Melissa Aldana : la visita de la diva chilena del saxo

A veces me resulta imposible creer que esa niñita que conocí hace unos 10 años, esté convertida en la mujer poderosa que esta noche saldría al escenario. En sus comienzos, Melissa siempre mostró que su talento interpretativo era extraordinario, pero pesaba su juventud y quizás el mundo que aún no conocía. Su prodigio la llevó a estudiar al famoso Berklee College of music donde rápidamente se destacó como un prodigio. Finalmente se instaló en el circuito norteamericano y hace frecuentes giras con importantes músicos.

Un mensaje SMS de mi querido hermano me advirtió que esta noche tocaría Melissa en Thelonious despidiéndose de Chile tras concluir sus vacaciones. Antes de esta noche, la ví el 2007 cuando vino de vacaciones desde Boston tras haber iniciado sus estudios en Berklee. En esa ocasión, tocaba clásicos de Coltrane y otros además de temas de quien era su novio.

En el escenario, junto al contrabajo de Eduardo Peña y la batería encantada de Andy Baeza, aparece una delgada y hermosa mujer con su saxo, para dominar la escena. Ahora no solo toca clásicos sino que tiene composiciones propias (ya grabó un disco el 2010) y son magníficas. En algunos temas, se hace acompañar por Nicolás Vera en la guitarra y Agustín Moya en saxo para lograr  un quinteto delicioso.

Cuánto crecimiento, una artista de nivel mundial y con su sencillez característica. Recuerdo que cuando escribía filetario en formato de news, cada vez que había un concierto de jazz en que estuviera Melissa, les recordaba a todos, que aprovecharan porque más adelante iba a costar mucho dinero asistir a verla, porque ella es una diva del saxo.

Maravilloso desempeño, un gran momento de disfrute que capturé en algunas fotos que dejo para que mueran de envidia.

 

Otra vez en Le Fournil : cenas de trasnoche

Debe tener que ver con el biorritmo, pero es frecuente que me muera de hambre bien entrada la noche. En esas ocasiones debo salir a rastrear lugares que tengan una buena cocina y que además tengan la energía para atender tarde. Por suerte esos lugares existen!!.

A pesar de la gran multitud que suele haber en el Patio Bellavista, siempre he encontrado espacio en Le Fournil, quizás ayudado por el hecho que me conocen después de tantos años deambulando por ahí.

Partimos con terrina de queso de cabra a las finas hierbas, espárragos y pimentón para iniciar la conversación, gratamente acompañados con mi Kir Royale y el pisco sour que suele elegir mi partner.

Para los fondos, mi hambre dictó un pavo relleno con chorizo riojano, tomate con farce de verduras y champignon al roquefort, mientras que mi partner decidió un tournedo de filete de res a la pimienta con ratatouille. Nada que agregar, somos unos hambrientos!!

Acompañamos la delicia de esos platos con un Santa Carolina Specialities Dry farming, reserva carignan, una cepa que me encanta y que en este caso venía de maravillas.

Tras la tardía cena, solo quedaba caminar un buen rato para acomodar la carga. Qué delicia Le Fournil!!

 

La Bodeguita de Cristóbal : regreso a un clásico

Este sitio en Bellavista  debe tener unos 15 años de existencia pero cambio de dueño hace un par de años y esta noche en que caminábamos sin rumbo en busca de algo nuevo, apareció la oportunidad de probar.

Instalados en la terraza, el único lugar con una temperatura aceptable, partimos por pedir una jarra de sangría, una solución deliciosa para la sed y el calor.

Después nos dimos maña para elegir, entre la abundante oferta de opciones, las tapas que nos dieran fiera muestra de la capacidad del lugar. La selección resultó muy ecléctica, tapas de jamón serrano, tortilla de papas, gambas al ajillo, croquetas de la casa (pescado), todo acompañado de un ensamblaje con syrah, merlot y cabernet sauvignon.

Desde nuestra posición podíamos observar una próxima salsoteca en la que se asomaba una mujer gorda impresionante, reluciente en su vestido azul  de fiesta, invitaba a los paseantes, muchos extranjeros, a pasar al sitio de bailes. Una anécdota muy particular.

La delicia de las tapas la continuamos con los postres, donde  nada mejor encontramos que un tocino del cielo (un típico postre andaluz)  y helado de turrón.

Gran cena, divertida y llena de sabores.

 

Regreso al Epicúreo : descendiendo del ranking

Ya había pasado un buen tiempo desde mi última visita a este lugar. Siendo un poco tarde para los estándares santiasqueños, al notar que estaban atendiendo, no lo pensé más e ingresé.

Muy poca gente en el interior, fue fácil ubicar una buena mesa y me dispuse a solicitar a la chica de marcado acento argentino, una botella de agua mineral sin gas. Revisé con detalle la carta y ahí comenzó una insólita secuencia de platos con los que me tentaba seguida de la respuesta de la chica indicando que no había o no quedaba algún ingrediente esencial para mi selección. Estuve al punto de retirarme indignado, pero decidí hacer mi último intento.

Elegí un tentador fetuccini de la casa con camarones salteados al oliva y merkén, un sabroso plato que acompañé con un carmenere reserva de Tabalí.  Con posterioridad pedí un café y unos crepes a la naranja estupendos, con lo cual cerré esta extraña cena.

Habiendo tenido en el pasado ricas experiencias en este lugar, quedé algo choqueado con este trance y definitivamente, creo que no volveré por un largo periodo.

La Pescadería : un aporte al barrio Bellavista

Noche calurosa de verano y con ganas de cenar algo rico y de preferencia en un lugar desconocido. Por lo tanto, definí una ruta en dirección al barrio Bellavista y comencé a caminar.

En calle Mallinckrodt se acaba de instalar un restaurante que tiene presencia en Borderío,  con fama de gourmet y rico. Se trata del nuevo local de  La Pescadería de Walker. Un sitio tan nuevo que de no mediar mi curiosidad, no habría ingresado pues salvo una pareja, estaba vacío.

Un local grande, espacioso con mesas por la periferia y unos grandes mesones por el centro, una ambientación sencilla pero con estilo. Mientras me preparaba para conocer que sorpresa recibiría esta noche, pedí mi habitual  agua mineral sin gas y solicité las cartas.

Lo primero que llama la atención es la estupenda variedad de platos marinos y como me gusta averiguar más, conseguí saber que además, fuera de la carta, habían locos. Mmmmmhhh!!, irresistible y como no estaba claro como podía servírmelos, vino el mismo chef a negociar conmigo como sería mi entrada. Finalmente, resultó un conjunto de locos de mediano tamaño, delicadamente blandos reposando en una cama de lechugas y un set de 4 salsas para probar sabores. Maravillosos!!

Para los fondos, nuevamente en animada conversación con el chef, terminé por pedir una corvina a la plancha con una salsa roquefort y acompañada con papas hilo. A este plato agregué el delicioso acompañamiento de una botella de Montes Limited Selection pinot noir frío y mantenido en la cubeta de agua y hielo como me gusta.

Una delicia que disfruté lentamente en la tranquilidad sorprendente del lugar y que solo pude cerrar, cuando bebí mi café negro.

La Pescadería dará que hablar, está genial!!!

Santiago a Mil : recuento de mi primera semana

Enero es el mes más vertiginoso de mi existencia, cada año pone a prueba mi versatilidad y sobretodo mi paciencia pues concentra la mayor actividad cultural del año en  pocos días, haciendo imposible la ubicuidad. Ciertamente me da vértigo enfrentar este primer mes del año, a sabiendas que es imposible asistir a todas las actividades filete que ofrece la cartelera.

Armado de mucho valor y humildad para poder renunciar a algunas opciones mientras disfruto otras, partí el periplo con una obra imperdible.  Gladys, un drama sistémico  sostenido con las actuaciones increíbles de magnos actores (Catalina Saavedra, Sergio Hernández, Coca Guazzini, Ignacia Baeza, Antonia Santa María, Álvaro Viguera) y que a pesar del calor insoportable del Teatro El Puente, resultó ser una pieza magistral, intensa, deliciosa e inolvidable.

A la salida, pasamos a servirnos una exquisita tabla y vino a un lindo lugar, el Magno Club Lounge en Bellavista. Un sitio de delicioso diseño y estupendo servicio. Esta primera visita va a tener que repetirse para explorar mejor la carta de platos y la interesante carta de vinos que ofrece.

La siguiente obra, fue un monólogo protagonizado por Brontis Jodorowsky, hijo de Alejandro y que colaboran para crear El Gorila, una obra sorprendente con una reflexión profunda e intensa de la existencia humana. A la salida, decidimos probar el restaurante Mar Abierto, un decepcionante lugar por lo lento de la atención y la casi inexistencia de  lo ofertado en la carta. Prácticamente todo agotado y ni siquiera lo advierten. A pesar de todo, lo que probamos estaba sabroso. Tras el «incidente», nos dirigimos a una buena sesión de jazz en Thelonious, que tenía a Felipe Riveros Trío para nuestro deleite.

Una obra extraña y no por ello menos disfrutable fue Lo que es posible hacer con alguien, una suerte de reflexión acerca del poder del lenguaje y la educación como moldeadora del ser humano. A ratos inquietante por su rudeza, es una obra compleja y un poco agotadora. Para la hora de los comentarios, nos dirigimos a  Casa Lastarria, en esa deliciosa terraza que posee.

El siguiente filete fue una obra argentina, Estado de Ira, un sorprendente montaje lleno de humor e inteligencia y que muestra la complejidad de las relaciones humanas. Es tan rápida que hay que estar 100% atento para poder seguir la genial trama. Imperdible!!!

Para el cierre de esta semana, fui a ver Lo que puede un cuerpo, un impresionante montaje coreográfico individual de Claudia Vicuña con música de Carlos Cabezas y vídeos  del cineasta José Luis Torres Leiva. Extraordinaria pieza de arte escénico y extasiante  el dominio del cuerpo de la bailarina. Para un sabroso cierre, decidí pasar por la vieja Fuente Alemana y servirme mi sandwich preferido en ese lugar, una frica palta mayo con una deliciosa cerveza.

Santiago a mil, está realmente bueno!!!

 

 

 

 

 

 

Bellavista Sandwich Club : primera visita

Me asomé a este pequeño pero lindo lugar al filo del cierre. De hecho, había pasado varias veces este último par de meses y siempre lo encontraba cerrado, claramente no es un lugar con atención nocturna. Ubicado en la entrada al barrio, pasa desapercibido para muchos, pero si tienes la buena idea de mirar adentro, resulta muy cool.

Instalado en una mesa, cerca del patio interior, fui rápidamente atendido y opté por el sándwich que me pareció más representativo, algo así como el sándwich gourmet de la casa. Resultó ser el Bellavista Burger, una deliciosa hamburguesa de wagyu, con queso cheddar,  tomate, pepinillo y aros cebolla, una cama de hojas de lechuga  y unas papas fritas con cáscara fascinantes, además de un pocillo con una sabrosa salsa. Añadí un schop Torobayo,  1/2 litro de rica y helada cerveza.

Una delicia, bien preparado y presentado, lleno de sabores que disfruté lentamente a pesar que el lugar dejó de atender nuevos clientes mientras yo permanecía solitario en su interior, disfrutando mi plato y la buena música.

Exquisita opción para adictos a los sándwiches.

 

Le fournil, una cena de madrugada

Tuve un día extraordinariamente ocupado y cuando fui capaz de sentir mi cuerpo, constaté que estaba furiosamente hambriento. El problema era que pasaban la 1:30 horas, es decir una madrugada y yo con mi hambre galopante, extremo en todo sentido.

Una rápida revisión mental y aposté que en el Patio Bellavista debía haber algo operando por lo que rapidamente me desplacé hacia ese lugar. No me equivoqué, había una ebullición de gente, muchos sitios abiertos y me relajé para poder elegir algo rico.

Tras un par de vueltas, claramente mi mejor opción era Le Fournil, un lugar que incluso mejor habría aprovechado más temprano pues tuvo  una sesión de jazz. Sin embargo, tengo buenos recuerdos del sitio y no los dejaría de usar.

Me instalé en la terraza, con fresca brisa a pesar que la temperatura ambiente seguía siendo alta. Mientras bebía mi ritual agua sin gas, revisé la carta y me pareció atractivo un tournedo de filete de res a la pimienta con ratatouille, para el cual encargué, desde la carta de vinos un petit verdot de  Santa Carolina 2009.

Mientras esperaba, se acercó otro mozo, a quien conozco muy bien pues trabajaba en Ambrosía y siempre me dio una atención de primera. Conversamos acerca de su elección de abandonar su trabajo anterior y dedicarse a Le Fournil, no me cabe duda que será un gran aporte pues tengo los mejores recuerdos de su atención de calidad. Rara especie, profresionales del servicio en restaurantes hay pocos y este muchacho es notable.

Me divierte el hecho que él piensa que escribo para alguna revista, pues tomo notas mientras como algo rico, pero le comenté que simplemente soy un gozador amateur, que disfruto comer y que escribo para no olvidar lo que he disfrutado.

A pesar que pude desilusionarlo, me vino a ver un par de veces más para comentarme por ejemplo, que ya iba a estar la programación de jazz del lugar y que le estaba yendo bien en este nuevo trabajo. Me alegré con él, es delicioso poder trabajar en lo que nos gusta y además poder compartirlo con gente que lo aprecia.

Pasadas las 2:30 AM emprendí el regreso a mi hogar, tras una cena deliciosa a pesar de la ruidosa vecindad.

 

bikekrrtrekking : una rica experiencia

Hace tiempo que no acudía a este formato de disfrute y fue un acierto. Tomé mi cleta muy temprano, animado o quizás obligado por el calor. Habia que salir al aire libre a desayunar.

Me fui esperanzado hacia el barrio Lastarria, donde muchas veces disfruté un buen desayuno, pero me encontré con una ocupación monstruosa en el café del museo de la plaza Mulato Gil y cerrado mi querido café en calle Rosales

Después de unas vuelta en cleta llegue al cafe Lastarria en donde pedi un rico jugo de mango (primero fue uno de maracuya), ésta fue la primera parada de este viaje de disfrutes

Seguí el paseo zigzagueando por el barrio Recoleta tomando fotografías de los hermosos grafittis que adornan muchas paredes del barrio. Di muchas vueltas atrapando imágenes esplendorosas del arte callejero.

Culminado el proceso me fui a la entrada Pío Nono del cerro San Cristobal y ascendí a marcha forzada por este camino. Resoplando con gusto pude llegar a la cumbre del cerro en donde bebí gustoso un buen vaso de de jugo de mote con huesillos, sin mote y sin huesillos como a mi me gusta.

Tras un breve descanso me dispuse a descender hacia el cruce que lleva hacia La Pirámide. En la plazoleta Antilén aproveché de beber un jugo natural de melón y plátano (cada cual elige la combinación que le apetezca) y continué hacia mi siguiente destino.  Fui a dar una vuelta al solitario camino que lleva al cerro La Buitrera y luego me devolví para conectar con la salida que me permitió llegar a la ciclovía en Escrivá de Balaguer (polémico patrono del grupúsculo opus dei). Una ruta deliciosa que me llevó por la ribera del Mapocho hasta Santa María de Manquehue, un territorio de otro mundo. puros 4×4 y autos de marcas europeas, signos visibles de la personalidad de los chilenos atrapados en su interior,

Regresé por el mismo camino con la idea de almorzar en alguna de las terrazas de Borderio,  pero no me sentí cómodo y  preferí seguir de largo y apuntar hacia el barrio Bellavista. Un lindo recorrido por el parque Bicentenario y algunos senderos que finalmente me dejaron conectado con la Costanera.

Raudamente viajé por el parque y me desvié, animado por el hambre, hacia Providencia en donde recorrí muchas calles en busca de algún buen lugar, idealmente uno nuevo. Para mi desgracia, encontré abierto un Dominó, la máxima tentación frente a mí y me vi obligado a comer un «Italia tomate abajo».

Fueron 45 kilómetros de reconocimiento ciudadano, sano ejercicio y disfrutes por montón!!!

Bluseros Muertos : la delicia de un nuevo disco

Aunque tuve el privilegio de conocer las canciones del grupo en forma anticipada, en diversos estadios de avance de la grabación  y siempre con el entusiasmo y talento desbordante de Gatillo, gran amigo y cómplice, nada puede compararse a asistir a un lanzamiento en vivo de la banda.

Tengo una larga historia con esta banda deliciosa y me daré el gusto de contarles mi disfrute de esta noche especial. Partiré más de un mes atrás en que me llega la invitación a este espectáculo en la SCD de Bellavista, lugar de buena música y de lindos recuerdos. De la banda original solo queda su alma mater, Gatillo Gerard, aunque los espíritus de los otros integrantes están de una u otra forma siempre presentes (eso incluye la explícita referencia a cada uno  en un tema del  nuevo disco). Los nuevos integrantes, derrochan habilidades aunque todavía  no tienen la soltura escénica de la banda original.

La estupenda sala de la SCD comenzó poco a poco a recibir a los convocados, la gran mayoría amigos entrañables, todos entusiastas seguidores del talento que destila este grupo, pues a pesar de los cambios de músicos mantiene la impronta creativa y la infinita capacidad de hacer buena música, con letras potentes a veces divertidas y otras simplemente humanas y emocionantes. Después de todo, el blues es lo más cercano a la poesía de lo cotidiano, lo triste y depresivo que puede llegar a ser enaltecedor de la capacidad del ser humano de salir siempre adelante.

Este lanzamiento contó con la participación de varios poderosos músicos amigos de Gatillo que dieron los toques de diversidad y belleza musical a algunos temas del disco. Las armónicas bluseras y el saxo fueron un gran y hermoso detalle en la atmósfera del recital.

Me gusta este grupo porque más allá del talento instrumental de todos los músicos y la voz extraordinaria de Gatillo, se busca y muchas veces se consigue más que una canción sino una verdadera performance en el escenario, en donde lo histriónico, el virtuoso uso de los espontáneo y donde lo casual se transforma en una palanca para ofrecer más diversión y sobretodo más complicidad con el público.

El tema Cenicero no solo tiene un buen ritmo sino muy pegajoso que invita a cantar, de ahí el contrapunto de  la dulce balada Nada es Eterno reconforta el alma para luego pasar a un enfoque clásico y exquisito de Bluseros con el tema Las Paredes de Dios. Me reí mucho cuando escuché Yo Me Hago El Sordo, porque sé que se originó en un juego con el público en una vieja tocata del grupo y me emocioné más con el tema Estoy Pensando en Cambiar de Corazón, que contiene un verso de un poema que escribí hace un par de años y que Gatillo valoró y transformó en un temazo.

La poesía tremenda aparece en Soy mi Propio Asesino y el tema Esto es Sanidad, que da nombre a este disco y que resume finalmente  la historia del grupo.

No cabe duda, hay power para rato y eso reconforta el cuerpo y el alma. Bluseros Muertos, sigue siendo underground pero una vez que los conoces no puedes sino rendirte ante el talento y la fuerza de quienes dan lo mejor de si mismos para el deleite universal. Algo que me gusta demasiado es como se suma bellamente la música y otros artes en un mismo cometido y todo de la mano de la amistad, la carátula del nuevo disco es una pintura de un artista excepcional y amigo común, me refiero a Hijo Ra. Espero que también puedan disfrutar su increíble arte.

Fue una noche genial en el mejor lugar y con las mejores personas, me alegro de ser un fanático de esta banda. Dejé algunas fotos para el recuerdo.