La Vinocracia : interesante opción post teatral en Plaza Ñuñoa

Esta noche teníamos entradas para ver una de esas obras imperdibles de Tryo Teatro Banda en una sala del Teatro UC y sabíamos que era un filete solo a partir de nuestro seguimiento a las obras de esta agrupación talentosa que en gran parte ha venido a ocupar el espacio que dejó la disolución del maravilloso grupo La Troppa (continuada en Teatro Cinema con Pizarro y Zagal y Viaje Inmóvil de Jaime Lorca).

La obra en cuestión es un montaje, como siempre original y desbordante de talentos, llamado O’Higgins Un hombre en pedazos, el cual nos remite en la historia chilena a los sucesos que marcaron la dimisión del dictador O’Higgins al cargo de Director Supremo, traicionado por su Logia Lautarina y cercanos. La versatilidad de estos actores, músicos y cantantes es una delicia que merece disfrutarse no solo por lo lúdico sino porque ayudan a entender de forma didáctica la historia latinoamericana. Ya tienen 10 obras a su haber y cada vez muestran nuevas facetas y habilidades que merecen toda mi admiración.

A la salida del teatro, no pudimos cumplir el rito de ir a cenar para conversar sobre lo visto, pero eso no impidió que me fuera a rastrear algún filete en la zona de Plaza Ñuñoa. En la casona en donde existió por mucho tiempo un restaurante de comida china, desde fines del 2015 existe este interesante lugar llamado La Vinocracia. Por supuesto que reina en el sitio una amplia oferta de vinos y un buen servicio, muy coincidentes con mis expectativas. Además era la mejor opción para completar el cuadro histórico en que quedamos después la la obra teatral.

Un buen sandwich, un par de copas y las ganas de una conversación que debí postergar hasta otro día. Me gustó el concepto de La Vinocracia, por lo que regresaré apenas sea posible.

 

Tryo Teatro Banda : extraordinario talento

El primer concierto musical de esta Compañía, nos congrega en el GAM, con un recorrido delicioso por los temas que han animado obras de teatro notables que desde el año 2000 vienen desarrollando con prodigiosa virtud. Desde Cautiverio felis (sic), pasando por el Gato con Botas, hasta llegar a la premiada Pedro de Valdivia ; la gesta inconclusa o Jemmy Button, su última y maravillosa presentación.

La música, siempre original, forma parte de todas las obras de la Compañía y este concierto viene a refrendar que no solo son capaces de hacer buen teatro sino que pueden entretener simplemente con el desbordante despliegue de talento musical que poseen los actores músicos de esta prodigiosa Compañía.

Con su estilo claramente juglar, se dan maña para mostrar la increíble capacidad de ser todos los chicos multi-instrumentistas y talentosos en extremo. Desde el comienzo, cuando emergen desde el público, los tres integrantes dejan muy claro que la función que disfrutaríamos era algo muy especial.

La presentación en el GAM mezcló con virtud escénica diversas piezas musicales de las obras de la Compañía, cada una deliciosamente ejecutada, incluyendo las explicaciones iniciales del origen de cada tema. Un paseo por el virtuosismo de estos tres portentosos artistas (Francisco Sánchez, Pablo Obreque y César Espinoza) y el sentido profundo de su existencia.

Un punto mágico fue cuando se invitó al hijo de Francisco Sánchez, Baltazar,  a tocar el cajón, el chiquito se sienta en el cajón y sus piernas cuelgan, toca el tema con precisión y ternura, tanto que al terminar recibe una verdadera ovación, por cierto merecida. Posteriormente, se presentan las entretenidas Pink Milk, tres chicas poderosas que cantan y se mueven al son de las canciones de sus propias obras, acompañadas de Francisco en la guitarra. Maravillosas!!

Lo humorístico les viene bien y el espectáculo es una delicia llena de creatividad y buena onda. Una exquisitez  que este teatro repleto disfrutó hasta el hartazgo.

Tryo Teatro Banda, una verdadera joya nacional!!!