Perú Mágico : sabor y mal servicio

Recorrer restoranes peruanos es casi un hobby y hace tiempo que escuchaba de este local en Pedro de Valdivia, así que acepté la oferta de cenar allí.

El lugar estaba muy lleno, pero había un par de mesas, el problema es que los mozos parecía que no se daban cuenta. Tomé la iniciativa y me instalé en la mesa que elegí y comencé a llamar a los mozos, claramente sordos o definitivamente hastiados de trabajar. Debo reconocer que tengo poca paciencia para esperar en un restaurante, por lo que me armé de paciencia y tras un rato fui atendido.

La partida como de costumbre con un buen par de pisco sours y para acompañar me pareció interesante probar la versión  del pulpo al olivo. Deliciosa!!

Ya concluida la entrada, otro esfuerzo para conseguir pedir los platos de fondo. Finalmente salió el pedido con una corvina Perú Magico, una corvina con un gratinado de queso mozarella, rellena de camarones, pulpo, jaiba y acompañada de un puré de papas al ají amarillo y un clásico lomo salteado, ambos platos excelentes y acompañados de un buena botella de vino.

Nada más que decir, el sabor notable, pero la experiencia mala, no me gustan los sitios con mal servicio.

bikekrrtrekking : una rica experiencia

Hace tiempo que no acudía a este formato de disfrute y fue un acierto. Tomé mi cleta muy temprano, animado o quizás obligado por el calor. Habia que salir al aire libre a desayunar.

Me fui esperanzado hacia el barrio Lastarria, donde muchas veces disfruté un buen desayuno, pero me encontré con una ocupación monstruosa en el café del museo de la plaza Mulato Gil y cerrado mi querido café en calle Rosales

Después de unas vuelta en cleta llegue al cafe Lastarria en donde pedi un rico jugo de mango (primero fue uno de maracuya), ésta fue la primera parada de este viaje de disfrutes

Seguí el paseo zigzagueando por el barrio Recoleta tomando fotografías de los hermosos grafittis que adornan muchas paredes del barrio. Di muchas vueltas atrapando imágenes esplendorosas del arte callejero.

Culminado el proceso me fui a la entrada Pío Nono del cerro San Cristobal y ascendí a marcha forzada por este camino. Resoplando con gusto pude llegar a la cumbre del cerro en donde bebí gustoso un buen vaso de de jugo de mote con huesillos, sin mote y sin huesillos como a mi me gusta.

Tras un breve descanso me dispuse a descender hacia el cruce que lleva hacia La Pirámide. En la plazoleta Antilén aproveché de beber un jugo natural de melón y plátano (cada cual elige la combinación que le apetezca) y continué hacia mi siguiente destino.  Fui a dar una vuelta al solitario camino que lleva al cerro La Buitrera y luego me devolví para conectar con la salida que me permitió llegar a la ciclovía en Escrivá de Balaguer (polémico patrono del grupúsculo opus dei). Una ruta deliciosa que me llevó por la ribera del Mapocho hasta Santa María de Manquehue, un territorio de otro mundo. puros 4×4 y autos de marcas europeas, signos visibles de la personalidad de los chilenos atrapados en su interior,

Regresé por el mismo camino con la idea de almorzar en alguna de las terrazas de Borderio,  pero no me sentí cómodo y  preferí seguir de largo y apuntar hacia el barrio Bellavista. Un lindo recorrido por el parque Bicentenario y algunos senderos que finalmente me dejaron conectado con la Costanera.

Raudamente viajé por el parque y me desvié, animado por el hambre, hacia Providencia en donde recorrí muchas calles en busca de algún buen lugar, idealmente uno nuevo. Para mi desgracia, encontré abierto un Dominó, la máxima tentación frente a mí y me vi obligado a comer un «Italia tomate abajo».

Fueron 45 kilómetros de reconocimiento ciudadano, sano ejercicio y disfrutes por montón!!!

Raúl Correa & familia : nuevo local y placeres

Recorriendo el barrio Condell en busca de un buen lugar para una cena, nos topamos con un renombrado sitio, antes ocupado por otro circunstancial restoran, un lugar que duró muy poco aunque su propuesta era interesante. Como fuese, lo concreto que el lugar sigue teniendo esa deliciosa terraza que me conquistó alguna vez y ahora con la propuesta gastronómica de la familiar creación.

Una vez instalados en la deliciosa terraza, partimos con un ceviche con camarones y los pertinentes pisco sours.  De ahi la mirada en la carta menú se fue por una Tilapia con camarones y ostiones en salsa de naranjas y papas al perejil. El vino, un Montes Limited Selection Pinot Noir 2009, delicioso. Para mi, una albacora en salsa de camarones y frambuesas al oporto con un acompañamiento de papas dauphenoise. Qué rico!!!!

Los postres, imperdibles casi siempre, quedaron reducidos a un creme brulee compartido, delicioso para compensar la abundancia junto a unos cafes negros.

El nuevo local de Raul Correa está muy disfrutable!!!

Criminal Jazz : un filete imperdible

En el mismo día había dos filetes musicales imperdibles, Contracuarteto en el GAM lanzando su nuevo disc0 y Criminal Jazz en el mismo trance. Qué difícil elección para alguien que adora el virtuosismo musical pero tiene poco tiempo disponible.

Considerando que ya había tenido la deliciosa opción de escuchar los temas del nuevo disco de Contracuarteto, Sinestesia (algo que me remite a mis tiempos de estudios de  PNL), decidí finalmente guardar la energía para asistir al lanzamiento de Criminal Jazz. Debo confesar que sigo considerando a Contracuarteto el mejor filete grupal del jazz chileno, una banda total, llena de magia y grandes temas. Pero en la disyuntiva de como ocupar mi tiempo, la curiosidad que me provocaba el ansiado lanzamiento de Criminal Jazz ganó la batalla.

El lugar del lanzamiento, pequeñísimo, nunca ha terminado de gustarme, pero igual he tenido muchos momentos notables en dicho sitio. Me refiero a El Living del Centro de Arte Alameda (ex-Normandie), un segundo piso animado por una incipiente barra y la buena onda por sobre cualquier otra consideración.

Por supuesto que partió muy tarde, es parte del «encanto» del lugar, en extremo relajado aunque es muy divertido hacer people watching, ya que es un sitio de personajes muy singulares y muchas veces simpáticos. Llegamos en el momento en que se efectuaba la prueba de sonido, muy artesanal pero no menos virtuosa, el gran Tea Time, animando a los músicos acompañantes para asegurar que todo sonara bien, DJ Caso con su toque mágico en los scratchs, los saxofonistas Agustín Moya, Ignacio González y Claudio Rubio además de la trompeta virtuosa de Sebastián Jordán, seguidos por la batería notable de Julio Denis, el bajo de Peña y la guitarra increíble de Nico Vera. Una prueba de voz de Paz Court y del gran Rulo (otro miembro del grupo ícono  Los Tetas al igual que Tea Time y que pronto darán concierto de re-lanzamiento de la maravillosa agrupación), dieron buena fiesta en la espera.

A la hora que no era (mucho después de la hora definida), comienza el despliegue de la banda. Un escenario pequeñísimo, un público jóven que gustoso se sienta en el piso, varias cámaras tomando muestras de lo que se comenzaba a desarrollar.

A continuación, una muestra de letras y música deliciosas, una forma del jazz marcada por el funk y el hip hop, que pocas veces he escuchado en escenarios chilenos. Extraordinario el despliegue, hay mucho power en estos músicos con letras poderosas y acordes de vientos notables. El público, incondicional, vibra sensualmente con la delicia de una música hecha para conectar sentimientos de gente consciente del mundo que vivimos, lo que no significa estar de acuerdo con éste.

La seguidilla de temas, a pesar de algunos detalles técnicos, logran entusiasmar a una audiencia esclava de la buena onda y de la admiración por estos músicos excepcionales.

Entre el público no pude dejar de notar que estaba Cristián Gallardo de Contracuarteto, quien seguramente salió de su tocata rumbo a ésta, una muestra de la hermandad musical de esta generación de músicos excepcionales.

Extraordinario filete!!!!

Patagón : un lugar para buenas reuniones

Siendo necesaria una coordinación de muchos temas contingentes, los pasos nos condujeron a almorzar en el Paseo Bulnes. Un almuerzo de trabajo para tres no siempre es posible de satisfacer en cualquier lugar, pero con paciencia y buena voluntad se puede hacer milagros.

Caminamos hacia el Paseo Bulnes y comenzamos a seleccionar opciones.Tras unos minutos de caminata, llegamos a este lugar, que no es un restoran propiamente tal, sino una popular fuente de soda pero tiene la gracia de ser sabroso, abundante y posee una deliciosa terraza en pleno Paseo Bulnes.

Uno de los comensales, eligió el menú del día, con una crema de tomates, un fondo con carnes y acompañamiento además de un postre. Otro, con aires de sano, seleccionó de la carta una pechuga de pollo asada y ensalada. Por mi parte, algo más hambriento que mis compañeros, me quedé con una escalopa kayser y pure y un rico jugo natural.

Almorzamos en la increible tranquilidad que posee este paseo público, aprovechando muy bien el tiempo para discutir los temas que nos convocaban y alcanzar buenos acuerdos.

Almorzar en el Paseo Bulnes es una grata opción en periodo estival y espero que algún día lleguen más y variados sitios de comidas, ya que el lugar lo merece.

La Petite France : un biketrekking exquisito

Una mañana que me parecía fome, me iluminé con la idea de hacer un viaje en cleta tan lejos como fuera posible y que coincidiera con un buen sitio para almorzar rico. Esto, por cierto significaba dirigirme hacia la periferia de Santiasco y especialmente hacia el Cajón del Maipo.

Esta ciudad tiene la milagrosa virtud de estar rodeada por montañas y a poca distancia es posible disfrutar de un paisaje maravilloso y un clima propio de la cordillera y que hace increíble cualquier incursión. En cleta el asunto es un poco más complejo, pero no menos disfrutable.

Tras un avance de alrededor de 23 kilometros, llegué al lugar en que mi padre reposa de su viaje terrenal y me pareció un buen momento para conversar con él. Tras estacionar mi cleta, fui a comprobar las condiciones en que está su dormitorio, Al fin y al cabo estaba bien. Salí hacia los comercios callampas que están alrededor del cementerio y compré flores, aquellas que más me gustan y que estoy seguro que mi lindo viejo disfruta. Adorné la tumba de mi padre y mientras conversaba con él y nos poníamos al día de nuestras vivencias, reposé un buen rato.

Terminada la visita a mi viejito, seguí pedaleando por una buena cantidad de kilometros, me detuve a beber rico jugo de mote con huesillos (de hecho llené mi botella con jugo para disfrutarlo después), pasé por el Calypso, un restoran italiano exquisito que estaba llenísimo, luego el Ko, otro lugar que me gusta para finalmente llegar a La Petite France, un restorán con hotel que siempre apetece en el Cajón del Maipo.

Aunque estaba bastante lleno, ahí bajo los árboles del jardín había una mesa para mí. Puse mi cleta a un lado y bajo los árboles me dispuse a disfrutar un almuerzo campestre. Partí con un kir royale mientras revisaba la carta de menús del lugar. Me encanté con una ensalada de trucha ahumada que tardó un tanto en llegar. Los trozos de trucha estaban increíbles y decidí añadir una botella de agua mineral sin gas.

Posteriormente, solicité una merluza austral en salsa de camarones con couscous y espinacas a la crema como plato de fondo. La fórmula del lugar es un menú con varias opciones (hasta 4 por tipo), todas exquisitas de acuerdo a mis experiencias.

La oferta de vinos es un poco esmirriada, pero descubrí un sauvignon blanc santa digna 2007 que me servía muy bien para acompañar mi plato y no me equivoqué. Deliciosa combinación.

A la hora de los postres, el menú consideraba un delicioso helado de pistacho que no demoré en elegir y disfrutar. Como el servicio era bastante lento y me urgía volver a santiasco para otro placer, apuré el pago de la cuenta y las miradas agradecidas a la morena preciosa que me atendía.

Nuevamente abordo de mi cleta, un vertiginoso regreso a santiasco, a pesar del dolor muscular (siempre se me olvida elongar), hice un tiempo espectacular y llegué tras esos 87 kilometros a casa para una ducha reparadora.

Gran paseo, mejor biketrekking!!!

Ambrosía : deliciosa terraza

Uno de esos días calurosos y con una eterna mañana de compromisos laborales, solo incrementó mi deseo de poder ir a alguna buena terraza a disfrutar un almuerzo de primera.

No fue necesario pensar mucho dada la pobre oferta en el centro de Santiasco, así que caminando rapidamente ya estaba instalado en esa exquisita terraza escondida tras la el museo Casa Colorada en donde precisos ventiladores mantienen una atmósfera fresca y disfrutable.

Me atiende un mozo nuevo, pero pude notar como poco a poco otro mozo bastante habitual en anteriores visitas le aconsejaba sobre la atención. Buen detalle, ya que todo fluyó de manera fantástica y que es lo que me hace volver a este lugar.

Consultada la carta, pedí un Filete Croque Madame, trozo filete sobre una delgada masa con salsa bechamel incluido el jamón crudo, queso roquefort y algún fruto seco molido, coronado con un par de huevos de codorniz fritos y acompañado de papas hilo y una buena dotación de hojas verdes y pequeños crutones. también solicité una botella de un Malbec 2010 de Casillero del Diablo con abundante acidez para acompañar muy bien este plato

Mientras llegaba mi plato, se acercó el mozo más antiguo y charlamos un rato acerca de lugares de jazz, pues me comentó que me había visto en un sitio de jazz en Patio Bellavista en donde trabajaba algunas horas. Grata sorpresa y buena conversación.

Para los postres, la tentación de un Marquise de Chocolate y salsa de frambuesa fue preciso para luego  cerrar con mi rico café negro.

Definitivamente, Ambrosía tiene la mejor terraza del centro.

Tour de museos : una visita imperdible

Ya era tiempo de enfrentar un paseo por los distintos museos de Santiasco, pues se cumplía el plazo en que se renuevan las exposiciones. Comencé mi paso por el edificio de  telefonica-ctc (hoy womistar) solo para constatar que lamentablemente llegué un dia después del cierre de la exposición. Bueno, no siempre es tan matemático el proceso de renovación de muestras.

Seguí caminando en dirección al GAM, siguiente parada, en la que no tenía dudas acerca de encontrar algo interesante. Efectivamente, en el subterráneo me esperaba una interesante muestra acerca de la Propiedad Intelectual en Chile, un tema delicioso ya que a pesar de los años transcurridos desde la primera patente registrada en Chile, sigue siendo un tema controversial y materia obligada en todos los tratados entre naciones y por cierto, un asunto no resuelto para el fomento de la innovación en Chile. Llama la atención que lo que más se registra en Chile son marcas, inventos muy pocos y ni hablar de innovaciones disruptivas o asaltos tecnológicos que puedan posicionar al país en la retina de la creación tecnológica. Mucho por hacer!!!

Continué el paseo por el Mavi pero mantenía la misma exposición que revisé en mi visita anterior, así que tardé muy poco en seguir la caminata y esta vez directo al Museo de Bellas Artes (MNBA). Mucha gente, algo inusual salvo cuando hay una exposición que ha sido publicitada en TV. Como sea, en el primer nivel se desarrollaba una interesante muestra de esculturas de Edgar Degas, un personaje obsesivo con los detalles y sobretodo con el movimiento. Se imaginan el enorme desafío que él asumía, representar el movimiento grácil y delicioso de una bailarina de ballet o de un caballo trotando. Pues bien, Degas acomete esa tarea y realmente es notable el resultado. Cabe destacar que Degas es más conocido por sus pinturas, pero legó a la humanidad una enorme cantidad de preciosas esculturas, parte de las cuales se exhiben en el MNBA.  Es una delicia que disfruté lentamente observando desde muchos ángulos las preciosas figuras y consultando en línea los datos que obtuve al leer los códigos QR dispuestos para los espectadores en varias de las etiquetas de las esculturas. Gran acierto!!

En el subterráneo me encontré con una exposición deliciosa, llamada Brasil Brasileiro, con una muestra de una gran cantidad de artistas brasileños de diversas épocas y que representan de muy buena forma la creatividad de ese pueblo. El color y las formas son un festín de placeres que vale la pena visitar.

En el segundo piso, una maravilla fotográfica, se trata del maestro André Kertész en una selección de fotografías que recorren sus distintos periodos y su impronta indeleble, esta muestra es imperdible!!

Concluido mi recorrido por el MNBA, seguí hacia el MAC temeroso que estuviera cerrado debido a la reconstrucción recientemente iniciada tras el terremoto del 2010, pero fui sorprendido por un acceso habilitado en forma bien artesanal, pero ahí estaba mi querido MAC operando con dos pisos. En el subterráneo (zócalo), una muestra extraña pero no menos interesante, ya que los patrones del arte contemporáneo no admiten muchas clasificaciones. En el primer piso, además de la 4° Furia del Libro, una muestra de más de 1000 libros genial, muy under y de contenidos poco comerciales, lo cual la hace más interesante. Desde comic, pasando por poesía, declamaciones, luchas de género, minorías sexuales y todo lo que se puedan imaginar. es notorio que la mayor parte de los visitantes son jóvenes, nuestra salvación social e intelectual, ya que el resto de la población prefiere seguir las instrucciones de la TV y del staus quo.

Tras visitar la muestra de arte experimental de los 70 y 80’s, pude abandonar el lugar y respirar nuevamente agradecido del arte en santiasco, este tour de museos me hace sentir que todavía hay creatividad en el país.

Travesía Provincia – El Manzano : maravillosa aventura

Pasé muchos días esperando que el calendario me regalara esos tres días inhábiles que requería esta hermosa travesía por los cerros de la Cordillera Central y que me llevaría desde el cerro Provincia en la comuna de Las Condes hasta la zona de El Manzano en el Cajón del Maipo.

Organizado por un notable malayo, Gustavo, hubo muchos que se sintieron llamados a esta aventura, pero la cordura y un buen sentido de la seguridad permitió que el grupo fuera conformado por solo 23 entusiastas aventureros.

El día inicial y a la hora señalada, junto a mi gran amigo René y su nieto Nacho, llegamos al punto de encuentro en la entrada de San Carlos de Apoquindo. Equipados con todo el sobrepeso que nuestras espaldas pueden soportar (siempre es más de lo que recomiendan las reglas empíricas), poco a poco llegaron casi todos los malayos convocados.

Claramente esta aventura se constituiría en una de las travesías más numerosas que hemos realizado con los malayos y aunque a poco andar, mientras subíamos el cerro Provincia, se produjo un abandono por fatiga (hay que reconocer que no es fácil subir este cerro con carga), lo concreto que quienes continuarían lo harían hasta el final.

Cuando llegamos a Cancha Carrera, el frío comenzó a sentirse muy fuerte, estaba cayendo plumillas de nieve y la temperatura ambiente claramente había descendido mucho. El buen ánimo y sobretodo las ganas, nos llevaron a continuar el ascenso pues, a pesar de todo, estaba calculado que a todo evento llegaríamos con luz de día a la cumbre para hacer nuestro primer campamento.

Un frío intenso nos recibió en la cumbre y además de nuestro grupo, una interesante cantidad de otros excursionistas estaban en el lugar. Armamos campamento y comenzamos la rutina de hacer agua de la nieve para equiparnos para la siguiente jornada y para cocinar nuestra primera cena de la travesía. Con mi cordada, Pussy, preparé un rico puré al merkén con unas vienesas de pavo que saboreamos hasta el final, hambrientos y con mucho frío.

Muy temprano, ya estábamos arropados al interior de la carpa y nos dimos a la tarea de intentar dormir lo mejor posible tras la agotadora jornada. La vista desde la cumbre de Santiasco iluminado es formidable, dan ganas de estar siempre mirando desde esa altura y con la sensación extraordinaria de libertad que nos regala la montaña.

Temprano por la mañana, demasiado para mi gusto y con bastante frío (varios grados bajo cero), desayunamos de manera cómoda pues tuve la precaución de guardar agua caliente en mi termo y que se mantuvo muy bien durante toda la noche. Habiendo consumido una gran cantidad de calorías (ricas por cierto), nos dispusimos a desarmar campamento para iniciar la segunda jornada de nuestro viaje.

Dejamos el cerro Provincia y nos dirigimos al Morro El Tambor, un sendero muy claro y que sigue el curso de los filos de las montañas del sector. Varias horas de caminata con algunos descansos para incluir alimentos en nuestros cuerpos hasta llegar a las cercanías del desafiante San Ramón. Este cerro presenta una permanente ventolera de aire frío que a veces puede ser insoportable. Dejamos las mochilas y abrigados adecuadamente, nos fuimos por su cumbre.

Una vista excepcional, a pesar del viento implacable, nos permitió tomar muy lindas fotos de nuestro grupo. Me produce mucha alegría ser parte de un equipo tan espontáneo, buena onda y especialmente sano, lo cual se nota permanentemente en detalles deliciosos. Nadie discute los liderazgos, son naturales, todos en forma instantánea están dispuestos a ayudar a los demás, todos cooperan en mantener la armonía y alegría del grupo. En verdad, es demasiado grato, disfrutar la naturaleza en tan buena compañía.

Regresamos por nuestras mochilas y bajamos en dirección a Los Azules, buscando un lugar en donde cerrar nuestra segunda jornada con un campamento en donde recuperar energías y descansar. El lugar elegido, considerando cuanta luz de día quedaba y el cansancio del grupo, no fue el mejor pues el viento era implacable. Sin embargo, la buena onda primó y con maña fuimos capaces de armar las carpas a pesar del viento y mejor aún, hasta pudimos cocinar en condiciones absolutamente adversas. Esta noche, con mi cordada nos hicimos unos fideos caracoles con crema y atún, los cuales engullimos escondidos del viento en la carpa.

La segunda noche fue algo tortuosa, pues el viento nos azotó incesantemente, al punto que gran parte del tiempo el techo de la carpa nos golpeaba las caras. Evidentemente, fue difícil dormir en forma continua, pero igual descansamos lo suficiente como para retomar la travesía con muy buen ánimo.

Considerando el viento, decidimos que desayunar merecía un mejor lugar, así es que iniciamos tempranamente el descenso hacia la casa de un arriero, en donde sabíamos que encontraríamos agua y unas mesas en donde darnos un festejo.

En efecto, tras unas pocas horas, llegamos primero a un refugio abandonado (que ganas nos dieron de reconstruirlo en nombre de Los Malayos) y luego llegamos a la casa buscada en donde nos dimos maña para un banquete malayo de epopeya. Es divertido observar como de las mochilas salían delicias, jamón serrano, huevos, quesos, paltas y cuanta exquisitez se puedan imaginar. Ahí tomé contacto, una vez más, con el espíritu del grupo, había que pasarlo bien y todos dieron lo mejor para que eso fuera posible.

Desconozco como fuimos capaces de seguir la travesía después de comer tanto. Pues bien, continuamos la ruta, descendiendo e iniciando el cruce repetido del río, haciendo equilibrio en las rocas, improvisados puentes que todos salvamos sin complicaciones mayores. Perdí la cuenta de cuantos cruces de río realizamos, pero todos y cada uno de los integrantes del grupo lo conseguimos.

Hacia el final de la travesía, el bendito regalo de las empanadas y cervezas, que nos esperaban a la salida de El Manzano. Allí, previo aviso, nos tenían una provisión asombrosa de empanadas de pino, también de queso, para saciar toda el hambre acumulada. Un final de antología para una travesía maravillosa.

Unas fotos del recuerdo, para mis queridos malayos.

El Ganso y la Parrilla : un cambio necesario

Buscar lugares para comer rico en el centro de Santiasco es una obsesión que me acompaña hace algunos años y que reconozco nacida de mi inconformismo estructural con la apabullante oferta de comida rápida que basurea el centro. La enorme cantidad de personas que trabaja en el centro perfectamente permite tener ofertas para comer con más calidad y a precios razonables.

Para justificar la incursión, nada mejor que una reunión almuerzo para poner al día muchos temas con un viejo partner. Lo llevé directo al Paseo Bulnes, un sector que debería estar lleno de ofertas gastronómicas y podría convertirse en poco tiempo en un polo del disfrute. No hay tráfico vehicular, es un paseo peatonal, cuenta con grandes espacios y lindas fuentes de agua, es definitivamente perfecto!!.

El lugar elegido para la ocasión, el ganso y la parrilla; en abierta referencia a una de las tabernas de la masonería del siglo 18; es un sitio de tamaño mediano, muy sencillo pero bien atendido. El rumor de conversaciones en su interior, nos llamó la atención por lo animado y a pesar de haber dado una vuelta viendo otras opciones (pues las hay), regresamos a instalarnos aquí.

Afortunadamente, allí estaba una mesa libre, la única, para que pudiéramos iniciar nuestra reunión. Agua mineral para refrescar gargantas y luego sumergirnos en la carta, bastante abundante para nuestra sorpresa. Los platos, acordes al hambre desatada, una enorme hamburguesa casera en formato «a lo pobre» y un trozo tremendo de lomo con puré al merkén sumados a una buena botella de cabernet sauvignon, fue nuestro potente acompañamiento mientras analizábamos una multitud de temas y armábamos estrategias para resolverlos.

Un almuerzo largo y entretenido, gozando esas opciones escondidas de santiasco.