Squadritto : rica y tranquila cena

Es impresionante como pasan los días y los meses, sentía que hace tan poco que había estado en este lugar y ha pasado casi un año. Lo ventajoso de estar en una calle de bajo tránsito y en medio de un barrio con abundante oferta gastronómica, seguramente les ha dado un buen pasar.

Instalados en la terraza, partimos con agua mineral sin gas y mi partner con  coca light, mientras me esforzaba por leer a medialuz la carta. La ceguera nocturna me está haciendo pensar en llevar en el bolsillo mi linterna frontal cuando salga a cenar.

De la gran variedad de pizzas disponibles, nos tentamos con una pizza frutti di mare, un clásico sabroso, el cual acompañaríamos con una fría y deliciosa botella de pinot noir Tabali.

Una cena animada solo por el ritmo de la buena conversación y los sabores, fantástica tranquilidad!!

 

Wasabi : una cena divertida

Esta noche alcanzada en una extensa e intensa  jornada laboral, me pareció una buena idea ir a un sitio que solo iba con alguien muy especial en mi vida. Con la distancia que el tiempo produce, era un buen momento para cenar ahí.

Me instalé en la terraza como preludio de mi ingreso, pedí un rico absolut kurant con ginger ale y una porción de gyosas para bajar las revoluciones y prepararme para mi cena. Aproveché ese grato momento para leer un rato y twittear con mi hermano, quien asistía a un evento en las cercanías y que a mí no me daba la energía para acompañar.

Una vez concluido mi prolegómeno, tomé mi libro e ingresé al lugar para servirme la cena. Revisé con paciencia la carta y elegí para partir un Deli Anchoas, por supuesto anchoas, queso crema, palta, ciboulette y todo adornado con sésamo negro. Ocho porciones deliciosas de buen sushi. Consideré como siempre la indispensable compañía de un rico vino y elegí un Errázuriz reserva Pinot Noir 2008, muy frío como me gusta.

Aunque sentía, como casi siempre me pasa con el sushi, que estaba llegando a mi punto de satisfacción, no resistí la tentación de pedir una serie de Unagui Roll, angulas envueltas en palta y cubiertas con una salsa de angulas exquisita. Fue una cena amenizada deliciosamente con un libro que ya termino de leer y que me resisto a que ocurra, me refiero evidentemente a El Libro del Desasosiego de Fernando Pessoa, extasiante!!

En este trance gustoso me encontraba cuando llega mi hermano, con quien bebemos lo que quedaba del vino mientras conversábamos poniéndonos al día de todos nuestros temas. En cierto momento, me pareció que era hora de cambiar de lugar e invité a cruzar al Calabria, un restopub simpático en donde seguimos la rica conversación gozando unos mojitos bien sabrosos.

Qué buena cena!!!

Tomodashi go : buen sitio de sushi

Tras una larga y provechosa reunión de exploración de proyectos, teníamos muchas ganas de un momento de esparcimiento y muy cerca de donde estábamos, había un sitio de sushi que tiene buena fama.

El local está al costado de un rico restoran del cual he comentado antes, el exquisito Rishtedar. Como no había ánimo de cena, preferimos algo más frugal. Nos instalamos al interior del lugar, pues la terraza estaba un poco llena y además aún se sentía el calor santiasqueño y harto tráfico vehicular. Al fondo del lugar, bajo el aire acondicionado y al lado de un patio de luz en donde escurre agua por la muralla hacia una pileta, mientras se escucha una deliciosa música lounge, claramente era la mejor opción del momento.

Partimos con camarones jumbo apanados y unas deliciosas gyosas para acompañar nuestros tragos. pronto nos tentamos con sushi y pedimos una selección de rolls envueltos en palta, camarones y atún. Fantásticos, verdaderamente frescos y sabrosos. Cansado de la gran oferta de sushi malo que hay en santiasco, este lugar me sorprendió muy gratamente.

Atendido por unas hermosas chicas en extremo amables, el paso por este lugar fue un gran placer.

Muelle Montt : una propuesta distinta

Un restorán Seashi es una rara pero atractiva oferta sobretodo en un barrio sobresaturado de opciones culinarias. Una cocina basada en frutos del mar y que combina vertientes peruanas y japonesas con virtud, era una buena opción para esta cena.

La carta bastante intensa trae picoteos, tiraditos, ceviches, carpaccios, sashimis y toda la variedad japonesa que conocemos, añadiendo pastas y algunos platos gourmet. Si a eso se agrega la carta de tragos, produce sorpresa, tragos con bases en ron, vodka, whisky, cachaca, pisco e incluso cocktails. Solo eché de menos una buena carta de vinos ya que según comentaron todavía estaba en producción.

Este restobar ocupa el mismo lugar de un viejo bar que acostumbraba visitar, El Manifesto, el cual transformaron de manera virtuosa ya que incluso se ve más grande siendo el mismo espacio. La música chillout a un volumen bastante adecuado crea un ambiente muy disfrutable, a diferencia de la estridencia del bar de antaño.

Partimos con un Koroke, unos cilindros de puré de papas apanados con salmón, cebollín, choclo y la rica salsa teriyaki. Un verdadero acierto!!

El vino fue bienvenido en copas, un Carmenere Reserva Tamaya 2007 que afortunadamente estuvo a la altura del plato de fondo. Unos rolls de camarón tempura, cebollín, queso crema envueltos en salmón cocido y una deliciosa salsa spicy.

Los tragos tienen un toque genial, Purple Pink es un Abosolut Kurrant con jugo de naranjas, crema y granadina, enorme y exquisito. El Strong Strawberry es un Absolut Pepper con frutilla natural y azúcar, notable!!!

Este lugar claramente dará que hablar.

De los Reyes : opción céntrica

En la búsqueda de opciones para un buen disfrute gastronómico en el centro, hoy conocí un interesante, aunque pequeño e incluso modesto lugar, pero que promete.

De los Reyes, un lugar para compartir con tus amigos, como reza el slogan del lugar en calle Compañía cerca de Plaza de Armas, la verdad es que me sorprendió gratamente. Nada pretencioso y de una sencillez propia de un lugar que quiere ganar clientela por los hechos y no por la grandilocuencia publicitaria. Se trata de un restorán de una rara combinación, comida peruano-japonesa; habituado a la mezcla de comida peruana y china, esto me resultó novedoso.

Los platos peruanos abundan y la parte japonesa se refiere en realidad a sushi. La carta delata el origen francamente peruano (los mozos también lo son) y aunque escasean los vinos en la oferta, hay espacio para elegir un almuerzo decente.

Seleccioné una reineta a la plancha con una salsa de pimentón y leche fumé (caldo) de pescado más el toque cítrico de una salsa de naranjas más aderezos y perejil picado. Todo acompañado con una porción de arroz graneado. Un plato simple, pero bastante rico. Ya había probado antes el efecto de una salsa cítrica en los pescados (el salmón específicamente) y realmente es una buena combinación. El resultado es agradable y novedoso, se deja comer suavemente.

Contrario a todos mis pronósticos, el lugar se llenó rapidamente y antes de las 14 horas, lo cual me vino a convencer que ya posee una clientela adepta. Bien por eso.

Aún hay sorpresas en el centro de Santiasco!!!!

Tres Continentes : Japón, Italia y Perú

La capacidad de crear fusiones y mezclas de culturas culinarias es infinita y comienza a notarse con la aparición de nuevos restoranes. Este restorán posee la carta más tentadora de cocina internacional que haya visto este último año.

Surtido de Sushi, Sashimi y Tempuras, al lado de Ceviches, Tiraditos y Pulpos. No faltan las Causas, Risottos y muchas Pastas, así como las Tradiciones Peruanas, Carnes y Aves por doquier.

Un local bien ambientado, sobrio y con lindas pinturas modernas, buen aire acondicionado y muchos mozos peruanos, todo amenizado con música peruana. Está claro que el fuerte del lugar es la comida peruana (no terminas de saludar y ya te comentan de los pescados disponibles, en fin, ya saben que es buena cocina la peruana).

A la hora de elegir mi cena, pedí ver la carta de vinos y el mozo se anduvo intimidando con la conversación, ya que partió presuroso a buscar a una chica sommelier para que sirviera el vino. Fue gracioso y al mismo tiempo interesante el manejo de recursos del local. La carta de vinos es variada pero poco abundante, así es que elegí un merlot de Casa Rivas (Valle del Maipo), buen reserva, ligeramente alcohólico y amaderado, pero sabroso merlot al fin.

Ravioles rellenos de pasta de Pato con una interesante salsa de tomillo y queso parmesano. Fantástico plato, novedoso y potente en sabores. Me lo devoré.

Para el postre, elegí un pie de maracuyá que estaba para repetición, fresquísimo y sutil. Ah, por cierto, un buen café negro para acompañar mi despedida del local.

Definitivamente, los peruanos la llevan en combinar creativamente la deliciosa cocina criolla peruana con sabores del mundo. La oferta es cada vez más sofisticada y vale la pena probarla.

Tres Continentes, muy recomendable para una cena tranquila