Disfrutando Arica y alrededores : gran experiencia filetaria

Dificil resulta resumir una semana de experiencias disfrutables en esta Primera Región de Chile, pero me referiré a aquellos aspectos más disfrutables para cualquiera que visite la región.

El primer día fue claramente de ambientación, caminar por la interminable playa con la deliciosa ausencia de multitudes humanas y muchos pájaros, arena y algunos surfistas (claramente el surf tiene cuento en este litoral). Fue una larga caminata por la arena en busca de nada, solo disfrutar el paisaje y el viento en mi cara. Crucé desde la playa de Chorrillos, pasando por el puerto de Arica, la ex Isla El Alacrán, la playa El Laucho y llegando a la playa La Lisera. Una muestra fantástica de las lindas playas, el oleaje impetuoso y las diferencias sociales a la vista en las construcciones alrededor. Claramente en El Laucho está la mayor concentración del ABC1 de la zona.

Tras el paseo y un poco desconectado de los horarios y del significativo hecho que ese día era 18 de septiembre y estaba todo cerrado, regresé hacia la playa Chinchorro en donde había visto lugares atendiendo. Así fue que mi primera incursión gastronómica la hice en un sitio delicioso, el Rayú, autodefinido de cocina gourmet. Qué menjor para una bienvenida!!

Me instalé en su exquisita terraza y partí examinando la carta mientras me servían una botella de agua sin gas. Me tenté con unas machas a la parmesana, las machas más grandes que he comido en mi vida. Increíblemente sabrosas y abundantes, aunque mi hambre daba para mucho más y la carta, nuevamente en mis manos, me encaminó a un Filete relleno Rayú, una delicia de filete relleno con pimientos asados, champiñones y salsa Bechamel, todo ello acompañado con unas papas doradas en cortes muy singulares. Un plato maravilloso que me aseguré de brindar con una botella de Viu Manent Gran Reserva malbec del 2009. Exquisito!!

Almorzando lento y disfrutado, me quedó tiempo y espacio para servirme un Suspiro Limeño de mango y maracuyá, mortal!!!

De todos los lugares que visité, debo rescatar mi primer almuerzo (no fue el único e igualo quedé con gusto a poco) en el Maracuyá, un restoran en la playa, con una terraza magnífica y una atención mejor. Una botella de agua sin gas para comenzar, mientras la brisa marina me adelantaba el largo disfrute de un almuerzo playero. De la carta me asaltó sin contratiempos lo que sería mi entrada. Un tiradito de pulpo y palta, con mayonesa, limón, hojas verdes y cilantro. Una delicia, que realcé aún más cuando pedí un salmón antártico, salmón rosado apanado con semillas de cilantro, aceite de oliva, salsa de maracuyá y naranjas y crema de leche, acompañado de papas hilo. Una maravilla que todavía disfruto recordando. Para ese plato delicioso pedí una botella de sauvignon blanc de Miguel Torres, que combinó genial.

Extasiado de sabores, para los postres me dejé seducir por la recomendación del mozo, una torta de chocolate increíble que acompañé con un buen café negro.

En otro paseo playero, siempre caminando, llegué a un sitio muy interesante y que también visité más de una vez, fundamentalmente por el buen servicio. Tuve largas conversaciones con el mozo que siempre me atendió y su afán por conocer y aprender me ganó, hay algo más enaltecedor del ser humano que querer ser mejor?

En Tuto Beach, una acalorada tarde, partí con una palta cardenal deliciosa, pues venía con unos camarones de tamaño absolutamente gigante (acromegálicos). Tras la sorpresa y mejor digestión, seguí con un filete de corvina grillado con un gran acompañamiento de palta y papas y un buen vino Corton Errazuriz Sauvignon Blanc 2007 delicioso. Para el postre, un acaramelado de manzana en vino, formidable.

Museo del Mar, una casona en una pequeña calle secundaria y que solo es visible por el cartel en la calle, ya que la palabra museo ejerce atracción instantánea en mis ojos.  Es un museo pequeño pero extremadamente laborioso, pues la cantidad de muestras de cuanto espécimen puede existir y principalmente existió en nuestras costas y en otras lejanas, hace pensar en un personaje obsesivo y amante de la belleza detrás de todo esto. La verdad es que el museo es el resultado milagroso de un individuo, tal como cuenta el díptico que conseguí al visitarlo. Alrededor de 45 minutos de asombros mientras paseaba mis ojos por las vitrinas apretujadas del lugar. Notable trabajo!!

Habrá más típico de Arica que su famoso Morro. Pues bien, uno de esos días decidí visitarlo y tras subir por uno de sus accesos, me encontré absolutamente solo observando la ciudad y el mar desde la altura. Dediqué un tiempo a tomar fotografías y de pronto me di cuenta de la existencia de un museo, que por supuesto visité. . Nada muy extraordinario excepto la apología del ejército de su toma en el contexto de la guerra con Perú y Bolivia.

Bajando del Morro, me encontré con el museo más interesante de la ciudad. Se trata de un hallazgo en el subsuelo de una casa de una enorme cantidad de momias de la Cultura Chinchorro (Sitio Colón 10). Una cultura extraordinaria con unas técnicas de momificación únicas en el mundo, ya que además de su increíble antigüedad están en muy buen estado.

Un restorán que intenté visitar varias veces fue el Terra Mater, sin embargo debido a un robo que sufrió el local en pleno centro, permaneció cerrado toda la semana. Por suerte, mi habitual técnica de conocer caminando, me llevó a muchos sitios, entre otros, el Café Valentine, el Dimango, el Caffellatte, un extraño Lo Nuestro, el Bar Previa y el Café del Mar.

Otro sitio que merece comentarse es el Varo’s, ubicado en la playa Los Lauchos, con una terraza deliciosa en la misma playa y una música lounge muy bien seleccionada. Con un extraño formato sin carta, solo los platos que el chef había inventado ese día. Eran varias opciones de cada tipo, por lo cual igual me tenté a probar el lugar y partí con un ceviche de pulpo para seguir con una albacora provenzal montada sobre un puré de habas, mientras bebía una botella de carmenere 120 edición Bicentenario. Para los postres un mousse de maracuyá y un rico té verde con berries. Un lugar delicioso!!

Finalmente quiero destacar al Mojito Pub restaurant, en donde una noche decidí cenar. Un sitio muy taquillero, con pantallas gigantes con recitales musicales en donde disfruté un concierto de Depeche Mode y otro de Cranberries geniales. La comida fue un Filete Mojito, un delicioso filete coronado con tocino y una salsa de tres pimientas acompañado con un risotto maravilloso. Le añadí un Botalcura Malbec 2008 del rico valle del Maule que quedó perfecto para mi especial satisfacción.

Conocer ciudades de esta forma, que llamo krrtrekking,  me produce un placer excepcional que espero repetir tan pronto sea posible. Dejé fotos para disfrutar.

Cocina cubana : disfrutando el Habana Vieja

Hace unos meses ensayé almorzar en este lugar tratando de ampliar las opciones en el centro de Santiasco y el resultado fue muy bueno. Por cierto, la cocina cubana aunque sencilla y acotada es especialmente sabrosa y eso se agradece cuando la mayor parte de la oferta gastronómica en el centro, apunta a un reducido número de platos.

Como en muchas ocasiones, mi horario de almuerzo resulta (no es mi deseo) ser un poco tarde por lo que a mi ingreso al enorme galpón casi no quedaban contertulios. No obstante ello, dado que acostumbro andar solitario, ni siquiera me perturba y contento pido al mozo que me comente que tienen hoy. Para partir, jugos naturales, de los cuales elijo un delicioso maracuyá. Junto a éste, llega una panera con cortes de pan, pebre y una rica salsa de mayonesa y ciboulette.

Luego, de las opciones del menú, seleccioné una ensalada surtida bastante abundante con muchos verdes y un fantástico plato de lasagna de ropa vieja (lasagna rellena de ropa vieja, esa rica carne hilachada y atomatada), algo que no había probado y que resultó exquisito además de abundante.

Para el postre, recordé uno que me encanta y estaba afortunadamente disponible, una panetela borracha, un bizcocho al chocolate embebido con ron y amaretto y una porción de helado de vainilla con salsa de chocolate. Maravilloso!!

Por las dimensiones del local, está muy fresco y mientras almuerzas en la más absoluta tranquilidad, se escucha música cubana con toda su chispa y ritmos.

Rico almuerzo!!

Epicúreo : delicioso y sensual almuerzo

Tras una deliciosa experiencia en cleta en el lindo cerro San Cristóbal, regrese a casa a darme una ducha caliente y prepararme para disfrutar una aventura gastronómica.

Tenía en mente varios lugares, pero me dominó la idea de ir al barrio Bellavista y probar alguno de los filetes que conozco. Un par de vueltas y me sedujo sin problemas, volver una vez más a ese increíble sitio de delicias llamado Epicúreo. Aunque lo he visitado ya varias veces (ver otra), siempre me resulta atractivo saber como estará.

Me ubiqué en una mesa aledaña a la pequeña terraza que da a un patio interior, así tendría la vista de una singular y pequeña cascada de agua que me gusta mucho. Como era relativamente temprano, decidí estimularme con unos de esos tragos deliciosos de la casa, en este caso un Afrodita, vodka naranja con zumo de zanahoria, algo de jenjibre y cointreau, un trago fresco y revitalizador. Mientras saboreaba este rico trago, llegó un par de parejas que se instalaron ruidosamente en el patio. No pude evitar fijarme en la hermosura de una de las chicas, realmente fascinante.

Mientras elucubraba acerca de cual plato me serviría, llegó un diminuto y exquisito appetizer, ceviche de atún con alcaparra y una papa crispy dulce además de una panera de trozos de baguette y aceite de oliva al eneldo. Que delicada atención!!

Me entusiasmé con un plato de Mero marinado en maracuyá e hinojo montado en un puré de zapallo butternuts y acompañado con verduras salteadas que llegaron al dente, esparragos, tomates perla, habas, un  trozo de alcachofa, una porción de salsa de maracuyá. El trozo de mero, increíblemente turgente asomaba virtuoso sobre el amarillo y caliente puré, amenazando con sus sabores que pronto comencé a disfrutar. Para acompañar tanta delicia, encontré en la carta de vinos un Pinot Noir Reserva de Casas del Bosque 2009 que resultó una maravilla.

Mientras gozaba este plato delicioso, sentí la observación que emergía desde el ventanal que daba al patio, la chica hermosa me dirigía curiosas miradas. No se si el hecho que cuando tengo mucho placer me gusta cerrar los ojos y adentrarme en mi cuerpo, será muy notorio, pero sentí un poco de pudor.

Durante todo el episodio gastronómico de comer este maravilloso plato, crucé miradas con esa  chica lo que no me impidió proseguir con mi personal ritual. Casi al final de mi festín, cuando decidí por un postre de panqueques, naranjas y helados, noté que la chica me miraba casualmente  y se mordía los labios. Uffff, el postre muy rico y hora de marchar, aunque el detalle sensual me deja extasiado y que sumado a la rica música chillout conforman un ambiente de maravillosa sensualidad.

Gran sitio el Epicúreo, los sentidos lo agradecen!!!