Da Carla : la tradición manda

Cada cierto tiempo me encanta volver a disfrutar algún buen plato italiano al viejo local de Mc Iver, con ese estilo tan peculiar de atención y esa decoración tan casera que me hace pensar que estoy en casa.

Llegué temprano para almorzar tranquilo y además de comer rico, aprovechar de reflexionar y ordenar mi mente. Demasiados temas, demasiadas ideas, demasiadas presiones y solo 24 horas por día.

Partí con mi habitual agua mineral mientras elegía de la carta algún plato que ya no hubiese probado en anteriores incursiones. Así encontré un plato delicioso, una pasta rellena con queso de cabra y champignon, con una salsa hecha con tomates en cuadritos (es increíble que este pequeño gran detalle es una maravilla, pues le da sabor y textura). Acompañé con una botella de merlot reserva mientras divagaba en el proceso de organizar mi mente para dar un buen cierre a una semana compleja. Tras esta delicia, nada mejor que un clásico, un estupendo Tiramisú y una taza de café negro.

Da Carla, que gran lugar!!!