Caleta Lastarria : una cena divertida

Un restoran  que vino a reemplazar a La Parte del Angel en el mismo lugar  del subterráneo del Observatorio de Lastarria, fue el lugar elegido para una cena after concert.

Un sitio estiloso, donde dominan por su belleza las vigas de roble que hay por todos lados, además de la simpleza del diseño, la cual no le resta prestancia ni funcionalidad. Nos instalamos en una mesa de la zona de no fumadores, en donde habían varios comensales que terminaban su cena y estaban en entretenida sobremesa.

El mozo, un joven oriundo de Concepción con mucha cancha y poca experiencia, estudiante de Relaciones Públicas y empeñoso a pesar de sus limitados conocimientos de la carta, de vinos y sobretodo del arte de ser mozo. Extremadamente simpático, nos hizo reír todo el tiempo.

Partimos con unos pisco sours con miel y jenjibre para acompañar un ceviche mixto que estaba demasiado bueno. Los tragos merecen un rediseño pero el ceviche estaba magnífico. Para los fondos, de la carta salió un extraordinario pastel de jaibas y un filete de mero que acompañé con una mezcla de risotto de quinoa y puré rústico al merken, una mezcla que negocié con el simpático mozo. La comida delicada y bastante bien hecha sin ser magnífica, sospecho que le falta improvisación creativa, un arte necesario para hacer magia en la cocina.

Para acompañar esta rica cena, tuve que hacer más de un intento de selección ya que el bajo dominio de conocimientos del chico atentaba un poco a la experiencia, no obstante lo cual, finalmente tuve ante mí una fría y delicada botella de pinot noir del valle de Leyda, que bien valió la espera.

Ya bastante avanzada la noche y cuando solo quedaban el dueño y su familia en otra mesa, quienes nos pidieron permiso para fumar unos cigarrillos, nos lanzamos a beber buen café negro y cerrar la incursión.

Aunque claramente aún no concluye la marcha blanca, este sitio tiene futuro!!.

Tour de Museos : salida con bonus track

Salí esta mañana para cumplir mi querido ritual de visita a los museos que ofrecen sus maravillas en día domingo y como muchos saben, además es gratis. Quien dijo que los fomingos no tienen opción?

Rica caminata por el Parque Forestal hasta llegar al exquisito Museo de Bellas Artes (MNBA) y aprovechar de ver al menos dos salas renovadas. La más notable, Absolut Pina, de Gert Weigelt fotógrafo fiel de la sorprendente Pina Bausch. Son fotografías deliciosas, llenas de movimiento, que captan esa esencia milagrosa del ballet inspirado, las expresiones de cuerpos entregados a la expresión artística, de movimientos congelados por la magia de una cámara y un instante único. Fantásticas!!

En el segundo piso, una exposición de acuarelas del conocido Guillermo Tejeda, quien con su iconoclasta aproximación a la ironía humana, dibuja más allá de los límites la lección de los fluídos humanos. Somos tan humanos y simples, que esas acuarelas inquietan porque muestran lo que no nos gusta ver. Cuerpos mutilados, menstruaciones, eyaculaciones, defecaciones, todas coloreadas de graciosa forma para destruir el estético discurso del género. Fuerte!!!

Descarté la visita al MAC (ambas sedes, Forestal y Quinta Normal por vacaciones) y me dirigí al barrio Lastarria a beber un rico jugo de naranja con plátano sin azúcar en el Café del Museo. Un rico momento de relajo para poder visitar después el interesante MAVI.

Es increíble como muere la actividad cultural en febrero en Santiasco, hay poco, muy poco, pero lo importante es que hay. Ingresé al MAVI a disfrutar la muestra de la obra de Gerhard Richter, un gran artista alemán, que ofrece algo así como su autobiografía artística, con una autoselección de obras que verdaderamente sorprenden. Técnicas fotográficas y muchas aplicaciones de óleo van dibujando una interesante muestra, reflejo de la potente apuesta del artista. Muy disfrutable!!

Ya con hambre y dispuesto a encontrar un nuevo lugar de disfrute, me encontré visitando el interesante Observatorio de Lastarria y rápidamente bajando a las catacumbas de éste, me sorprendí con un restorán no visitado, La Parte del Ángel, un pequeño pero delicioso lugar.

Hoy, Fomingo, tenían un tenedor libre de entradas, con muchos carpaccios, causas y algunas verduras y frutos secos. Partiendo con un aperitivo, que más puedo pedir cuando me ofrecen lo que me gusta, un Kir Royale. Uff, partió increíble el almuerzo. Trajeron pan francés caliente, un rico pebre y llenaron mi copa de agua con toques de limón. Mientras gozaba mi selección de entrada, quizás sorprendidos de mi soledad, me ofrecieron el último ejemplar de mi  pasquín favorito, The Clinic. Gran acierto, me reí mucho!!

El plato de fondo, lo elegí entre 4 ricas opciones, para quedarme con un increíble risotto de mariscos, el cual acompañé con una copa de un delicioso ensamblaje tinto. Muy buen gusto, aplausos para el chef!!

La música ambient al volumen adecuado, un escondido ventilador que generaba fresca brisa y las deliciosas imagenes de ocasionales transeúntes pasando frente a la ventana a ras del suelo, me dieron un ambiente preciso para gozar mucho este espacio.

Entre las opciones de postre, un crème brûlèe me vino excelente y a eso se agregó un fantástico café negro. Ummmhh, me encantó el lugar!!

Vivan los fomingos!!! (unas fotitos del krrtrekking)