La terraza del Barandarian : demasiado rica

Un dia muy caluroso y con suficiente hambre como para querer un almuerzo en un lugar fresco y delicioso. Fue una mañana llena de tareas insoslayables, incluyendo una rica tertulia de politica y filosofia con un amigo, amenizada por unos ricos cafes enfrente del parque Bustamante.

Tras alimentar mi sitio favorito #bancoideas, casi debo reconocer que me fui directo al Barandarian, ya que en mi mente guarda un lugar privilegiado la exquisita terraza interior que posee y considerando el calor existente, nada seria mas preciado que un lugar fresco y hermoso.

Parti con una botella de agua mineral sin gas y un vaso con hielos para refrescarme, ademas de conseguir la carta para elegir mis platos. La seleccion fue imperdible, una causa de atun que fue precedida con un panecito caliente y una salsa de untar, ademas de la habitual mantequilla. Hay que reconocer que el tamaño de los platos ha disminuido con el tiempo y en proporcion descomunal al aumento de los precios, ¿nos mataran de hambre cobrando ademas precios desproporcionados?, la logica de este sistema burdo me deja chato!!!

Solicite nuevamente la carta incluyendo la de vinos para enamorarme de un filete a la huancaina y conseguir un ensamblaje adorable del valle de Colchagua, Estampa 2008, Syrah y Viognier en proporciones virtuosas. Me parece que mi almuerzo verdaderamente comenzo en ese momento, cuando los vapores gustosos de mi plato impregnaron mi microcosmos sensitivo y fui feliz de disfrutar esos sabores que la comida peruana sabe conseguir.

El vino a temperatura ambiente estaba demasiado caliente, asi que una cubeta de agua y hielo fue necesaria para ponerlo al punto adecuado para el disfrute, ante la mirada un poco sorprendida del mozo. En fin, no todos aprecian los detalles para que un buen vino sea un genuino  placer.

Un almuerzo delicioso incluso con una pausa necesaria, pues emocionado con responder correos, chats y cuanta interaccion social me inunda, se enfrio. Pedi al mozo que me calentaran el plato y solo asi consegui terminar mi placentera incursion.

Por cierto, un chesscake de ricota y arandanos ademas de un cafe negro aseguraron el cierre delicioso de esta incursion. Pese a todo, me encanta el Barandarian, esa terraza es inmejorable!!!.

Barandarian : un encuentro con la historia

Una antigua compañera, su madre, un amigo entrañable y las ganas de conversar, se unieron este día para decidir almorzar juntos. Mi misión fue elegir un buen lugar y no tuve dudas en seleccionar la terraza interior del Barandarian, un patio exquisito que permite disfrutar buena comida peruana en un día caluroso de verano.

A la hora señalada, solo yo estaba en el lugar. Minutos después llega mi amigo Hernán y junto a él decidí hacer patria en el patio interior del barandarian, antes que se ocupara por completo.

Reímos juntos recordando tantas aventuras juntos en casi 20 años de interacciones y que este almuerzo nos trae a la vista. Tras casi 40 minutos de atraso aparecen Elinett y su madre, en fin es un día feriado. Sin embargo, nada hacía sospechar lo que seguiría.

Ofrecí un ceviche Barandarian para compartir, lo que vino muy bien acompañado de los pisco sour peruanos de rigor. La conversación fluyó instantánea y divertida, recorriendo pasajes de la vida familiar y política de Eli. Muchos recuerdos entrelazados y de sonados personajes de la vida pública que aparecían de tanto en tanto en los deliciosos recuerdos, de os cuales fui un atento espectador.

Para los fondos comida chifa para la madre y para el resto ricos pescados en exquisitas combinaciones propias del universo gastronómico peruano. Sumé una buena y fresca botella de pinot noir, que nos acompañó en la deliciosa digestión.

Sospecho que de tanta conversación terminó por saciarnos, ya que ninguno quizo seguir con los postres. Confieso que hace más de un año que no tenía este tipo de conversaciones y me he entretenido enormemente.

Gran despedida de Eli, le deseamos mucho éxito en Lota.

Almorzando rico con una amiga verde

Una amiga chilena en Facebook se materializó desde Suiza, su habitual país de residencia, en nuestro Santiasco. Un esperado encuentro ya que veníamos conversando este último tiempo acerca de como ayudar a los damnificados del megasismo bicentenario.

Nos encontramos en el Patio Bellavista, lugar ya conocido por ella y tras vernos por vez primera de cuerpo presente, nos enfilamos a disfrutar un rico almuerzo y a conversar en directo.

Comida española, comida árabe, cómida francesa para que finalmente ella confesara que «la mata» la comida peruana que le ofrecí como opción. Excelente, ya que es una de mis favoritas.

El restoran Barandarian en el Patio Bellavista, no es ni la sombra del exquisito lugar existente en el barrio Manuel Montt, pero la comida es sabrosa y la terraza muy disfrutable.

Un ceviche mixto y los siempre bienvenidos pisco sour a la peruana, dieron inicio a la grata conversación. Ahí me enteré que es profesora de historia y geografía además de ser representante en el partido verde en Suiza. Muchos temas en común y una encantadora historia personal.

Seguimos con los platos de fondo, un tiradito y una corvina con salsa de mango y camarones verdaderamente exquisita. Una botella de pinot noir Céfiro de Casablanca, vino a completar el almuerzo y la animada conversación.

Le dejé un primer borrador de una propuesta de trabajo y espero que mi amiga se entusiasme en seguir apoyando a nuestros compatriotas damnificados.

Barandarian : réplica de cena

En días movedizos por las frecuentes réplicas del terremoto, prefiero salir a cenar y un gran sitio es sin duda el famoso Barandarian de Manuel Montt.

Una cena peruana como debe ser no puede partir sin un buen ceviche y pisco sour, sin embargo, una deliciosa opción es la causa limeña de atún. Qué ricos sabores para compartir!.

La carta de este restoran es interminable por lo que cuesta tomar una decisión ya que todo se presenta como delicioso. Sin embargo, a la hora de elegir, nadie se equivoca pues todo es exquisito. En esta ocasión, un filete a la huancaína y un buen plato Mar y Tierra, acompañados de ese increíble ensamblaje Parcela 7 de Von Siebenthal

Tras el disfrutable plato de comida, que bien viene una mazamorra morada y un café chocotejas. Estupendo final.