29º Feria del Libro de Santiago : nutrida oferta

Ya casi no recuerdo cuantas ferias del libro he visitado y aunque en más de una ocasión me he prometido dejar de ir, la tentación me vence.

En el ya tradicional Centro Cultural Estación Mapocho, esta feria hace todo su despliegue con una impecable puesta en escena. Todo bien ordenado y funcionando por toda una quincena para que se pueda disfrutar largamente de buenos libros, espectáculos musicales, lanzamientos de obras e incluso del buen acondicionamiento de temperatura, sobretodo cuando arrecia el calor en Santiasco.

Mi recorrido comienza por la izquierda y por la primera zona, descubriendo que a diferencia de otros años, hay pocos locales de ofertones y más bien, hay especial énfasis en la novedad de algunos títulos o la presencia del autor de alguna nueva obra. Claramente la feria se enfoca en gente que gusta leer lo novedoso o que busca algo que sea dificil de encontrar.

Me sorprendió observar la gran cantidad de libros para niños, de verdad que me gustaría ser niño otra vez para disfrutar tanta oferta, con tantos recursos gráficos y multimediales. Hice un religioso recorrido por todos los locales y salí abrazando una bolsa con libros y revistas porque pesaba demasiado.

Mi joyita fue un libro del gran Joaquín Sabina, Ciento Volando de catorce, una exquisita colección de sonetos inmorales, subversivos y de pasiones inexcrutables, que solo un genio como Sabina sabe crear. Genial!!!

Recomendable para todos, especialmente para quienes tienen chicos que gustan de la lectura.

Domingo de fotos, mercado y reflexiones

Hasta el 15 de junio se encuentra instalado en el hall de entrada al Centro Cultural Estación Mapocho, la muestra de fotografías correspondiente a la versión 31 del Salón Nacional de Fotografía de Prensa. Fotos de gran tamaño en donde quedan retratados retazos de la realidad vista por los ojos de buenos fotógrafos.

Hay fotos dramáticas como la de un suicida cayendo de un edificio, divertidas como la de un escolar de básica arrancando de un carabinero, impactantes como el reportaje en fotos al transantiago, una foto increíble de una noche estrellada en Isla de Pascua. En fin, muchas fotos para disfrutar.

Ya que me encontraba en el sector, nada mejor que ir a almorzar al Mercado Central, que afortunadamente no estaba muy lleno. Elegí un lugar distinto al repetido monopolio de Donde Augusto (me carga el nombre), así es que fui Donde Camila, bastante más evocador.

Unos ricos locos de entrada (sorprendentemente grandes) siguiendo con un plato extraordinario, un congrio al ajillo acompañado de papas mayo. Un verdadero banquete y por cierto con un buen vino para poder digerir tan potentes sabores.

Mientras almorzaba, logré terminar un libro que me atrapó desde el jueves. Se trata de un ensayo llamado Cinco meditaciones sobre la belleza, de Francois Cheng. Un texto potente en donde se explaya en diferentes miradas acerca de la belleza, ¿porque la naturaleza no le bastó ser perfecta sino que es bella?, ¿porque la belleza existe en los ojos de quien la ve? ¿porque en definitiva, la belleza es un instante del alma?. Extasiante y recomendable libro.