Ambrosía : siempre delicioso

Retornaba caminando hacia el centro tras unos trámites inevitables de último día hábil de la semana y la casualidad me puso una vez más en calle Merced y a menos pasos que un antojo de este disfrutable restaurante.

Hurgué mi memoria por si tenía alguna reunión pronto y listo, la decisión estaba tomada : almorzaría en Ambrosía.

Como ya me conocen en demasía, rápidamente llegó un vaso de agua fresca de regalo, la carta y un cenicero.

De la carta elegí sin pensar demasiado, ya que conozco la buena mano de la chef, un mahi mahi con rissoto, una delicia que merecía la compañía de un pinot noir Montes reserva.

Almorcé lento, tanto como pude, ya que es la forma de aprovechar este oasis en mitad del centro de Santiasco y que pronto desaparecerá. Según me comentaba la chica que me atendía, pronto migrarán de barrio ya que en este sitio no pueden abrir de noche y eso incide en sus ingresos. Una lástima enorme me produce perder uno de los pocos lugares del centro en que se puede comer bien y tener una experiencia completamente grata.

Decidí cerrar los goces con un postre ácido mejor que el pie de limón, un invento culinario que agradezco pues estaba delicioso y que acompañé con un rico café negro.

Si se va Ambrosía del centro, los días serán más oscuros y los disfrutes tendrán que tomar vacaciones esperando los fines de semana.

Conversando en Ambrosía : gran reunión

Debía reunirme con un amigo y colega laboral y la agenda no daba por ningún lado. Pero era posible almorzar y eso me obligaba a algo rico. Invité a mi amigo a mi restoran fetiche, el Ambrosía, en ese oasis del patio trasero de la Casa Colorada (hoy en día, en restauración post terremoto).

Una terraza magnífica, sin el ruido callejero y con la brisa húmeda generada por varios ventiladores estratégicamente ubicados para crear una atmósfera disfrutable.

La ventaja de ser cliente frecuente, se nota en cada detalle. Traen mi agua helada sin necesidad de pedirla y aprovechan de comentarme que hay un festival de vinos 2×1 y que incluye un rico pinot noir como a mi me gusta. Qué delicia, tanto regaloneo.

Mi amigo llega con retraso, justo cuando ya había sobrepasado mi paciencia y me disponía a ordenar. Por fortuna coincidimos rapidamente en el menú más delicioso. Partimos con un tártaro de filete envuelto en jamón de wagyu (algo que ya había disfrutado antes y que se merecía un bis).

La conversación de pega fluyó sin molestias y pasamos de un tema a otro, mientras esperábamos nuestros fondos, un exquisito plato de oil fish con salsa de alcaparras, espárragos salteados (al dente) y un puré rústico a la finas hierbas. Toda esta maravilla la acompañamos con una botella bien helada (en una cubeta con agua y hielo) de pinot noir de Leyda 2009.

Para los postres, nada mejor que unos crepes suzette a la naranja y un delicioso café negro. Mmmhhh, que rico almuerzo!!!

Mi amigo se vio gratamente beneficiado cuando le entregué la botella de vino de la promoción más algunos consejos para disfrutarla con su señora.

Maldito calor : salvado en Ambrosía

A la hora del almuerzo en Santiasco sumergido en el calor más seco y espantoso del año, no quedan muchas opciones. Te metes a un sitio con aire acondicionado, lo cual significa estar encerrado (algo que no deseaba) o bien ubicas un lugar que tenga una terraza fresca al aire libre.

Por fortuna existe este favorito, el restorán Ambrosía, rico, bien atendido y con su maravillosa terraza escondida en los traseros de la Casa Colorada. En días como éste, se preocupan de poner ventiladores que generan una fresca y húmeda brisa bajo la sombra de grandes quitasoles, lo cual crea un ambiente agradable para disfrutar un almuerzo en la canícula santiasqueña.

Un mozo nuevo me recibe y me entrega el menú de la chef, normalmente una delicia y hoy no era la excepción. Elegí una quinoa mediterránea como entrada, un delicioso plato con un cerrito de quinoa, acompañado de cortes de tomates perla, aceitunas y otros aderezos deliciosos. Mientras estaba en el trance de elección, aparece la chica que me conoce y no solo me saluda por mi nombre sino que me trae un jugo helado de regalo como cortesía. Me sentí tan regaloneado!!

Para los fondos elegí un oilfish con salsa de alcaparras acompañado de un puré a las finas hierbas y unos cortes de zanahorias con un sabor a pimientos maravilloso(?). Una maravilla la combinación de la turgencia y delicado sabor del pescado y esos toques dulces de la zanahoria además de la sorpresa de las alcaparras. Casi no comenzaba a comer esta exquisitez y nueva sorpresa, aparece la chica con el grinder de pimienta fresca, el cual graduó sin que yo dijera nada, para darme el placer de pimienta cortada (no molida). Qué linda!!!!

Acompañé ese increíble placer con una copa de pinot noir que llegó, como me gusta, muy frío. Que magnifica experiencia, adivinaron todos mis gustos y a tiempo.

Para el postre un budín de albaricoque con salsa inglesa y un delicioso café negro. Me encanta el Ambrosía!!!!!

Ambrosía : un sitio de culto

Hace tantos años que me dejo caer en este lugar, pasando fantasmasgórico por esa Casa Colorada, un museo de portada, y disfrutar la deliciosa cocina de esa chef que define ese lugar de dioses. Este es un lugar muy rico!!!

Partí por mi habitual botella de agua mineral sin gas, mientras verificaba la oferta que la carta presentaba. Me encanté con una entrada cuya base era una tarte tatin de manzana cubierta con queso de cabra fundido acompañado de hojas de lechuga y rúcula con un molido de nueces fantástico.

Amenizado con esa entrada, me pedí una suprema de pollo, una pechuga de  pollo relleno con queso camembert y champignones. Acompañada de una porción de quinoa con una salsa de champignones salteados resultó una maravilla. Un toque de romero casi invisible me hizo extremadamente disfrutable este plato. Lo acompañé con un reserva de cabernet sauvignon y merlot, un delicioso vino para esta genial combinación de sabores.

Me encanta este lugar, Ambrosía es un sitio muy disfrutable!!