The Clinic : un divertido almuerzo laboral

Suelo incentivar el lado B de mi equipo y a veces creo que ya no necesitan estímulo alguno. Me sorprendieron con la organización de un almuerzo para todos los que quisieran asistir y a un lugar bastante taquillero y con una muy adecuada relación de precio – beneficio. Una gran forma de concluir el año, un año lleno de eventos desacostumbrados, con muchísimas y fuertes emociones y también con enormes desafíos que supimos atender.

Alrededor de las 14:30 horas un buen lote de compañeros laborales nos dimos cita en el divertido local de The Clinic, un sitio que ya habíamos probado y que era ideal para un encuentro de todos los miembros de la gerencia con ganas de pasarlo bien. La reserva nos aseguró un rincón muy apropiado para alojar a los prendidos de siempre y a los que se animaron en esta ocasión.

Ubicado en una casona maravillosa que alguna vez alojó un teatro, la sede de un partido político, la rica Casa Abarzúa, es ahora el territorio irreverente y especialmente simpático de The Clinic, hijo putativo del pasquín que nos hace reir periodicamente en los kioscos.

Partimos deleitándonos con unos frescos borgoñas, pan y mantequilla, unos ricos ceviches para compartir, mientras se las arreglaban para traer más de 20 platos a la vez. Como había mucha buena onda, no importó demasiado el tiempo de espera, ya que hay material más que suficiente para entretenerse, desde la carta (una pequeña y diverttida revista), los textos en las paredes (demasiado divertidos, desde discursos políticos de los 70’s pasando por imbecilidades propias de la dictadura, hasta fantásticas frases de los «inteligentes» políticos chilenos), también un monitor de TV en donde se puede disfrutar de divertidos cortos.

Yo estaba con los minutos contados así es que aproveche los pitutos para acelerar la llegada de mi plato y pude almorzar a tiempo (una corteira, fiel contrapunto para la longueira que otros pidieron) para poder volver a mi pega a atender una importante reunión que cerraba mi año laboral.

The Clinic, divertido restobar en Santiasco!!!

B-Partners : continuación del San Marcos

Hace menos de dos meses que la exquisita Trattoria San Marcos en Paseo Huerfanos se transformó en un nuevo lugar de comida italiana, aunque no parezca eso.

Tenía una cita pendiente con un gran amigo y nada mejor que juntarnos en un lugar filete. El sitio, a pesar del cambio de dueño y quizás de audiencia, mantiene el foco, cocina de buena calidad. El aspecto más notable es la calidad del servicio, ya que no pasa más que unos segundos que tu mirada pidiendo atención asegura la llegada de un mozo o moza (como en este caso) atenta y presurosa para hacer de la jornada algo disfrutable.

En esta ocasión, a pesar que las pastas es el dominio del local, preferí algo más marino y frugal. Elegí un Congrio Frutti di Mare, que estaba excepcional, lleno de sabores y en una porción más que correcta. Por respeto a las dolencias gástricas de mi partner, dejé el vino para otra ocasión y nos limitamos a beber saludable agua mineral sin gas.

Gran conversación acerca de amores gastados, imposibles y pasados que huelen a naftalina, pero que no nos impiden seguir siendo vitales y con ganas de seguir disfrutando la vida.

Buen sitio, una estupenda opción en el centro de Santiasco.

Cumpleaños sabroso : disfrutando en Ambrosía

Desde el 13 de marzo que esperaba poder contar con mi gran amigo Eric para disfrutar juntos la celebración de su cumpleaños. Hoy era de esos extraños días en que visitaba Santiasco y no perdí la oportunidad de invitarle a disfrutar un buen almuerzo cumpleañero.

Nos fuimos al Ambrosía, gran oasis en el centro, que me trae lindos recuerdos. Partimos con agua mineral sin gas y Fanta, para refrescar nuestras gargantas, ya algo apretadas de tantas historias por contar. Mi amigo es un gran escritor de ciencia ficción y aunque todavía no sea conocido (nos importa un carajo) , yo celebro con fuerza su talento.

Mi plato de fondo, fue un increíble ciervo con puré rústico y salsa beurre rouge, demasiado rico. Eric eligió, a mi sugerencia, un garrón de cordero con charquicán vegetariano y ensalada chilena que me pareció excelente.

Para esos magníficos platos había demanda de un vino notable y un Laura Hartwig ensamblaje de Merlot y Petit Verdot 2007 estuvo a la altura de nuestras exigencias.

Un almuerzo delicioso que había que rematar con postres de antología, así es que Eric disfrutó un Marquise de chocolate y yo me matriculé con una trilogía de créme brulée (naranja, café y caramelo) que estuvieron excepcionales.

Gran cumpleaños!!!

Almorzando en La Habana Vieja : opción en el centro de Santiasco

En mi precario intento por identificar sistemáticamente  buenas picadas en el centro de Santiasco, pude comprobar que siguen apareciendoy subsistiendo  opciones.

Recuerdo cuando conocí la Habana Vieja en un viejo local en Avenida Matta, después lo encontré por el odioso y cuico Paseo San Damian para que finalmente aterrizara en la calle Tarapacá. Bueno, finalmente, al paso de los años me parece que encontró el barrio correcto, cerca del centro de Santiasco, con ese toque de marginalidad apropiado y con el sabor marcado para quienes disfrutan la vida.

Tras algunas vueltas por los barrios del centro, para comprobar el sacrilegio de la desaparición del Rincón de los Canallas y visitar tiendas de artículos de ciclismo, dirigí mis pasos a este lugar de epopeyas de salsa y ritmos cubanos. Hace casi un año que abren en horario de almuerzo, una gran opción para comer rico y abundante por precios muy convenientes por lo que no podía dejar de ir.

Un sitio de grandes espacios, fresco, bien ambientado y muy bien atendido. La música combina el son cubano, melodías de jazz afrocubano y esos maravillosos temas de Buenavista Social Club, mientras puedo elegir las opciones disponibles.

Una gaseosa helada (pudo haber sido un jugo tropical), inauguró mi disfrute. Una ensalada mixta  (lechugas, choclo, zanahorias, pepinos y una salsa increíble), luego un plato de ropa vieja con moros y cristianos y un postre goloso, una panetela borracha, bizcocho embebido de ron y amareto con salsa de chocolate y helado. fantástico!!!

Embalado en el disfrute, pedí como bajativo un mojito cubano, suave para refrescar el cuerpo y animar el espiritu, como probé en Cuba.

Gran opción en el centro de Santiasco!!!

Patagon : una picada en Paseo Bulnes

Ya casi es una obsesión, pero no dejo de buscar un nuevo lugar para el almuerzo típico de día laboral, intentando que no solo sea rica la comida sino que permita disfrutar una buena experiencia.

Inicié mi caminata considerando nuevas coordenadas, con el ánimo de ser sorprendido por algún sitio en el hermoso Paseo Bulnes, que bien se merece una oferta culinaria acorde a la expectativas que provoca.

Una rápida incursión me permitió sopesar lo que podría ser interesante y preseleccioné dos sitios, la Fuente Italiana y Patagon, ambos lugares en un formato más propio de fuente de soda, pero con el aliciente de tener mesas en el mismo paseo y al lado de una rica fuente de aguas.

La Fuente Italiana, un fiasco, a los cuatro minutos decidí abandonarla. No soporto la demora en el primer contacto, algo tan simple, ya que hubiera bastado que entregaran la carta y me habría quedado. Así que el destino decidió que Patagon era la opción del día.

Apenas me ubiqué bajo la deliciosa sombra de un paraguas, justo al lado de la fuente de agua, recibí la atenta visita de una muchacha con la carta en sus manos. Las opciones, un poco lejos de la cocina que más gusto, tenían la abundancia y la simpleza como atributos. Me preparé para una dosis extra de grasas y sabores intensos, pidiendo una escalopa kaiser con papas fritas y huevo frito. Uffff!!!, eso es colesterol puro, pero un desarreglo posible de gozar.

Francamente estaba muy rico, abundante y sobretodo enmarcado en la delicia del lugar, ese sonido de las columnas agua golpeando la superficie de la pileta, una pequeña brisa y la tranquilidad de un lugar sin automóviles. Un verdadero oasis para almorzar tranquilo y en pleno Santiasco.

Buena experiencia!!