Aida : ópera del amor trágico

Deseaba enormemente ver esta obra, algo esquiva estos últimos años pero merecedora de mis deseos pues es una gran ópera clásica de Verdi. A la hora definida, estaba ocupando mi palco central preferido, con un calor terrible, algo que nunca se ha solucionado en este hermoso teatro.

Con una puesta en escena formidable y de gran complejidad, despliega escenarios increíbles, iluminación, coros, muchos contrapuntos vocales entre los protagonistas, todo animado por el diseño escénico de Michael Hamp y el acompañamiento de una orquesta formidable bajo la dirección de Pedro Pablo Prudencio.

La historia es magnífica, situada en el Egipto de los faraones, se presenta la historia del trágico amor entre Aida, una princesa etíope que se encuentra como esclava en Egipto, y Radamés, militar egipcio y comandante de las fuerzas que ocuparon su tierra. Como es apropiado, a este amor imposible se oponen Amonasro, padre de Aida, que exige venganza por el rapto de su hija y la conquista de su tierra, y Amneris, hija del rey, que también ama a Radamés, sin ser correspondida. Una triste y compleja historia de amores imposibles en donde las grandes voces y sus duelos vocales sincrónicos dan vida a esta extraordinaria obra.

Deliciosa ópera, escenarios increíbles y voces maravillosas.

Simon Boccanegra : ópera de las pasiones intensas

Como pocas veces me ha ocurrido, en esta ocasión fui el invitado a disfrutar de esta famosa ópera de Verdi en el Teatro Municipal. Concertados para estar 15 minutos antes en el acceso del teatro, tras una breve puesta al día, nos dirigimos a unas estupendas ubicaciones en el palco 21 del segundo nivel, uno de mis sectores preferidos para gozar a mis anchas una ópera o un ballet y en primera fila como corresponde.

A la hora definida, la orquesta filarmónica completa su rito inicial para la aparición del gran José Luis Dominguez, director cada vez más potente de esta orquesta, en la cual curiosamente militan además dos buenos amigos polacos, con quienes hemos disfrutado algunos paseos a la montaña altiplánica.

Esta  obra de Verdi es primera vez que la puedo gozar, lo cual me hace especialmente feliz, ya que el personaje Boccanegra tiene un sino muy peculiar, llega al poder como Dux de Génova en el siglo XIII no por ambición, sino porque el pueblo se lo pide y a su especial sencillez añade que su mayor ambición era su amor por María, su circunstancial pareja y que luego fue recluida por el padre de ella para evitar que se pudieran juntar. Así una temprana muerte de María, deja el espacio para un amor imperecedero por la hija de ambos, desaparecida inexplicablemente y que aparecerá más adelante como hija adoptiva de su propio abuelo. Una historia de pasiones lindas e intensas, Boccanegra, por una parte tirano, es al mismo tiempo un hombre justo y amoroso. Rodeado de intrigas de palacio, enemigos de las clases aristocráticas y otras yerbas, la ópera prosigue con su deliciosa música ahondando en las pasiones humanas, que como siempre, o casi siempre, terminan en tragedia. Boccanegra envenenado por un enamorado despechado de su hija, defendido por un yerno traidor sin saberlo y apoyado por su mayor enemigo, el suegro.

Me gustó esta obra, sencilla escenografía pero contundente en textos y música, como pocas. Siento que Verdi, logra algo excepcional en esta historia basada en gran parte en hechos reales y que nos muestra que la realidad a veces supera a la ficción, pero que finalmente es una excusa para exponer los sentimientos humanos en su más desnuda cualidad.

La ópera sigue siendo una maravilla para disfrutar cualquier día en Santiasco!!