Xampanyet Pub : buena opción de trasnoche

Este lugar ya tiene bastantes años en un escondido sector de General Salvo y sigue siendo una buena carta a jugar cuando se hace tarde y arrecia el hambre.

Tras el paso por un restoran con cocina cerrada y que nos permitió beber unos ricos aperitivos y disfrutar una buena conversación, llegamos al lugar del rinoceronte, la característica escultura que tiene en la entrada.

Un sitio tranquilo con varios ambientes, en donde mi preferido sigue siendo la terraza y especialmente en esta época con las calurosas noches de Santiasco.

Con el hambre que teníamos tras haber disfrutado el potente concierto de Prodigy, nos fuimos a la segura, una tabla de minipizzas y unos variados picoteos, todos de rapidisima elaboración junto con unos buenos tragos. Saciar el hambre es un placer y alimenta el nuevo round de conversación.

Resulta notable que a pesar del tiempo que tiene este sitio siga siendo predilecto de muchos, de hecho estaba muy lleno y a la hora que nos fuimos quedaba bastante gente. Bien por eso!!

Xampanyet : celebrándonos

Este martes 18/12 a las 19 horas teníamos evento laboral de celebración de un año de trabajo, aunque verdaderamente fue una celebración de un año juntos de un gran equipo de trabajo.

En las cercanías de la estación del metro Salvador se encuentra este viejo local de happy hour, con una carta de tablas, sandwiches y sushis para acompañar una extraordinaria lista de tragos. Debe ser una de las cartas de tragos más completas de Santiasco, diversa, impresionante y sobretodo seductora.

El lugar no es muy grande pero tiene personalidad. De hecho, hay que tocar el timbre y esperar que te abran. Para un día tan caluroso, era obvio que adentro habría calor, aunque con una buena motivación, eso es un dato.

Considerando la diversidad de tragos disponibles y el acompañamiento de sushis y empanadas japonesas de camarones y cerdo, la verdad que el cuerpo vaciló firme en el placer. Cada cual eligió su alcohol preferido y el resto fue hacer variantes creativas alrededor. La música ochentera y el humo de los cigarrillos completaron la atmósfera de una celebración sinigual.

Antes de las 21 horas el local estaba lleno, lo cual habla de su potencia convocadora. El resto, es la buena onda de todos quienes, tras la agotadora jornada laboral, llegan a sentir y disfrutar la vida como corresponde.