Tiempo de conciertos y algo más

Acercándose el fin de año se concentró una gran cantidad de visitas musicales de mi personal gusto. Como acostumbro compré las entradas con bastante anticipación y esperé las fechas para disfrutar.

El concierto de Joss Stone con más de tres mil entusiastas asistentes al Movistar Arena fue un delicioso recorrido por sus mejores temas. Esta estupenda cantante inglesa tiene una voz increíble la que adorna con su belleza extraordinaria. Dejé un registro fotográfico para el deleite.

Un día después tuve la fortuna de ir al mismo lugar a disfrutar a Roger Hodgson, el alma mater de Supertramp, uno de mis grupos preferidos. Impresionante la fidelidad de la voz de Roger y la calidad del espectáculo, pues creo que es la primera vez que el sonido es  formidable en este sitio. Me quedó claro que un buen sonidista hace la diferencia. Hay un momento en que le suben el volumen a los bajos y hacen vibrar todo y sin distorsionar, una prueba de la maestría del encargado del sonido. Para el recuerdo, también dejé algunas tomas fotográficas que hice esa noche.

Días después fue el turno de un grupo que durante años esperé ver y que tras su disolución el 2008 pensé que nunca vería. Me refiero a Dead Can Dance (DCD) con las voces extraordinarias de Lisa Gerrard y Brendan Perry. Cuando llegamos al espacio Riesco, qué mal lugar para conciertos!!!, uno de los músicos (David Kuckherman) realizaba una sesión de percusiones deliciosa en una suerte de preámbulo del concierto principal. Increíbles los sonidos en esos raros instrumentos, algo habitual en la fusión musical que hace DCD.

Tras una larga espera, con un lugar absolutamente repleto, hace su aparición la agrupación en medio de una ovación de los fanáticos que asistimos al concierto.  La banda apoyada por los músicos  Richard Yale en el bajo y teclados, Dan Greeson en la batería,  Astrid Williamson  y Jules Maxwell, en teclados y coros además de David Kuckermman en las percusiones. Tocaron los temas emblemáticos de sus 10 años de historia y lo mezclaron con casi todos los temas de su nuevo disco Anastasia.

En lo personal, el nuevo disco me parece que representa mucho más las trayectorias como solistas de Lisa y Brendan, no logré la fascinación que me producen los discos históricos, pero igual los disfrute a tope. Qué gran banda, que maravilla sus voces y esa atmósfera ritual que les acompaña. Tomé fotos para recordar este magnífico y esperado concierto

Para cerrar el filete DCD, nos fuimos a cenar al Antojo de Gauguin, que afortunadamente atendía a pesar de la avanzada hora. Encargamos una tabla mixta junto a una generosa porción de hummus mientras nos servíamos unos kir royale para iniciar. También pedimos una botella de ensamblaje tinto Palo Alto para disfrutar la rica comida árabe. Para los postres, una selección de pastelillos árabes y café hervido.

Aprovecho de comentar la visita que hice en estos días al Centro Cultural palacio La Moneda (CCPLM) para ver la exposición de arte Grandes Modernos, una colección impresionante de obras de grandes artistas del mundo y que son parte del Museo de Guggenheim de Venecia. De Picaso a Dalí, Kandinsky, Matta, Pollock y Duchamp entre otros. Es una exposición imperdible.

Una gran época de filetes!!

Fractal Sinfónico

Hace tres semanas que compré las entradas para ir a ver este espectáculo en el Teatro Oriente. Mi motivación la encontré en el sitio web del grupo Fractal (http://www.fractal.cl/) y en la sospecha que mi intuición me provee.

Llegamos 20 minutos adelantados y ya estaba lleno. (me cargan los espectáculos sin numeración, ya que impera la ley de la selva). Como sea me ubiqué en lo mejor que conseguí (igual bien) y esperé el inicio de algo que prometía. Un escenario lleno de instrumentos, convencionales y otros rarísimos. Lleno, demasiado lleno.

Cabe destacar que este grupo ya tiene 3 CD a su haber y en esta ocasión lanzaban un DVD, todo un evento por cierto.

Con breve retraso, se larga el espectáculo. Una muchachada (chicas y chicos muy jóvenes) se arman en una orquesta magnífica con violines, violoncellos, contrabajos e instrumentos de viento, bajo la dirección de un notable José Luis Dominguez). Una orquesta increíble para acompañar a los maestros del grupo. Son tantos que se estorban e incluso colisionan con focos y cables.

Uno de los músicos podría ser un clon de Ian Anderson de Jethro Tull, alto, pelao (con colita) y maestrísimo con el violín eléctrico, tres músicos notables a cargo de las percusiones, el vocalista principal empoderado en los teclados, un guitarrista y un músico increíble a cargo de todos los instrumentos de viento.

Por momentos creí estar en un concierto de Dead Can Dance o quizás de Entrama, pero extendido, pluriforme, expandido y total. Exquisita música, un contrapunto entre lo étnico y lo sinfónico, entre lo latino y lo clásico. Inclasificables.

Pero lo mejor estaba por venir, ya que acorde a la pretensión de ser una fiesta de lanzamiento, cada tema fue acompañado con un invitado de primera. Así desfilaron Pedro Villagra, una cantante de flamenco (increíble voz y potencia), un bajista de bajo perfil y excelente ejecución, un paisano que tocaba un extraño instrumento de cuerdas, una voz voz femenina exquisita, cuyo nombre no atrapé y hasta un clásico de clásicos, Joe Vasconcellos.

Virtuosismo a toda prueba, ya que los músicos de Fractal iban paseándose por distintos instrumentos con una facilidad que deja boquiabierto a cualquiera.

Fue un espectáculo redondito, placentero como pocos, con música extasiante, palmeable y hasta bailable, de puro gusto.

Excelente noche de sábado.