Quintessence en Thelonious : lunes filete

Normalmente los días lunes en Santiasco son completamente fomes y olvidables, sin embargo, hay ocasiones en que definitivamente se puede cerrar el día disfrutando. La música claramente nos puede dar ese placer especial que nos cambia la mirada y pone una sonrisa en nuestro rostro.

La cita en Thelonious partió con atraso, pero desde temprano pululaban los músicos de esta banda por el lugar. Algunos ensayos y mucha y animada conversación. El club fue llenándose poco a poco con músicos y amantes de la buena música. La promesa era potente.

Con una formación levemente alterada respecto de la original (con la que ganaron el título de la mejor banda de jazz 2006), presentaba en trompetas a Sebastián Jordán y Jaime Navarrete, en corno a Eduardo Candia, en trombón a Juan Saavedra, en los saxos a Agustín Moya, Cristián Gallardo y Claudio Rubio (composiciones), en el clarinete bajo a Diego Manusevich, en batería a Félix Lecaros, Contrabajo Rodrigo Galarce, piano Lautaro Quevedo, guitarra y composiciones Rodrigo Dañobeitía y un ausente por viaje Federico Dannemann. Uff!! tamaña agrupación.

El paseo musical de más de una hora, incluyó preciosos temas de Rodrigo Dañobeitía (Lost Friend, Black Blues), varias adaptaciones de autores universales y un temazo, lleno de potencia, de Claudio Rubio. Sorprendente mezcla de talentos, la banda se hace querer.

Quintessence sigue siendo un baluarte del jazz nacional, el trabajo merece un nuevo disco.

Sebastián Jordán Quinteto : cada vez mejor

Un día de preludio de fin de semana largo no siempre es buena ocasión para un recital de jazz. Sin embargo, cuando se anuncia que este quinteto hace una movida, hay que tomarlo en serio.

Vengo siguiéndolos por un largo tramo y la verdad es que la calidad de sus temas y el talento en demostración supera las expectativas. La formación liderada por el trompetista y compositor Sebastián Jordán, seguido por el saxo increíble de Agustín Moya, los compases graves y precisos del contrabajo de Pablo Menares, los acordes pertinentes y milagrosos del piano de Lautaro Quevedo y por cierto, la magia de una batería inspirada de Félix Lecaros, todo perfecto para un disfrute de jazz.

Un club de jazz con poca concurrencia, solo fanáticos, imagino comensales musicales que comieron en otro lugar antes (como nosotros), ya que lamentablemente, a pesar de los años el Club de Jazz de Santiago, el viejo club, no ha mejorado su oferta gastronómica.

Con bastante tardanza, el despliegue virtuoso de las composiciones de Jordán puso el tono a la noche. La ilusión que tejen las teclas del piano acompasadas con el contrabajo, dan espacio para la superposición de la inteligente ejecución de
la batería de Lecaros y los sonidos solistas de la trompeta y el saxo. Una verdadera delicia!!!

Un concierto exquisito, estoy seguro que fue el mejor filete de esa noche. Completamente repetible!!!

Sebastián Jordan Quinteto : gran jazz

Hace varias semanas que no aparecía por Thelonious, mi lugar favorito para el jazz en vivo. Esta noche tenía buenas promesas considerando la maestría de los músicos. Partiendo por Jordán en trompeta y composiciones, el increíble talento de Félix Lecaros en la batería, el inconfundible toque de Pablo Menares en el contrabajo, el sonido preciso de las notas de piano de Lautaro Quevedo y el virtuosismo incomparable de Agustín Moya en el saxo. Un filete por donde lo miren.

Llegué a punto, mientras ajustaban los últimos detalles técnicos en el escenario y con tiempo suficiente para pedir un trago y ensayar algunas fotografías antes del espectáculo.

La maravilla musical se desarrolla sin interrupción, temas exigentes, con ritmo y talento, van haciendo efecto en una abundante audiencia (sorpresa en un fin de semana largo), hay onda y los aplausos abundan ante el despliegue musical. Jordan y Moya se disputan el estrellato con toda la potencia de sus virtuosos pulmones, mientras, apenas detrás, los pulsos graves del contrabajo y las delicadas notas del piano hacen su contrapunto con la virtuosa batería de Lecaros.

Gran noche, gran tocata, el buen jazz sigue vivo en Santiasco!!

Agustín Moya Quinteto : filete en grabación

Tras una especialmente pesada semana laboral, no iba a dejar de disfrutar algo bueno que cerrase el viernes.

La grabación de un disco de Agustín Moya Quinteto era un filete imperdible. Llegué a tiempo al Thelonious para pedir mi cena favorita y que ya la conocen de memoria en el local, basta que me digan «lo mismo de siempre» y ya está hecho el pedido.

Una noche genial, Agustín Moya en saxo soprano y composiciones, seguido por el maestro Felipe Riveros en el piano, Nicolás Vera en guitarra electrónica, Nélson Arriagada en contrabajo y Daniel Rodriguez en batería.

Tratándose de una grabación de disco, está claro que todo el filete se puso a la parrilla. Disfrutamos piezas extraordinarias, de larga duración y con el genio adentro.

Además del saxo increíble que toca Agustín, hubo un piano acompañante delicioso y en el penúltimo tema, una impro de contrabajo realmente extraordinaria.

No solo calmé mi voraz hambre con ese sandwich de lomo increíble, sino que saturé todos mis sentidos con la maravillosa música de Moya y equipo.

¿cuando sale al mercado esta maravilla?

Pulso en Thelonious

Aunque bastante cansado este 10/11, no podía dejar de asistir a mi cita de jazz del sábado. Esta noche, La banda Pulso, cuatro músicos excepcionales, Vera en guitarra, Moya en Saxo, Baeza en batería y Quevedo en piano/teclados. Una cita con lo bueno, sin duda.

Mucha tardanza en la partida, pues Baeza se retrasó ( muy raro). También fue muy extraño que faltaran ingredientes esenciales para que me pudiera comer mi sandwich favorito, tuve que pedir otro (rico pero nunca tanto como mi preferido). Me quedé pensando si Erwin estaba pasando un mal momento. No lo sabré y espero que solo sea un instante.

Disfruté una gran tocata de esta banda, virtuosismo, gran sentido del ritmo y de la magia del jazz. Me sumé a los aplausos que espontáneamente brotaban de la asistencia tras los solos de instrumentos que nos hacían gozar a todos.

Redoblo mi admiración por Andy Baeza, quien llegó muy atrasado y en menos de dos minutos estaba tocando como si hubiese ensayado todo el día. Gran músico.

Me retiré temprano (bueno nunca tanto) con dos CD en mis manos. Erwin me prestó una deliciosa selección de Thelonious Monk envidiable. Gran compañero y muy generoso.