Día Mundial del Jazz : imperdible en Thelonious

Cada 30 de abril, justo antes del día del trabajador, se celebra el grandioso día del jazz. había pasado un buen tiempo desde mi última incursión en mi lugar preferido de jazz, el Thelonious por supuesto. No tuve tiempo de hacer reserva y a pesar que sabía que estaría muy lleno, decidí ir.

Ingresé entre una increíble multitud, muchos de ellos ambicionando ocupar el par de mesas libres que estaban reservadas. Dirigí mis pasos hacia el fondo del local en donde fui recibido con los brazos abiertos por el gran maestro Erwin, un afectuoso abrazo y Erwin mandó a sus chicas a chequear las mesas mientras yo me quedé de pié observando como los músicos ensayaban lo que sería el espectáculo de esta especial noche. Como siempre, Erwin sorprende, apenas se cumplió el plazo fatal de la reserva, personalmente me llevó a la mejor mesa frente a los músicos. Que maravilla ser atendido de esta manera, lo siento como un premio por 10 años de fidelidad.

Mientras decidía por la botella de vino que me disfrutaría esta noche, encargué esa deliciosa combinación de aceitunas y queso de cabra que tanto me gusta. Pronto el familión Lecaros llegó al escenario, junto al gran Mauricio Rodriguez para recrear un fantástico disco que hicieron juntos años atrás.

Durante la representación, incluyeron a la hermosa voz de Paz Court y luego a los extraordinarios músicos Sebastián Jordán y Agustín Moya. Una noche espectacular, música deliciosa y un ambiente de gente educada que disfrutó en silencio la maravillosa música de estos talentos nacionales.

Dejé algunas fotografías para el recuerdo.

 

Melissa Aldana : la visita de la diva chilena del saxo

A veces me resulta imposible creer que esa niñita que conocí hace unos 10 años, esté convertida en la mujer poderosa que esta noche saldría al escenario. En sus comienzos, Melissa siempre mostró que su talento interpretativo era extraordinario, pero pesaba su juventud y quizás el mundo que aún no conocía. Su prodigio la llevó a estudiar al famoso Berklee College of music donde rápidamente se destacó como un prodigio. Finalmente se instaló en el circuito norteamericano y hace frecuentes giras con importantes músicos.

Un mensaje SMS de mi querido hermano me advirtió que esta noche tocaría Melissa en Thelonious despidiéndose de Chile tras concluir sus vacaciones. Antes de esta noche, la ví el 2007 cuando vino de vacaciones desde Boston tras haber iniciado sus estudios en Berklee. En esa ocasión, tocaba clásicos de Coltrane y otros además de temas de quien era su novio.

En el escenario, junto al contrabajo de Eduardo Peña y la batería encantada de Andy Baeza, aparece una delgada y hermosa mujer con su saxo, para dominar la escena. Ahora no solo toca clásicos sino que tiene composiciones propias (ya grabó un disco el 2010) y son magníficas. En algunos temas, se hace acompañar por Nicolás Vera en la guitarra y Agustín Moya en saxo para lograr  un quinteto delicioso.

Cuánto crecimiento, una artista de nivel mundial y con su sencillez característica. Recuerdo que cuando escribía filetario en formato de news, cada vez que había un concierto de jazz en que estuviera Melissa, les recordaba a todos, que aprovecharan porque más adelante iba a costar mucho dinero asistir a verla, porque ella es una diva del saxo.

Maravilloso desempeño, un gran momento de disfrute que capturé en algunas fotos que dejo para que mueran de envidia.

 

Cristián Gallardo Cuarteto

Ufff, una semana de muchísimo trabajo y poco disfrute. La verdad que temporada de vacaciones de algunos casi siempre significa que hay mucha pega por hacer de otros.

No podía cerrar la semana sin celebrar la música en vivo y en este caso, en manos de un músico excepcional y sus invitados. Me refiero a Cristián Gallardo, saxofonista y flautista (Contracuarteto, Quintessence), quien junto a un pianista de campeonato Tomás Krumm, un contrabajista serio y preciso, Cristián Orellana y al imponderable Arturo Salinas, gran baterista nacional, todos dieron vida a una tocata deliciosa en Thelonious.

Poca gente, se nota que febrero es un mes que la mayoría prefiere para ir a hacinarse a otro lugar distinto de Santiasco. Sin embargo, no faltó entusiasmo ni buena onda. Temas de Thelonious Monk y del propio Gallardo animaron una noche muy disfrutable. Imagino que lo que se escuchaba en la calle fue una invitación irresistible para hacerse parte del disfrute musical que estaba en curso, asi que poco a poco se fue agregando público a esta tocata que estuvo de miedo.

Me gusta Gallardo, es un profesional de la música extraordinario y sabe manejar los ritmos y la destreza propia y de sus acompañantes. Fue una tocata de alto nivel, buen jazz.

Por cierto, el gran compañero Erwin (dueño del Thelonious) y su generosidad a toda prueba, me prestó un CD de Chet Baker exquisito.