The Rite of the Strings

Una noche de música en vivo y ejecutada por verdaderos maestros es un placer que no me gusta perder.

Jean Luc Ponty, Al Di Meola y Stanley Clarke juntos en el mismo escenario entregando su arte y simpatía a un Teatro Caupolicán bastante lleno. Un espectáculo que bien merecía el Palco que elegí y un escenario extremadamente austero. Estaba claro, que lo importante eran los músicos.

Con 15 minutos de retraso, bastante pifiado, partió rapidamente la música, los tres con una sencillez y humildad propia de los maestros, repasaron temas del jazz moderno y piezas notables de Ponty. Haciendo gala de sus extraordinarias ejecuciones, respetuosamente se pasaban el turno de instrumento principal y completaban a trio.

Seguidamente, Jean Luc Ponty tuvo todo el escenario para él, retirándose en ovación para dar paso al alegre y simpático Clarke, quien toca el contrabajo como si fuera una guitarra, al punto que se atrevió a tocar algunos acordes de rock, virtuoso y con poderosas manos. Dedicó un hermoso tema a su suegro, Antonio Prieto presente en la sala, lo que le valió un gran aplauso. Luego, dejó a Di Meola y su increíble guitarra. Realmente un guitarrista de lujo. Tras un par de temas deliciosos, volvieron a salir todos para un remate excepcional. Una breve retirada ya que nadie se movió de sus asientos sin parar de aplaudir y un bis con un gran tema, cerró más de dos horas de un espectáculo extraordinario.

Maestros!!!!!!

Puerto Varas : un lugar disfrutable a pesar de la pega

Lunes, un día algo nublado, pero de intensa actividad. Al almuerzo, el primer contacto con algo exquisito, tras una larga mañana de trabajo. Ya cerca de las 18 horas nos trasladamos hacia el lago Llanquihue para ponernos salvavidas y viajar en bote a un barco de agua dulce. Se trata del Capitán Haase, una mezcla de carabela, yate a vela y en realidad una suerte de lounge acuático. Fantástico, un paseo por el enorme y precioso lago, acompañado de unas copas de vino (pisco sour y jugos para el que quisiera) y quiches, empanadas y otras pequeñas delicias. Buena música y un paseo extraordinario hasta el atardecer.

Pero el disfrute solo comenzaba, ya que media hora después estabamos a bordo de un bus para ir a un restorán notable, el IBIS en la costanera. Elegante, un ambiente selecto y sobretodo bien atendido, lo cual es una excepción. El servicio, descubriría, no es una gran fortaleza en la zona.

Por la noche, mucho más tarde, una visita al casino de la ciudad. Como no me gusta jugar, concentré mi atención en una mesa en que había un mago increíble. Mostró una y otra vez sus trucos con las cartas, sorprendentes, variados y divertidos. Me reí largo rato como un niño ante una maravilla inexplicable.

Martes, jornada profunda de trabajo. Por suerte, nuevamente llegamos al almuerzo, no podía ser mejor. Una verdadera poesía para los sentidos. Partimos con una entrada de centolla magallánica servida en gazpacho perfumado al merquén. El plato central fueron unas Chuletas y trozo de pierna de cordero lechón a las hierbas con salsa de Carmenere, acompañado con una dariole (puré) de papas y aceitunas con fondos de alcachofa salteados. Amenizado con una copa de sabroso cabernet sauvignon y cerrando con un postre Tiramisú con frutillas glaseadas en caramelo balsámico y hojuelas de almendras. Delicioso!!!.

Ya concluido el trabajo, salí a caminar para despedir este paraíso del sur y aprovechar algo el luminoso día que comenzaba a desvanecerse. Terminé la despedida sirviéndome una cerveza artesanal de la ciudad (Colonos, gran bouquet, buen cuerpo y un toque de amargor) y un pastel increible de frambuesas y arándanos en el Café Danés.

Buen viaje, el sur la lleva!!!!

Meliá Patagonia

Estar en un hotel como éste es notable. Una vista al lago envidiable y con una luna llena que empalidecería al sol. Ahora solo quiero comentar la delicia de cena que pude degustar.

Una entrada de tártaro de ostiones sobre un carpaccio de trucha marinada al cilantro, exquisita. Solo había que agregar algo de limón y pimienta y quedó perfecta. Un Chardonay Doña Dominga muy helado completó el placer de este primer plato.

Seguidamente, un filete de mero dorado en aceite de oliva con salsa de naranjas al estragón y un pastel de mil hojas de verdura, se transformó en un plato de fondo extasiante. De verdad, que la salsa de naranjas fue un detalle irrepetible.

El postre, un dúo de chocolate blanco y negro en salsa de frambuesa, estuvo magnífico. Unos sorbos de un cabernet sauvignon le proporcionaron el toque notable. Después solo quedaba tomar un buen café amargo.

Que gran cena!!!

Puerto Varas : naturaleza y placer

Desperté muy temprano para preparar maleta, desayunar y ordenar todo para desaparecer por un par de días de Santiasco. Alrededor de las 14 horas ya nos encontrábamos en Puerto Montt y nos esperó un transfer para ir directos al destino final.

Logré convencer a un amigo para que me acompañara a comer a un lugar que recordaba, el restoran La Olla ubicado en la costanera enfrente al lago. Sabia elección, debido a la hora (más cerca de las 16 horas) tras la caminata desde el hotel, encontramos espacio para disfrutar unos platos sencillos pero deliciosos. Una corvina a la plancha con un techo de alcaparras al aceite de olivas y unas papas mayo (soy adicto a las papas), acompañado con un buen carmenere 2004.

Al regreso, aproveché de empujar a mi partner a algunas aventuras, estuvimos en un pequeño museo de un pintor de la zona (Pablo Fierro), donde la gracia es que mezcla sus buenos dibujos y pinturas de la arquitectura de la región, con piezas de madera, antiguedades y artefactos obtenidos en las demoliciones de esas mismas casonas de antaño. Muy notable y diverso, además de entretenido el artista.

Pasamos también por el Emporio del Lago que al final resultó ser una boutique de delicatessen. Probé una pasta de aceitunas y nuez que estaba muy rica.

Regresamos al hotel y mi compadre se murió, es decir, decidió dormir. Acto seguido yo salí a recorrer la ciudad. Entre lo rescatable, una muestra de esculturas en una carpa montada en la plaza de la ciudad en donde habían algunas piezas en piedra y madera excepcionales. También visité unos cafecitos, una feria artesanal de minusválidos y finalmente me instalé en la costanera frente al lago y al volcán Osorno y el Calbuco, a leer y esperar el atardecer. Precioso día.

CRUDO : un poco desordenado

Una noche de lanzamiento de disco. Jazz del bueno en manos de los hermanos Rodriguez (Mauricio en la guitarra y Daniel en batería) acompañados de Rodrigo Galarce en el contrabajo. En realidad, también acompañados por la deliciosa voz de Consuelo Schuster y Luis Pino (DJ) en piano.

Muy desordenada presentación, una suerte de apología al genio creativo y divertido de los músicos. Algunos errores técnicos, que por cierto, no opacaron el deleite. Consuelo, menudita, supo imponer su profesionalismo y buena voz entre las intrincadas combinaciones de sonidos y cables que los hermanos Rodriguez tenían sobre el escenario. Lindos temas y buenas ejecuciones.

La tocata fue potente, con uso de bases electrónicas que ayudaron a formar un sonido único y lleno de vida.

Cabe destacar que la fecha coincide con el cumpleaños de Mauricio Rodriguez y teniendo el disco que se lanza por nombre Crudo, recibí de regalo un plato de crudo excepcional. Delicioso.

Al final, salí con dos discos que compré y un nuevo préstamo de Erwin bajo mis brazos. vale la pena ir al Thelonious.

El Secreto : ya lo conoces

Mientras almorzaba hoy, estuve viendo esta película, que por sobre todas las cosas, es un viaje por las opiniones de diversos personajes que se vanaglorian de haber conseguido todo lo que querían, aprovechando el secreto.

Este secreto lo conocen todos y está en muchas formas presente en nuestras vidas. Cuando te dicen, piensa positivo, canaliza tus energías hacia lo que quieres, focalizate en lo que quieres conseguir o simplemente ten fe. Todas son expresiones de lo mismo. Nuestra mente bien dirigida es capaz de conseguir lo que queremos. Sin embargo, demasiadas veces en esta película se plantea el conseguir dinero, la pareja ideal, la casa soñada, en fin, ambiciones muy humanas, pero que banalizan la importancia de la capacidad del ser humano.

El secreto es un interesante documental acerca de lo poderosa que es la mente humana y como es posible vivir una mejor vida. Alguna vez leí que nuestro modelo de mundo determina ser perfectamente felíz o infelíz, eso es justamente lo que hacemos a diario. Si pensamos que hoy es un mal día, con seguridad, pasarán muchos problemas y lo será. No obstante, si tenemos una mirada optimista, disfrutamos lo que nos ocurre y usamos nuestra energía en vivir mejor, verdaderamente ocurre.

Fue un almuerzo nutritivo y pese a los aspectos en extremo materialistas de algunas opiniones o ciertas trivialidades, disfrute también el documental.

Entrama en Sala SCD

A pesar que es un grupo con 10 años de trayectoria, Entrama sigue teniendo muchos adeptos. Un grupo de fusión latina, a veces sinfónico, pero por sobretodo, un grupo de talentosos músicos.

Se presentaron en el ciclo de tocatas en vivo de la SCD Bellavista y vaya que fue disfrutable. Partió con retraso, pero esto se perdona a un grupo de este nivel, tocaron piezas bien seleccionadas de su abundante repertorio.

Algunas modificaciones llamaron mi atención, faltó el violoncello (lo que siempre le dió el toque especial a la música) pero apareció un hermoso piano, en el que se turnaron dos de los músicos. Da gusto ver la habilidad para manejar distintos y multiples instrumentos y ser buenos en su ejecución.

Como siempre, el notable y gracioso Carlos Basilio, mantuvo el humor y la buena onda de todos en la sesión. Grande Entrama!!!!

Quinte55ence en M100

A pesar de ser miércoles y que mucha gente prefirió el futbol, para mi era una cita imperdible con el talento y la buena música.

Pasadas las 21 horas, en un austero escenario pero repleto de la mayor concentración de músicos jóvenes y brillantes que se puede tener, se dió inicio a una maravillosa tocata de jazz. Temas del único disco de la banda, más temas que dejaron fuera de esa placa y los sorpresivos y notables temas que prepararon para homenajear los 90 años de Violeta Parra, nos hicieron delirar de placer.

La banda, formada hacia el 2005 al alero de mi sitio preferido, Thelonious, tiene por lider natural al virtuoso Federico Dannemann (guitarra); una segunda guitarra en manos del notable músico Roberto Dañobeitía; el contrabajo con un inspirado Rodrigo Galarce quien esta vez también tocó bajo eléctrico; la batería con el maestro Daniel Rodriguez quien reemplazó a Félix Lecaros; el increíble Lautaro Quevedo en teclados (habría sido más genial aún si hubiesen montado un piano); Sebastián Jordán en trompeta, increíble como siempre; Marcelo Maldonado quien es lo mejor que visto haciendo jazz con trombón; Jaime Navarrete, una segunda y sorprendente trompeta; Agustín Moya con saxo tenor, maestrísimo; Andrés Pérez con clarinete y saxo tenor; Cristián Gallardo en saxo alto y flauta (Pérez y Gallardo son parte de otro grupo excepcional, Contracuarteto, recientemente presentes en el primer festival de jazz de La Pincoya que tal?); el genial e introvertido Diego Manusevich en clarinete bajo. Todos dirigidos por Francisco Nuñez, mentor del grupo.

Las piezas dedicadas a Violeta Parra contaron con la extraordinaria voz de Francesca Ancarola, exquisita interpretación y buena onda. Ah, casi olvidaba la increíble pieza que compuso y dirigió Martin Joseph, un músico inglés a quien tuve el gusto de conocer en otras tocatas y que hace algo increíble, es profesor y director de improvisación (dialéctico no?).

Maravillosa tocata.

Le jour se leve

Título original que se puede traducir como Amanece (el día se levanta), es el nombre de una vieja película francesa (1939) del director Marcel Carne. Un afortunado préstamo filete la dejó en mis manos y naturalmente no resistí poder verla. Con los pocos recursos de la época, en blanco y negro, con muchos defectos técnicos, la película me atrapó.

En resumen (porque es mejor verla), un tipo sencillo, honesto y buena persona asesina a otro individuo en su cuarto y luego se refugia en su soledad y mientras la policía trata de reducirlo (matarlo) él recuerda como llegó a convertirse en un asesino. Es un film triste, siempre esperanzado en el amor y de profunda crítica social, notable y sobretodo recomendable.

Mirador Cerro La Cruz en Parque Mahuida

Levantarse un domingo a las 6:45 horas es un gran desafío para mí, pero no me iba a perder la oportunidad de ir a un trekking con los malayos (http://www.malayos.cl/), varios de los cuales conocí en el paseo a los glaciares de El Morado la pasada semana.

A las 8:00 ya estabamos en el Parque Mahuida en La Reina, un clima algo fresco, pero que a todo evento, se convertiría en un infierno caluroso. La gran mayoría llegó en la banda de tiempo definida (se espera solo 10 minutos) y un llamado desesperado de alguien nos aguantó en una espera de 5 minutos adicionales.

Comenzamos el ascenso rápidamente, mientras el sol se asomaba en la cima de los cerros. Si todo iba bien, podríamos evitar que nos diera en la cara. Sin embargo, fue una subida comepiernas muy dura y ya transcurrida una hora de trepar la pendiente, me estaba doliendo una rodilla (ahi descubrí una vez más que los años no pasan en vano). Como sea, llegamos al destino en unas dos horas y poco a poco fueron llegando casi todos los integrantes (salvo un par de deserciones).

Ya instalados (algunos) a la sombra del único árbol del lugar (el resto son solo arbustos) comenzó la mejor parte del paseo. La faceta oculta y deliciosa de los malayos es que son buenos gourmets, unos sibaritas con mochila!!!!!!.

Comenzaron a aparecer aceitunas al ajo, turrones de leche, crujientes de pan atomatados y un sinnúmero de delicias. Lo que puso la nota alta, fue cuando una chica sacó unas frutillas enormes y heladitas más un pote de crema, con lo cual tuvimos un postre delicioso. La misma crema sirvió para que algunos probaran un capuchino, ya que también había café, y del bueno.

Impresionante, con un estímulo así de potente a mis sentidos, no quiero hacer otra cosa que no sea , salir con los malayos. Me encargaré de llevar algo delicioso en el próximo paseo, para aportar al disfrute