Regreso al Osaki : disfrutando cena nikkei

Han pasado unos cuantos meses desde la inauguración del Osaki, un local de comida fusión peruano-japonesa y esta noche era perfecta para una cena en dicho lugar.

Llegamos tarde tras el disfrute de una obra de teatro y el sitio estaba lleno, lo cual me alegró mucho, ya que mi experiencia anterior dejaba abierta la posibilidad que este lugar prendiera entre los amantes de la rica comida. Tan lleno que tendríamos que esperar un rato en la barra (sushi bar) mientras elegíamos el aperitivo y se desocupaba una mesa.

No alcanzamos a recibir el aperitivo, nuestra mesa regiamente ubicada nos esperaba. Hasta allí llegó el ceviche clásico con los respectivos pisco sours, combinación deliciosa.

Mientras disfrutábamos la entrada, revisamos la oferta de platos en la carta y aparecieron dos delicias, un filete huanca niku (filete al punto sobre vegetales salteados al wok con papa majada con salsa huancaína) exquisito y para mi partner una jaleita nikkei (chicharrones de pescado, camarones, calamares sobre yuquitas fritas (mandiocas) y chifles (plátanos peruanos) con un vaso de leche de tigre). Platos deliciosos, que se acompañaron felizmente con una botella de Parcela 7 un fantástico ensamblaje de Von Siebenthal 2008.

No había espacio para los postres, por lo que pasamos al café, un par de buenos cafés negros que dieron cierre a la rica cena.

Osaki, bien por la comida nikkei!!

Zabo : gran opción en Santiasco centro

Hacer un alto en la semana para almorzar rico y reponer energías limpiando la mente, no solo es deseable sino que es posible de hacer aún en Santiasco Centro.

Zabo es un sitio que apareció hacia agosto 2008 en la Plaza Mulato Gil y por lo tanto goza de una de las mejores terrazas del Centro. Un lugar de diseño moderno, por lo demás se autodenominan el primer restorán de sushi y cocktails y verdaderamente tienen una variedad increíble de cocteles a lo que añade una calidad de servicio sorprendente.

Una deliciosa brisa en la terraza y música chillout de buen nivel, fue la bienvenida. Una rápida incursión del mozo para comentar el menú del día y dejarme la carta de comida y de cocktails.

Para comenzar unas deliciosas gyosas de camarones a las que siguió un plato de salmón teriyaki exquisitamente preparado. Una copa de buen Malbec argentino, profundo y delgado, dio los tonos precisos para este frugal almuerzo de media semana. Delicioso y rápido.

Quedé con algunos minutos, los suficientes, para visitar en el mismo lugar el museo MAVI con la exposición El Arte de Amar, un lúdico recorrido con pinturas y esculturas acompañadas de estribillos de canciones de amor muy populares.

Rica experiencia y muy bien por Zabo.

Naruto Sushifusión : recién comenzando

Absolutamente casual fue que encontré abierto este nuevo lugar del barrio Manuel Montt. Había observado durante meses (desde diciembre 2008) como poco a poco era transformada la casa esquina que antes alojó al Cabeza de Chancho y posteriormente al Canopia. El nivel de la intervención, la cantidad de detalles de buen gusto y el aire que mostraba la nueva casa, me mantuvieron curioso por bastante tiempo y esta noche lo pude disfrutar.

Recorrí el lugar desde la pequeña terraza a la calle (demasiado cerca de la calle para mi gusto), un primer piso espectacular, con una distribución precisa, elegante y de buen gusto. Luego un segundo piso verdaderamente irreconocible (me acordaba como era antes y fue totalmente transformado, aparentemente lo único que queda es la escalera), paredes, piso y techo blancos, el color salta desde dos paredes estratégicas en donde se pusieron lindas ilustraciones de extremo a extremo con una lúdica representación del mismo local lleno de gente disfrutando (debe ser el sueño de los dueños). Es una obra notable de diseño interior, en el techo crearon una pequeña estructura para producir efectos de iluminación, los cuales se ven en distintos rincones y pequeños espacios que crearon en algunas esquinas y otras paredes. Hay un salón vidriado y cerrado para recepciones privadas y una puerta que conduce a lo que espero sea lo mejor del lugar, una gran terraza que construyeron en un tercer piso que se añadió a la construcción. Si bien no está aún habilitada, es una promesa que espero cobrar.

El espacio entre las mesas es ideal, la temperatura óptima (aunque para algunos estaba algo frío) y la moderna música ambiente fabulosa aunque la silenciaron temprano (para evitar reclamos de los vecinos dijeron, aunque el volumen era adecuado y dudo que se escuchase afuera del local)

Partí solicitando mi agua mineral y la carta, lo que tardó un poco más de lo que esperaba. En verdad, el servicio estuvo lento, pero totalmente perdonable ya que claramente llegó más gente de la que esperaban para ser el primer día de marcha blanca. Como entrada solicité un Veggi Tempura, con tres tipos de verdura, el cual estaba delicioso. (aquí anoto que el chef debió asegurar que los trozos se puedan comer de un bocado y no tener que hacer malabares con los palitos). Para mi plato de fondo, pedí lo que más tentador me pareció de la contundente carta, un Naruto Special Roll y ….. se había acabado!!!! (el mejor plato de la casa no se puede acabar tan temprano, en fin, otro error de cálculo de visitas). Lo cambié por Teriyaki de Atún y aproveché de anotarme con una botella de Calyptra Pinot Noir del valle del Cachapoal, realmente fantástico. No obstante, debo mencionar dos errores que hice notar a Dong Wook, el agradable e ingenioso dueño del lugar. El plato cumplió con traer el delicioso atún grillado en salsa teriyaki, pero jamás llegó el arroz ni la sopa miso que indicaba la carta y el otro, más típico, el pinot noir llegó a temperatura ambiente (lo cual solucionaron apresuradamente con una linda cubeta de pedestal con mucho hielo y agua).

A pesar de los perdonables errores, apuesto por este lugar, es demasiado bonito y bien conceptuado. De seguro en un mes más estará a punto.

Wasabi sorpresivos rolls

A pasos de 11/09 por la calle Manuel Montt está este exquisito lugar de comida japonesa. Bien ambientado y atendido. La carta muestra una gran variedad de platos y especialmente de rolls, pero llama la atención los llamados rolls especiales y la ausencia, muy sentida, de un buen pinot noir (somos fanáticos de los tintos).

El pedido, tres variedades especiales para quedar literalmente «chato». Unos rolls con camarones tempura y cubiertos con palta, otros cubiertos con crema de queso y unos calientitos, deliciosos envueltos en pollo con una salsa fantástica. Para beber, tuvimos que acudir a la vieja receta de un carmenere (a falta de Pinot Noir), el cual quedó un poquito fuerte, pero nunca conflictivo.

Ah, la música excelente, Saint Germain y Dead Can Dance sobretodo.

Una grata sorpresa para un almuerzo de viernes.