De Tapas y Copas : disfrutando comida española

He venido tantos años a este sitio que a veces pienso que ya no podrá sorprenderme. Sin embargo, esta noche junto a mi partner decidí volver a probar y claramente no me equivoqué.

Claramente se ha modernizado, de hecho la moza con tablet en mano tomó nuestro pedido WiFi incluido. Fuimos por unos pimientos del piquillo rellenos con carne de res y cerdo con aceitunas, adobados y rebozados para constituir una rica entrada mientras saboreábamos la sangría de especial preparación del lugar.

Terminada la entrada, fuimos por los fondos, un congrio a la vizcaína, es decir un congrio al sofrito de cebolla morroni y tomate con un rico puré de papas al oliva, mientras yo me matriculé con una merluza envuelta en jamón serrano y gambas, asada en aceite de olivas y vino blanco. Unas maravillas sabrosas que amplificamos con un exquisito syrah, a falta de un pinot noir.

A pesar de los años, este sitio sigue brindando una gastronomía rica y a pesar de los cambios, el servicio se mantiene en buen nivel. Todo un mérito en una ciudad con tan alta rotación de restaurantes y de ofertas.

 

Café del Autor : rico oasis

Hoy era un día de junta de proyectos con mis socios y cerca de la hora de reunión, comenzamos a coordinar el arribo a mi departamento. Habría retrasos y habiendo contactado a mi hermano, quien calmaba su apetito en el conocido restopub Ramblas, decidí pasarlo a buscar.

Allí compartimos una cerveza mientras él comía una buena hamburguesa casera y considerando los tiempos, decidí invitarlo a una incursión preliminar en un local recientemente inaugurado. Se trata del Café del Autor, un sitio que me llamó la atención algunos días atrás pues posee una terraza interior que imaginé disfrutable. Caminando unos cuantos metros, nos introdujimos en el sitio y nos instalamos en una mesa en medio del patio terraza. Que rico se siente el lugar, curiosamente aislado del ruido y especialmente del tipo de comensal que abunda en el barrio Manuel Montt, jóvenes ansiosos de chela y chorrillana.

Un verdadero oasis, nos atendió una jovencita para que seleccionáramos, de una brevísima carta, un té de frutas para mi hermano y para mí un delicioso jugo de frutos del bosque (berries exquisitos) y un tapadito de queso y champignones. Deliciosos bocados que suman a la fantástica ambientación con maderas que cubren completamente la antigua casa y que enaltecen el estilo sencillo pero de excelente gusto del lugar.

Este café está preciso para convertirlo en una opción de oficina al paso, posee WiFi, infusiones, pastelillos, sandwiches y especialmente toda la tranquilidad que se requiere. Me encantó¡¡