La antigua bodeguita : una picada de lujo

En mi búsqueda de opciones de un buen almuerzo en días hábiles en el centro de Santiasco, me topé hace un tiempo con este lugar aunque solo esta semana me hice tiempo para experimentarlo. Gran acierto!!!

Un sitio de pequeñas proporciones, algo más de 10 mesas, una atención expedita y atenta y lo mejor, comida sana y deliciosa. Todo muy ordenado, estético y limpio, sospecho que el origen alemán de los dueños se expresa claramente.

En un mostrador se apila una gran cantidad de platos preparados, fresquitos del día, muchas ensaladas y sandwiches que se ven deliciosos. Entra y sale mucha gente que viene por un almuerzo para llevar, otros deciden servirse ahí mismo. Pero lo que a mi me cautivó fue el menú del día, cada día distinto y con opciones interesantes.

Mi combinación ideal fue para partir un rico jugo de naranjas y platano preparado en el acto. Rapidamente apareció una crema de verduras, un gran bowl hirviente y de un sabor exquisito. Seguí con unas croquetas caseras de carne acompañada de puré (papas de verdad!!) en un plato enorme y que debo confesar, me costó comer completo. No iba a dejar nada porque estaba demasiado rico.

Delicioso lugar, una gran opción santiasqueña.

La Piojera : gran picada del centro

Tras un breve descanso para mi agitado hígado, me llegó el turno de revisitar un gran sitio, lleno de historia, añoso y popular, en donde se come abundante, sabroso y con potentes de calorías.

El lugar no ha cambiado mucho desde la última vez, la música chilena de fondo, los borrachitos de turno, los olores sabrosos de especias y mucha gente. Aquí no hay distinciones, hay gente muy sencilla y también muchos turistas, todos comen de lo mismo. La variedad se reduce a lo de siempre, pernil, cazuela y arrollado. El vino de la casa o un par de varietales de Santa Carolina y Santa Emiliana. Pero aquí está la gracia fantástica del sitio.

Nos inclinamos por un buen arrollado acompañado con papas cocidas y ensalada chilena (por supuesto). En la espera, breve en todo caso, unas ricas marraquetas con pebre sostuvieron nuestro hambre. Una botella de cabernet sauvignon Tres Estrellas de Santa Carolina, nos ayudaría en la digestión.

El plato de arrollado descomunal, un derroche exquisito de especias, textura y sabor, lo devoramos sin remordimientos. Un sabor chileno a tope.

Grande La Piojera, sigue siendo la picá por excelencia.

Django : el clásico de las picadas del centro

Hace más de 12 años que no volvía a este pintoresco lugar céntrico. Dos pisos en que solo encuentras personajes especiales, esos que no temen engordar y que gustan de platos grandes con exceso de proteínas y grasas pero verdaderamente a la chilena.

Llegamos con la expectativa de conversar, pero esto fue puro comer!!!. En los comienzos, una pichanga para compartir, el pernil delicioso, las cebollas en escabeche imprescindibles, el queso, las aceitunas (tardías) y los cortes de ají, fueron la delicia. Obligadamente, un varietal (en fin!!) de Concha y Toro, un «exportación» (que hace aquí?). En todo caso, el vino es lo más apropiado para lo que venía.

Mi plato solo eran cuatro prietas con papas cocidas y ensalada chilena, enormes!!!. Mi socio, un poco temeroso, se matriculó con un lomo de vacuno de buen tamaño con papas cocidas y ensalada chilena (bueno, los acompañamientos no son tan variados).

Bueno, una picá, es ciertamente un lugar pintoresco, hasta las chicas que atienden son sacadas de alguna obra de teatro a-costumbrista, un espectáculo de «chilenidad»

Django, es un gran sitio, me gusta su comida, me gusta su onda arrabalera, desprejuiciada y sobretodo su arraigo chileno. Estuvo exquisito, incluidos los bajativos atómicos.

(todavía me pregunto como mi higado resiste).

Recomendable para sistemas digestivos muy desarrollados. Filetón grasoso.

Ciro’s Restaurant : vieja picada

En la eterna búsqueda por buenos lugares de disfrute gastronómico en Santiasco, decidí visitar un viejo y conocido lugar, una «picá».

Con más de 50 años en el centro, este lugar es famoso por algunos sabores muy probados, la Cola de Mono ( y la Cazuela de Pava entre otras maravillas), tradicional y sencillo; se encuentra normalmente lleno, pero con paciencia es posible alcanzar una mesa o la barra y ser atendido con excelente diligencia por los mozos del lugar.

En esta ocasión, deseoso de pecados, quería probar un filete a lo pobre con un vino cabernet sauvignon csillero del Diablo (no hay muchas opciones) adecuado y lo conseguí en tiempo récord. Unos paisanos que dejan el lugar y me dejo caer sobre la mesa a medio vaciar. Listo!!

El filete blando y sabroso con una buena porción de papas fritas y cebolla salteada, además de ese par de huevos fritos, sobre los cuales rocié generosa la pimienta y la sal. Mmmhhhh, que delicioso plato, un clásico del desborde y la gula.

Un servicio rápido en un ambiente bullicioso pero propio de una picada bien ponderada, los sabores hablan por si solos.

De verdad, Ciro’s sigue siendo un gran lugar. Bien por eso!!!!