La antigua bodeguita : una picada de lujo

En mi búsqueda de opciones de un buen almuerzo en días hábiles en el centro de Santiasco, me topé hace un tiempo con este lugar aunque solo esta semana me hice tiempo para experimentarlo. Gran acierto!!!

Un sitio de pequeñas proporciones, algo más de 10 mesas, una atención expedita y atenta y lo mejor, comida sana y deliciosa. Todo muy ordenado, estético y limpio, sospecho que el origen alemán de los dueños se expresa claramente.

En un mostrador se apila una gran cantidad de platos preparados, fresquitos del día, muchas ensaladas y sandwiches que se ven deliciosos. Entra y sale mucha gente que viene por un almuerzo para llevar, otros deciden servirse ahí mismo. Pero lo que a mi me cautivó fue el menú del día, cada día distinto y con opciones interesantes.

Mi combinación ideal fue para partir un rico jugo de naranjas y platano preparado en el acto. Rapidamente apareció una crema de verduras, un gran bowl hirviente y de un sabor exquisito. Seguí con unas croquetas caseras de carne acompañada de puré (papas de verdad!!) en un plato enorme y que debo confesar, me costó comer completo. No iba a dejar nada porque estaba demasiado rico.

Delicioso lugar, una gran opción santiasqueña.

Wasabi sorpresivos rolls

A pasos de 11/09 por la calle Manuel Montt está este exquisito lugar de comida japonesa. Bien ambientado y atendido. La carta muestra una gran variedad de platos y especialmente de rolls, pero llama la atención los llamados rolls especiales y la ausencia, muy sentida, de un buen pinot noir (somos fanáticos de los tintos).

El pedido, tres variedades especiales para quedar literalmente «chato». Unos rolls con camarones tempura y cubiertos con palta, otros cubiertos con crema de queso y unos calientitos, deliciosos envueltos en pollo con una salsa fantástica. Para beber, tuvimos que acudir a la vieja receta de un carmenere (a falta de Pinot Noir), el cual quedó un poquito fuerte, pero nunca conflictivo.

Ah, la música excelente, Saint Germain y Dead Can Dance sobretodo.

Una grata sorpresa para un almuerzo de viernes.