Cristián Gallardo Cuarteto

Ufff, una semana de muchísimo trabajo y poco disfrute. La verdad que temporada de vacaciones de algunos casi siempre significa que hay mucha pega por hacer de otros.

No podía cerrar la semana sin celebrar la música en vivo y en este caso, en manos de un músico excepcional y sus invitados. Me refiero a Cristián Gallardo, saxofonista y flautista (Contracuarteto, Quintessence), quien junto a un pianista de campeonato Tomás Krumm, un contrabajista serio y preciso, Cristián Orellana y al imponderable Arturo Salinas, gran baterista nacional, todos dieron vida a una tocata deliciosa en Thelonious.

Poca gente, se nota que febrero es un mes que la mayoría prefiere para ir a hacinarse a otro lugar distinto de Santiasco. Sin embargo, no faltó entusiasmo ni buena onda. Temas de Thelonious Monk y del propio Gallardo animaron una noche muy disfrutable. Imagino que lo que se escuchaba en la calle fue una invitación irresistible para hacerse parte del disfrute musical que estaba en curso, asi que poco a poco se fue agregando público a esta tocata que estuvo de miedo.

Me gusta Gallardo, es un profesional de la música extraordinario y sabe manejar los ritmos y la destreza propia y de sus acompañantes. Fue una tocata de alto nivel, buen jazz.

Por cierto, el gran compañero Erwin (dueño del Thelonious) y su generosidad a toda prueba, me prestó un CD de Chet Baker exquisito.

Los Ogros del Swing : deliciosa originalidad

Un grupo que incluya a los hermanos Manuschevich es sinónimo de talento y locura y si se incluyen algunos otros músicos de campeonato, se está asegurando un resultado genial.

Pues bien, cerrando el mes de enero, me dejé caer en el Thelonious para un recital de esta increíble agrupación. En esta ocasión, se presentaron con varios aderezos que se sumaron, como siempre, a la originalidad y calidad del trabajo que hacen.

La banda ya instalada, en silencio, en el escenario, mientras empieza a escucharse la voz de Hugo Manuschevich (batería, teatro y voz) en irreproducibles sonidos guturales y textos extraños (es muy loco), antecedidos por una digresión poética de una chica invitada (Tina?).

Rolando Alvarado en Contrabajo (excelente), Raimundo Santander en guitarra y ruidos (impecable), Emilio Melo en trompeta (notable), acompañan a Cristián Gallardo en saxos y flauta (excelente como siempre) y al callado y genial Diego Manuscevich en saxos tenor y sopranino, clarinete, además de gran parte de la composición musical.

Un despliegue de talento ejecutando jazz moderno y blues, con estilo único, en formatos extensos y exigiendo a los músicos hasta el agotamiento. Una verdadera fiesta para los oídos.

Esta banda dará mucho que hablar, son extraordinarios.