Paso del Norte : una obra notable

La oferta teatral en Santiasco sigue siendo abundante a pesar de la dificultad de mantener en pié las salas de teatro como es el caso del Teatro La Memoria, que afortunadamente reabrió sus puertas y presenta en estos días una obra basada en textos del gran autor mexicano Juan Rulfo. Me refiero al cuento Paso del Norte que esta noche fuimos a disfrutar.

El escenario se ilumina con los tonos de una tarde soleada en algún lugar desértico en donde nada ocurre que no sea matar el tiempo bebiendo alcohol. Petrificados, tres personajes y lentamente los dos cuates sentados y cubiertos por sus enormes sombreros entonan una lastimera canción mientras el que permanece en pié les observa y escucha. Largos minutos de esta escena que parece pintada sobre el fondo del escenario hasta que el personaje de pié revela el tema. Viene a pedir a su padre que se haga cargo de su mujer e hijos mientras el pasa ilegalmente hacia EEUU por el paso del norte en busca de alguna oportunidad de hacer dinero para poder sobrevivir.

«Padre, usted me nació!!», le dice angustiado a su padre y seguidamente le reclama la miseria y las nulas opciones que le dio para su vida. Es un relato triste y duro que derrocha pobreza y desesperanza. El joven se marcha al sacrificio y solo regresa convertido en un fantasma para contarle a su padre que lo habían matado al cruzar el paso, también para saber de boca de su padre que Tránsito, su mujer, había marchado con otro y que para financiar los gastos de mantener esta familia, su padre había vendido su casa.  Doblemente miserable, el joven fantasma ahora se marcha en busca de su mujer.

Una obra que sobrecoge porque logra transmitir con fuerza ese realismo mágico y triste de estos pueblos pobres que se sitúan más allá de lo que aceptamos como realidad.

Dos obras para comenzar la temporada del Santiago a mil

Comienza Enero después del fallido fin del mundo y comienza el mejor carrete cultural de Santiasco. Me refiero a la increíble programación de teatro, danza, ballet y música que trae el Santiago a Mil. De hecho, hoy voy a comentar dos obras que marcan mi inicio en esta versión 20 (veinte años!!!) de esta fiesta cultural.

La primera obra corresponde a a una adaptación de Alfredo Castro de la obra original de Eugene O’neill llamada Distinto, que se mostró en el  Teatro Municipal de Las Condes. Llegamos sin grandes pretensiones pero convencidos que sería una buena obra dada nuestra experiencia con el trabajo de Castro. Extraordinaria la obra, la tensión sexual de los personajes y las volteretas estúpidas de la mente y del comportamiento humano se evidencian de manera muy clara. Una historia de amor marcada por la brutal incapacidad de Emma de amar y la torpeza imperdonable de su amante que la espera 30 años para que aparezca la madurez que jamás llegaría. De alguna forma me hizo pensar en que muchas veces esperamos de la pareja cosas que jamás serán capaces de dar y malgastamos la vida en dicha espera. Definitivamente la obra me gustó, me mostró que en actos de amor podemos ser demasiado enfermos.

La siguiente parada fue una obra de danza moderna, Travelogue I Twenty to eight (Diario de viaje I – veinte para las ocho) en el Teatro Municipal de Santiago, una pieza de la heredera de Pina Bausch, llena de erotismo y sensualidad en donde los objetos cotidianos se transforman en artefactos de significados como correlato natural del virtuoso despliegue físico de los artistas. Hay mucha histeria y convulsión erótica no resuelta que los bailarines hacen notar en cada momento y que finalmente hablan de la cotidianidad humana y con todos sus defectos.

Santiago a Mil, comienza y promete mucho. He elegido 14 espectáculos que me ocuparán todo el mes de enero y que espero sean puro goce.

 

Fulano Zutano & Merengano : reencuentro delicioso

Hace poco tiempo que este querido lugar, reinventado en el Patio Bellavista, cuenta con patente de alcoholes, algo fundamental para poder disfrutar una buena cena. La versión anterior de este restoran en calle Agustinas,  la disfruté por varios años y me alegró mucho su reaparición.

Tras asistir a una obra de teatro sorprendente en el Teatro La Memoria, tenía la justificación precisa para ir a comer rico. Una obra basada en un texto de Maurice Maeterlinck, bajo la dirección de Rodrigo Pérez convoca a 8 actores notables, incluido el increíble Alfredo Castro (dueño de casa), para recrear una obra compleja, acerca de la fragilidad humana, la armonía artificial de la familia y lo que puede ocurrir en segundos cuando llegas a saber algo que puede romper la oficiosa y formal  tranquilidad interior.

Salimos del teatro en animada conversación, repasando detalles y textos de lo visto y caminamos hasta el Patio Bellavista hacia FZ&M. Elegimos el segundo piso, alejándonos del ruido ambiente y nos instalamos en un gran salón, deliciosamente diseñado, acondicionada temperatura y delicada música lounge.

El atento mozo, pronto nos trajo esos ricos pancitos calientes y salsa de untar, para entretener el paladar mientras llegaban nuestros aperitivos. Un Kir Royale y para mí un Mojito Esmeralda, una combinación novedosa de vodka, arándanos, albahaca, jenjibre y limón, delicioso!!.

La cena, una corvina Poché,  un filete de corvina con couscous, camarones, choclo y crema ácida para mi partner y para mí placer, una tilapia con salsa peruana, un filete de rica tilapia con salsa de aji amarillo, queso de cabra al olivo y finas hierbas, sobre una cama de tierna y verde lechuga. Para amplificar el placer, elegí una botella de pinot noir Amayna, del valle de San Antonio, una maravilla que sigue deleitándome.

Compartimos un delicioso postre de chocolates, precisamente un mousse de tres chocolates, uno nde los mejores postres que recuerdo y buen café negro, mientras terminábamos la interminable réplica de sensaciones de la obra de teatro que compartimos.

FZ&M, está más delicioso que nunca!!

Teatro, restoran y música : gran krrtrekking

La obra que fuimos a ver esta noche, constituyó una de mis imperdibles del último Santiago a Mil y que agotó sus entradas casi antes de salir a la venta. Por eso, el que se repusiera en el Teatro La Memoria, con su elenco original y la misma y virtuosa dirección de Alfredo Castro, me llenó de alegría.

Mi acompañante se encargó de la reserva y aunque no eran numeradas, por una gracia del destino quedamos en la parte alta de la sala, lo que nos permitió ver en toda su expresión a cada uno de los actores y sus territorios en escena. De verdad si yo hubiera elegido las entradas habría comprado adelante y habría sido un error. Se necesita la perspectiva para engullir deliciosamente esta maravillosa obra. Historias de pasiones desatadas con resultado de muerte, historias de locos y asesinos, magistralmente entrelazadas y desarrolladas con enorme talento por los tremendos actores chilenos.

Imagino que en el año 1992, en su primera representación, debe haber sido bastante chocante por todas las formas del lenguaje que se utilizan, por lo crudo de las historias y por la contundencia de la actuación. Cada personaje increíble, con fundamentos tremendos para argumentar sus crímenes, para mostrar como sus historias personales eran dramas conducentes y que sus mentes enfermas guardan incluso coherencias espeluznantes. Mención especial para Paulina Urrutia, nuestra ex-ministra de cultura, en un papel maravilloso, su talento es desbordante, bienvenida en su retorno a las tablas.

Maravillados con la obra, el hambre comenzó a aflorar y nada mejor que una buena cena de comida española en La Bota ubicada en el Patio Bellavista. Para partir, un aperitivo muy especial, un sour de vodka extraordinario (maestralito, el trago de la casa), el que acompañó en forma notable unas tostadas con una suerte de pebre delicioso, cuyo nombre no logré retener.

Para los fondos, nos tentamos con unos ñoquis y para mi un cordero en una salsa deliciosa y sobre un puré fantástico. A pesar que la carta tenía un malbec (solo uno!!), no había disponibilidad por lo que acudí a un merlot de Montgras que fue un gran acierto para nuestra cena. En los postres, pedimos conocer la rica oferta de helados artesanales y nos dimos un gusto con una combinación de helado de psitacho y uno de tomate con albahaca, maravillosos!!!.

Con una temperatura deliciosa, decidimos que era hora de un espectáculo de música, asi es que caminamos unos pocos pasos y nos ubicamos en el Club de Jazz Bellavista del restoran Le Fournil. Llegamos a buen tiempo para disfrutar un energético show del quinteto de Antoine Alvear. Según me confidencia Felipe Riveros quien se acerca a saludarnos, Alvear es el mejor pianista de salsa que conoce y la verdad es que es increíble su desempeño, sus manos vuelan y retuerce todo su cuerpo con el afiebrado ritmo de la música que toca el grupo. Le acompañan un bajo, un saxo tenor, una batería y unas tumbadoras en potente ensamble de ritmos. Gran espectáculo y tremendamente energizante.

Gran krrtrekking, tendremos que repetirlo!!!