Quito, una ciudad en las alturas

Hace tiempo que quería hacer un viaje a la ciudad de Quito. Antes de viajar estaba convencido en mi gran ignorancia que esta ciudad era costera y fui sorprendido con una instalación a más de 2 mil metros de altura, conectada por puentes entre innumerables cerros de gran espesura vegetal. Una ciudad llena de historia que cuenta con cientos de cuadras de construcciones patrimoniales en donde la iglesia católica tiene mucho que decir, especialmente en la opulencia, ostentación y riqueza. Todo, por cierto, completamente contradictorio con el discurso oficial. Lo más sorprendente fue visitar la iglesia de la congregación San Francisco de Asis en donde fue imposible dejar de pensar que el santo del año 1200 (aprox.) estuviese muy contento de ver el despliegue de riqueza de su propia iglesia. Como sea, es la evidencia de la naturaleza básicamente primitiva y mercantilista del comportamiento de la iglesia católica, emisarios de un lindo mensaje a un alto precio e inconsistencia grave.

Debo confesar que la comida local no es lo más relevante que debe considerarse al visitar este lugar, solo pudimos probarla una vez, más habría sido un atentado al hígado, naturalmente bajo nuestros estándares de evaluación (nada universal). Sin embargo, salvaron varias incursiones en restaurantes de hoteles en donde pudimos gozar sabores muy disfrutables. Las distancias en Quito son enormes y no se pueden salvar a pié por lo que la experiencia de los tacos de tráfico son permanentes. No obstante lo anterior, es maravillosa la belleza de tanta construcción antigua, un resabio de otra época opulenta en donde claramente la iglesia marcaba la línea de la riqueza.

Quito es finalmente una hermosa ciudad en cerros, con mucha historia y opciones únicas como fue visitar la casa museo de Guayasamin, lugar en que el genio instaló en el patio de su casa La Capilla del Hombre, un homenaje y preclaro concepto de su idea sobre la humanidad. Inolvidable!!

Me encantó Quito, es una ciudad que hay que conocer.

 

Allende, noche de septiembre : una obra conmovedora

40 años desde el comienzo de una dictadura que aún no se disipa por completo, son muchos años. El hecho que estemos recordando la ignominia, la crueldad y recuperando trozos de esa larga noche ciudadana, hace pensar que aún existe.

Esta obra se sitúa exactamente en la noche anterior al golpe de estado en la casa del Presidente de Chile, ese exacto momento previo a la debacle que sumergiría a Chile en la crueldad, el asesinato como medida legal, la desaparición como método y la tortura como cotidianidad. Concertados por obligación en el patio de la residencia, para evitar los micrófonos, se enteran que ante la posibilidad del llamado a plebiscito que haría Allende el 11/09/1973 a las 11 AM, se aceleraron los mecanismos golpistas y la traición para impedir que el pueblo pudiera respaldar ese increíble proceso de dignidad y por cierto demasiado torpe, que los más humildes habían iniciado de la mano de ese presidente poeta, que un tercio de la población había elegido 1000 días atrás.

Cuando el actor Rodolfo Pulgar irrumpe en escena, la sangre se hiela, allí está Allende, ese burgués enamorado de la vida y de dar dignidad a su país, ese hombre sorprendente que todavía sigue creando historia, nos deja emocionados solo con su figura. En la medida que se entera de lo que va a acontecer, sufre los miedos que todo ser humano tendría enfrentado a la maquinaria de muerte que se había echado a andar. Estados Unidos y la oligarquía chilena, los dueños de este país, habían decidido que se debía terminar el festival, ese carro alegórico en que el pueblo se había subido esperanzado en una vida mejor. Como lo dice uno de los personajes de la obra, estos mil días eran una fiesta que los pobres habían gozado y que terminaba bajo la bota militar. Los títeres propicios de la oligarquía una vez más tomaban las armas para asesinar por orden superior a los pequeños, a los ilusionados y a unos cuantos ideologizados que amaban el discurso revolucionario.

Lloré mucho con esa emoción que me produce la precariedad, la misma que sintió Allende pidiendo que le ayudaran a decidir si renunciaba o enfrentaba la traición. En esa comprensible cobardía que yo también tendría en esa situación, Allende balancea las opiniones de sus guardias, «pijes» del MIR o del pueblo, su amante Payita, su hija y de ese curioso personaje Silva Cimma que llega a su casa a pedirle la renuncia.

Renunciar o enfrentar el acto heroico de ser digno, que gran dilema debe haber tenido Allende, todo lo cual lo engrandece. A pesar de sus debilidades, sus pequeñeces exhibidas, tenía claro que lo que decidiera sería un ejemplo. El camino de Balmaceda se abría ante sí, paso a paso, debía ser un garante del proceso y finalmente lo decide con ayuda de quienes lo querían entrañablemente, como quizás lo merecía.

Digno como todos lo recordamos, Allende acepta el desafío de enfrentar con su vida lo que vendría y la última escena, casco en su cabeza y ese fusil que le regalaran, vestido como se le vio ese negro día de septiembre, sale rumbo a la historia.

Cómo me gusta disfrutar prefiero mil veces esta historia épica que las mentiras que la dictadura y sus herederos han venido contando, creo en la belleza del ser humano que ama a su pueblo por sobre cualquiera que trabaja por un sistema opresor e injusto. Es justo pensar que más allá de la ficción, tiene increíble mérito alguien que puede pronunciar un discurso tan magnífico como lo hace el verdadero Allende por radio mientras bombardeaban La Moneda. Una obra deliciosa!!!

 

Dr. House : una expresión filosófica?

Cuando me regalaron este libro, pensé seriamemte que era un pasquín y que solo por decencia debía agradecerlo. Para partir, el formato era típicamente barato, poco prolijo y de evidentes desniveles de calidad. Sin embargo, me sostenía el hecho que quien me lo entregaba no era un individuo común. Después de todo, quienes escriben son filósofos de profesión, más de 18 profesionales.

Ese mismo día, mi irrefrenable curiosidad me llevó a leer algunas páginas del precario libro y me llevé una sorpresa mayúscula. Gregory House, el personaje de este texto, no sólo era un indeseable, ácido y asqueroso ejemplo del ser humano sino que era además un personaje adorado y odiado (al mismo tiempo, anótese) de la TV. Debo destacar que he cumplido 12 años desde que deje de ver TV (también he cumplido 14 desde que dejé de ser automovilista) por lo que estos trances me ponen  en jaque por falta de información.

House se convirtió al paso de las páginas en un representante sobrenatural del existencialismo y de la expresión más materialista o concreta de la filosofía moderna. No solo coincide con Sócrates, sino que con Heidegger, Sartre o Aristóteles. En este cojo indeseable (por sus comportamientos) hay más cordura, consistencia y contundencia que en muchos otros personajes de TV o reales, es fascinante su potencia intelectual, su indecencia y procacidad, pero es un personaje que cuestiona y me divierte de sobremanera. Algo de House me hace recordar la impresión que tuve con un texto de Erich Fromm que comenté tiempo atrás.

Me complica reconocer que nunca he visto un capítulo de la serie de TV, pero al mismo tiempo es fascinante saber que alguién como él puede resultar un éxito. Cuántos católicos de misa han visto la serie en TV sin darse cuenta de los cuestionamientos fundamentales que este House impúdico plantea, cuántos han estado de acuerdo sin saber que sus cuestionamientos y actuaciones son fundamentalmente ateos, sin apego a los estigmas y creencias burdas del católico sufrir.  Que tienes al alcance con tu actuar, si solo vale lo que haces en esta vida, la única que conoces y vives, versus la promesa de algo efímero y fantasioso que vendría después. ¿quién financia eso?

Me encantó la rudeza del planteamiento, la valentía de decir las cosas por su nombre, más allá de la procacidad del personaje, de su rudeza e incluso impertinencia.

Dr. House es un personaje notable, permite cuestionar el status quo y eso vale mucho!!!

DIM : 12 años celebrando la montaña

Pensar que un disfrute de fin de semana que hace 12 años iniciaron unos pocos, hoy sea motivo de celebración para alrededor de 80 amantes de la montaña y que la base de datos de nuestro club ya anote más de 400 integrantes, la verdad es que resulta insólito y al mismo tiempo un gran movilizador del entusiasmo y la buena onda que tienen este fantástico Club Malayo. El DIM, Día Internacional Malayo, es una gran fiesta!!.

La diversidad, la tolerancia, la solidaridad y sobretodo las ganas de disfrutar sanamente en nuestra hermosa cordillera, nos reúnen todos los fines de semana. Aunque no siempre suben los mismos, se repiten los valores que nos unen y que permiten que tantas personas distintas podamos disfrutar juntos no solo un buen ascenso a un lindo cerro sino que además ser capaces de compartir con alegría un menú malayo, esa excusa que inventamos para hacer más disfrutable aún cada paseo. Son muchos quienes nos esmeramos en llevar algo rico o distinto en nuestras mochilas para deleite de todos en ese instante maravilloso en que celebramos estar juntos en la montaña.

Me siento orgulloso de ser un malayo y compartir con gente maravillosa cada semana. Al fin y al cabo, no celebramos tanto el llegar a la cumbre sino que mucho más, el estar juntos disfrutando la belleza de la  naturaleza y la humanidad.

Felíz cumpleaños malayos!!!!

Biketrekking al cementerio : un día especial

Se aproximaba el día en que se cumplían seis meses desde la muerte de mi padre (uno de mis dos duelos más grandes) y era menester una jornada de aniversario pero en la forma adecuada a mi estilo. Así es que inventé un biketrekking preparatorio en el cual involucrar a mi hermanito, el único que sigue mis locuras fileteras.

No soporto una vida insufrible, que a muchos gusta, pero que a mi me provoca la necesidad de hacer otras cosas. Así es que invité a mi hermano a un día de disfrutes que incluía visitar a nuestro padre y preparar de la mejor forma posible la visita oficial de nuestra madre al parque El Prado, el día del aniversario.

Lo que para muchos puede ser un tema escabroso, para mi es solo un evento que debe ser disfrutado, pues la vida está para eso. Así que nos juntamos en Plaza Ñuñoa y mientras esperaba la llegada de mi partner, fui a la heladería Filippo a buscar un rico helado, una mezcla de arándanos y mango extasiante. Mi partner que llegó un poco después eligió otra combinación deliciosa. Gran heladería.

Con nuestras cletas, nos dirigimos zigzagueantes por las calles de Ñuñoa. luego Macul y finalmente en La Florida para llegar a elegir flores, hermosas flores para adornar el lugar que nuestro viejo tiene para reposar eternamente. El lugar merecía una buena limpieza, así que afanosamente lo transformamos en un lujo, para  luego incluir algunas piezas bien pensadas que permitirían agregar en lo sucesivo bonitas flores.

Pienso que hicimos un buen trabajo, ya que quedó hermoso y el sol comenzó a declinar. Tomamos nuestras cletas e iniciamos el regreso, haciendo cabriolas entre las calles y los obstáculos naturales. Sufrí una caída espectacular aunque sin consecuencias graves, mientras corríamos de regreso, pero me hizo sentir tan vivo que fue necesaria, fue un refresco en la rutina!!.

Nuestro destino, un almuerzo pantagruelico en casa de nuestra viejita (nunca tanto), quien nos regalo lo mejor de su producción gastronómica.

Gran paseo, la vida continúa!!

Music Within : deliciosa humanidad

Desde hace un par de semanas he estado viendo una colección de películas diversas, pero la mayoría de ellas (ocho) no lograron siquiera entusiasmarme. Lo notable es que exista tanta producción, aunque no superen la barrera de lo mediocre.

Mi tarde de cine de hoy, fue fantástica. Una película de un desconocido Steven Sawalich, que remece el corazón y nos lleva a contactarnos con la inmensa humanidad que vive en cada ser humano. Un chico de oscuro pasado, Richard Pimentel, hijo de una esquizofrénica con 7 abortos espontáneos a su haber (naturaleza sabia?) y que sueña con el amor de su madre y lograr ser superhéroe. Buscando su destino, descubre sus dotes de gran orador y va a la guerra de Vietnam, para volver inválido como muchos (sordo). Vuelve para darse cuenta de una sociedad que los manda a la guerra pero que no le ofrece opciones de reinserción. Son «feos» los inválidos, no poseen las capacidades para sobrevivir.

El contacto con el personaje increíble que hace Michael Sheen (parálisis cerebral, aunque poseedor de una gran inteligencia y magnífico buen humor), comienza a mostrar el camino a Richard, sus capacidades oratorias pueden servir a otros. La buenamoza Melissa George también encontrará su propio camino al lado de Richard, aunque no sea permaneciendo con él.

Una película basada en un hecho real, que nos muestra que a pesar de nuestras carencias afectivas, podemos ser capaces de amar y de apoyar a otros y en ese camino realizar nuestro potencial humanitario y tal vez nuestro destino. El ser humano está hecho para realizar la proeza de su sabia energía interna, sacar sus talentos a la luz y darlo al mundo. En eso se puede ser grande. Vivan los héroes!!!.

Me encantó, recomendable para todos.