Día experimental : cuando la improvisación ayuda

Un sábado peculiar, muy temprano debía visitar un edificio en donde esperaba encontrar el departamento soñado, ese lugar que quiero y busco hace casi tres años.

Todo fue esperar, la mina que poseía las llaves, no entendió que nos encontrábamos a la hora definida, ella quedó esperando que le confirmara que era verdad que yo iba a estar ahí a la hora comprometida. Uffff!!!, En fin, una hora de espera para cumplir el objetivo, conclusiones sólo de género.

Una vez desocupado, me fui al barrio Lastarria para disfrutar un buen desayuno y me encontré un delicioso Café Urriola. Ubicado en un nuevo entorno virtuoso, con pileta de agua incluida, un sitio nuevo en Lastarria y que me disfruté a tope. Pedí un jugo de frutas Pepino Style, formado por piña, pepinos y menta. Para comer, una ciabatta de jamón serrano con tomate, rúcula y rica mostaza. Deliciosa experiencia matinal!!

Una vez que terminé de disfrutar mi desayuno, decidí que era la mejor ocasión para visitar la multitud de galerías de arte que hay en Vitacura en Alonso de Córdova. Me recuerda mi primera y única  polola hace muchos años, su casa hoy es una tienda muy exclusiva, valorizada en casi un millón de dólares. Uffff!!!, sorprendente.

Partí mi pesquisa en Galería Animal, para seguir en las galerías AMS Malborough y otros tantos lugares de arte. Galerías con esculturas, con lindas pinturas de Matta y de otros connotados artistas, eran solo muestras de la belleza artística que es posible ver en Santiasco. Cada galería que visitaba me permitía disfrutar algo nuevo, algo disfrutable, incluso me permití asistir a la pantomima de esos sitios que diseñan un espacio de tu hogar, notable!!

Con muchas ideas me fui de este escenario, un lugar, una escenografía fictiosa de lo posible pues yo tengo claro decidido lo que quiero.

lecturas de la semana : lo que deja

Esta semana concluí con tres libros interesantes aunque más diversos de lo que se estila. Tengo la mala costumbre de leer varios libros en paralelo (no soy capaz de hacerlo de otra forma, es parte de mi falta de disciplina) y eso provoca cierta entropía en mis pensamientos y por añadidura en mis comentarios.

Quiero comentarles acerca del libro de un destacado sociólogo chileno, Tomás Moulian, aquel que escribió un libro delicioso Chile Actual : Anatomía de un Mito por allá por el 97. Un escritor aguerrido que dice lo que muchos pensamos y no nos atrevemos a decir. Pues bien, sigue haciendo lo mismo y vaya que lo hace bien. En esta monografía titulada «El consumo me consume», purga los demonios de la realidad y nos enfrenta al espejo de nuestros comportamientos, ¿cual es tu tipo de consumidor?. Buena pregunta, ni hedonista ni ascetico, me reconozco compulsivamente estoico, dispuesto a disfrutar de lo bueno sin muchas culpas, pero con un sentido bastante más trascendente que la visita al mall o la compra de «identidad» basada en marcas o en ostentación. Un buen libro, una deliciosa cena en un restorán notable, un gran vino o una visita a un museo son placeres de las que no puedo prescindir y Moulian sabe de que hablo. Por cierto, comparto además la crítica sobre las intenciones que subyacen tras la oferta crediticia y los procesos de control social, a veces me siento demasiado acompañado por Moulian en mis cavilaciones.

Leí también un libro acerca de algo menos terrenal pero ciertamente incidente en mi vida y quizás en la de otros. ¿hay otras formas de vida viviendo entre nosotros? ¿hay seres de luz que pueden ayudarnos o al menos aconsejarnos?, ¿podemos acceder a ellos?. Tema dificil en un mundo tan convencido que no existe nada más que lo que ve y siente. Bueno, yo creo que hay muchas cosas que no entendemos y que hay que investigar. Brian Weiss, autor de varios libros y uno bien conocido «Muchas Vidas, Muchos muertos», me acompañó algunas semanas con el libro Los Mensajes de los Sabios. Un libro inquietante y a pesar que soy un escéptico de vocación, hay muchos pasajes del libro que me hacen sentido. Más allá del narcisismo de Weiss (se cree iluminado), son demasiados los antecedentes que nos pueden hacer pensar que efectivamente la vida es un contínuo en el cual aprendemos (si queremos) y que eternamente (quizás) perfeccionamos nuestra alma. Tengo mis propias evidencias y postulo a que nuestra vida actual (con lo bueno y malo) tiene un sentido y que lo que debemos aprender no es gratis (puchas que cuesta).

Finalmente, también concluí con un extraño libro, un buen sociólogo aunque para mí más bien filósofo, Pierre Bourdieu. El libro es Las estructuras sociales de la economía, un ensayo, un experimento, a veces parece una reunión de trabajos de un curso de aventajados estudiantes, pero al fin, es contundente. Postula que la economía después de todo, es una construcción social, un constructo que nace en las intenciones del Estado y se perfecciona en los intereses de los grupos de poder. Hace un análisis notable de esa pretensión del ser humano de tener una casita, tener ese territorio personal desde donde proyectar su vida y su familia, como opera el Estado permitiendo o restringiendo, como los actores sociales participan en su provisión y bajo cuales condiciones. Un sistema completo de dominación construido para que cada ciudadano se suba al carro de las reglas de la sociedad y haga posible su propio nirvana de acuerdo a su capacidad de pago y de aceptación del sistema. Duro de asimilar, un libro contundente.