BANCH con dos obras para comentar

Me invitaron a ver ballet moderno al Teatro de la Universidad de Chile, algo que normalmente me resulta seductor. En esta ocasión se trataba de dos obras con renovadas propuestas coreográficas de Sebastián Belmar y Elías Cohen.

Tras un demorado inicio, en el escenario se destacan lockers metálicos mientras un par de chicas conversan en un extremo, al otro hay un chico que se afeita diligentemente su cráneo. Curiosa forma de iniciar un ballet pues tiene mucho de teatro, son las escenas cotidianas del camarín de los bailarines. Luego, el despliegue de la magia de esos danzarines extraordinarios que ocupan talentosamente sus cuerpos y su gracia para animar una especial obra. Locker es la danza por dentro como reza un título que me topé por ahí.

Tras un breve descanso, se desata la segunda obra titulada 8.8 en directa alusión al terremoto del 2010. Se nota la intención de los autores en cuanto a llevar el movimiento telúrico a los cuerpos como si fuera la respuesta el embate colosal del sismo que vivimos en Chile. Si bien nos gustó mucho más Locker, no dejó de impresionarnos esta segunda obra.

Me gusta la evolución del Banch, salió de la estructura clásica del ballet para incursionar con fuerza en las formas del ballet moderno que siento son mucho más atractivas para todos.