Otro día de disfrutes in house

Hay fines de semana a los que llego terriblemente cansado y aunque mi impulso al disfrute es infinito, a veces necesito tomar las cosas con más calma.

Con la adrenalina acumulada en una vertiginosa semana laboral, el viernes me fui a cerrar el día a una rica sesión de jazz en vivo. La cita inicialmente fue con una banda que desconocía, El Motín, chicos que me sorprendieron al mezclar un buen jazz con una impro rapera de muy buen nivel. Bien, por los nuevos músicos!!

El plato fuerte de esa noche era Contracuarteto en su formación original y que incluiría el notable aporte de Mauricio Rodriguez en guitarra en la segunda salida del grupo. Temas maravillosos del álbum que espero pronto graben y que incluye el tema Febrero 27 que definitivamente me fascina. Hice algunas fotos de ambas sesiones de jazz para celebrar tanto filete.

El sábado, mi verdadero día de descanso, dormí hasta las 14 horas!!!. Era indispensable para mi equilibrio y eso me animó al despertar, ya que tras una rica ducha, me equipé y salí en cleta a visitar a mi linda vieja, quien meticulosa y amorosamente me había preparado un tremendo banquete de almuerzo. Qué rico es comer!!!

Un atardecer en mi departamento disfrutando películas que proyecto en la pared para amplificar el goce y un repentino sueño que se queda pegado en los créditos de la última película vista. De madrugada, me retiro a mi cama a dormir plácidamente.

Un domingo simpático y muy temprano despierto para ir de compras para un goloso desayuno, luego me preparo para ir al cerro en cleta. Un viaje rápido, tratando de romper mi propio registro en tiempo de subida del San Cristóbal, lo que no tengo seguridad de haber conseguido, aunque fui animado por mi fortuito encuentro con Milagros, la Bella, mientras intentaba un avance forzado en una pendiente. Finalmente en la cumbre del San Cristóbal, un rico jugo de mote con huesillos (sin mote y sin huesillos como reza mi consigna) y la lectura de mi libro del momento, el Libro del Desasosiego de Pessoa, que me tiene absolutamente atrapado.

De regreso en mi hogar, profunda y breve reflexión acerca de que cocinar. Decidí pensarlo en la ducha y enfrenté la cocina con desenfadada rebeldía.

Preparé unos cortes de pavo salteados en aceite de olivas con una base de pulpa de manzanas verdes, jenjibre y pimienta con un agregado fortuito de salsa de mango levemente picante. Acompañé con un arroz árabe, o sea arroz, cabellos de angel y curry que quedó exquisito. Durante el disfrute, me pareció que debía llevar más pimienta para exacerbar el sabor, asi que la porción que congelé, debe estar más rica de lo que comí hoy.

Como la cocina me fascina, aproveché el impulso y me puse a preparar hummus, mientras veía otra simpática película de Luc Besson. Mi faena quedó inconclusa pues en el afán de moler los garbanzos fundí mi mini pimmer, en fin ya encontraré alternativa.

Gran fin de semana hogareño!!

Una disfrutable noche de jazz y otros placeres

De las pocas actividades culturales que presenta febrero, una que sin duda se convertirá en un acierto es el ciclo de jazz en el GAM. Han aprovechado esa sala 1, que es una maravilla técnica y que espero que muchos grupos musicales aprovechen cada vez más. Durante todo el mes han habido recitales deliciosos y esta noche era el turno de Daz Cuarteto. Una formación muy peculiar, ya que reúne a dos músicos notables que reconozco con facilidad, me refiero a Diego Manusevich envientos y a Roberto Lecaros en Contrabajo, ambos acompañando la guitarra y composiciones de Diego Aguirre y un extraordinario batero que  lamentablemente no recuerdo su nombre.

Una sesión de jazz intensa, con mucha improvisación virtuosa, algo que por cierto es poco habitual en el circuito local y que tiene por portentoso exponente a Diego Manusevich, a quien sigo hace algunos años.

Esta deliciosa noche continuó con una buena cena en Paladares (otra crónica) y un remate en la Fuente de Providencia, un lugar nuevo en el barrio Manuel Montt que ocupa el lugar que dejó el local Entremundos y que espero tenga mejor suerte, Aquí terminé una noche deliciosa, tomando unos tragos de ron mientras veía en una pantalla la exquisita actuación de Los jaivas en Viña. Odio ver TV pero disfruté la casualidad de encontrarme en un sitio que mostraba este espectáculo inesperado en una pantalla de alta definición.

Gran noche de disfrutes!!

Una gran noche de jazz por casualidad

Cada viernes de febrero se programó una noche con jazz del bueno en el Centro Gabriela Mistral (GAM) y en esta oportunidad, una de mis bandas favoritas, Contracuarteto.

He estado sumergido en unas semanas de muchísimo trabajo y falté a una de mis reglas, esto es, no compre entradas con anticipación. Craso error.

Cuando llegué al GAM las entradas estaban agotadas y no había nada que hacer, excepto esperar que alguien me vendiera una entrada o no llegara alguien y dejara su sitio. Habíamos 5 personas en similar situación, así es que me armé de paciencia y cuando los primeros aplausos daban la bienvenida al presentador, una mirada suplicante al portero y bingo!!. Nos dejaron pasar a los cinco y gratis, porque la boletería había cerrado hace rato porque  no había entradas.

La sala 1 del GAM es una belleza con sofisticado diseño acústico y recubrimientos de madera en techo y paredes, un equipamiento de sonido de primer nivel y unas butacas muy cómodas para más de 250 personas. De verdad que se escucha muy bien.

Ubicado en mi afortunada posición, vi ingresar a los maestros, Roberto Lecaros en contrabajo, su hermano el prodigioso baterista Félix Lecaros, el saxo alto y flauta del talentoso Cristián Gallardo y una sorpresa, en vez de Andrés Pérez y su saxo tenor, apareció el gran guitarrista Mauricio Rodriguez.

Partieron con un tema del nuevo disco (aún no lo lanzan) llamado El Profeta, notable!!. Después un temazo que seguro va a ganar premios, se trata de Febrero 27, en directa alusión al terremoto del 2010. Otro tema que me encantó fue Elegía y uno que no retuve su nombre pero contiene un solo de batería en donde Félix demuestra porque es el mejor batero en el circuito del jazz. Impresionante!!!!

El hecho de reemplazar los acordes de saxo de Andrés Pérez por la guitarra sutil de Mauricio Rodriguez fue un acierto inesperado, no imaginé que pudiera hacerse algo así. Un resultado delicioso.

Terminado el show, nadie quería irse así que a fuerza de pujas con aplausos y pifias, aparecieron nuevamente los maestros y tocaron un tema del primer disco de la banda.

Sintiéndome terriblemente afortunado de haber disfrutado esta presentación, me dispuse a vagar un rato sin rumbo por santiasco y una nueva casualidad me puso en la entrada del Pub La Máquina, justo cuando iniciaba su show la banda Afluente, una guitarra maestrísima, un buen bajo y una poderosa batería, para desarrollar un show de jazz muy especial, muy acústico y con un bajo de reminiscencias a lo Jaco Pastorious.

Instalado en la barra, ya que el local estaba bastante lleno, disfruté mi afortunada noche de jazz.

Félix Lecaros Cuarteto : filete en Thelonious

Ciertamente no es un misterio mi predilección por el jazz en vivo y que además coincida con que mis músicos favoritos suelen tocar en el Club de Jazz Thelonious, por lo que este lugar es una de mis paradas más frecuentes.

Esta noche, una formación especial liderada por quién, en mi personal evaluación, es el mejor batero de jazz en el circuito. Me refiero al talentoso Félix Lecaros, acompañado del conocido guitarrista Mauricio Rodriguez (Congreso, La Marraqueta), el formidable contrabajista Roberto Lecaros y todo el virtuosismo en saxo y flauta de Cristián Gallardo.

La banda partió sin Cristián, quien llegó atrasado al segundo tema. Un percance que no le restó calidad al primer tema, lo que aplaudimos fervorosamente los reunidos en el lugar de jazz. De ahí en adelante, con la formación de cuarteto completa, vino un despligue de los talentos y de la música que ellos mismos crean.

En el intermedio, nuevamente me encuentro con un amigo malayo, que por lo visto se ha hecho habitué del lugar. Me alegra mucho.

El segundo set, siendo ya muy entrada la madrugada, nos quitó el sueño y la energía de esta música maravillosa nos revivió y llenó de alegría.

Completamenmte renovado, regresé a mi hogar a disfrutar del sueño.

Lecaros Quartet : jazz latino y fusión

Juntar a tres hermanos portentosos por su producción musical y acompañarse con el hijo de uno de ellos, para constituir un cuarteto de jazz extraordinario, es definitivamente una gran hazaña.

En la hermosa Sala Arrau del Teatro Municipal, el veterano Roberto Lecaros al violín, Pablo Lecaros al bajo, el maestro Mario Lecaros al piano y el virtuoso baterista Félix Lecaros, armaron un grupo de campeonato para esta sesión.

El sonido con algunas dificultades al comienzo, pero luego solo fue un fluir de la talentosa música de la familia Lecaros. Un paseo por sonidos latinos con bases de cueca, boleros e incluso algunos ritmos más tropicales. La Cueca del Retorno, formidable y superada por ese tema de Pablo Lecaros llamado Tonadas para la Pacha Mama, un tierno bolero La Vela, cantado por el propio Roberto que solo fue comparable con el otro tema que cantó, Flores para tí. Ambos temas que aparecieron en famosas películas del cine chileno.

Por momentos, el sonido asemejaba un concierto de Los Jaivas, sin dejar de anotar que las claves de jazz seguían presentes. Una presentación deliciosa y de un caracter tan familiar que fue natural aceptar la presencia de inquietos niños que pululaban en la sala como si fuera parte del espectáculo.

Contracuarteto : un filete con disco 2 en ciernes

Esta gran agrupación de jazz chileno sorprende en cada actuación y no fue la excepción esta noche. Tras una presentación de la deliciosa voz de Paz Court en formato RH Trío (con Nicolás Vera y Rodrigo Dañobeitía), aparece en escena Contracuarteto. Ehhh!!!!

Un Thelonious repleto como merece una banda formidable del jazz chileno. Con los saxos virtuosos de Cristián Gallardo y Andrés Pérez, la prodigiosa batería de Félix Lecaros y el increíble contrabajo de Roberto Lecaros, la banda solo sorprende.

Mezclando temas de su primer disco y adelantando (gracias por eso!!) temas del segundo en preparación, la agrupación hizo delicias con un jazz de gran nivel, saxos imposibles, con una batería que erizaba el vello de la piel y el siempre entonado contrabajo, dando la nota perfecta para cada tema.

Formidable presentación, un lujo que hayan tan buenos músicos en el circuito del jazz chileno.

Aniversario Thelonious : el mejor filete del jazz a la parrilla

Es increíble que mi querido Club de Jazz Thelonious cumpla 6 años y que la celebración sea tan concurrida, deseada y sobretodo disfrutable.

Si bien el comienzo estaba planificado alrededor de las 22:30 horas, la verdad es que se retrasó mucho. Sin embargo, es una espera siempre amenizada por la hermosa música que el gran Erwin programa.

Llegado el momento, aparecen en el escenario Claudio Rubio, el virtuoso saxo tenor, un inspirado Lautaro Quevedo al piano, el «piolita» Eduardo Peña en su contrabajo, el magnífico Félix Lecaros, la mejor batería del circuito y por supuesto, Nicolás Vera en guitarra y composiciones.

Una secuencia genial de temas en donde cada uno pone su talento en exposición, especialmente los solistas, Rubio y Vera. El local llenísimo, como era obvio, yo tomé la precaución de reservar un día antes y así tuve la mejor mesa del club para mi grupo. Erwin, generoso, me regalonea incluyendo la excelente opción que tiene de vinos mendocinos fuera de carta, lo cual aprovechamos intensamente.

Tras el intermedio, la actividad en el Club bullía, muchos músicos venían con intención de tributo. La verdad es que Thelonious es muy querido en la comunidad, ha sido por seis años un verdadero baluarte del jazz y un refugio para muchos talentos en formación.

La segunda parte fue un remolino de opciones, una salida de Paz Court haciendo sus deliciosos covers de radiohead, con músicos como Mauricio Rodriguez (La Marraqueta, Congreso) y Julio Denis, luego también en la jam session estuvo el gran maestro del bajo Roberto Lecaros y la sorprendente y genial improvisación de Tea Time. Filete!!!!

Una noche mágica que se extendió largamente e incluso dejó músicos afuera del escenario como fue el caso de Felipe Riveros, quien también estuvo en la barra.

Seis hermosos años de jazz se cumplieron, bien por Erwin, maestrísimo anfitrión y por la miriada de talentos jazzísticos que existen en Chile.