Un nuevo enero de Santiago a Mil: solo disfrutes y alguna pena

Como ya me resulta cotidiano, antes que termine el año, hice la selección de obras que disfrutaríamos en enero y por supuesto no había motivo para excepción. Intenté combinar preferencias y diversidad de estilos para maximizar el disfrute con mi compañera.

Partimos en el Teatro Municipal de Santiago con una tocata imperdible de Inti Illimani celebrando sus 50 años. Un teatro repleto para recorrer la música del exilio en Italia. Llenos de emoción escuchamos extasiados muchos de esos temas que adornan tantos recuerdos y también dolores del pasado. La formación de este Inti histórico nos paseó desde Italia con un gracioso cantante de Nápoles y una soprano local, para viajar por la música de raíces cubanas y por supuesto rematar con las maravillosas letras de Patricio Manns y el imponderable Horacio Salinas. Una delicia que se aplaudió de pié.

El turno siguiente fue para Argentina con una obra sorprendente que recrea el drama bíblico de Caín y Abel en clave criolla. Terrenal es finalmente una recreación magnífica del contrapunto del ser y el hacer, de la libertad y la posesión. Mi hermano me declaró que con esta obra se daba por satisfecho del festival de teatro y eso que aún no sabía que veríamos juntos otra más adelante.

Luego llegó el turno de la danza a cargo de una compañía francesa con la obra Blanca Nieves (Blanche Neige), simplemente extraordinaria. No solo la maravilla de una veintena de bailarines en escena, sino por la belleza de un cuento de hadas (más conocido por la versión de Disney) con música de Mahler y una erotizada madrastra (la estupenda Cecilia Torres Morrillo) que cautiva a la audiencia. Un manejo de la escenografía digno de relojería, con un despliegue de originalidad y audacia que incluye hasta técnicas de escalada que nos dejaron boquiabiertos. Estoy seguro que esta obra fue un imperdible de este festival.

La siguiente obra era el turno de Chile con Pulmones, que pone en el escenario a Francisca Lewin y Francisco Ossa, dos actores de campeonato. Es una obra agotadora, no solo por el ritmo incesante sino también por el eterno dilema del sentido de la vida y de la pareja en un mundo que se autodestruye. Por más de una hora se suceden escenas con diálogos vertiginosos, sin ninguna escenografía de apoyo, solo la habilidad de los actores para hacer el viaje de una pareja desde el primer momento del encuentro amoroso hasta la muerte, recorriendo las dudas, los temores, el conflicto de ser padres y el ser consecuentes. Potente!!!

Al cabo de unos pocos días asistimos a otra obra argentina, esta vez una muy especial no solo por el tema – la guerra de Las Malvinas- sino por el hecho que los actores son ex soldados que participaron de esta estúpida guerra entre dos países que los usaron solo por conveniencia política (como siempre). Campo minado, pone en escena a veteranos británicos que fueron material útil para el ascenso político de la Tatcher y a tres argentinos que pagaron el precio de ser carne de cañón para darle un respiro a la última dictadura argentina. Sobrecogedora!!

Confieso que esperaba con ansias ver la obra Realismo de Manuela Infante a quién admiro por sus tremendos trabajos anteriores. Sin embargo, esta obra me dejó muy confundido y probablemente la creatividad de esta tremenda dramaturga ya me supera. La obra cambia el eje habitual de lo humano como unidad de medida del mundo para mostrar la permanencia de las cosas como una nueva métrica de la realidad. Me costó varios días darle sentido a lo que visualizamos y que conversamos con mi partner sin llegar a concluir. Lo calificaré simplemente como inquietante!!.

La obra chilena Cordillera, es una recreación lacerante de los últimos días en una cárcel de lujo, hecha a medida para violadores de los DDHH en Chile, tras la decisión de trasladarlos a una cárcel con menos privilegios. Tremendos actores representan a esos dueños de la vida de cualquier chileno, torturadores y asesinos de uniforme, la élite de la monstruosidad de una dictadura que aún marca la vida de muchos y que nos recuerda que hay heridas que quizás nunca sanarán. Triste y al mismo tiempo, necesaria.

Imaginaba que la siguiente obra llamada La dictadura de lo cool sería divertida, pero en realidad resultó un striptease social de toda una generación de chilenos pseudo intelectuales pero de ADN capitalista que manejan un discurso progresista pero que reproducen exactamente lo que denuncian. Una obra genial, llena de vigor creativo e iconoclasta, que a pesar de llegar a lo grosero, retrata con evidencias una parte de nuestro país (y del mundo) que pretendemos ignorar. Reveladora!!

Y como siempre, el gran final con el aporte de Alemania con la obra Un Enemigo del Pueblo (Ein Volksfeind). Una fascinante historia sobre política, finanzas públicas, bien común y medios de comunicación. Un relato fascinante que pone en escena el eterno conflicto de la sociedad moderna donde el delicado equilibrio de la sociedad se enfrenta inexorablemente a los intereses del capital y donde nadie es completamente inocente o culpable. Eso incluye al público, ya que los actores salen de escena para cuestionar y hacer evidente el debate con los espectadores, lo cual redobla los aplausos. Fascinante!!

Un gran festival, lleno de emociones y disfrutes creativos. Me encanta el Santiago a Mil.

Días Felices : el absurdo genial de Beckett

Una obra muy esperada para esta versión del bicentenario del Santiago a Mil, era esta presentación de Robert  Wilson, estadounidense, de la compleja ironía del dramaturgo Samuel Beckett. Precedida por su gran éxito, fue capaz de llenar el Teatro Municipal de Las Condes, a pesar de inscribirse en el género del absurdo.

Un sonido tremendo y una iluminación exagerada ponen en el escenario a una mujer (Winnie) de mediana edad enterrada (atrapada) en la cima de un montículo de asfalto oscuro, en donde permanecerá dignamente durante los dos actos de la obra. En los bajos, las catacumbas de dicho montículo vive el marido (Willie), una suerte de reptil humano que se comunica con ruidos y monosílabos, en contraste con la verborrea grandilocuente e impresionante de la dama.

En francés, traducido en la pantalla sobre el escenario con varios defectos de sincronía, es un clásico del teatro del absurdo formidable. Sospecho que muchas personas con matrimonios de suficientes años de duración, se habrán cuestionado si su realidad es muy distinta o no a la obra en cuestión.

Con un humor elegante e inteligente, ella celebra el «viejo estilo» mientras él prefiere el anonimato y la erótica postal que nutre su podredumbre y silencio de catacumba. Ella digna en todo instante, bajo unos focos de luz terribles, intenta convencernos de su felicidad aunque solo espera el timbre que le indica que ha pasado un nuevo día feliz y que puede ir a dormir, hasta que otro timbrazo la despierte para vivir la pantomima de la felicidad al día siguiente.

Impresionante la obra, Un trabajo impecable de teatro.

Diátriba de la Victoria : un experimento teatral notable

Tres textos, el maravilloso y poético  discurso de la victoria (1970) de Salvador Allende (el presidente poeta que tuvo Chile), un drama en formato de monólogo escrito por el gran dramaturgo social chileno Juan Radrigán y un poema sorprendente de un conocido sicoanalista. La cita en el Teatro de la Memoria, un gran lugar a pesar del terrible calor.

Es una obra compleja para cualquier público, casi no hay diálogos, siempre son superposiciones de monólogos inteligentemente entrelazados para asegurar una unidad temática, el dolor de la esperanza de un pueblo que creyó en la igualdad social, que vivió la carnicería de la dictadura y que sigue sufriendo la vivencia cotidiana de la marginalidad de muchos.

La diátriba como estilo no es lo habitual en un teatro que normalmente busca el humor o el drama como recurso. Sin embargo, sorprende profundamente por la contundencia de los textos y la actuación de las connotadas mujeres actrices.

La obra llega al paroxismo cuando es el público el increpado, definitivamente insultado por su contemplación e inacción ante el drama del desaparecido. Sospecho que hubo más de una persona incómoda ante esa afrenta, pero nadie se movió de su asiento. Dulce arte que hace que nos podamos decir muchas cosas que la cotidianeidad impide o quizás solo es esa acomodaticia inclinación chilena de hacerse el leso.

Un discurso ético potente, una obra llena del poderío de la palabra y de esas verdades que muchos quisieran desconocer.

Móvil : una experiencia de danza 2.0

La danza muchas veces aparece como «pariente pobre» en el Santiago a Mil, pero siempre trato de asistir a algunas de las expresiones de esta disciplina pues casi siempre me sorprendo y disfruto.

Entradas no numeradas de manera que además del orden natural de llegada se imponía el azar, al elegir la posición en una sala de negro, con muchos focos y marcas en el piso. Las instrucciones muy simples, pueden ubicarse en donde deseen salvo en las zonas marcadas.

Al ingresar, estudié rapidamente el espacio y me ubiqué en el punto que me pareció con mayor perspectiva. la obra comienza y los jóvenes artistas deambulan por los espacios en diálogos de cuerpo y logos, ponen unas fotografías al azar sobre unas líneas blancas del piso, mientras otro chico las filma. Se filma al público y a los que danzan, mientras avanza el espectáculo. Una chica se retuerce en el suelo, mientras la chica vendada desviste al único chico que danza. Luego lo viste mientras continúa el movimiento eterno de todos en los espacios que el público contiene. La música acompaña los movimientos y de pronto es la proyección de las fotografías anteriormente filmadas las que ocupan las paredes y aparece el mismo público también filmado en la interacción.

Cambio varias veces de posición en la sala, pocos se atreven a jugar (solo dos chicas me siguen), la idea me quedó muy clara, todos somos parte del acto, mientras ocurre somos espectadores de lo que ocurre y de lo que sucedió. A la música se añaden acordes de un sintetizador, con efectos de eco (exquisita tecnología la que tienen disponible), se juega con el aquí y el ahora, aprovechando cada punto de interacción. Los que se mueven verbalizan sus actos, paso, salto, sigo, estoy aquí, evito, sigo y así sucesivamente mientras las imagenes proyectadas en las murallas dan cuenta de la revolución medial, de estar y verse. Música y video en vivo, además de improvisación, claramente una vivencia 2.0!!

Bien por el arte, me gustó estar ahí!!

Karmen final feliz : gran ópera gitana

La clásica ópera Carmen de Bizet pero reformulada bajo los cánones festivos y deliciosos de Goran Bregovic y su banda de Bodas y Funerales, era definitivamente un filete imperdible de la versión bicentenario del Santiago a Mil.

Llegué unos 10 minutos antes para confirmar lo que ya adivinaba, el Teatro Municipal de Las Condes estaría llenísimo y mucha expectación entre los asistentes.

Con algunos minutos de retraso, aparece en el minimalista escenario Vaska Jankovska, Kleopatra en ese momento y también Karmen posteriormente. Explica en su particular lengua la historia triste de su enamoramiento de Bakia (el barrendero cantante y trompetista). Bakia también aparece entre el público para contar su parte de la historia y así sucesivamente van apareciendo por distintos puntos del teatro el resto de los músicos. Todos en dobles roles de la doble historia de Keoplatra y Bakia y de la ópera Carmen imposturada.

La hermosa voz de Vaska, los coros de dos dasmiselas, Ljudmila Ratkova-Trajkova y Daniela Ratkova-Aleksandrova y el extraordinario desempeño del baterista, acordeonista y fantástico cantante Alen Ademovic (Ceausesku el proxeneta), hacen las delicias de esta creativa y divertida obra. Goran Bregovic de religioso traje blanco y parche negro en el ojo izquierdo, impecable en su bajo y en voz, todo un personaje.

A medida que avanza el guión, se suceden las canciones gitanas y la fiesta se arma inevitablemente. ya al terminar, nadie quería irse y se exigía un bis tras otro. Claramente la música gitana es deliciosamente bailable y el espectáculo era encantador.

Final felíz, muy felíz!!!

Teatro Cinema : la magia del teatro

Aunque estuve en su estreno tiempo atrás, me había prometido volver a ver esta obra apenas volviera a los escenarios en Chile. Teatro Cinema, compañía heredera del talento desarrollado en La Troppa durante una década y que ha revolucionado las artes teatrales con su refinada simbiosis de teatro y cine.

En esta ocasión, mi partner sempiterno, mi hermano Rodo, fiel cómplice de tantas incursiones filetarias,  se acopló al goce asegurado de esta obra deliciosa. De hecho, era repetición para ambos.

Un  Teatro Municipal de Las Condes, llenísimo, un gran marco para recibir esta formidable experiencia de fusión visual. En esta ocasión podríamos poner atención en los textos, ya que la oportunidad anterior fue solo éxtasis en la técnica maravillosa que han desarrollado estos virtuosos actores.

Fuimos testigos del vértigo que produce en la mayoría, la precisión de relojería con la cual se desarrolla la obra. Linda historia y mejor ejecución, solo queda espacio para la admiración y los aplausos. Los textos son tremendos, hablan del sentido de la vida de lo verdaderamente importante versus lo urgente. Al final de cuentas, somos tan simples y vulnerables!!

Tras este filete, nos fuimos a continuar el disfrute comiendo unos exquisitos sandwiches en el Maldito Chef, un sitio de Carpentier adictivo, aunque el servicio deja mucho que desear. Van a tener que hacer algo para mejorar, ya que no cabe duda que las recetas de Carpentier son excelentes, pero el servicio es el 80% de la experiencia y eso no está a la altura.

Teatro Cinema, ídolos!!!

Gatomaquia : bendito talento

Como si fuera poco aprender de memoria textos versados, hablar encantadoramente, cantar bien, tocar instrumentos, bailar mejor y actuar por una hora y media, manteniendo fascinado a todo el público, estos chicos bien parecidos y dos preciosuras, fueron lo mejor de este día.

Una obra deliciosa basada en versos de Lope de Vega, que cuenta las andanzas de dos gatos Marramaquiz y Micifuz, convierte la sala 1 del Centro Cultural Gabriela  Mistral, en el escenario propicio para esta parodia de la compañía de teatro uruguaya.

Es curioso que siendo un largo texto en versos antiguos del 1600, pueda ser tan moderno y divertido. La parodia y la simpatía, dan espacio a cantos corales, instrumentaciones y hasta a un exquisito rap. La puesta en escena es ingeniosa y sencilla, claramente minimalista, pero definitivamente se sustenta en el talento a chorros de los 4 actores que de verdad encandilaron a todos.

Bendito talento, bellos profesionales!!!

Daddy’s always right : preciosa obra

Cuando compré mis abonos para Santiago a mil e incluí esta obra no me percaté que eran los mismos actores de la obra El Capote, mágica casualidad ya que ellos me encantaron y esta sería una mejor oportunidad de disfrutar su arte.

El caluroso Teatro UC repleto, sospecho que había corrido la voz acerca de lo buenos que son esta pareja de actores búlgaros. Maestros del clown teatral, usan lo mínimo como escenografía, unos rollos de algodón para crear la nieve, otros para vestir, unos ingeniosos objetos de genero, cuerdas y varillas y todo lo demás es el extraordinario  desempeño de ellos para llenarnos de ternura y hacernos ver cosas que no existen y que cobran vida ante nuestros emocionados ojos.

Basada en una obra de Hans Christian Andersen, estos maravillosos actores nos llevan en un viaje fantasioso por las torpezas de «papy» y la encantadora forma en que «mamy» logra darles sentido. Al final de cuentas, el mensaje es muy sencillo para cualquier pareja, si amas al otro lo debes aceptar tal y como es, incluso y sobretodo cuando no es tan perfecto y hace las cosas mal.

Preciosa obra, para todo público.

Amledi el tonto : Raúl Ruiz teje historias

Confieso que asistí a esta obra en el Teatro Municipal de Las Condes más tentado por la curiosidad que por otra cosa. Que se espera de una adaptación de la tragedia de Hamlet o de un cineasta que se atreve una vez más a incursionar en teatro?. El resultado, me encantó.

Es una obra hilarante, pocas veces me he reído tanto con algo tan serio como la tragedia clásica además mezclada con mitos populares chilotes que Raúl Ruiz mezcla con inteligencia para producir un efecto extraordinario, dan ganas de no pestañear siquiera para no perder los detalles deliciosos del guión y del talento de una tremenda cantidad de actores descomunales.

Entre los grandes actores que participan (son muchos) puedo destacar a Claudia Di Girólamo (contundente como siempre), Tamara Acosta (extraordinaria), Francisco Reyes (me hizo reir tanto), Rodrigo Soto, Daniel Alcaíno y Pedro Villagra. Mucho talento puesto en las manos del director para obtener una obra genial, defintivamente imperdible!!!.

Cada acto de la obra va precedida por la intervención musical en vivo de músicos de bronces y una caja de percusión, lo que produce una cierta solemnidad, ficticia por cierto, ya que rápidamente la acción pasa a ser iconoclasta y tragicómica.

Tras este filete y con mis manos adoloridas de tanto aplaudir (como todos en la sala, especialmente cuando un tímido Raúl Ruiz se asoma por un costado), me fui rapidamente a atender un compromiso especial. El aniversario de matrimonio de mi amado hermano menor. Me esperaban en un restoran que descubrí hace poco y que ellos eligieron para la ocasión. Se trataba del Jewel of India en el barrio Manuel Montt, que tal como yo sospechaba se está transformando en una gran opción.

Instalados en la terraza del lindo patio interior, nos dedicamos a pedir platos diversos para hacer una buena degustación mientras bebíamos unos tragos y un par de botellas de buenos vinos. Excelente!!!

El dueño, Rakesh Arora, no solo me recibió con cariñosos abrazos sino que nos agazajó con algunos appetizers y unos postres de regalo. Que rica celebración!!

Gran noche, dan ganas de repetirla.

El Capote : gran presentación de Bulgaria

Esperaba con ansias esta versión bicentenaria del Santiago a Mil, la que nunca más fue el teatro a mil que tuvimos a inicios de los 90’s (ahora realmente cuesta harto más de mil). Debo estar fuera de foco porque sigo recordando esa idealista idea de arte para todos (hay que reconocer que se compensa con maravillosos espectáculos callejeros gratuitos). En fin, llegó el bicentenario y hay que hacer opciones.

Pertenezco a la especie de los que definen con precisión lo que quieren y mis 12 abonos en esta versión del Santiago a mil, tratan de recoger mi sensibilidad por las artes escénicas.

Esta noche me tocaba una obra muy singular, una pieza de teatro que he gozado antes, pero que me engendra sentimientos encontrados. Cuando gocé la versión con títeres de Aline Kuppenheim, a pesar de la tragedia que cuenta la historia, me divertí como niño con la maestría de las marionetas y las voces. En este caso, la misma historia, es contada con misterio y especial humor en una representación genial al estilo clown.  La pareja de actores búlgaros no hablan español, pero prepararon la obra en un perfecto castellano asi como lo han hecho en otros tantos idiomas. Una maravilla de prodigios, manteniendo como base la universalidad del humor, el cual no necesita palabras para expresarse.

Un teatro UC lleno, acalorado como siempre (nadie habrá pensado que un aire acondicionado lo haría mejor lugar). En finh, una obra encantadora, literalmente hilarante y al mismo tiempo trágica. La magia de unos actores excepcionales y un formato de producción minimalista ensayado a ultranza. Es imperdible!!!

Maravilloso comienzo personal del santiago a mil es decir #stgoamil