Regreso a Boudoir : una gran cena

Este es un sitio muy especial y no me queda claro que cumpla el objetivo fundacional de sus dueños. Sin embargo, aprecio su buena gastronomía y sobretodo el gran servicio.

Instalados en el sector que más me gusta, que viene a ser una suerte de patio interior, nos preparamos para disfrutar una buena cena. Partimos, como es habitual, con agua mineral con gas y sin gas.

Hurgando en la interesante carta, encontramos un curioso Pollo a la grilla y una Corvina en tres pimientas, que bien representaban sabores dignos de ser visitados en esta noche. A pesar que jamás me ha gustado el pollo, celebro mucho cuando su sabor es modificado por la buena mano de un chef inspirado.

Nuestros platos merecían una cepa tinta delgada y sabrosa como resultó ser nuestro Syrah de Martino Legado, un vino que normalmente nos da buenas sensaciones.

Una cena tranquila, amenizada por la excelente selección de música y la excelente atención, algo que siempre rescato de este interesante sitio.

Para los postres, la tentación fue la misma, crème brulèe para ambos, un postre siempre agradable y que con un café bien negro construye una combinación magnífica.

Me gusta Boudoir, cumple lo que promete.

Gatomaquia : bendito talento

Como si fuera poco aprender de memoria textos versados, hablar encantadoramente, cantar bien, tocar instrumentos, bailar mejor y actuar por una hora y media, manteniendo fascinado a todo el público, estos chicos bien parecidos y dos preciosuras, fueron lo mejor de este día.

Una obra deliciosa basada en versos de Lope de Vega, que cuenta las andanzas de dos gatos Marramaquiz y Micifuz, convierte la sala 1 del Centro Cultural Gabriela  Mistral, en el escenario propicio para esta parodia de la compañía de teatro uruguaya.

Es curioso que siendo un largo texto en versos antiguos del 1600, pueda ser tan moderno y divertido. La parodia y la simpatía, dan espacio a cantos corales, instrumentaciones y hasta a un exquisito rap. La puesta en escena es ingeniosa y sencilla, claramente minimalista, pero definitivamente se sustenta en el talento a chorros de los 4 actores que de verdad encandilaron a todos.

Bendito talento, bellos profesionales!!!

Carmen : el ballet de la sensualidad

Una nueva cita en el Teatro Municipal para un filete que se preveía magnífico. Los bailarines estrella del Ballet del Teatro Municipal, Marcela Goicochea y Luis Ortigoza encontraron un marco prodigioso para mostrar su arte incomparable, la energía que hay entre ellos destila perfección y armonía.

Marcela hace una Carmen deliciosa, una mujer transformada en la sensualidad manifiesta y perfecta, supera todo lo que he visto de ella. Un montaje preciso, lleno de magia y habilidad. Dos actos y seis escenas magníficamente logradas, sin errores y sobretodo con una continuidad que te mantienen enganchado en las emociones certeras de las pasiones humanas.

Una historia simple, una música perfecta (Bizet), para mostrar que cuando hay pasión entre dos seres humanos, todo es posible, se transgreden los límites, se deshacen los pudores y aún así, todo ello es amor y erotismo.

Una lectura fría de este increíble ballet es la osadía de una representación carnal de la mujer conquistadora, la seductora sempiterna que no conoce límites y maneja a los hombres a su antojo, solo para encontrar la muerte en manos de unos de sus amantes. Una verdadera osadía para una obra del siglo 19.

Maravilloso ballet, un refrescante viaje a los sentidos.