Usando la versatilidad : plan C y siguientes

Me levanté a las 5:30 horas para preparar mi mochila y víveres para una excursión a la zona de Los Andes, la laguna El Copin y el Morro La Cruz. Como es de costumbre, preparé un buen  té con especias y alguna delicia para compartir con mis amigos malayos y me apresuré en llegar al punto de encuentro. De hecho, llegué adelantado y a la hora precisa pasó el buen David por mí.

Mientras nos aproximábamos al lugar, el clima se comenzó a embravar y sospeché que nos haría difícil la jornada. Nos enfilamos hacia Los Andes una veintena de malayos, decididos a vencer la contrariedad de la naturaleza pero en medio del viaje comenzó a llover y la sospecha empezó a ser más cierta.  Sin embargo, dejó de llover y decidimos empinarnos por el camino de tierra, pero pronto fue una espesa neblina y el barro que nos hacía resbalar los vehículos lo que nos convenció definitivamente que este día no iba a tener paseo.

La cordura malaya decidió que era momento de volver, la montaña siempre estará ahí, el momento de escalar no era éste.

Iniciamos el  retorno en donde me preocupé de entusiasmar a mis amigos malayos para pasar por unas empanadas, un buen aperitivo ante de de volver a Santiasco. El aperitivo se transformó deliciosamente no solo en empanadas, sino en unos ricos sandwiches de pernil, palta y mayo, unos panes amasados y algunos regalos para la ciudad. Con la barriga llenita, regresamos  a Santiasco y una vez en mi departamento, decidí prolongar el disfrute con  nuevas opciones.

Una rica y calientita ducha, para ordenar ideas y decidí ir por un buen tour de museos. Partí por el MAC, aunque destruida su fachada, hay acceso por el lado norte y una buena muestra de arte moderno en los dos pisos y subterráneo. Me sorprendió particularmente la performance torturosa de una artista que acepta ser golpeada con un chorro de agua antimotines hasta que el dolor no le permite soportarlo más. Raro!!

Me fui al museo de Bellas Artes, con deliciosas muestras con motivo del bicentenario. Muy recomendable, hay para todos los gustos. Me alegra ver que el MNBA se preocupó de todos los públicos. La muestra incluye aportes de diversos países que quisieron participar con su arte en  la celebración bicentenaria. Buen trabajo!!

Partí hacia el MAVI en donde encontré una muestra de Eugenio Ditborn, inquietante, extremadamente diversa y por cierto disfrutable. Luego me fui a reconocer el nuevo centro cultural Gabriela Mistral, la vieja Unctad III incendiada, para otros el Diego Portales, lo que sea, ahora es un pretencioso centro cultural, que se ve bonito aunque profundamente incompleto. Me parece que se vieron obligados a abrir antes de tiempo. Ya veremos!!

Seguí avanzando y me fui a disfrutar las pinturas de Pepe Moreno en el Centro Cultural Alameda, muy lindo y underground. Totalmente recomendable.

Un gran recorrido, aunque no haya montaña santiasco siempre ofrece opciones!!

Sibaritas para sibaritas

Viernes. El día deseado por todos, el día de hacer algo delicioso que cierre una semana cargada de trabajo y poco disfrute. Reservé una mesa con vista ala pérgola para sentir la energía primaveral y disfrutar del clásico restoran Sibaritas. Muebles clásicos combinados con bonitos y modernos cuadros de pinturas, le dan un toque más informal al ambiente.

Pedimos un menú de degustación, una excelente forma de probar variados y ricos sabores; partimos con tres ensaladas muy elaboradas y sabrosas, los platos de fondo, una trucha rellena sobre un cerro de verduras cocidas, francamente delicioso y un filete delicadamente adobado acompañado con papas a la crema, maravilloso. Un vino reserva de Tabalí le dio el toque de excelencia. cerramos con un plato de tres postres, tres sabores más que anotar.

El servicio es de lo mejor que he podido probar. Ojalá muchos restoranes aprendieran lo que se juegan con los mozos, un buen servicio no solo se agradece sino que hace que la experiencia de placer se amplifique. Muy bien.

Me dará mucho gusto volver de vez en cuando a este rico restoran.