DIM : 12 años celebrando la montaña

Pensar que un disfrute de fin de semana que hace 12 años iniciaron unos pocos, hoy sea motivo de celebración para alrededor de 80 amantes de la montaña y que la base de datos de nuestro club ya anote más de 400 integrantes, la verdad es que resulta insólito y al mismo tiempo un gran movilizador del entusiasmo y la buena onda que tienen este fantástico Club Malayo. El DIM, Día Internacional Malayo, es una gran fiesta!!.

La diversidad, la tolerancia, la solidaridad y sobretodo las ganas de disfrutar sanamente en nuestra hermosa cordillera, nos reúnen todos los fines de semana. Aunque no siempre suben los mismos, se repiten los valores que nos unen y que permiten que tantas personas distintas podamos disfrutar juntos no solo un buen ascenso a un lindo cerro sino que además ser capaces de compartir con alegría un menú malayo, esa excusa que inventamos para hacer más disfrutable aún cada paseo. Son muchos quienes nos esmeramos en llevar algo rico o distinto en nuestras mochilas para deleite de todos en ese instante maravilloso en que celebramos estar juntos en la montaña.

Me siento orgulloso de ser un malayo y compartir con gente maravillosa cada semana. Al fin y al cabo, no celebramos tanto el llegar a la cumbre sino que mucho más, el estar juntos disfrutando la belleza de la  naturaleza y la humanidad.

Felíz cumpleaños malayos!!!!

Django : celebrando una vuelta más alrededor del sol

Una gran idea de los creativos de mi gran equipo laboral nos llevó a esta picada céntrica a celebrar en conjunto que nuevamente se cumplió un ciclo y que bien vale la pena disfrutarlo.

Este restorán ya se ha merecido una nota anteriormente y no es precisamente por su gran diseño o la cuidada atención, sino por el ambiente, una especie de fonda permanente con clásicos de la comida chilena, perniles, chuletas, pichangas y otras delicias que requieren un sistema digestivo en buenas condiciones.

Con unas jarras del famoso terremoto y un par de pichangas grandes comenzó el viaje por los sabores pop, mientras reíamos y contábamos anécdotas de este último periodo. Posteriormente llegaron los platos de fondo, enormes y sabrosos. Varios de nosotros elegimos una suerte de plato del día, un Django, pernil y dos chuletas acompañadas con papas cocidas y ensalada chilena. Una delicia que involuntariamente recordaría el resto del día.

Es rico celebrar y mucho mejor cuando lo hace un gran equipo!!!.

Merendano : sencilla y rica oferta gastronómica

Paseando en el pulcro y sanitizado sector de vitacura y nueva costanera me dejé tentar por un almuerzo en este restaurant del pasaje El Mañío. Una presentación sencilla y una amable atención, me recibió para una tardía hora de almuerzo.

Especializados en crepes, fondues y preparaciones con base de pan pita, es un sitio interesante y con combinaciones de gastronomía de autor que me tentaron rápidamente.

Partí con la habitual botella de agua mineral sin gas, mientras recorría la carta. La primera tentación la elegí de la sección de Dips, unos crutones (pan baguette) con queso de cabra y orégano, con lo cual pude calmar mi gran hambre. Seguidamente me pedí un pan pita abierto (tipo pizza) con una base de queso filadelfia, trozos de salmón ahumado y abundante rúcula. Extraordinario!!!.  Para completar el placer añadí una botella de carmenere Sutil Colchagua State.

Para el postre, me dejé seducir por un Frutos del Bosque, salsa de frambuesa, arándanos, frutillas y boysenberries, una maravilla de sabores. Al cierre, un buen café negro.

Buen sitio, especial para reuniones y salidas familiares.

Volcanes en Atacama: una experiencia increíble

Como es habitual, planifiqué una experiencia total  para octubre, un mes especial para cumplir los objetivos del año. Con mi gran amigo polaco Zdzislaw nos propusimos ascender volcanes de Atacama por unos cuantos días de vacaciones y comenzamos con meses de anticipación definiendo objetivos y condiciones para cumplir nuestros malayos sueños de cumbres.

Embarcados en un vuelo de LAN, llegamos  a Calama y luego nos trasladamos a San Pedro de Atacama a un Hostal (Casa Adobe) que sería nuestro centro de operaciones. Si bien habiamos planificado el viaje para dos, un afortunado evento nos haría parte de una expedición con una compañía de primera, Krzysztof Wielicki y su compañera (Cathy) serían parte de nuestra aventura (Krzystof  Wielicki vino invitado al programa del festival de montaña BANFF 2010).

Wielicki es una leyenda del montañismo, desde el año 1980 este polaco ha subido en solitario y en invierno las cumbres de los 14 ochomiles del mundo. Un honor mayúsculo que casi nos daba susto y que bien merecería un título de doctor honoris causa del Club Malayos para Krzys.

El primer ejercicio fue el ascenso del volcán Lascar, una experiencia fallida ya que literalmente nos enterramos en la arena con una camioneta que no era 4×4 (aprendizaje: jamás arrendar algo distinto a un 4×4). La señalización  claramente era equívoca y nos internamos en un banco de arenas que nos dejó varados a 4 mil metros.

En definitiva, tuvimos que acampar a 4.100 msnm para finalmente en el frío de la noche admirar la belleza  de un cielo maravilloso. Cocinamos y bebimos un rico vodka con coca cola para pasar el frío e irnos a dormir.

A las 2:30 AM, Wielicki y señora decidieron que era una buena opción para subir el Lascar y nos invitaron al desafío. Pero sabíamos que el desnivel era muy grande y el frío terrible. Tras unas horas ellos volvieron al improvisado campamento y nosotros nos sentimos menos miserables por no haber ido.

Desayunamos abundantemente y aclaramos que la única opción era caminar hacia el pueblo de Talambre en donde quizás podríamos conseguir una camioneta para poder remolcar la nuestra. Efectivamente, por un precio algo excesivo conseguimos una camioneta 4×4, pala y tablas para poder sacar nuestro transporte de la arena. En el intertanto, decidí visitar la quebrada de Talambre, a unos 7 kms de distancia. Con bastante esfuerzo (caminando bajo el implacable sol)  logré alcanzar a un grupo de investigación universitario que me antecedía (un artículo que aparecerá en el perjurio), ellos con preocupaciones científicas y movilizándose en camioneta   y yo solo disfrutando a pié). En definitiva,  pude ver hermosas representaciones de los animales de caza de la época,  muchos vestigios de vida y cultura, Varios kilometros de vivencias, unas increíbles muestras de esos pueblos originarios. Dejé registro fotográfico de esto.

Rescatada nuestra camioneta, volvimos a San Pedro y nos propusimos alcanzar nuestra meta al próximo día.  Efectivamente a las 4 AM partimos los cuatro  hacia el volcán Lascar, casi tres horas de acercamiento hasta la base de esta linda montaña y luego a caminar.   El olor a azufre de las abundantes emanaciones del volcán no fueron impedimento para nuestro periplo, aunque el frío derivado del persistente viento nos obligó a abrigarnos con todo lo que llevábamos. En esta ascención nos dimos cuenta que hay estilos diferenciadores. Wielicki y señora, dejaron todo su equipaje en el cráter y enfrentaron la cumbre sin nada, mientras nosotros seguimos apegados a nuestras mochilas. Ellos llegaron a la cumbre y bajaron de inmediato, una fórmula distinta a los malayos, ya que para nosotros cada cumbre es fuente de disfrutes compartidos, un gran evento malayo.

Volvimos a San Pedro de Atacama, para preparar nuestra siguiente aventura. el ascenso al Sairekabur, un lindo cerro de casi 6 mil metros (en la literatura va de 5970 a 6040 msnm), que más allá de toda consideración nos desafiaba de todas maneras. Para esta ocasión, nos acompañaría solamente  Cathy, compañera de Krzysztof, ya que él predijo que no iría porque debía asegurar su presentación de ese día en Banff, una verdadera admonición como veremos.

El ascenso al Sairekabur fue muy dificultoso por su compleja aproximación de rocas y el viento persistente que nos llevó a temperaturas bajo los 20 grados bajo cero. Una vez alcanzada la cumbre, regresamos a la camioneta que nos esperaba a 5.600 msnm y que como Wielicki intuyó nunca partió.

Tras varias horas de espera,  un amigo de nuestro guía llegó al rescate (con las piernas congeladas) y con ideas absurdas como empujar la camioneta hasta donde había quedado su vehículo (a más de 40 minutos caminando en bajada). En concreto, después de empujar la camioneta por más de 5 km, llegamos a la conclusión que lo único razonable era abandonarla y llegar lo antes posible al vehículo habilitado para bajar de la montaña antes de congelarnos.

Si bien salvamos de buena forma, bajando de la montaña apilados 8 personas en una cabina para 4, es destacable que el buen humor y la buena onda hicieron posible este regreso.

Krzysztof estaba endemoniadamente molesto cuando regresamos, después de todo su mujer estaba desaparecida por muchas horas (todo el día). En fin, llegamos a San Pedro, con la musculatura  adormecida y el alma reconfortada.

Para rematar las últimas horas de estas vacaciones decidimos que a pesar que no podríamos subir el volcán Licancabur, el sueño de mi polaco partner, iríamos a ver el entorno (los imprevistos lamentablemente nos robaron dos días). Así que muy temprano pasamos a Bolivia, a la reserva nacional Eduardo Avaroa con nuestro fotográfico objetivo.

Apenas instalados en el refugio, salimos a pasear. Caminamos por el borde de la laguna blanca, disfrutando la belleza del altiplano y del vuelo esquivo de las aves, para ir aproximándonos a la laguna verde, en sus dos verdes sabores encantando el maravilloso entorno de cerros y perfiles montañosos. Cada pisada crugiente en ese salar fue  un impulso neuronal en mi mente, belleza y silencio que se agradece.

Al regreso en el  refugio, cocinamos una deliciosa cena a la que Don Macario, el gran señor del Licancabur, se sumó gustoso. Terminada la cena, salimos al frío para disfrutar el espectáculo de millones de estrellas en un cielo perfecto, una belleza ininterrumpida por nada, silencio y oscuridad total, maravilloso!!!!!

Al siguiente día iniciamos el regreso con el regocijo marcado en nuestro cuerpo y mente. Unas vacaciones excepcionales!!!!!!

BANFF 2010: deliciosa experiencia

Hace varios años que voy a esta fiesta visual del montañismo y otros deportes extremos, cortometrajes de escaladas insólitas y que progresivamente  han derivado en muchas otras disciplinas, mountainbike, kajackismo, buceo, en fin muchas disciplinas extremas, la expresión visual y quizás un tanto marketera de quienes disfrutan de los deportes de montaña y nos asombramos de la increíble capacidad del ser humano de hacer cosas realmente sorprendentes.

La verdad es que me cuesta mantenerme cuerdo cuando veo la insólita capacidad del ser humano de hacer cosas imposibles, cualquier límite es posible desafiarlo, no hay tope, siempre es posible ir más allá, esa es la regla, siempre es posible ir más allá.

Lloré el infortunio de Andrew McAuleyse, en su travesía extrema en el mar que le costó la vida, un verdadero homenaje a la infinita soberbia del ser humano frente a una naturaleza salvaje.

Coincido  con Gastón Oyarzún cuando conversamos de esa aventura acuática y acordamos que es demasiado extrema, siempre deberíamos ponderar los desafíos que afrontamos.

Un lindo festival, con películas increíbles de proezas de tantos tipos extremos, notables exponentes de la humanidad

Ambrosía : un sitio de culto

Hace tantos años que me dejo caer en este lugar, pasando fantasmasgórico por esa Casa Colorada, un museo de portada, y disfrutar la deliciosa cocina de esa chef que define ese lugar de dioses. Este es un lugar muy rico!!!

Partí por mi habitual botella de agua mineral sin gas, mientras verificaba la oferta que la carta presentaba. Me encanté con una entrada cuya base era una tarte tatin de manzana cubierta con queso de cabra fundido acompañado de hojas de lechuga y rúcula con un molido de nueces fantástico.

Amenizado con esa entrada, me pedí una suprema de pollo, una pechuga de  pollo relleno con queso camembert y champignones. Acompañada de una porción de quinoa con una salsa de champignones salteados resultó una maravilla. Un toque de romero casi invisible me hizo extremadamente disfrutable este plato. Lo acompañé con un reserva de cabernet sauvignon y merlot, un delicioso vino para esta genial combinación de sabores.

Me encanta este lugar, Ambrosía es un sitio muy disfrutable!!

Bar The Clinic : disfrutable evento

Cómo resulta habitual, inventé una buena excusa para celebrar y el día mundial de la rabia tenía la potencia significativa suficiente para que se movilizara toda la energía del equipo Internet. Decidimos que el lugar debía tener esa marca iconoclasta e irreverente que nos gusta, por lo que llegar al bar The Clinic no tenía mayor sorpresa.

En el mismo palacio en que funcionó por un buen tiempo el Café Abarzúa (y el Partido Radical) hace unos pocos meses está este taquillero sitio, que todos los días se llena y que crea recuerdos deliciosos a sus comensales.

Más de la mitad del equipo salimos a las 19 horas de la pega para llegar a este sitio a hacer soberanía y comenzar a disfrutar preparados sencillos pero llenos de personalidad.  La tabla The Clinic es un hallazgo, delicias chilenas con gran gusto, empanaditas, brochetas, choripanes, sopaipillas, increíble, se disfrutan al máximo.

Me encantó la carta (todavía la guardo) pues es un trozo del pasquín que es The Clinic en donde se mezclan frases graciosas y el listado de precios. Como no reir  cuando Bielsa declara que intento saludar a Piñera pero sus brazos eran muy cortos o cuando Solabarrieta alaba a Amaro porque le ayudó con el acento. Muy gracioso!!!

Estuvimos conversando anécdotas hasta casi medianoche en una entretenida  jornada de celebración.Este equipo  cada vez se pone más exigente. Más diversión, más disfrute, para poder dar más.

Rica celebración, dejamos toda la rabia y nos fuimos llenos de energía!!!

Da Carla : la tradición manda

Cada cierto tiempo me encanta volver a disfrutar algún buen plato italiano al viejo local de Mc Iver, con ese estilo tan peculiar de atención y esa decoración tan casera que me hace pensar que estoy en casa.

Llegué temprano para almorzar tranquilo y además de comer rico, aprovechar de reflexionar y ordenar mi mente. Demasiados temas, demasiadas ideas, demasiadas presiones y solo 24 horas por día.

Partí con mi habitual agua mineral mientras elegía de la carta algún plato que ya no hubiese probado en anteriores incursiones. Así encontré un plato delicioso, una pasta rellena con queso de cabra y champignon, con una salsa hecha con tomates en cuadritos (es increíble que este pequeño gran detalle es una maravilla, pues le da sabor y textura). Acompañé con una botella de merlot reserva mientras divagaba en el proceso de organizar mi mente para dar un buen cierre a una semana compleja. Tras esta delicia, nada mejor que un clásico, un estupendo Tiramisú y una taza de café negro.

Da Carla, que gran lugar!!!

Confitería Torres : una delicia necesaria

Una semana en extremo densa, algo que se ha hecho cotidiano estos últimos tres meses, pero nada mejor para sentirme motivado a experimentar mejores disfrutes. Llamé a mi mejor partner y lo invité a almorzar algo especial y conversar acerca de nuestros proyectos.

Nos encontramos en el metro Moneda para caminar hacia ese viejo y lindo lugar que es la Confitería Torres. Nos recibió el «Tata», el mozo más antiguo del lugar, más de 50 años trabajando en el lugar, un verdadero fenómeno. A pesar de su memoria debilitada, sigue siendo un personaje adorable y que sabe atender con humor. Pedimos las habituales aguas minerales para refrescar y limpiar las gargantas y luego nos fuimos directo a la carta de platos. Por la hora, ya estábamos hambrientos y un filete al cilantro además de un filete a la pimienta con sus deliciosos acompañamientos no demoraron en constituirse en nuestro pedido. Más guerra nos dió el vino, ya que tras tres intentos fallidos, porque ya no había disponibilidad, logramos tener una buena botella de vino en la mesa. De no ser por la simpatía del Tata, no habría soportado la situación, una carta de vinos que no esté actualizada es un crimen experiencial.

Un delicioso almuerzo en el cual repasamos todos los temas pendientes de nuestros proyectos e ideas, además de disfrutar la buena preparación culinaria. Este lugar se merece su prestigio, sigue siendo una delicia!!!

Usando la versatilidad : plan C y siguientes

Me levanté a las 5:30 horas para preparar mi mochila y víveres para una excursión a la zona de Los Andes, la laguna El Copin y el Morro La Cruz. Como es de costumbre, preparé un buen  té con especias y alguna delicia para compartir con mis amigos malayos y me apresuré en llegar al punto de encuentro. De hecho, llegué adelantado y a la hora precisa pasó el buen David por mí.

Mientras nos aproximábamos al lugar, el clima se comenzó a embravar y sospeché que nos haría difícil la jornada. Nos enfilamos hacia Los Andes una veintena de malayos, decididos a vencer la contrariedad de la naturaleza pero en medio del viaje comenzó a llover y la sospecha empezó a ser más cierta.  Sin embargo, dejó de llover y decidimos empinarnos por el camino de tierra, pero pronto fue una espesa neblina y el barro que nos hacía resbalar los vehículos lo que nos convenció definitivamente que este día no iba a tener paseo.

La cordura malaya decidió que era momento de volver, la montaña siempre estará ahí, el momento de escalar no era éste.

Iniciamos el  retorno en donde me preocupé de entusiasmar a mis amigos malayos para pasar por unas empanadas, un buen aperitivo ante de de volver a Santiasco. El aperitivo se transformó deliciosamente no solo en empanadas, sino en unos ricos sandwiches de pernil, palta y mayo, unos panes amasados y algunos regalos para la ciudad. Con la barriga llenita, regresamos  a Santiasco y una vez en mi departamento, decidí prolongar el disfrute con  nuevas opciones.

Una rica y calientita ducha, para ordenar ideas y decidí ir por un buen tour de museos. Partí por el MAC, aunque destruida su fachada, hay acceso por el lado norte y una buena muestra de arte moderno en los dos pisos y subterráneo. Me sorprendió particularmente la performance torturosa de una artista que acepta ser golpeada con un chorro de agua antimotines hasta que el dolor no le permite soportarlo más. Raro!!

Me fui al museo de Bellas Artes, con deliciosas muestras con motivo del bicentenario. Muy recomendable, hay para todos los gustos. Me alegra ver que el MNBA se preocupó de todos los públicos. La muestra incluye aportes de diversos países que quisieron participar con su arte en  la celebración bicentenaria. Buen trabajo!!

Partí hacia el MAVI en donde encontré una muestra de Eugenio Ditborn, inquietante, extremadamente diversa y por cierto disfrutable. Luego me fui a reconocer el nuevo centro cultural Gabriela Mistral, la vieja Unctad III incendiada, para otros el Diego Portales, lo que sea, ahora es un pretencioso centro cultural, que se ve bonito aunque profundamente incompleto. Me parece que se vieron obligados a abrir antes de tiempo. Ya veremos!!

Seguí avanzando y me fui a disfrutar las pinturas de Pepe Moreno en el Centro Cultural Alameda, muy lindo y underground. Totalmente recomendable.

Un gran recorrido, aunque no haya montaña santiasco siempre ofrece opciones!!