OlivaLimón : visita al Mirador

En esas raras ocasiones en que debo ir al palacio del consumismo, un mall, preferí hacerlo con alguien que disfruta estos sitios, mi madre y una hermana, regalándome así la oportunidad de un encuentro familiar.

Llegué con bastante ventaja en tiempo, por lo que rápidamente me fui a cumplir mi cometido y quedar liberado para dedicarme solo a conversar y disfrutar algo más. La hora pasó lentamente y mis tripas comenzaron a reclamar alimento, así que decidí darme un pequeño gusto sirviéndome un sándwich y un rico jugo natural, a modo de aperitivo.

Cuando llegó mi familia, ya había completado mi tentempié y estaba en condiciones para iniciar el recorrido en común. Tras un rato de caminata, tanteé si había hambre y como la respuesta fue positiva, encaminamos los pasos hacia El Mirador, en donde espera elegir algún rico restaurante para invitar el almuerzo.

Nos llamó la atención un sitio que no había conocido antes, un local de diseño moderno, oferta de comida mediterránea, con buena música y agitada atención. Instalados en la terraza, partimos por pedir unos pisco sours para degustar una tabla extraordinaria con causas, ceviches y ostiones.

Los platos de fondo fueron otra sorpresa, una pasta  papardelle al huevo con  palta, nueces, tomates perla, parmesano y albahaca. Una corvina sobre canelones rellenos con jaiba, queso azul y pomodoro y unos ravioles al aji amarillo rellenos con pollo y nuez. Notables platos que disfrutamos lentamente en conjunto con una botella de pinot noir Cartagena del rico valle de San Antonio.

Fue un almuerzo largo y conversado, coronado por la mezcla deliciosa de sabores que incluyeron unos ricos postres y café.

OlivaLimón me encantó, lo anoto para volver!!.

 

Raúl Correa & familia : nuevo local y placeres

Recorriendo el barrio Condell en busca de un buen lugar para una cena, nos topamos con un renombrado sitio, antes ocupado por otro circunstancial restoran, un lugar que duró muy poco aunque su propuesta era interesante. Como fuese, lo concreto que el lugar sigue teniendo esa deliciosa terraza que me conquistó alguna vez y ahora con la propuesta gastronómica de la familiar creación.

Una vez instalados en la deliciosa terraza, partimos con un ceviche con camarones y los pertinentes pisco sours.  De ahi la mirada en la carta menú se fue por una Tilapia con camarones y ostiones en salsa de naranjas y papas al perejil. El vino, un Montes Limited Selection Pinot Noir 2009, delicioso. Para mi, una albacora en salsa de camarones y frambuesas al oporto con un acompañamiento de papas dauphenoise. Qué rico!!!!

Los postres, imperdibles casi siempre, quedaron reducidos a un creme brulee compartido, delicioso para compensar la abundancia junto a unos cafes negros.

El nuevo local de Raul Correa está muy disfrutable!!!

Una sorpresa increíble en CCPLM: los juguetes de mi infancia

A pesar que el anuncio me había llegado hace ya bastante rato, no había tenido tiempo ni suficiente curiosidad para asistir a visitar la muestra de juguetes que el Centro Cultural Palacio La Moneda (CCPLM) tenía en cartelera.

Hoy robé tiempo al tiempo y bajé al subterráneo del Palacio, compré mi entrada y comencé mi acostumbrado paseo. Primera parada, la galería de diseño (destaco que siempre es gratuita), una muestra de joyería moderna  llamada Quiltro, diseño de joyas de creativos diseñadores chilenos. Me gustó Joya Brava y la jugarreta de 11 artistas visuales que desafían al espectador desacostumbrado por medio de la figura tan común del quiltro, nuestro perro callejero y de los materiales más insólitos. Desde este segundo subterráneo, pasé al tercero, en donde visité las dos alas en que está la muestra de juguetes.

No tenía ninguna idea preconcebida, por lo que a medida que fui recorriendo las vitrinas, me comencé a impresionar y emocionar como pocas veces. Encontré una cantidad insólita de juguetes que tuve alguna vez, ni siquiera los recordaba, pero poco a poco aparecieron, el sporting club, un juego de damas más allá, ese tambor de hojalata que tanto golpeé tratando que fuera música, al igual que ese pequeño xilófono de metal que me encantaba de niño. Más adelante me sorprendí con el Metalin, un mecano de piezas rojas y azules con las que jugué tanto tiempo, así como esos rompecabezas de madera, mi lindo camión de madera, mi osito plástico, mi amada revista Mampato o mi pistola espacial que lanzaba llamaradas (por fricción) e incluso mi tenida de cowboy con cinto, balas de plástico y un gran revolver.

No podía creerlo, visité mi infancia y no sabía cuantos juguetes había tenido hasta que los ví. Una exposición llena de emociones para quienes no conocimos computadoras, videojuegos y nos divertíamos solo con mucha imaginación.

Maravillosa exposición!!!

Almuerzo familar : non stop

Nunca he hecho manifiesto filetero de mis visitas a los viejos, pero se merecen una crónica por la delicia que me brindan en los almuerzos. Mis viejos son también los viejos de seis hermanos y son increiblemente disfrutadores y eso los coloca al comienzo de mi lista de influencias.

Un día gris de nubes amenazadoras, de lluvia intermitente y a veces muy potente, pero eso no amilana la capacidad de gozar la vida y mucho menos de desperdiciar un domingo.

Tras una mañana llena de trámites inconclusos, decidí que lo mejor era ir a ver mis viejitos. Nada mejor, preparamos un almuerzo increible. Partimos con un aperitivo con vaina (gran trago) y empanaditas de cóctel (pino o queso). Gran disfrute, a lo que siguió una bacanal de locos de Puerto Montt en un nido de lechugas, delicioso!!!. Terminado el éxtasis de la entrada, siguió un plato descomunal de arroz (el maravilloso arroz que hace mi vieja y con opción de fettuccinis) con una carne a la cacerola fantástica. Una ensalada deliciosa de apio y palta y mayonesa con ajo.

Me encanta almorzar con mis viejos, es rico y una aventura de sabores que me cuesta compilar.

Gran domingo, satisfecho al máximo!!!

Domingo familiar

Varias semanas han pasado desde que vimos a los viejos, así es que este domingo, tocaba visita. Mis viejos no se manejan con horarios, por lo que pude dormir más de la cuenta y partir después de las 15 a almorzar en su casa.

No será el mejor restorán, pero el pastel de papas es maravilloso, sobretodo después de una rica entrada de choritos y cebollines. Un buen acompañamiento de vinos (siempre les llevo algo para que prueben filetillos tintos), dio comparsa a una animada reunión familiar que se extendió hasta pasadas las 20 horas.

Aprovechamos con mi hermano de subvertirlos un poco mostrándoles las linduras el sistema con una buena película de Michael Moore, Sick-O, acerca del sistema de salud norteamericano (¿nos habrán copiado?). Nunca es tarde para que los viejos vean la luz.

Retornando en el metro, conversábamos con mi hermano, que diablos se podrá hacer para que más gente sea consciente de la perversidad del sistema en que vivimos. Y después de ser conscientes qué?

Quedamos con tarea.