Concierto de piano al mediodía : delicioso

Casi una vez por mes, el Teatro Municipal ofrece los llamados conciertos de mediodía, música, danza, orquestas, trozos de ópera y mucho más. Es una hora de disfrute garantizado.

En esta ocasión, una sesión con dos pianistas de excepción, nuestro chilenísimo maestro Roberto Bravo y la talentosa pianista rusa Victoria Foust.

Partió Roberto Bravo, con una serie de música de películas, El Francotirador, Los Paraguas de Cherburgo, Cinema Paradiso, ET, entre otras. Fantástico escuchar esta versión en piano tan famosas y nostálgicas melodías.

El turno de Victoria, fue definitivamente clásico, Strauss y Lizst, magníficas interpretaciones, más de una vez me quedé sin aire con tanta emoción.

Finalmente, ambos pianistas a la vez, en un piano a cuatro manos increíble, partieron con las danzas húngaras de Brahms, luego el Cascanueces de Tchaicovsky y otras piezas, en las que sus manos danzaban en el piano y se entrecruzaban sin error alguno. Maravilloso.

Que lindo espectáculo!!!.

Un Baile de Máscaras : notable clásico

La incursión de hoy al Teatro Municipal para ver esta magnífica representación, me colmó de disfrute. Verdi es un verdadero maestro, capaz de hacer brillar el escenario con una historia sencilla pero con despliegues vocales inauditos.

Un escenario sencillo para no opacar en nada las increíbles actuaciones del elenco. El conde revisa la lista de invitados al baile de máscaras, para descubrir que vendrá su amor secreto que es, asimismo, la mujer de su más fiel amigo. Una hechicera vaticinará su muerte al conde, aunque no lo cree. Más adelante un encuentro «fortuito» con su amada Amelia les permite confesarse mutuamente los sentimientos atesorados. Ahí también son descubiertos por el marido de Amelia. De ahi en adelante se desencadenan los hechos trágicos que culminan con la muerte del conde en manos de su fiel amigo, durante el baile de máscaras.

No podían ser más increíbles las voces de todos los personajes, la hechicera con un registro de otro mundo, los personajes que cantan arias, Amelia que enternece todo el escenario con su voz extraordinaria. Claramente esta obra se sostiene en una calidad extrema de las voces y la maravillosa música de la Orquesta Filarmónica y el coro del Teatro.

Como siempre, el manejo de la escenografía es de relojería y la dirección musical verdaderamente brillante.

Concierto de mediodía : un filete musical

La Orquesta Filarmónica de Santiago, dirigida por el maestrísimo José Luis Dominguez, se dio cita en el Teatro Municipal para un concierto extraordinario.

Puntualmente, llegan al escenario los músicos vestidos de riguroso negro y con sus instrumentos a cuestas. Seguidamente, la primer violín, llega para los ajustes de tonos (un rito de orquesta antigua) y finalmente, entre aplausos, aparece Domínguez.

La Sinfonía Nº7 La Mayor OP92 es probablemente una de las mejores obras de Beethoven, por lo menos, para quienes fuimos a disfrutarla hoy. Beethoven compuso esta obra estando completamente sordo, lo cual es increíble. La diversidad de sonidos (flautas, trompetas, oboes, junto a violines, cellos y contrabajos), la rapidez de los cambios y el uso fantástico de las percusiones, me erizaron todos los vellos cada cinco minutos.

La incorporación en el tercer y cuarto movimientos de un vibráfono, panderos, bombos y piano, anunciaba lo apoteósico del ritmo que se expresaría. La música es excepcional, vibrante, una verdadera fiesta y al concluir, el teatro se llenó de vitores y aplausos, completamente merecidos. Una verdadera maravilla!!!!

La Bohème : la tragedia de un gran amor

La obra más conocida y celebrada de Puccini era hoy el plato fuerte del menú cultural de Santiasco. La ópera para mí se ha convertido en un verdadero espectáculo y una delicia para los sentidos.

Un Teatro Municipal repleto, mucho «pintamono producido» (trajes de gala y eso), aunque solo es un dato del lugar y puede considerarse un ruido visual que desaparece en la oscuridad, cuando comienza la obra.

Orquesta filarmónica, coros en escena (de adultos y niños) y el despliegue formidable de las escenografías. Es mágico como consiguen en pocos minutos transformar el escenario del teatro en vívidas escenas arquitectónicas, donde amanece, es de día o noche o puede nevar, en fin, mis aplausos sostenidos a los magos del Municipal.

La historia es fuerte, hermosa y trágica a la vez. Un poeta, un pintor, un filósofo y un músico, pobres como ratas, unidos en la miseria y la alegría de ser libres en la sociedad, viven en una buhardilla sucia y fría. Tan fría que incluso deben quemar los textos del poeta para calentarse un poco.

Por esas casualidades que la vida siempre nos da, el poeta Rodolfo conoce a Mimí y en menos de lo que se cuentan sus vidas, se enamoran perdidamente. Rodolfo le dice que es un poeta, que se dedica a escribir, que vive simplemente viviendo y que su alma es millonaria. Mimí, una sencilla costurera, gusta de las cosas que saben a hechizos, que hablan de amor y de primaveras, de sueños y poesía. Que linda no?

En un tomar de manos, las heladas manos de Mimí, se enamoran y Rodolfo sale con su Pequeña a juntarse con sus amigos. El segundo acto es notable, una plaza y un café (Momus) con mucha gente, bullicioso, llena de niños, vendedores, parejas y curiosos. Hacia el final del acto, la mezcla de todas las voces llega a erizar los vellos, es el bullir de la vida y la alegría de amar.

El tercer acto, es el que más me tocó, ocurre en un zona de aduana en el amanecer. Mimí, muy enferma (tose sangre) llega buscando a Rodolfo quien se refugió en la casa en que el pintor (Marcelo) está viviendo con su amante. Allí le cuenta a Marcelo que ella necesita a su amor y éste le rehuye. De pronto, aparece el poeta Rodolfo y Mimí se esconde. Rodolfo desnuda su verdad a Marcelo, ha dejado a Mimí porque el no puede evitar, en su pobreza, que el frío acelere la enfermedad de Mimí, sintiéndose culpable de dañar a su pequeñita. Mimí se aparece y se juran nuevamente acompañarse ese invierno (porque es triste el invierno solo) y separarse en primavera, cuando el sol puede acompañar a Mimí. El amor profundo contrastado en los cantos con la pelea que inician Marcelo y su amante, uno celoso y ella reclamando su libertad sexual, porque él no es su marido.

El cuarto acto, vuelve a ubicarse en la buhardilla de los miserables. A ella llega en estado agónico Mimí y en una triste y tremenda escena, tras haber estado viviendo con otra persona, Mimí, vuelve a morir a los brazos de su amado poeta. Ufff, un drama impresionante.

Bellísima puesta en escena, voces impecables, actuaciones perfectas y la música divina y precisa, para dar un todo dramático magnífico.

La Bohème, la historia de un verdadero amor.

Ana Karenina : belleza trágica

Este ballet basado en la novela homónima de Tolstoi, aborda el drama de una mujer casada y con hijo pequeño a cuestas, que cansada de una vida insípida al lado de su burgués marido, se enamora de un joven aristócrata. Estamos hablando de fines del siglo 19, es decir, de una época de moralismo a ultranza y donde un adulterio claramente es penalizado por la sociedad.

La obra parte descomunal, con la llegada de un tren y de verdad entra una enorme locomotora que se abalanza sobre el público con un sonido ensordecedor puesto a punto por la orquesta y la increíble dirección de José Luis Domínguez. Maestro!!!. Es una introducción notable en todos sus detalles y también el primer cruce de miradas entre Ana y Vronsky, el ocioso aristócrata. Los escenarios grandiosos se suceden con una precisión de relojería y con una iluminación perfecta.

Siguen escenas preciosas de parques, jardines y un gran baile de sociedad en todos los cuales continúa la seducción, hasta que se convierten en amantes. Ana es el único ser auténtico y de corazón honesto en el mundillo en que vive. Tras consumar bellísimamente su amor, Ana le manda un carta con su anillo de bodas de vuelta al marido.

Huyen al campo los amantes, pero Vronsky, demasiado superficial, al poco tiempo prefiere volver a su vida de aristocracia. El regreso es marcado por el repudio de toda la enferma moralidad de la burguesía. El baile del dolor de Ana es increíblemente hermoso y penoso a la vez, todos la han dejado, marido, hijo (retenido a la fuerza por su padre) y su amante, además de todo el entorno social. Finalmente, Ana se lanza al tren en un baile de desesperanza y muerte.

Maravilloso espectáculo de danza y grandiosa representación social de los antivalores de la burguesía de la época. Tolstoi es un verdadero realista.

Yo voto por el amor, aunque a veces terminen en tragedia.