Rivoli : delicias italianas en Providencia

Almorzar en un lugar rico y sin ruidos molestos, bien atendido y que sea inolvidable, son muchas condiciones, pero por suerte existen opciones en este sector de Santiasco.

En el llamado Pasaje del Sol, un pequeño oasis, hay varias posibilidades y de hecho, tenía en mi vista uno nuevo, pero finalmente este peculiar restorán nos esperaba para disfrutar un de un buen almuerzo y conversación.

Partimos con unas botellas de agua mineral sin gas, seguidas de un antipasto que armé con Mozarella, tomates con albahaca (natural) y rúcula. Una delicia de sabores.

Los fondos nos llamaron desde la carta, un spaghetti puttanesca (salsa de tomates picante con anchoas y alcaparras) y un raviole di funghi, rúcula e gambarettos (raviole relleno con pasta de champiñones, una capa de rúcula salteada al aceite de olivas y camarones). Maravillosos y contundentes. Acompañamos con un ensamblaje delicioso, un Ramirana gran reserva 2006 de Syrah y Carmenere. Perfecto!!!

Gran almuerzo y exquisito lugar, a pesar del tiempo y las veces que le he visitado, sigue siendo una opción filete.

Squadritto : una gran cena italiana

Una cena italiana en un bonito lugar, con arquitectura y diseño apropiado, era mi desafío para esta celebración y la elección de Squadritto en el barrio Lastarria no tardó en salir victoriosa desde mi memoria.

Hace más de 5 años que no volvía a este lugar y para mi disfrute sigue siendo un bonito sitio, con su iluminación bien cuidada, los frescos pompeyanos en las paredes, la elegancia y el buen diseño por doquier.

Partimos compartiendo una sabrosa provoletta junto a unos ricos Kir Royale, mientras preparaban nuestra selección principal. Un Ravioli di Seppia (ravioles rellenos con camarones y ricota con una rica salsa de jaibas), un Ravioli dil Paese (ravioles rellenos con carne y especias con una salsa parmesana) y un Mezzaluna con Scallopine di Filetto (rellenos con champignones, queso roquefort, aceitunas con una salsa de mantequilla de amapola). Estas maravillas las acompañamos con un magnífico merlot Tres Palacios 2007. Exquisito!!

Tras los postres y unos especiales bajativos, concluyó esta fantástica velada cumpleañera. A pesar de algunos pequeños errores de sincronización en el servicio, Squadritto sigue siendo un extraordinario lugar de comida italiana. Completamente repetible!!

Spiazzo : pastas por la noche

Como he estado bastante inapetente, he usado el mecanismo de ir a restoranes que me entusiasmen con bonita y buena comida. Así llegué una noche a este local, de propiedad del conocido restorán El Parrón en Providencia.

La idea era una buena e interesante ingesta de carbohidratos para tener un sueño placentero. Me instalé en este gran local, bastante vacío por lo demás, y partí por pedir mi habitual agua mineral sin gas, preludio gracioso de cualquier buena comida. Tras estudiar la carta me incliné por unos agnolottis de salmón ahumado y ricotta y decidí bañarlos con una salsa de mariscos (camarones, calamares y machas además de la crema de rigor). Con esa carga, era necesario un buen vino, así es que pedí un merlot reserva de Santa Ema 2006, suficientemente bueno para esta cena.

Un plato exquisito, aunque visualmente le faltaba color (porqué hay chefs tan fomes!!), habría sido genial algo de verde y rojo. No basta el sabor, es necesaria una experiencia más completa.

Muchas veces, me quedo con la sensación que los restoranes de Santiasco no invierten lo suficiente en crear experiencias y se limitan a seguir recetas. ¿porqué no capacitan a los mozos para asegurar un buen resultado en la experiencia usuaria?. Es una gran torpeza!!

De hecho, hasta me entusiasmé en pedir un postre, pero el mozo nunca más se apareció. Tras varios minutos de espera decidí pedir la cuenta. Que mal!!!

En todo caso, la comida deliciosa, solo que pudo ser mucho mejor.

Il Peperoncino : sencillo y sabroso

En el barrio Manuel Montt todavía es posible sorprenderse con algún restorán. En esta ocasión el paseo me condujo a un lugar de una sencillez calculada, pues definitivamente es elegante pero sin ostentación. Comida italiana para saciar deliciosamente el hambre.

Revisada la carta me incliné por unos Cappelletti de cangrejo con una salsa ácida y alcaparras. El vino adecuado, un merlot Marqués de Casa Concha del 2005.

La atención estupenda, la chica aparecía una y otra vez para asegurar que todo estuviese bien. Trajo unos ricos panecillos y dos salsas para untar. Muy bueno para contener mientras en la cocina preparaban mi cena.

Un plato de tamaño mediano y buena temperatura, rapidamente pude deleitarme con la combinación. Una masa exquisita y un sabor delicadamente logrado. Nada que decir, el vino hizo su aporte para que cada bocado fuera una maravilla. Hace mucho tiempo que no probaba cangrejo y me pareció estupendo el resultado.

La comida italiana es verdaderamente sabrosa y este local promete ricos sabores.

Tres Continentes : Japón, Italia y Perú

La capacidad de crear fusiones y mezclas de culturas culinarias es infinita y comienza a notarse con la aparición de nuevos restoranes. Este restorán posee la carta más tentadora de cocina internacional que haya visto este último año.

Surtido de Sushi, Sashimi y Tempuras, al lado de Ceviches, Tiraditos y Pulpos. No faltan las Causas, Risottos y muchas Pastas, así como las Tradiciones Peruanas, Carnes y Aves por doquier.

Un local bien ambientado, sobrio y con lindas pinturas modernas, buen aire acondicionado y muchos mozos peruanos, todo amenizado con música peruana. Está claro que el fuerte del lugar es la comida peruana (no terminas de saludar y ya te comentan de los pescados disponibles, en fin, ya saben que es buena cocina la peruana).

A la hora de elegir mi cena, pedí ver la carta de vinos y el mozo se anduvo intimidando con la conversación, ya que partió presuroso a buscar a una chica sommelier para que sirviera el vino. Fue gracioso y al mismo tiempo interesante el manejo de recursos del local. La carta de vinos es variada pero poco abundante, así es que elegí un merlot de Casa Rivas (Valle del Maipo), buen reserva, ligeramente alcohólico y amaderado, pero sabroso merlot al fin.

Ravioles rellenos de pasta de Pato con una interesante salsa de tomillo y queso parmesano. Fantástico plato, novedoso y potente en sabores. Me lo devoré.

Para el postre, elegí un pie de maracuyá que estaba para repetición, fresquísimo y sutil. Ah, por cierto, un buen café negro para acompañar mi despedida del local.

Definitivamente, los peruanos la llevan en combinar creativamente la deliciosa cocina criolla peruana con sabores del mundo. La oferta es cada vez más sofisticada y vale la pena probarla.

Tres Continentes, muy recomendable para una cena tranquila