acierto, sobretodo por el ensamblaje de Tres Palacios 2007 que vino de maravillas.

Este lugar dará que hablar, está buenísimo.

Normandie : sabores de Francia

Un día especial, tenía hambre pero deseaba algo nuevo. A pesar de la lluvia de días anteriores ya pesaba el maldito smog sobre santiasco. En fin, era hora de probar la capacidad de esta ciudad de ser acogedora.

Salí hacia providencia y me pareció interesante explorar el Normandie Hace tiempo que no me aparecía por aquí. Un buen restorán, tranquilo y de buen gusto..

Partí con un buen sabor francés, una sopa de cebollas ( soupe a l’oignon), deliciosa como en pocos lugares; no es lo mismo una sopa de cebollas que una de estilo francés.

Para un plato de fondo, debía ser algo especial, pedí una truite farcie (una trucha rellena), un plato de trucha horneada, que se complementaba mágicamente con queso de cabra, orégano y tomate. Un adorno de tomate increible, sutil, sobre la trucha, exquisito!!!!. Acompañamiento ideal, Aubergines sautées, o sea, berengenas salteadas, deliciosas!!!.

El vino, solo podía ser un Pinot Noir, asi que elegí entre lo disponible, un Morandé Pionero Pinot Noir 2006, delicioso!!!.

En fin, solo me quedaba un café como petición, y no arrugué.

Muy bién, Normandie, gran sabor!!!!

Baco : vino y bistró

Cuando comienza el periodo estival, nada es más placentero que la terraza de un buen restorán. Baco, posee una terraza excepcional, amplia, fresca y ambientada con buen gusto. Debo reconocer que lo mejor del lugar es la carta de vinos, de lo más variopinta y bien seleccionada.

El detalle de una temprana botella de agua helada marcando el comienzo del deleite, nos anima a preparar nuestras bocas para lo mejor. Unos aperitivos sabrosamente conversados y de ahí a los platos de fondo. Un buen día para carnes a la francesa, un filete a la pimienta abundante con un precioso pastel de papas a la crema y para mí, un medallón de filete a las finas hierbas (el plato de la casa y cuya salsa es secreto de estado) acompañado con unas impresionantes papas francesas. El vino, infaltable, clamaba desde la carta, un ejemplar de mixturas tintas y origen orgánico, Coyam del 2004, preciso y complejo, a pesar de no ser un vino de campeonato. Para los postres, celestinos y crema de chocolate.

Platos de tamaño adecuado, buen servicio (aunque les deben enseñar a las chicas como servir bien un vino) y un precio muy razonable.

Baco, sigue siendo un buen lugar para disfrutar un grato momento.