Phone Box, almorzando con cleta

Estos domingos con demasiado calor, no he ido a la montaña pues me deshidrato con solo pensarlo. Sin embargo, no puedo dejar de considerar una buena dosis de ejercicio y disfrutes de un paseo en cleta.

Pasado el mediodía, tomé por la ciclovía de Antonio Varas hasta conectar la ciclovía de Simón Bolívar, la que hace pocos meses  fue extendida hasta Américo Vespucio. Tras darle una mirada a las películas que se exhiben en el cine del lugar, seguí pedaleando por Vespucio hasta que encontré el bandejón central con el lindo parque que se transforma en una ciclovía.  De ahí el paseo te lleva inevitablemente hasta La Pirámide, en donde se puede acceder al Parque Metropolitano rumbo al San Cristóbal.

Ya en la cumbre del San Cristóbal, bebiendo mi rico jugo de mote con huesillos (sin mote ni huesillos), comencé a buscar en mi mente, adonde habría  una buena opción para almorzar o al menos comer algo rico. Decidí salir a buscar en Providencia, tratando de demorar poco ya que claramente estaba fuera del horario de almuerzo y la gran mayoría de los pocos locales que abren el domingo, cierran temprano.

De pronto, me encuentro enfrente de la Galería El Patio y con un viejo local, tan viejo que lo recuerdo de mis tiempos universitarios. Me refiero al Phone Box Pub, reconocible por la linda caseta telefónica de color rojo que sirve de puerta de entrada. Años que no venía y considerando que tenía estacionamiento de bicicletas y una linda terraza bajo el parrón del patio, era mi esperada selección.

Algo relajado el servicio, pero logré pedir una botella de agua sin gas y la carta, mientras me recuperaba bajo la sombra del terrible sol. Gastronomía del tipo inglés con mucha cerveza, pero lo que me llamó la atención fue un sandwich llamado Phone Box Hot, un delicioso churrasco con queso, tomate y tocino, un golpe sabroso y abundante  que acompañé con una media botella de vino (pocas opciones), un Casillero del Diablo cabernet sauvignon,

Repuesta mi energía, pude volver a mi cleta y seguir mi camino. Qué rico almuerzo!!!

Wasabi : una cena divertida

Esta noche alcanzada en una extensa e intensa  jornada laboral, me pareció una buena idea ir a un sitio que solo iba con alguien muy especial en mi vida. Con la distancia que el tiempo produce, era un buen momento para cenar ahí.

Me instalé en la terraza como preludio de mi ingreso, pedí un rico absolut kurant con ginger ale y una porción de gyosas para bajar las revoluciones y prepararme para mi cena. Aproveché ese grato momento para leer un rato y twittear con mi hermano, quien asistía a un evento en las cercanías y que a mí no me daba la energía para acompañar.

Una vez concluido mi prolegómeno, tomé mi libro e ingresé al lugar para servirme la cena. Revisé con paciencia la carta y elegí para partir un Deli Anchoas, por supuesto anchoas, queso crema, palta, ciboulette y todo adornado con sésamo negro. Ocho porciones deliciosas de buen sushi. Consideré como siempre la indispensable compañía de un rico vino y elegí un Errázuriz reserva Pinot Noir 2008, muy frío como me gusta.

Aunque sentía, como casi siempre me pasa con el sushi, que estaba llegando a mi punto de satisfacción, no resistí la tentación de pedir una serie de Unagui Roll, angulas envueltas en palta y cubiertas con una salsa de angulas exquisita. Fue una cena amenizada deliciosamente con un libro que ya termino de leer y que me resisto a que ocurra, me refiero evidentemente a El Libro del Desasosiego de Fernando Pessoa, extasiante!!

En este trance gustoso me encontraba cuando llega mi hermano, con quien bebemos lo que quedaba del vino mientras conversábamos poniéndonos al día de todos nuestros temas. En cierto momento, me pareció que era hora de cambiar de lugar e invité a cruzar al Calabria, un restopub simpático en donde seguimos la rica conversación gozando unos mojitos bien sabrosos.

Qué buena cena!!!

Ruby Tuesday : a veces solo a veces

Un sitio que se precia de importar cerdo americano y que ofrece comidas muy calóricas a un precio razonable, es un lugar que pocas veces visito. Sin embargo, una intempestiva reunión de trabajo me arrastró hacia el Ruby Tuesday del centro de santiasco.

La verdad es que es un lugar bien ambientado, fresco a la hora del infierno y muy bien atendido. Sería mezquino quejarme de la comida, ya que los platos son sabrosos y abundantes. No apto para quienes cuidan el sobrepeso.

Gasesosa para mi colega, un helado jugo de melón para mí. Para los fondos, unas fajitas triple (carne, pollo y camarones), un plato enorme que mi amigo no fue capaz de comer completo y en mi caso me fui por unos camarones ecuatorianos salteados sobre una pasta con crema y queso bastante buena.

No es para ir muy seguido, pero cumple muy bien en este tipo de eventos fortuitos.

Nativo Bar : divertida opción en Tobalaba

Regresaba de una incursión gourmet en un día cándido, demasiado calor y actividad. Caminando, como es mi costumbre, llegué al sector de Tobalaba en donde me puse a elegir algún sitio para refrescar mi garganta, algo sedienta a estas alturas.

Hay varios sitios conocidos, algunos con particulares malos recuerdos, por lo que fueron omitidos de manera automática. Sin embargo, pude notar que ha aumentado la oferta de sitios en esta calle, lo cual me alegra especialmente.

En la deambulación, finalmente me topé con un lugar que tocaba exactamente 30 segundos de cada tema noventero que me gusta y no pude resistir la tentación de entrar.  Se trata de un lugar de sushies, pero que finalmente es un bar de nombre Nativo (estimulante no?). Bueno, me instalé en este sitio y pedí un mojito que estaba muy bueno, además de la oportunidad de practicar un deporte muy especial, el people watching.

Como sea, el lugar visitado está agradable, siempre agradezco las terrazas en esta época y la belleza de las chicas que llegan.

Se anota, Nativo, simple y divertido lugar!!