99 : arrogante pero bueno

Hace tiempo que venía escuchando comentarios acerca del restaurante 99, ubicado en la calle Andrés de Fuenzalida mismo número y no había tenido ocasión de visitarlo por lo restringido de sus horarios. Abren solo al almuerzo y a la cena por un par de horas. De hecho, incluso el sitio web 99restaurante.com solo existe para reservar, lo cual pone de manifiesto su estilo.

Prometen una propuesta gastronómica de autor diferente cada día, que puede traducirse en que cada día la creatividad del equipo de cocina produce algo distinto y que los comensales asisten un poco a ser sorprendidos. Ciertamente, crear platos lo considero maravilloso aunque al mismo tiempo arriesgado, ya que no hay paladar para todo. No obstante ello, fui gustoso a la prueba.

Ubicado en la terraza (imposible encerrarse en estos días de canícula desatada) y la chica me sirvió una copa de agua, mientras elegía mi entrada. Puso en la mesa unos cortes de pan y mantequilla negra con sal marina, buen acierto!. Partí entonces con un carpaccio de res con queso de mani, palta y rúcula que constituyó un buen comienzo, especialmente porque acompañé con una copa de reserva carignan Villalobos, un vino adorable. Para el fondo, seleccioné un puré de porotos pallares con verduras asadas (coliflor, champiñones), unos cortes de los mismos porotos y una porción de papas rústicas fritas. Acompañé con una copa de ensamblaje de cabernet sauvignon con syrah (de una viña boutique que no conocía y cuyo nombre no retuve). Muy rico, solo habría dejado fuera la coliflor.

Para el postre, algo inesperadamente simple, un helado de plátano con manjar suave de leche y crocante, seguido de mi habitual café expreso.

Honestamente prometía más por lo que se habla, no me logró fascinar y como me trae reminiscencias del Boragó, debo confesar que no queda primero en mi lista, pero sin duda en muy buena posición.

Barrica 94 : una maravilla en Patio Bellavista

Parece raro encontrar un buen lugar en un boulevard atestado de ofertas de nivel discutible debido a la presión por gustos masivos y de bajo precio. Es un tema histórico y se fue agudizando con el paso de los años con algunas excepciones. Sin embargo, contra todo pronóstico, he encontrado un sitio que ya he ido 3 veces y me tiene francamente impresionado.

Se trata del restaurante Barrica 94, elegante, buen diseño, atendido impecablemente y con una oferta de platos y vinos superior. Ahora les comento.

La primera ocasión, partí con mi habitual agua sin gas y seleccioné de la sorprendente carta un montadito de anchoas. Un appetizer sorprendente. Para los fondos, me di vueltas varias veces por la carta, indeciso y al mismo tiempo ansioso por saber que me gustaría más. Finalmente, me decidí por un filete a la parrilla al que añadí una salsa de syrah y acompañé con un puré rústico. Debo admitir, que fui sorprendido no solo por los sabores sino por la presentación y el delicado servicio brindado.

Considerando el plato que comería y la impresionante cava de vinos, me tomé la molestia de ubicar una botella de vino a la altura y llegué a un Corazón de Indio de Marty una exquisita mezcla de Cabernet Sauvignon, Carmenère y Syrah, envejecido en barricas de roble francés. Inmejorable!!.

No fui capaz de seguir con algún postre, así es que esta primera visita concluyó con un buen café negro. Sabía que volvería.

Para la segunda oportunidad fui acompañado, no solo por lo entretenida que es mi partner sino porque sabía que la iba a sorprender. Iniciamos la incursión con agua sin gas y una coca light mientras compartíamos unos crocantes de prieta (rollito tipo primavera rellena de prieta con arándanos y salsa de ají verde) . Esto es fantástico!!

Luego fuimos por un cancato de salmón y para mí un salmón a la parrilla con salsa de maracuyá acompañado de una  selección de legumbres, ambos platos deliciosos. Acompañamos con una botella de pinot noir Maycas reserva especial, que estaba extraordinario. Claramente es un sitio de vinos, pero a eso suma una carta exquisita y muy gourmet.

En esta oportunidad, había que probar los postres, así es que fue bienvenido un cheescake y un pie de limón, mientras bebíamos las tazas de café de rigor. Claramente, este sitio seguía siendo fascinante!!.

Como soy un obsesivo irremediable en temas de disfrutes, pasó poco tiempo antes que invitara a mi partner a una nueva sesión en Barrica 94. Partimos con un maracuyá sour para ella y un rico sour de albahaca para acompañar un gravlax (appetizer que consiste en finas rodajas de salmón curadas en sal, azúcar y eneldo). Éxtasis al comenzar!!

Para los fondos, mi partner se tentó con un garrón de cordero con puré rustico, mientras que en mi caso, quise probar el plato que solo miré en la ocasión anterior, me refiero al cancato de salmón. Como en esta ocasión solo yo probaría vino, pedí una botella de pinot noir Veranda, un pequeño clásico que venía muy bien a mi plato. Después pensé que podría haber probado algunas cepas por copas, pero ya era tarde para cambiar de opinión.

Nuevamente apostamos por los postres y compartimos una torta mil amores y un pie de limón (recordando lo delicioso que era), además de los respectivos cafés.

Ha nacido un gran lugar, imperdible!!

 

Nueva visita al BocaNariz : deliciosa experiencia

A mediados del 2012 visité por primera vez este rico lugar y moría de ganas de repetir la incursión. Esta noche fue propicia en tiempo y compañía para poder asistir a una nueva sesión de degustación. Cabe destacar que no teníamos mucho hambre pero ganas de disfrutar de todas maneras.

Elegimos una Ollita de corvina para compartir, un plato sorprendente que sería especial justificación para los vinos que habríamos de probar. Pedimos una variada selección de copas de degustación de cepas tintas carignan, syrah, cabernet franc. De lo que recuerdo, eran cepas de las Chilcas Single Vineyard, Santa Carolina Barrica Selection, Syrah Koyle Royale. Todas fantásticas y afortunadamente apropiadas para el plato que compartimos.

Aprovechamos de probar postres y pedimos un Crumble de manzana y unasFrambuesas al vino, postres que acompañamos con una buena copa de late harvest Tabalí reserva, una maravilla!!!

Sin mucho más que exigir dado el placer recibido, solo cerramos con un buen café negro.

 

Amaranto : almuerzo gourmet que no falla

Esta es una opción imperdible del centro de Santiasco, no solo por la calidad de sus platos sino porque hay cierto arte para hacer que la experiencia del cliente sea agradable. Lo he visitado en muchas oportunidades y la nota siempre ha sido alta.

En esta ocasión acompañado de una buena amiga, llegamos a disfrutar el lugar para un almuerzo de media semana. Como siempre, existe la posibilidad de un rico menú con al menos dos opciones para cada plato, sin embargo, preferimos revisar la carta.

Mi amiga prefirió algo bastante estándar, un bife de chorizo y ensalada, pero yo necesitaba algo bastante más apetitoso y provocador. Me incliné rapidamente por un tapenade de salmón, (tapenade típicamente es  una pasta de aceitunas, alcaparras y anchoas) un filete de salmón cubierto con puré de aceitunas, ajo y perejil acompañado de unas papas con semillas salteadas. Un plato fantástico!!!.

Como beber vino era solo mi opción, decidí pedir una copa de pinot noir. El problema es que no era parte de la oferta en copas. En ese momento vino la magia, el mozo diligentemente me indica que no me preocupe, que él lo soluciona. Y así fue, llegó con mi copa de un buen pinot noir a la temperatura correcta. Eso es servicio!!!

En fin, un almuerzo rico, un lugar plenamente disfrutable.

Paula Gourmet : tercer año y mucho mejor

Me agrada ver como esta feria se va transformando en algo interesante y en una experiencia francamente disfrutable. El año pasado, comenté que la desorganización afectaba claramente la experiencia que se busca y debo reconocer que ha habido un importante avance.

Aproveché uno de los dos días de cuatro en que sería disfrutable, ya que la aglomeración que seguro se dará el fin de semana, será menos disfrutable. Me gusta la iniciativa y sobretodo me gusta que haya gente que goce esto. Lamento eso si que se vaya convirtiendo en deporte del marketing, ya que tengo cierto pudor por estos disfrutes privados, la buena comida es algo serio y no es decente transformarlo solo en un acto de mercadeo.

Se ve mucho mejor organizado, más espacio y cada local sorprendentemente mejor armados. Quizás las dimensiones del Parque Araucano son propicias para esto y la ventaja de ir contracorriente ayudan finalmente.

Me fascina ver la pasión de muchos emprendedores chilenos, sacando adelante proyectos gourmet, con o sin apoyo del Estado (hay mérito de Corfo en varias de las iniciativas), hay ofertas interesantes y sobretodo hay pasión, algo que marca la feria, creerse el cuento es demasiado importante.

Tuve oportunidad de degustar demasiadas cosas ricas, es una delicia para lo cual sugiero prepararse. lamentablemente son solo cuatro días. Vale mucho el esfuerzo de ir temprano, no lo olviden.

Degustar un chutney de mango y ajo (demasiado rico), una mermelada de ají cacho de cabra, avellanas con merkén, volver a probar una exquisita pimienta de canelo, quesos con avellanas o aceitunas, unos increíbles aperitivos con bioalgas, jugos de frutas gasificados, en fin tantas opciones de disfrutes que de verdad valen la pena.

Al final de esta incursión, salí con un abrelatas muy especial que le voy a regalar a mi amada vieja, una mermelada de tomates con ají, unas pastas de aceitunas (me fascinan) y hasta un polvo de avellanas con merkén. Además escuché la presentación en vivo de un trío genial, Contrabanda, muy gitanos de acordeón, violín y contrabajo y la chica con una voz maravillosa, sobretodo cuando interpretó temas de Edith Piaf. Un filete!!!

Los puestos imperdibles son La Quesería, Pimienta Austral/Chiloé Gourmet, Las delicias de Lonco, Knife Store (un buen cuchillo de cocina es un tesoro), Chumaco (por favor prueben) y atrévanse con Inana Bioalgas Chile. Había un local cuyo nombre no retuve con café de altura de Perú, magnífico!!, lo recomiendo al 100%.

Paula Gourmet, cada año mejor!!!!

R. : nombre corto y largo recorrido

Este restaurant es tan antiguo en mis incursiones que tengo la sensación que nunca he escrito algo sobre él. Lo conocí cuando funcionaba al fondo de un pequeño pasaje ciego en Lastarria, un pasaje de anticuarios que hace muchos años no existe. De hecho, hoy es simplemente un sitio eriazo, cerrado y que solo se distingue porque en sus muros exteriores hay algunos grafittis interesantes que he publicado en fotos por ahí.

Sin embargo, el restoran ha sobrevivido el paso del tiempo e instalado hace rato en la Plaza del Mulato Gil, sigue siendo una interesante opción para comer algo rico o hacer un after office.

Hoy llegué al lugar después de un periplo de investigación por el centro de Santiasco, buscaba como me resulta delicioso hacer, nuevos lugares para disfrutar. Debo confesar que no hallé nada nuevo, solo algunas promesas que anoté en mi mente y que revisaré más adelante.

Era bastante tarde para un almuerzo, pero todavía quedaban algunos extranjeros en los postres, por lo que aproveché de ingresar e instalarme en uno de los salones para disfrutar un almuerzo.

Partí con la impresión que los mozos quedaban algo descolocados con la tardía visita, pero igual fueron amables y pronto tuve mi agua mineral y hielo para saciar la sed de un día en extremo caluroso y una carta para revisar.

La oferta no es voluminosa pero ciertamente atractiva. Podría clasificar a este lugar entre los sitios sencillos pero sabedores del sabor de su oferta. De la carta me llamó la atención un plato, una corvina rellena de queso y espárragos en una salsa de mostaza que se me antojó que quedaría bien acompañado con papas provenzal (papas al horno con cebollas, queso  y ajo). No me equivoqué, el plato estaba divino (y muy caliente) al cual añadí una media botella de vino (aquí la oferta es pobre, pero se salva si se sabe elegir).

Fuertes sabores que solo podrían compensarse con un postre potente, nada menos que un suspiro limeño que me dió delicias de gran confort. Para el final, obviamente, un buen café negro.

R. sigue siendo opción en Lastarria!!

La Bifería : rico y reflexivo

Me encantó!!!!

De esos pequeños lugares que se ha ido llenando el sector de Pedro de Valdivia entre Providencia y Costanera, me faltaba probar uno. Hoy era el día ideal para satisfacer mi siempre atenta y urgente hambre por nuevos sabores, por lo que mis pasos fueron directos y presurosos hacia La Bifería.

No sólo es un local pequeño y pretencioso, sino que se da maña para tener una parte del local como Cevichería. Eso es arte!!

Un número de comensales mediano para un día de media semana, lo que no fue molestia para conseguir una mesa en la terraza (mi predilección) dando la espalda a la calle. Esto me permitió tener una panorámica del lugar y hacer algo dem people watching..

Habitualmente prefiero un buen filete antes que sacar trozos de grasa de un lomo liso y peormente de uno vetado. Sin embargo, este lugar se refiere a si mismo como un lugar de alta y fina selección de carnes y no quise dudar de ello. Así que tras revisar la carta, me entusiasmé con un lomo liso que acompañé con un puré rústico (eso significa que es de papas de verdad) con queso de cabra y rúcula (maravillosa combinación que me enloquece).

Pedí la carta de vinos y no pude evitar fijarme en un vino apropiado y que no había probado antes . Se trató de un ensamblaje de cabernet sauvignon y syrah, llamado Toro de Piedra de la Viña Requinoa en el valle de Maule (maravillosos syrahs). Una verdadera sorpresa, ya que sus taninos y ese sabor a nuez me fascinó.

Mientras tanto, un pote con paté foie y cebolla morada más panecillos, hicieron la delicia de una pequeña espera, ya que más pronto de lo que creía, vino la cena. El plato llegó suntuoso y deliciosamente disfrutable, la carne en el punto que me gusta (como lo pedí), dejando jugos increíbles tras cada corte. El puré, maravilloso con trozos de papa sin moler, rúcula evidente y algo de aceite de olivas, dieron un marco de disfrute inolvidable a mi comida.

Con ganas de seguir disfrutando, pedí la carta para elegir mi postre y me encontré con algo notable, un suspiro de lúcuma. Maldita buena suerte, era una maravilla untuosa y fragante, que me llenó el paladar y solo fue necesario mi indispensable café negro para cerrar una cena perfecta.

La Bifería, un sitio 100% repetible!!!!!

Ambrosía : un sitio de culto

Hace tantos años que me dejo caer en este lugar, pasando fantasmasgórico por esa Casa Colorada, un museo de portada, y disfrutar la deliciosa cocina de esa chef que define ese lugar de dioses. Este es un lugar muy rico!!!

Partí por mi habitual botella de agua mineral sin gas, mientras verificaba la oferta que la carta presentaba. Me encanté con una entrada cuya base era una tarte tatin de manzana cubierta con queso de cabra fundido acompañado de hojas de lechuga y rúcula con un molido de nueces fantástico.

Amenizado con esa entrada, me pedí una suprema de pollo, una pechuga de  pollo relleno con queso camembert y champignones. Acompañada de una porción de quinoa con una salsa de champignones salteados resultó una maravilla. Un toque de romero casi invisible me hizo extremadamente disfrutable este plato. Lo acompañé con un reserva de cabernet sauvignon y merlot, un delicioso vino para esta genial combinación de sabores.

Me encanta este lugar, Ambrosía es un sitio muy disfrutable!!

Biketrekking Embalse El Aromo : gran jornada

En marzo pasado me inscribí para este MounTainBike (MTB) en el lindo Embalse El Aromo, una promesa de bonitos paisajes y exigente itinerario de cleta.

No tuve muchas opciones de entrenamiento pero lo cortés no quita lo valiente y decidí que antes de enfrentar el despliegue de energía la mañana del sábado, debía darme un gusto energético la noche del viernes. Así, mi jornada de biketrekking se inicia en un pequeño pero gourmet lugar, Del Cocinero Bistrot en el sector de Pedro de Valdivia.

Elegí una mesa en la terraza, llena de extranjeros que gustan de la bohemia santiasqueña y partí con la usual botella de agua mineral que refresca mi garganta atribulada de largas jornadas laborales. La carta muy interesante, la hojeé en busca de pastas (comida indispensable para mi siguiente actividad) y encontré unos raviolones de albahaca rellenos de queso de cabra, que no dudé un instante en ordenar. Mientras solicité una copa de merlot (según conversamos con el mozo, la oferta en copas era harto mejor que las medias botellas disponibles), un Chateaux Los Boldos Reserva, de interesante cuerpo y especialmente ahumado, lo que me gustó de inmediato. Si bien el local es pequeño, llama la atención que los mozos sean tan poco proactivos, si no fuera por la calidad de la comida, nadie perdonaría el servicio.

El plato de ravioles, precioso, fue un manjar de sabores ya que no solo cumplía la promesa del queso de cabra sino que traía unos trocitos de nuez que quedaban magníficos en la combinación. Extasiado con los sabores, me entusiasmé  con un postre y elegí unas papayas rellenas con mousse de pisco sour, algo fresco y exótico. No me equivoqué, fue un cierre fantástico para mi cena previa al MTB.

Tras un sueño reparador, pasadas  las 7:30 horas me pasan a buscar y enrutamos hacia la quinta región con las cletas colgando en la parte trasera del vehículo. Tras diversas peripecias, logramos llegar media hora antes de la partida, con tiempo suficiente para embetunarnos con bloqueador solar (más de 25° celsius y totalmente despejado), adecuar nuestras cletas y ponernos en la línea de partida.

El circuito que recorrimos fue fantástico pero muy duro, muchas subidas y escalofriantes bajadas, demasiadas espinas (pinché dos veces), pero lleno de adrenalina. Fue increíble ese recorrido de 23 kilometros en medio de paisajes hermosos y flora silvestre. Cerca de dos horas de agotamiento delicioso para botar stress y todas las malas vibras que santiasco suele prodigar.

Una vez que estuvimos nuevamente juntos, entusiasmé a mi partner para ir a disfrutar de la quinta región y no costó mucho. Nos dirigimos hacia Con Con a comer empanadas en Las Delicias, empanadas de pino de locos, camarones con queso, aceitunas con queso y unas refrescantes chelas. Muy bien, pero como aperitivo, es que teníamos demasiado hambre!!.

Avanzamos por el hermoso camino costero y nos estacionamos en el restaurant Albatros (viejo conocido de mis tiempos horconinos) para disfrutar de la hermosa vista y comer como corresponde. No vendían ceviche, por lo que nos vimos obligados a saltarnos los pisco sours, luego pedimos albacora en distintas combinaciones y distintos acompañamientos, delicioso almuerzo que amenizamos con un fresco sauvignon blanc de Ventisquero en su temperatura ideal. Terminado el placer del almuerzo, no fue posible evitar pedir un postre, asi que uno de papayas para mi partner y unos panqueques celestinos para mi goce. Uuufff!!!

Nos vimos obligados a salir a caminar un rato, ya que con tantos placeres gastronómicos, literalmente no quedaba espacio ni siquiera para el aire.

En fin, tras una rica caminata bien conversada, volvimos al vehículo y retornamos a santiasco.  Gran día!!!!