Chick Corea Trío : excepcional disfrute

Asistir a un concierto de Chick Corea es casi sin dudar la mejor oportunidad de conocer nuevos músicos excepcionales. tengo la impresión que es un legado de Miles Davis, quien siempre se acompañó de nuevos talentos como lo fue el mismo Chick Corea.

Como sea, me encanta esta música y Chick Corea sabe como satisfacer esta necesidad de buena música. vino con músicos de excepción, el bajsita Eddie Gómez y la batería milagrosa de Antonio Sánchez. Una jornada de jazz delicioso, una posibilidad especial para los pacientes.

Gran jornada!!!!

Tricky : trip hop filete y muy jugoso

La actuación en Chile del famoso Tricky, baluarte mundial del trip hop, era un filete imperdible del fin de semana. Su decena de álbumes y numerosos sencillos avalan el prestigio del artista, quien desde 1994 viene dando que hablar y ahora con nuevo disco, llega a Santiasco.

A la hora definida para el inicio del show, llegaba todavía una multitud de fanáticos. Así es que con bastante atraso, fue el gran DJ Raff quien dio comienzo a la cita electrónica. Contundente y dominador de su arte, nos hizo disfrutar a todos. Tras un breve receso, apareció la nueva vocalista de Saiko -Marcela Thais- con su banda Leche. Una verdadera sorpresa, canta bien, se mueve sensualmente y domina el escenario con su música. Buen exponente chileno y según supe después los auspicia el mismo Tricky.

Con todo este preámbulo, una hora y media tardó en aparecer Tricky y su banda y lo hizo a lo grande. Un bajo, una guitarra, batería excelente y un tecladista acompañan a Tricky y a una chica de voz maravillosa, quien fue el cable a tierra del show. Debo añadir al sonidista en la banda, ya que sus manejos de los ecos y de la calidad del sonido estuvo a gran altura.

Tricky es un chico «malo», rompe todas las reglas y aún así gusta. A la segunda canción ya estaba con su torso desnudo y fumando yerba. Pronto decidió pasarse a la cancha y meterse en la muchedumbre, canciones después haría subir a todos los que quisieran al escenario y el show sin parar. Botó deliberadamente, canción a canción, los micrófonos, empujó y tironeó hasta cansarse la batería y los teclados, mucho, mucho jugo. Y el público, delirando!!!

La música pasaba del trip hop, al pop e incluso al rock, pero sin perder el estilo. Un show que dejó a una multitud muy prendida para la fiesta electrónica que seguiría en el mismo Teatro Caupolicán.

Ornette Coleman : free jazz

Un exponente del jazz tan relevante como Coleman, no podía dejar de considerar como cita musical en vivo. A sus 78 años, Ornette Coleman es definitivamente prodigioso, toca el saxo, la trompeta y el violin de una manera increible, en su propio estilo y de tal forma que pareciera que el instrumento emite los sonidos sin esfuerzo por parte del intérprete. Juraría que Coleman ni siquiera toma aire para sacar esa música sorprendente del saxo.

El concierto en el Teatro Caupolicán parte con algo de retraso debido fundamentalmente a los problemas con las entradas compradas por internet. Una falla produjo el caos y una discusión que todavía me resuena en mi mente. En fin, el mal rato se compensó con creces con el notable prodigio musical al cual asistimos.

Un recital breve pero contundente, un paseo por el virtuosismo y el arte del free jazz. Un escenario extremadamente sencillo, con una iluminación estática, nada que perturbara el centro de atención. Acompañado de un baterista genial, una guitarra de campeonato y un contrabajo impresionante. La sintonía entre los músicos no se alteró ni siquiera cuando agradecían los aplausos y se retiraban del escenario para un pequeño corte, al cual siguió, para pesar de todos, un único tema final.

Coleman, asombró a todos viajando a los límites de la combinatoria musical, a los bordes de la armonía y encendiendo a un público adicto. Grande!!!!

Emir Kusturica : rock gitano extremo

Llenar un Teatro Caupolicán a la hora de un partido de futbol de la selección chilena puede parecer extraño, sin embargo, la hora de este recital coincidía con un famoso duelo futbolístico y la gran mayoría decidió entrar y ver el partido en las pantallas al interior del estadio.

La hora del concierto quedó desplazada a las 21 horas y a esa hora volví para ver y escuchar la música que me gusta. Con pocos minutos de atraso, partió un despliegue de energía y música gitana que prendió el teatro como pocas veces he visto. Lleno absoluto, no podía creer como a unos pocos acordes de distancia, todos estaban bailando y saltando desaforadamente, hipnotizados con los ritmos sencillos pero potentes de la banda de Kusturica.

Emir Kusturica toca la guitarra y en realidad ocupa un rol secundario en la banda, un acto muy humilde por cierto, quien la lleva es el solista y animador de la No Smoking Band, un epiléptico individuo que sin mayor estética, provoca el encanto y comienza a manejar a su antojo al público, haciéndoles bailar y cantar como un gran director de escena.

Casi dos horas de ritmos endemoniados que permitieron que se introdujera la banda nacional Mano Ajena para poder salir ellos del escenario, estaban todos tan prendidos que sin este cambio jamás podrían haberlo logrado.

Rock gitano sencillo y potente, una delicia para el cuerpo y como se dijo, las penas del fútbol se pasan con música.

Jean Luc Ponty : la certeza de un buen filete

Un Teatro Caupolicán muy lleno en un día lunes 13 es una muestra eficaz de un buen espectáculo, no creen?. El invitado, Jean Luc Ponty & His Band.

A la hora acordada más la media hora de holgura chilena, se hace presente la banda, Jean Luc Ponty a la cabeza con su clásico violín eléctrico y su tenida de riguroso luto, en los teclados un William Lecomte sólido, en los bajos el camerunés Guy Nsangué Akwa y la sorpresa de la noche, el batero Damien Schmitt que sacó alaridos y aplausos por doquier por su maestría. Por cierto, todos con el riguroso traje negro, al estilo frugal de Ponty.

Temas clásicos y nuevas versiones con las que Ponty muestra su vigencia a pesar de los más de 30 años de oficio.

Un espectáculo filete que me regalé para celebrar mi cumpleaños.

Flairck :sueño cumpliido

Un grupo excepcional que conozco desde los tiempos de universidad, se aparece por Santiasco después de más de 10 años. La verdad es que tras saber de su desaparición formal, solo quedaba aventurar ilusiones de cual sería la formación con la que llegaría, tras su disolución.

En un teatro Caupolicán a medio llenar (claramente por los exorbitantes precios de las entradas), cuando aparece el mítico Erik Visser, por un momento ilusioné que le seguirían el resto de la banda, pero contra todo pronóstico, solo le siguieron profesionales músicos, pero ningún original. Durante todo el concierto juré que estaba la hermana de Erik en el escenario, aunque muy torpe de mi parte, pues ella hace vientos y esa atlética rubia que creí su hermana era una formidable violinista.

Flairck se convirtió en Erick y virtuosos acompañantes, lo cual no obsta a que el espectáculo fue grandioso. Flairck es mi adorado grupo de música de cámara especial, son excepcionales y tengan respeto, son 40 años de gran música y desde mediados de los 90 que no venían a maravillarnos.

Tras el bis, apareció en escena un ejército de músicos con flautas y zampoñas para dar la nota innovadora y formidable que se espera de tanto talento reunido en un escenario. Bien por el grupo Tribu.

Flairck, después de todo, valió cada peso pagado por verles, son increibles!!!

Con humor y talento por doquier, Flairck hizo un espectáculo grandioso, un disfrute completo

Muse en Chile : gran concierto

Había comprado con tanta anticipación las entradas a este concierto, que casi olvido que ocurriría. Ya que las compré por internet, debía llegar un poco antes a retirar el ticket por ventanilla.

Cuarenta minutos antes del show llegué confiado en que tendría holgura suficiente para elegir una buena posición en la platea. Gran error, encontré un Teatro Caupolicán repleto, la gente había comenzado a llegar apenas después del almuerzo. Me tuve que conformar con una posición, nunca mala, pero menos de lo que esperaba.

Muy británicos, partieron a la hora precisa, sin pompa ni presentaciones. Estaba claro que el prestigio que tienen sus 10 años de trayectoria y galardones varios por sus shows en vivo, no eran solo propaganda. Matt Bellamy, es formidable no solo una increible voz, una guitarra asombrosa, un piano mágico sino que maneja el escenario con precisión. La música de Muse es alternativa, indie rock algunos dicen, pero claramente representan un movimiento de buena música europea.

Los coros del bajista Christofer Wolstenholme magníficos y las percusiones maravillosas de Dominic Howard le dieron una potencia sorprendente al recorrido musical de la banda. Un cuarto miembro se encargó de las bases electrónicas, casi oculto a un costado de la imponente batería.

Un espectáculo de primera con un público incondicional. Grande Muse, notables!!!

Bajofondo : totales!!

Jueves 20 pasadas las 22:15 horas, se deja caer la música electroacústica del grupo bajofondo en el Teatro Caupolicán. Bastante lleno el lugar y solo fans, porque el delirio se desató con los primeros acordes de la fascinante e inclasificable música del grupo. Con gran potencia en los parlantes y una buena combinación de luces y proyecciones (una chica a cargo), el show fue un éxito desde el comienzo.

En menos de una hora, ya tenían a todos bailando, saltando y dando el mejor jugo electrónico. Un paseo por los temas más famosos de la banda, para llegar a una suerte de intermedio virtuoso. El gran Martin Ferres nos deleita con su maestría en el bandoneón. Luego van apareciendo otros instrumentos acústicos, hasta que se vuelve a conformar el grupo y el power nuevamente hace vibrar el teatro. Músicos virtuosos, la voz potente de Santaolalla incluso superpuesta sobre su propia voz en las bases electrónicas, rapeados y hasta intervenciones de mix y scratch del virtuoso Supervielle.

Dos horas de show y tres bis notables dieron por terminado el show y sin detenerse un segundo partió un carrete electrónico de miedo.

Extraordinario espectáculo, original, potente y bailable.

The Rite of the Strings

Una noche de música en vivo y ejecutada por verdaderos maestros es un placer que no me gusta perder.

Jean Luc Ponty, Al Di Meola y Stanley Clarke juntos en el mismo escenario entregando su arte y simpatía a un Teatro Caupolicán bastante lleno. Un espectáculo que bien merecía el Palco que elegí y un escenario extremadamente austero. Estaba claro, que lo importante eran los músicos.

Con 15 minutos de retraso, bastante pifiado, partió rapidamente la música, los tres con una sencillez y humildad propia de los maestros, repasaron temas del jazz moderno y piezas notables de Ponty. Haciendo gala de sus extraordinarias ejecuciones, respetuosamente se pasaban el turno de instrumento principal y completaban a trio.

Seguidamente, Jean Luc Ponty tuvo todo el escenario para él, retirándose en ovación para dar paso al alegre y simpático Clarke, quien toca el contrabajo como si fuera una guitarra, al punto que se atrevió a tocar algunos acordes de rock, virtuoso y con poderosas manos. Dedicó un hermoso tema a su suegro, Antonio Prieto presente en la sala, lo que le valió un gran aplauso. Luego, dejó a Di Meola y su increíble guitarra. Realmente un guitarrista de lujo. Tras un par de temas deliciosos, volvieron a salir todos para un remate excepcional. Una breve retirada ya que nadie se movió de sus asientos sin parar de aplaudir y un bis con un gran tema, cerró más de dos horas de un espectáculo extraordinario.

Maestros!!!!!!