Almuerzo en Vietnam Discovery : cada vez mejor

Por semanas veníamos intentando coincidir las agendas con una gran amiga y poder almorzar juntos, pero como todo tiene solución, hoy sería la ocasión y temprano realicé la reserva en un sitio que hace tiempo no visitaba y que cumplía las condiciones adecuadas, un sitio exquisito y cerca de nuestros trabajos. Me refiero al notable Vietnam Discovery, que visité por primera vez hace más de un año.

La primera sorpresa al llegar, fue que existía una importante ampliación del pequeño y original lugar, un patio techado, luminoso y deliciosamente acondicionado para poder disfrutar de nuestro almuerzo. Recuerdo lo dificil que era conseguir una de las pocas mesas que tenía la disponibilidad original del local, incluso algo claustrofóbica por lo pequeña y ahora con fantásticos espacios disponibles.

Mi querida amiga, aunque no bebe alcohol  igual sabe disfrutar, así que pedí un aperitivo de la casa  llamado Golden Vietnam y ella un jugo, pero le permití probar mi aperitivo para que se vaya educando un poco en otros sabores. Al menos, admitió que estaba rico. Para acompañar pedí nems, como no sabía si le gustarían pedí solo uno por cabeza, pero después del rito de envolver el nem de cerdo y centolla muy caliente en la hoja de lechuga, agregar hojas de menta y untar en esa exquisita y tibia salsa vietnamita (Nuoc Nam), me di cuenta que habríamos podido comer una docena. Estaba exquisito!!

Mientras conversábamos y nos poníamos al día de tanto tiempo sin vernos, pedimos los platos de fondo desde la nueva carta del local. Ella prefirió un Pad viet camarón o Hu tieu xao tom  (fideos de arroz, camarones y trocitos de cerdo y pollo) y yo, goloso, me fui con el prometedor Bo bun cha vio (unos ricos fideos de arroz vermicelli, trocitos de nem de cerdo, cortes de lomo liso de vacuno con cebolla, lechuga, pepino, cilantro, maní y esa rica salsa vietnamita de toques dulzones), lo que no resistí la tentación de acompañar con alguna copa de vino. Aunque la oferta de botellas es bastante buena, hoy preferí por copa y la elegiga fue una rica copa de carmenere.

Aunque mi amiga ya creía que no era capaz de comer más, yo insistí en que no era posible dejar de probar un rico postre. De la simpática discusión ella terminó sirviéndose un creme bruleé con leche de coco y yo gocé un wantan soai, es decir, unos cuantos wantans de mango con salsa de jenjibre y helado de coco. Maravilloso!!!!!!

No podía irme sin un café negro, así que mientras pagaba la cuenta y nos preparábamos a irnos, me lo bebí en un sorbo.

Qué rico almuerzo!!!

Centre Catalá : delicioso y conversado almuerzo

Un almuerzo para conversar y disfrutar algo rico, requería un lugar especial y que estuviese en las cercanías del lugar de trabajo de una buena y antigua amiga con quien me juntaba hoy.

Tenía en mente tres lugares (plan A, B y C, como corresponde), sin embargo, el plan A fue certero y tras una breve caminata nos encontrábamos en la terraza anterior de este viejo pero estupendo local.

Con esa elegancia tradicional y buena atención, llegaron las cartas y la orden de nuestros aperitivos, kir royales  ricamente preparados. Mientras disfrutábamos el agradable aperitivo, yo aprovechaba de calmar mi hambre con esos pancitos franceses fantásticos y una salsa de mayonesa y ajo exquisita. De paso, nos trajeron unos appetizer de regalo muy especiales, tostadas con aceite de olivas, orégano y un trozo de fino salame español y unos vasitos con un caldo tibio de verduras maravilloso!!

Los fondos no pudieron ser más acertados, un filete de ternera con una salsa de parmesano de queso de cabra y mis canalones de carne con bechamel, exquisitos. El primero ya lo había probado antes y el que elegí esta vez,  fue una sorpresa de sabor de esta tradicional receta catalana. Por supuesto, no podía faltar un buen vino y el elegido fue un Corte de la Hacienda Araucano  Clos de Lolol 2007, un ensamblaje delicioso de Cabernet Franc, Carmenere y Syrah. Mmmhh, que más se puede pedir!!. Ok, un par de ricos cafés negros.

Fantástico almuerzo y mejor conversación.

Pizza & Pasta en Squadritto

Hace poco tiempo que justo al lado del conocido y rico restoran italiano Squadritto, abrieron un sitio de corte más informal aunque no menos bonito, para disfrutar pizzas, pastas y tablas italianas.

Ya lo había identificado en mis incursiones en cleta por el barrio Lastarria y hoy que me reunía con una gran amiga a disfrutar de una buena conversación, fue mi natural elección.

Esta noche fuimos los únicos clientes y por eso, contamos con toda la atención de las mozas. Me gusta eso, aunque solo se da en buenos restoranes que como éste, todavía no son descubiertos. Si bien Squadritto es famoso hace bastante más de una década, esta nueva área es de reciente creación, pero con la misma calidad y buen servicio que siempre agradezco.

Antes de iniciar nuestra siempre disfrutable conversación que nos lleva por países, culturas, política, análisis sociológicos y cuanta lesera fluye por nuestras mentes, pedimos unas pizzas a la piedra, una quattro formaggi (cuatro quesos) y una Alessandro (anchoas, alcaparras y aceitunas), las que acompañamos con una botella de reserva Barrica Selection de Santa Carolina 2009. Después de todo, la conversación es una excusa para disfrutar un buen rato, comer algo rico también es una justificación para conversar  y finalmente sentirnos vivos.

El sabor de estas pizzas finamente preparadas y el exquisito vino, animaron esta nutritiva interacción con mi entrañable amiga y reciente autora de un blog delicioso que leo a diario. Embalados en nuestra conversación, cerramos bebiendo lentamente un buen ron.

Qué rico es Squadritto!!!

Villa Real : un almuerzo fantástico

Estoy seguro que poseo un privilegio maravilloso al mantener cercano contacto con todos los equipos de trabajo con los que he interactuado en mi extensa vida laboral y comprobar que los lazos creados en el pasado siguen prevaleciendo. En esta ocasión fui invitado a juntarme con compañeros de trabajo después de 11 años de dejar de trabajar juntos. Un almuerzo solo para vernos nuevamente, ponernos al día y simplemente disfrutar como si el tiempo no hubiese transcurrido.

Nos juntamos en una rica y fresca terraza de un viejo restoran, el Villa Real, al costado del Teatro Oriente. Con una diligente atención, se puede almorzar a la carta o aprovechar un interesante y rico menú, el cual nos tentó a todos.

De cada plato del menú dos opciones y dos menús a elegir. Interesante guarismo que me llevó a elegir una fantástica sopa de tomates, luego el único plato verdaderamente chileno, el charquicán con huevo frito y terminar disfrutando unos fresquísimos dados de melón (calameño y tuna) y un buen café negro de cierre.

Cinco comensales divertidos (me incluyo, por supuesto), casi todos trabajando en otras empresas pero unidos por nuestra historia y el enorme cariño acumulado por tanto tiempo.

Un encuentro delicioso!!