Dos obras para comenzar la temporada del Santiago a mil

Comienza Enero después del fallido fin del mundo y comienza el mejor carrete cultural de Santiasco. Me refiero a la increíble programación de teatro, danza, ballet y música que trae el Santiago a Mil. De hecho, hoy voy a comentar dos obras que marcan mi inicio en esta versión 20 (veinte años!!!) de esta fiesta cultural.

La primera obra corresponde a a una adaptación de Alfredo Castro de la obra original de Eugene O’neill llamada Distinto, que se mostró en el  Teatro Municipal de Las Condes. Llegamos sin grandes pretensiones pero convencidos que sería una buena obra dada nuestra experiencia con el trabajo de Castro. Extraordinaria la obra, la tensión sexual de los personajes y las volteretas estúpidas de la mente y del comportamiento humano se evidencian de manera muy clara. Una historia de amor marcada por la brutal incapacidad de Emma de amar y la torpeza imperdonable de su amante que la espera 30 años para que aparezca la madurez que jamás llegaría. De alguna forma me hizo pensar en que muchas veces esperamos de la pareja cosas que jamás serán capaces de dar y malgastamos la vida en dicha espera. Definitivamente la obra me gustó, me mostró que en actos de amor podemos ser demasiado enfermos.

La siguiente parada fue una obra de danza moderna, Travelogue I Twenty to eight (Diario de viaje I – veinte para las ocho) en el Teatro Municipal de Santiago, una pieza de la heredera de Pina Bausch, llena de erotismo y sensualidad en donde los objetos cotidianos se transforman en artefactos de significados como correlato natural del virtuoso despliegue físico de los artistas. Hay mucha histeria y convulsión erótica no resuelta que los bailarines hacen notar en cada momento y que finalmente hablan de la cotidianidad humana y con todos sus defectos.

Santiago a Mil, comienza y promete mucho. He elegido 14 espectáculos que me ocuparán todo el mes de enero y que espero sean puro goce.

 

DCDC : un espectáculo de danza fascinante

Acostumbrado a los filetes que el Teatro Noescafé suele presentar, no dudé un instante en comprar entradas para una de las presentaciones de la Dayton Contemporary Dance Company(DCDC)  haría en estos calurosos días de abril.

Una compañia de danza contemporánea y marcadamente afroamericana desde sus inicios, entregan un espectáculo de primer nivel, coreografías de gran complejidad y teatralmente muy bien diseñadas. Un despliegue de talento físico coordinado con una selección musical exquisita y un trabajo muy bien logrado de iluminación.

La primera salida fue Traffic, con un ritmo delicioso montado en la música de Kodo, que verdaderamente nos dejó boquiabiertos. Unos minutos después siguió The Pride, hermosa coreografía y por lo menos para mí, con la mejor combinación de música y baile. Escuché extasiado a YoYo Ma y Bobby Mc Ferrin además de Adiemus mientras la decena de bailarines, con hermosos trajes azules, mostraban la perfección de su arte.

Un cuadro mucho más dramático y que representaron solo una pareja de bailarines fue Unresolved, un mensaje claro y preciso acerca de las parejas. Finalmente, una pieza magnífica, Children of the Passage, demasiado linda y con una complejidad abismante de movimientos coordinados a la perfección.

Qué gran espectáculo!!!