Metropolitana : modernidad deliciosa

No pude resistir la tentación de volver a visitar el barrio Yungay. Esta vez nos dirigimos directamente al Metropolitana, recordaba muy bien su calidad y diseño.

El lugar me gusta no solo por la comida sino porque hay un logro estético interesante. El espacio no es muy grande, pero ha sido aprovechado ingeniosamente, los ladrillos a la vista, los rincones y los adornos muy bien elegidos. Con una leve modificación del orden de los elementos queda convertido en un lounge, como seguramente opera por la noche.

Partimos como es habitual refrescándonos con agua mineral y hielo mientras revisábamos la carta. Mi partner eligió un Gnocchi casero con pasta de jamón crudo, una base de acelga, albahaca y frutos secos. Verdaderamente cautivante no solo por sabor sino por presencia. Por mi parte, bastante hambriento y deseoso de probar algo distinto, pedí una Trilogía Metropolitana, un plato muy variopinto con lomo al ajillo en cubos, brochetas de queso maduro, salvia y jamón crudo y unos enormes camarones apanados sobre una polenta, además de unas cuantas tostadas caseras. Claramente es una tabla para dos, pero a mi me venía bien como plato de fondo del almuerzo, estaba exquisito. Todo esto lo acompañamos con un excelente merlot reserva 2007 de Chateau Los Boldos.

Para el postre, me devoré un mouse de albahaca mientras que mi partner disfrutó un Apple Crisp (pie de manzana, helado y chocolate)

Definitivamente, el Metropolitana sigue siendo un gran sitio.

La Diablesse : gran acierto en barrio Yungay

El barrio Yungay poco a poco ha ido poblándose de oficinas, lofts y nueva gente. Aprovechando las grandes casas del lugar, unas pocas lucas para reforzarlas y adaptarlas a la vida moderna sin descuidar mantener la preciosa arquitectura de muchas construcciones de un barrio venido a menos por mucho tiempo y que ahora renace.

Ya había ensayado otros krrtrekkings por este barrio y algunas notas compartí del Santiago Lounge, del Per Piacere un restoran italiano delicioso, la increible decoración y calidad gastronómica del Boulevard Lavaud (más conocido como la Peluquería Francesa), la exquisita y moderna cocina del Metropolitana y ahora un nuevo disfrute, un restoran de comida francesa de primera.

La Diablesse está armado en una casona de blancas paredes y preciosa arquitectura. Una intervención en el piso para darle color e incluso mostrar bajo la superficie algunas imagenes muy iconográficas, las paredes adornadas con lindas reproducciones de fotografías de Robert Doisneau como ese magnífico y famoso beso de una pareja en la calle y otras que bien vale la pena disfrutar. Un sitio sencillo, espacioso y muy bien atendido.

Llegamos algo tarde, pero tras las consultas al chef, nos preparan la mesa enfrente de la gran barra y podemos ordenar. Para picotear pedimos una tarte millefeuille au coulis de tomate-parmesan, anchois et d’olives, que en buen castellano es un lindo plato en que además de una combinación de lechugas coloridas y bien aderezadas, una masa exquisita (millefeuille) que cerraba una pasta increible, una pasta compuesta de tomate, aceitunas, anchoas y parmesano. Deliciosa!!!

Con este buen comienzo, pedimos platos de fondo ya calculando algo bueno. Mi partner eligió un Faux-filet de boeuf au demiglace da ratatouille (es decir, un rico trozo de lomo liso en una salsa demiglace acompañado de un perfecto ratatouille). En mi caso, entusiasmado con la cocina francesa más tradicional solicité un Canard sauce bigarra accompagné d’un gratin dauphinois (o sea pato trozado sobre un exquisito gratin de papas corte chaucha con crema y tocino) y todo ello nadando en una fantástica salsa con vino dulce. Maravilloso, no solo en sabores sino en la delicada presentación.

Estos magníficos platos se merecían un buen maridaje y oh sorpresa, la carta de vinos muy bien hecha y con todas las cepas relevantes para combinar. Mi primera opción fue un malbec que justo no tenían, pero por fortuna ya que el reserva La Roncière Syrah del valle de Rapel año 2005, quedó impecable con la comida. Un vino extraordinario, lleno de fruta, profundo, de gran cuerpo y con un toque de humo genial.

Era imposible salir del lugar sin probar un postre y al unísono elegimos un Marquise au Chocolat, totalmente recomendable.

Siendo los únicos comensales, el chef se retiró y pasó a consultar que tal nos había parecido, demás está decir que solo podíamos felicitarlo, gran trabajo!!

La Diablesse dará mucho de hablar.