Pantaleón : visitando una picada peruana del centro

He comentado en otras ocasiones cuanto me gusta la comida peruana y al mismo tiempo encontrarla en nuevos sitios. Una reunión almuerzo se transformó en ocasión propicia para hacer un recorrido de búsqueda y con apoyo del azar, llegamos a este sencillo pero sabroso lugar en el centro de Santiasco. Tiene el mismo nombre de otro restaurante peruano que conocí hace algún tiempo y quien sabe si es parte de la misma iniciativa.

Bastante lleno a esa hora, descubrimos que tenía un segundo piso y me fui directamente hacia allá. Un gran grupo en alguna celebración estaba a poco tiempo de terminar. Ya instalados en el amplio y un tanto insípido comedor (todavía están preparándolo), conversamos un rato pero rapidamente perdí la paciencia y bajé a buscar un mozo. Debe ser la edad, ya que me carga esperar.

Un atento mozo, disculpándose, llegó a prepararnos la mesa y tomar nuestra orden. No necesitábamos la carta, cada cual tiene sus preferencias. Mi colega eligió un típico salteado de res y por mi parte, un rico seco de res. Mientras llegaban los platos, llegó el pan y esa rica salsa con ají amarillo que tanto me gusta y además los pisco sours que habíamos encargado.

El trabajo se vió especialmente favorecido porque estábamos solos en el salón y con suficiente tiempo para tratar una infinidad de temas. Cuando llegaron los platos, aproveché de pedir una botella de vino. Afortunadamente pude conseguir un carmenere de Santa Digna, razonable compañía para disfrutar el rico almuerzo.

 

Brujas de Cachiche : sandwichería que comienza

Una salida a cenar tarde pero con un objetivo claro, probar delicias de la cocina peruana, nos llevó hacia un lugar conocido pero que había mutado en estas últimas semanas. En la misma casona en donde se encontraba el rico restoran de comida peruana Pantaleón, ahora existe una sandwichería peruana llamada como el homónimo y exquisito lugar en Lima, Brujas de Cachiche.

Si bien la carta tiene una gran cantidad de platos tradicionales de la cocina peruana, lo novedoso claramente son los sandwiches. Por supuesto, no hay nada más placentero para mí que probar algo nuevo y no desperdiciaría la ocasión.

Para partir, un clásico peruano, un ceviche mixto y el acompañamiento por excelencia, pisco sour peruano. Para los fondos, mi compañía, prefirió algo más tradicional y bajo en calorías; en mi caso, sería un rico sandwich. La oferta de vinos no era muy abundante y carecen de carta de vinos, por lo que me debí conformar con unas copas de  cabernet sauvignon reserva de Santa Digna.

De la lista de opciones, me tenté con una hamburguesa casera envuelta en tocino, champiñones salteados con una cubierta de queso mozarella, algo de lechuga y papas hilo. Sobre esta «torre» salsas de ají amarillo, de ajo y otras, todo ello puesto en un enorme pan frica calientito. Mmmhhhh, demasiado rico!!!!

Una experiencia disfrutable para mí, incluye además de la buena comida, el lugar, el diseño, la presentación y muchas más, pero normalmente me resulta en extremo gravitante la calidad del servicio. Claramente ese es el punto más flaco de este nuevo sitio, deben mejorar mucho!!. Perdoné este bajo desempeño solo porque están en marcha blanca, pero eché de menos que quién administre el lugar no estuviese aprendiendo como mejorar. Considerando lo rico de la oferta gastronómica, se esmeren en  un mejor servicio o no tendrán buen futuro.

Me quedo con lo positivo, es un acierto una sandwichería peruana, una variante sabrosa que hace falta en Santiasco.