Una relación pornográfica : una obra inquisidora

Tener a Cecilia Roth y Darío Grandinetti en Chile es un lujo para el teatro chileno y queda de manifiesto cuando entre la audiencia se encuentra a más actores chilenos que público en general. No nos conocemos es la consigna.

Un anuncio de contactos sexuales lleva  a esta pareja a encontrarse en un lugar cualquiera para cumplir una fantasía sexual, sin compromisos, sin historia y sobre todo sin consecuencias.

Tener buen sexo es algo maravilloso y no tengo disputa, pero esta relación avanza poco a poco en la incertidumbre, en la inevitable duda de saber del otro, de adivinar esos porqué e incluso esos para qué, que convierten la relación en una prueba constante de esa relatividad que inunda a estas parejas de arrabal, estos intentos de libertad y locura que se topan con las creencias y esos arraigos históricos, creencia después de todo, que hacen que no haya escapatoria para sentirse enamorados, sentir que hay algo más y que llaman al tormento y al temor de no ser correspondidos porque se supone que no debe ocurrir.

Formidable actuación de ambos argentinos y una lección para nuestra limitada mirada acerca de las relaciones amorosas, porqué debemos corresponder a los deseos de otro?, para qué nos relacionamos si no tenemos propósitos propios?, debemos seguir el ritmo de la música que pone el entorno o no?. El desenlace, inteligente por lo demás, provoca al espectador a considerar que lo deseable, lo correcto, quizás no lo es. La pasión es finalmente la medida de una relación de largo plazo.

Extraordinaria!!!

Qué te pareció el filete?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *